Eran las ocho de la noche y estaba frente a ese restaurante espiando al hombre que había robado mi corazón, ¿que cómo había llegado yo hasta allí? Pues me di prisa en llegar a su casa para de esa forma seguirlo a buena distancia hasta este elegante restaurante, bueno entiendo que decirlo de esa manera suena a acoso, pero quiero creer que no, es amor aunque a distancia, algún día reuniré todo el valor posible para acercarme a él y confesárselo, pero hoy no es ese día. Mi misión hoy es impedir que salga con esa mujer aunque la buena noticia es que no será muy difícil.
El estaba guapo como siempre, lo que llevaba puesto le quedaba perfecto ¿por qué no quería ser modelo? Era perfecto con lo sexi que se veía, hasta me hacía suspirar mirarlo, por suerte traía mi cámara conmigo y podía sacar unas fotos para admirarlo cuando llegara a casa.Cogí los prismáricos para observar cómo iba la cena. La mujer con la que se reunía era rubia y traía un vestido muy ajustado, con solo verla allíLlegaron a mi puesto, había untado mi tarta con la crema y ahora estaba adornándolo a mi estilo con nata, no estaba mal al menos eso pensaba.Alcé mi vista pero él venía solo, Matt se había quedado hablando con el compañero.—Jessica. —alcé mi vista asustada de que me hubieran descubierto.—¿Cómo?—¿No es su nombre? —preguntó señalando mi delantal, bajé la vista para mirar mi nombre escrito en él, suspiré aliviada, cada uno tenía su nombre escrito en el delantal.—Sí, es mi nombre. —no me atrevía a mantenerle la mirada.—Su cara me resulta familiar ¿nos hemos visto antes?¿Por qué tuve que ir a ese restaurante?—No creo, quizás me confunde con otra.—Ya me acuerdo, fue en la celebración, antes del comienzo de estas clases.Dios, qué tonta ¿cómo se me ha ocurrido olvidarme?—Ah cierto, es usted.—Le manché el vestido ¿todavía sirve o le debo otro?Lo miré confusa, él me estaba escudriñando con la mirada y yo no sabía qué pensar.—Ah..pu
HARRY SMITHMe considero una persona rutinaria; cada mañana me despierto, salgo a hacer deporte, desayuno y me siento en mi sofá a revisar mi correo por si me ha llegado un encargo de la empresa o si es muy importante me voy a la empresa para ver cómo van las cosas allí y resolver algunos asuntos en persona, pero la mayoría de mis trabajos los realizo en mi sofá en compañía de mi perro. Rosa, mi criada de confianza, se encarga de ayudarme con los deberes de la casa cuando la necesito, y Skey se encarga de hacerme feliz, es una de las mejores cosas que me han pasado, prefiero su compañía que la de cualquiera porque me es fiel y puedo fiarme de él, en cambio de las personas no tanto. Por eso tiene mi tiempo cada tarde cuando lo saco de paseo al parque, estar allí no solo es bueno para él sino también para mí, hay aire fresco y tengo las ideas un poco más claras.Todo me iba bien hasta aquel
JESSICA ROBINSONDe todas formas estaba caminando en dirección al parque así que aproveché la oportunidad y me senté en uno de los bancos, ahora era el momento en que estaba tomando conciencia de todo lo que estaba pasando hasta ahora. Había conocido a un hombre y había decidido acosarlo, ¿por qué? ahora ya no podía acercarme a él y enfrentarle. Ahora empezaba a sentir que todos mis esfuerzos por saber de él, espiarlo e impedir que saliera con otras chicas estaba siendo en vano, ¿de qué servía si ni siquiera podía estar frente a él y entablar una conversación con él? Abrí mi móvil y releí su correo. Ayer parecía enfadado porque me metí en su vida de esa manera, ¿por qué ahora pensaba perdonarme? Probablemente estaba sospechando de mí, debía saber quién era después de lo de esta mañana, tal vez quisiera confirmalo y esa era la razón por la que me estaba escribiendo de nuevo. No iba a darle ese gusto, pero si no le cont
Llegué a casa e hice las pases con Allison.Cenamos juntas y miramos la tele. Pero a pesar de todo mi mente estaba en Harry y en lo que me había escrito, me preguntaba cuál habría sido su siguiente mensaje si no hubiese eliminado la cuenta. ¿Le habrá molestado aún más que lo bloqueara después de todo? ¿qué pensaba hacer conmigo? En fin, si no tenía mi cuenta no podía localizarme.Allison se fue primero a la cama y yo me quedé en el salón, probablemente no lo había mencionado, pero a las clases de cocina solo asistíamos tres días por semana y era bueno para Alli, así tenía oportunidad de utilizar esos días libres para ir a su salón de belleza. En cambio yo me quedaría en casa sola.Me fui a la cama en horas tardes, no habría prisa, tenía pensado despertarme mañana a cualquier hora.Estaba descansando placidamente hasta que Allison llamó a mi puerta, había amanecido ya.—¡Buenos días! —dijo agarrando la puerta con la mano, abrí los ojos para verla, estaba y
Salimos del cuarto de baño y caminamos al comedor, todo hasta ahora me parecía una pesadilla de muy mal gusto, esto no podía ser real, debía despertarme cuanto antes.Habían limpiado ya el suelo donde se me cayó el vaso. Harry caminaba junto a mí como si estuviera atento a cualquier cosa que pudiera pasarme. Matt y Allison nos miraban curiosos.— Matt, dime que a tus alumnos se les cae constantemente las cosas o creeré que soy el causante de esos accidentes.Matt sonrió, no sabía qué contestar.—¿Nos sentamos a la mesa? — preguntó señalando la mesa ya lista.Allison sabía que lo estaba pasando muy mal y quería venir a mi rescate, pero no sabía cómo hacerlo.Se acercó a la silla que se encontraba junto a la que se sentaría ella y me ofreció que me sentara. Pero sucedió algo inesperado, Harry me tomó por la espalda y me condujo hacia el otro lado de la mesa. Miré a Allison, estaba tan sorprendida y yo sentía que no podía hacer nada. Tomó una silla y me ofreció que me
—¿Por qué me hace eso? —pregunté derrotada, lo tenía cerca y no me atrevía a mirarlo a la cara.—¿A qué se refiere? ¿a tratarla bien? —preguntó como si no supiera a qué me refería —solo intento ser amable.— Pero no me conoce — me esforcé a levantar la vista y mirarle, que tuviera sus ojos sobre los míos hizo que se produjera un cosquilleo en mi estómago.—Sí que la conozco, —dijo asustándome — nos conocimos en la fiesta de inicio de la escuela donde por accidente te manché el vestido, nos volvimos a ver en aquel café donde me devolviste la chaqueta, —en ningún momento apartó la mirada de mí— hasta nos vimos en la escuela y en otros lugares que yo ahora no puedo acordarme, pero tú sí, ¿o me equivoco?¡Dios! Volvió a conseguir que me latiera rápido el corazón. Me preguntaba cómo me encontró así tan rápido. Los malditos nervios del otro día en la cocina debieron traicionarme.Matt y Allison regresaron, con los postres librándome de la mirada acusatoria de Harry.
Me levanté en la mañana con poco ánimo de lo habitual y era por lo de anoche. Me tomé una ducha bien lenta, la imagen de Harry no salía de mi mente y justo ahora necesitaba que lo hiciera, no era el hombre que yo pensé.Salí de la ducha y me puse una falda de cintura alta que me llegaba por encima de la rodilla y un top de manos largas. Até mi pelo en una cola con los mechones sueltos y me puse unas zapatillas.Durante el desayuno Allison notó lo poco animada que estaba.—¿Estás mejor? —preguntó mirándome preocupada.—Claro. — le contesté, no quería tener que hablar de ese hombre otra vez.Nos subimos al auto. Ella condujo hasta que llegamos en la escuela. Entramos en el edificio y nos metimos en el ascensor.Ya en la cocina comenzamos con las clases.— Otro día especial —comunicó Matt y yo solo deseé que fuera un día normal. — se harán catas de vuestros platos, los siete primeros que lo hagan bien, recibirán una targeta de invitación a una gala importante
—Hice un plato excelente —quejé para mí, pero sabiendo que él me escuchaba. Estaba furiosa mientras pelaba las zanahorias.—Entonces ¿por qué te has quedado y no te has ido con los demás? —se acercó frente a mi puesto.Lo ignoré y continué con lo que hacía, no iba a perder la calma ahora. Prendí el fuego y puse la sartén.—¿Qué me dices de tu primer plato? ¿también te pareció excelente? Porque recuerdo que era improbable.—¿Por qué me amarga la vida? —lo miré—¿qué mal le hice? — vi como dibujaba una sonrisa que pronto desvaneció.—¿De verdad crees que te estoy amargando la vida? ¿qué motivos tendría yo para hacer algo igual?—Solo déjeme en paz, por favor. —rogué.— Sabes qué tienes que hacer para que acabe todo esto.—No sé de qué me está hablando. —afirmé mirándolo a los ojos para que viera lo segura que estaba de lo que le decía. Él bajó la mirada a lo que yo estaba haciendo.— La forma en que has cortado los tomates no me convencen mucho, ¿podría