Nueva York, Brooklyn, marzo 2022.EdwardElla era real.Su presencia, su mirada, su voz, su aroma y su aliento.Soy un completo imbécil.¿A caso soy un adolescente?¿Perdóname?Siento tantas cosas en este momento que no se ni por dónde empezar. Vivian tenía razón, no puedo remediar las cosas con solo un perdón.¿Qué puedo hacer? ella me odia con toda su alma, me siento tan culpable de haber causado ese sentimiento en ella.Quiero verla de nuevo, pero soy tan imbécil que no sé qué decirle.Un golpe sordo en mi escritorio me sobresaltó. —¿Qué mierda te pasa Dave?Dave me miró arqueando una ceja.—¿Estas en las nubes o te has quedado sordo? llevo cinco minutos llamándote ¿Qué te pasa?Dave Jones, mi vicepresidente y mano derecha, además de lo más cercano que he tenido como un amigo.—¿Qué quieres? —gruñí, recomponiéndome del sobresalto.—Estos son los documentos que me pediste—me escrutó—, debemos comenzar el tratado con el equipo de obra para tener un presupuesto.—Sí, ya hablé con Ar
Nueva York, Brooklyn, marzo 2022.Edward—Escucha, Eddy, no es que dude de tus deciciones, pero ¿no es algo presipitado?Bajé la documentación que me había dado mi abogado, ya había hablado con el juez y la orden estaba por salir, solo debo firmar estos documentos.—Debo tomar medidas drásticas—después de lo sucedido ayer, no quedaba duda de que Josephine estaba más alterada que antes— Aubrielle puede correr peligro si continúa estando con Josephine—no quería ni pensar lo que Josephine podría hacerle—, su nana la ha cuidado muy bien y la ha mantenido lejos de cualquier influencia de su madre, pero, Aubrielle está creciendo, ya tiene sus propios prejuicios, objetivos y su carácter más arraigado, si continúan juntas, temo que Aubrielle salga lastimada—terminé de leer y firmar cada página—, prepárate para salir a Macovei.Dave se meció un poco, como si fuese un niño entusiasmado.—¿Vivian va a estar allí? —asentí—¿Ya has planeado algo? ¿Qué vas a hacer? ¿la invitarás a cenar o la llevara
Nueva York, Brooklyn, marzo 2022. VivianCon la tarjeta en mano, arrastré mi desvergonzado trasero hasta la cafetería de Cass.Elle me había dicho que no podría pasar por Jack con Cass, tenía algo urgente que arreglar.Entré al lugar, la combinación entre lo vintage y la vegetación era algo caótica, pero a la vez ese caos se convertía en algo lindo, por ejemplo, había helechos en las mesas y flores en el techo, diminutas esculturas escondidas entre aquellos matorrales, fuera del baño de las mujeres había un espejo ovalado con luces rojas que decían MAMACITA, al otro extremo, en un rincón cerca de los ventanales, había cuadros y retratos desperdigados por el suelo y la pared, como una especie de pequeña galería.En otra de las paredes, en la que estaba repleta de pequeñas flores y plantas falsas, había un letrero de luz en el que se leía “Aventura siempre, pero el café primero, AMELIA”El sonido de los cubiertos y las maquinas no fueron lo primero que capté, sino el exquisito aroma de
Nueva York, Brooklyn, marzo 2022. VivianConocí a Cass en la facultad, ella en gastronomía y yo en arquitectura.El café unió nuestros destinos, ¿Cómo fue? simple.Me encontraba más que frustrada por los exámenes, trasnochadas y pésima alimentación, ese día estaba al borde del colapso, ya se, nada vale la pena si te estás matando de esa manera, pero, era mi carrera, para ser la mejor debo dar todo, mi madre no había criado a una perdedora llorona.Aunque mis pensamientos me daban ánimo, definitivamente mi cuerpo me pedía a gritos un descanso.Ese día, me había dejado caer en las sillas de aluminio del despachador de sodas de la facultad, había un grupo de chicos con contenedores y cosas empapeladas.La Cass de ese entonces, traía un corte asimétrico hasta el mentón, cabello castaño con rulos y en puntas decoloradas y todo un estilo darks. Se acercó a mí. —¿Día de mierda?Me estiré sobre la otra silla, haciéndome un ovillo.—Más bien, semestre de mierda—farfullé.—Hug, entiendo—me te
Nueva York, Brooklyn, marzo 2022. VivianEl ambiente estaba algo espinoso, Adrián pese a que estaba físicamente presente, parecía tan distraído como desde la mañana.Edward, con el ceño más fruncido, se va a volver arrugado si sigue así.Dave Jones y yo parecíamos los únicos emocionados por continuar la junta y contar con la presencia de Humberto Rossi, el cual estaba más que embelesado (como yo) con la tecnología de punta que contaba el Corporativo Anthonyson.Dave y yo parecíamos dos niños en juguetería. —Nunca había pensado en cambiar la fachada del hotel—me dijo Rossi—, ya que es lo que caracteriza, pero al hacer un nuevo resort en la isla, creo que algo nuevo siempre es bueno.—Sí, lo es—combino Edward. —Señorita Chadburn, tiene toda mi atención—Humberto pasó del escritorio digital para acercarse a mí, donde maniobraba para hacerle los cambios detallados.Comencé explicándole el porqué del cambio y su mejoría, ayudaba bastante la visualización digitalEdward hizo un par de pre
Nueva York, Brooklyn, marzo 2022.EdwardJavier Castillo, mi abogado, estaba esperándome fuera del Cristal.—Todo ha ido de maravilla—me dijo en cuanto me vio—, vio el video que envió de usted siendo agredido por la señora Lovelace, el juez hizo expedir el documento de aviso de retiro de la patria potestad de su hija—me tendió un sobre—, aquí está la documentación, su hija Aubrielle ha quedado bajo custodia suya, felicidades.Un calor inundó mi pecho.Estreché la mano de Javier.—Muchas gracias—de todo corazón—, es la mejor noticia que he tenido hasta hoy.—De lo demás no se preocupe, la señora Lovelace dejará de recibir su pensión, la orden de restricción aún sigue en pie, sin embargo, pronto habrá una audiencia, probablemente en un mes, para que la señorita Aubrielle decida si quiere seguir viendo a su madre o no.—En dos meses será la mayoría de edad de mi hija, no veo necesario tal audiencia.—Podría apelar a eso con el juez, pero todo es dependiendo de su juicio.—Está bien, habl
Nueva York, Brooklyn, marzo 2022.EdwardVivian deshizo su abrazo de mí.Me sentí vacío.Carraspee.—Pasa.Era Iris, su semblante preocupado me hizo pensar que algo no estaba bien.Se acercó a mi nerviosa.—Señor, en recepción acaban de decirme que la señora Josephine está pidiendo entrar.¿Qué debo hacer? ¿llamar a seguridad y echarla? ¿intentar hablar con ella sobre lo sucedido?Vamos, Ed, eres un hombre educado.O estúpido.—Llama a seguridad y deja que ellos la escolten hasta aquí.—Está bien, ¿quiere que me quede?—No, Iris, será breve.—Sí, señor.Salió de mi oficina.Me levanté.—Vivian, lamento mucho esta interrupción, continuaremos nuestra reunión oficialmente cuando tenga un contrato preparado para ti, por favor, hazme saber tu opinión sobre Macovei—Ella me miró de mala gana, se cruzó de brazos—¿sucede algo?—Nada…—bufó—, pero estábamos en medio de algo, esa “señora” ¿no podía haber esperado?Sonreí levemente.—Me gustaría estar contigo más tiempo—sin pensarlo dos veces esti
Nueva York, Brooklyn, marzo 2022.CassiopeaLa rutina de todos mis días era pelearme con el despertado, zarandear las sabanas, maldecir la ducha. Saludar a Tiramisú, mi gato persa que no es blanco, pero tampoco es amarillo, creo que es beige.Desde hace dos días me ha estado matando con su mirada, sus verdes ojos me miran con odio desde que le corté el pelo.—Yo no tengo la culpa de que se te haya enredado—le dije cuando fui a acariciarle la cabeza.Siempre he creído que los gatos son flojos, pero este solo se queda desparramado en su pedestal de la ventana, como odiando a todo el mundo.Saqué su alimento, solo así obtuve su atención, maulló y bajó restregándose en mis piernas.—¡Ah! Ya me amas.Dejé su comida en el suelo, tomé mi vaso de agua, ya almorzaría en la cafetería.Tomé mi mochila salí del departamento, bajé hasta la bodega de bicicletas.Saludé a P.J, mi casero.—Excelente día.—Buen día para ti también, Cass—me saludó sin despegar los ojos de su periódico.—¿Qué dicen los