—Señor Decksheimer—sonreí coqueta mientras subíamos al elevador como dos adolescentes calientes.No había nadie más, Edward estaba tan sonriente que contagiaba, me colgué de su cuello.—¿Quién diría? escapándome en un hotel de lujo con mi jefe, que escandalo—dramaticé la voz—Usted tiene la culpa, señorita Chadburn—me replegó contra la fría pared del elevador, me estremecí—, se la ha pasado coqueteándome todo este tiempo.Me mordí el labio, este jueguito me estaba gustando y calentando, espera, ¿no tengo un fetiche con los personajes o sí?—Yo no soy coqueta, señor Decksheimer—pegué mis pechos al suyo—, es usted quien malinterpreta mi amabilidad.—¿Malinterpreta? —sonrió seductoramente, las mejillas me picaron, me tomó por el mentón y con el pulgar acarició mis labios—esa es una mentira muy cruel.Lo tomé por la corbata acercándolo a mí.—Deja de ser tan cruel y bésame—tiré de él hacia mí.Nuestros labios comenzaron una danza sensual y hambrienta, ¿Cuánto tiempo llevábamos conteniéndo
Nueva York, Brooklyn, abril 2022. Vivian—Tengo algo que decirte—me dijo, acarició mi brazo, me removí en las sabanas.—¿Sobre qué?Dejó caer el mentón en mi cuello, llevé mi mano hasta su barbilla y la acaricié.—Hay, un problema—detuve mi toque—, debemos irnos a Alemania por un tiempo.Me quedé quieta, sentí como todo mi cuerpo se estremecía.—¿Por qué de repente?—Alguien pagó la fianza de Josephine—me giré para mirarlo a la cara—, ella está libre.—¿Qué?, se supone que debería esperar hasta el juicio, ¿Por qué tenía fianza?—Básicamente no cometió un delito grave—soltó—, pero, quiero ponerlos a todos a salvo, solo hasta que las cosas se tranquilicen.—Es… es una decisión bastante apresurada, no creo que esa mujer…—pero no pude terminar, recordé sus palabras, amenazándome, lamentablemente vio a mi hijo, esa mujer puede cometer un grave delito y yo con ella si se atreve a acercarse a mi hijo—, olvídalo, si creo que pueda hacer algo.Me acarició la mejilla.—Eso no es todo.Trague e
Nueva York, Brooklyn, abril 2022. VivianJack estuvo rebosante de felicidad por que viajaríamos, pero él pensaba que serían vacaciones, así pretendí dejarlo hasta que estuviésemos lejos, unas largas vacaciones.Elle… en este tiempo que llevo conociéndola sé que es muy expresiva, de cierta manera me recuerda a Jack, pero, estos años de vida la sabiduría nadie me lo quita, se cuando alguien miente, digo, he tratado con muchísimas personas.Ella fingió sorpresa, ¿Cómo podría saber que estábamos a punto de irnos? ¿Y después de eso parecer calmada?Cualquier adolescente hubiese explotado, por que separarlo de su habitad social es lo peor que puedes hacer (después de quitarle el celular, claro), yo también fui adolescente y rebelde, pero ella me desconcierta por que no está reaccionando de una manera esperada, y creo que también Edward lo piensa.Dejé que Edward ayudara a Jack a bañarse y luego arroparlo.Por mi parte decidí hablar con Elle, cruzando los dedos con que esa actitud pasiva, f
Nueva York, Brooklyn, abril 2022. VivianUna maleta, para mí y para Jack, Edward apenas una maleta colgante y Elle una mochila, la señora Baley traía una maleta.Con solo eso nos fuimos al aeropuerto.El día anterior me había despedido de Cass.hubo muchas lágrimas.—¿Por qué tienes que irte?—Será poco tiempo.—Y eso qué—chilló—, no tenerte por aquí es como un café sin azúcar.—¿Un expreso o un américa?—Hay, sabes a que me refiero—me golpeó la espalda—, ¿estás segura de que solo será poco tiempo?—Si, hasta que Edward arregle los asuntos de la herencia—mentí—, después regresaremos.—¿Por qué tienen que ir ustedes?—No quiere dejarnos, además, serán como unas vacaciones—lo excusé.—Asegúrate de traerme algo.—¿Una vajilla nueva?—Uf, sería genial.—Hecho.Así fue nuestra despedida.En mi bolso de mano, provisiones para pasar ocho terribles horas de vuelo, no era la primera vez en un vuelo para Jack, ya habíamos hecho uno cuando viajamos de Kentucky a Nueva York, pero, era muy poco t
—Ya deja de suspirar Romeo—le palmee el hombro a Chad—, ellos volverán, son vacaciones.—¡Ni siquiera pude tener su Instagram! —chilló—, o su Snap, nada de ella—se quejó con drama.—Oh, estos jóvenes—ahora se quejó Félix con un bufido—, creen que el amor va a encontrarse en esas simples redes sociales, cuando hay todo un modo allí afuera.—Lo dice porque usted ya es anciano y su única comunicación eran las cartas.Félix le lanzó una barra de mantequilla.—Ten más respeto, niño.—Ya, ya, basta de pelear—los separé—, ella volverá, Chad, solo tranquilo—me volví hacia Félix—, compréndelo, el pobre sufre por su primer amor.—Yo solo digo que, si la chica le gusta, debería hacer algo, nada es imposible.—Oh, ese es un excelente mantra para hoy—les dije.Salí de la cocina y fui hacia afuera donde estaba nuestro menú de hoy en el letrero de pizarrón negro, escribí esa frase “nada es imposible”—¿Nada es imposible? —preguntaron tras de mi, no tuve que girarme para saber quién era.—Es nuestro
Fráncfort de Meno, Alemania, abril 2022. VivianElle, Jack y yo pasamos todo un día durmiendo en la habitación principal, una porque estábamos cansados, otra porque hacía un tremendo frio de mierda.Cuando mi espalda dolió demasiado me tuve que levantar, me di una ducha de agua hirviendo y me arropé lo necesario para sobre vivir.Era una casa enorme, me gustaba como resonaban mis botas al caminar, busqué a Edward, ni siquiera sabía qué hora era, o que día. No me había sentido tan confundida desde que combiné tequila y vodka en la preparatoria.Arrastré mi trasero confundido hacia el piso de abajo, en donde varios empleados se encontraban limpiando y decorando, los veía con sus ropas un poco más ligeras que las mías. —Disculpé—llamé a una mujer que iba pasando, esta se acercó—¿sabe dónde se encuentra Edward?Ella me miró confundida, luego, le cruzó una idea, le brillaron los ojos.Me hizo señas para que la siguiera.Sería una buena idea que fuese aprendiendo un poco de alemán, no sé
Fráncfort de Meno, Alemania, abril 2022. VivianLlevamos una semana aquí en Fráncfort, apenas nos hemos acostumbrado a la nieve, cuando para la ventisca, salimos al jardín, siento que la nieve aquí es más fría.Pero vimos el lado bueno y decidimos disfrutarlo.Jack salta entre la nieve y hace angelitos.Elle… se toma muchas selfies y graba muchas historias, desde una insignificante lluvia de nieve, hasta arrojarle bolas de nieve a Jack.Los días que no hizo tanto frio, pudimos salir a pasear, desde un almuerzo elegante, hasta una obra de teatro de Peter Pan para todo público, realmente lo disfrutamos, Edward se esforzó bastante en distraernos.Para el día viernes nos dio la gran noticia.—Regresaremos a casa.—Al fin—bufó Elle, con su total tinta de adolescente.—¿A dónde? —completamente inocente.Para mí, aunque la noticia fuese maravillosa, no me resultó por completo un alivio, algo en mi me decía que… bueno, no me decía nada, pero me parecía que había una espinita enterrada en mi
Nueva York, enero 2019Edward Decksheimer, el CEO de arquitectura más importante de todo Estados Unidos estaba en la misma sala que yo el día que nos conocimos, donde me había enterado que sería el padrino de graduación de mi generación, él no se había sentido bien y me ofrecí para ayudarlo.Pasmado, sudoroso, demasiado nervioso, esos eran sus síntomas, pero intenté calmarlo, seguro había tenido uno de esos ataques de ansiedad o algo por el estilo, sin embargó huyó de mi lado en cuanto pudo. A pesar de que me preocupe y de haber preguntado a mis directivos sobre el estado del señor Decksheimer, nadie pudo darme razón de él.Hasta que volví a verlo de camino a la dirección del decano.—¡Señor Decksheimer, que gusto volver a verlo! —le dije con alivio.Edward es muy guapo, su cabello castaño claro muy bien peinado, su rostro limpio y fresco, aunque su mirada siempre había sido desconfiada, al igual que sus muecas, a mí me parecía que era un hombre demasiado experimentado y era obvio que