—Estás loco —dijo Ángela, su voz temblorosa—. ¿Quieres que sea tu prometida? ¿Después de todo lo que acaba de pasar?
Se alejó de él, intentando procesar la propuesta. Sentía como si el mundo se hubiera vuelto del revés.
—No puedo creer que me estés pidiendo esto —dijo, su voz llena de incredulidad—. ¿Qué hay de mi novio? ¿Qué hay de la traición que acabo de sufrir?
Nikolai se levantó y se acercó a ella, su mirada intensa.
Ángela siente un escalofrío al ver a Nicolái. Su corazón late con fuerza y su respiración se vuelve agitada. La mirada intensa y profunda de Nicolás la hace sentir como si estuviera siendo absorbida por sus ojos.
Su altura y presencia imponente la hacen sentir pequeña y vulnerable, pero de alguna manera, eso la hace sentir segura y protegida. Su voz es suave y profunda, y cada palabra que dice parece envolverla en una sensación de calor y confort.
—Eso es exactamente lo que quiero —dijo—. Quiero que olvides a James y te concentres en mí. Quiero que seas mía.
Ángela se sintió abrumada por la determinación de Nikolai. No podía entender por qué la quería después de todo lo que había pasado.
—¿Por qué? —preguntó, su voz apenas audible—. ¿Por qué quieres esto?
Angela se siente cohibida con el hombre. Nicolái es como un dios griego, con una belleza y perfección que parece casi divina. Su presencia es como la de Apolo, el dios del sol, con una radiancia y luz que ilumina todo a su alrededor.
Su rostro es como el de un escultor griego, con facciones perfectas y proporcionadas. Sus ojos azules son como el mar Egeo, profundos y misteriosos. Su cabello oscuro y ondulado es como el de un dios del viento, Zéfiro
—Porque me conviene —dijo—. No quiero que James obtenga la herencia de mi familia.
Ángela se sintió confundida.
—¿Qué tiene que ver yo en esto? —preguntó.
Nikolai se acercó más.
—Quiero que nos casemos —dijo—. Así podrás vengarte de James y yo obtendré lo que quiero.
Ángela se sintió utilizada.
—Quieres utilizarme —dijo, su voz llena de resentimiento.
Nikolai negó con la cabeza.
—No, no quiero utilizarte —dijo—. Quiero que los dos saquemos provecho de esta situación. Tú te vengas de James y yo obtengo lo que quiero.
Ángela se sentó en el sofá, intentando procesar la propuesta.
—Explícame —dijo.
Nikolai se sentó a su lado.
—James y yo somos primos —dijo—. Y según las cláusulas familiares, si uno de nosotros se casa y es aceptado por la familia, puede reclamar la herencia.
Ángela se sintió intrigada.
—¿Y por qué no puedes reclamarla tú mismo? —preguntó.
Nikolai frunció el ceño.
—Porque mi familia no me considera apto para dirigir la editorial —dijo—. Pero si me caso con alguien que sea aceptado por ellos, puedo demostrar que soy responsable y capaz de dirigir el negocio.
Ángela se sintió sorprendida.
—¿Y por qué crees que yo sería aceptada por tu familia? —preguntó.
Nikolai sonrió.
—Porque eres una mujer inteligente y hermosa —dijo— y porque James iba a presentarte ante la familia, asi que eres la indicada.
Ángela se sintió tentada por la propuesta e intrigada tambien.
—Me estas diciendo la verdad, solo es por la herencia que me haces esta propuesta.
—Si—le dijo el.
Nikolai ocultaba una profunda rivalidad y deseo de venganza hacia James, que iba más allá de la simple conveniencia de casarse con Ángela. Ya que James se habia acostado con la mujer que iba a ser esposa de Nikolai. Eso lo destrozo.
Hay mas.
Nikolai era huérfano, sus padres habían muerto en circunstancias misteriosas y él creía que los padres de James habían estado involucrados en su muerte. Fue criado por su abuelo, quien había sido el fundador de la editorial. La empresa estaba en juego y Nikolai necesitaba asegurarse de que pasara a sus manos para evitar que James y su familia se beneficiaran de ella.
La cláusula familiar que requería que se casara y fuera aceptado por la familia, era la única forma de asegurarse de que la editorial fuera suya completamente. Si lograba casarse con Ángela y cumplir con los requisitos, podría heredar la empresa y convertirse en su propietario absoluto.
Pero lo que realmente impulsaba a Nikolai era el deseo de venganza hacia James y su familia. Creía que ellos habían destruido su familia y ahora quería destruir la suya, quitándoles lo que más valoraban: la editorial.
Nikolai veía a Ángela como la pieza clave para lograr su objetivo, y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para asegurarse de que se casara con él. Su proposición no era solo una cuestión de conveniencia, sino una estrategia cuidadosamente planeada para vengarse de sus enemigos y asegurar su futuro.
Nikolai tomó las manos de Ángela, haciendo que ella sintiera un escalofrío. La miró a los ojos, su mirada intensa.
—¿Entonces? —preguntó—. ¿Qué decides?
Ángela se sintió incómoda bajo su mirada.
—No sé —dijo—. Quiero vengarme de James, pero no sé si esta sea la mejor forma de hacerlo.
Nikolai sonrió.
—Es la mejor forma —dijo—. No te preocupes, te protegeré. De esta alianza, ambos saldremos beneficiados.
Ángela se sintió abrumada por la propuesta. Su cuerpo dolía y su mente estaba en un torbellino.
—Necesito pensar —dijo—. No puedo procesar todo esto ahora.
Nikolai asintió.
—Está bien —dijo—. Descansa. Piensa en ello.
Ángela se levantó, intentando alejarse de él.
—Voy a irme —dijo.
Nikolai la detuvo.
—¿Tienes dónde ir? —preguntó.
Ángela se sintió vulnerable.
—No —dijo—. Solo tenía un apartamento. No tengo amigas... Mi única amiga se fue con mi novio.
Nikolai frunció el ceño.
—No necesitas un hotel —dijo—. Puedes quedarte en una de las habitaciones de mi casa.
Ángela dudó, pero entonces.
—No te preocupes —dijo—. No pasará nada que no quieras.
Ángela se sonrojó, sintiendo un rubor en sus mejillas. La forma en que Nikolai la miraba la hacía sentir incómoda, pero también curiosa.
Ángela subió las escaleras lentamente, sintiendo la mirada de Nikolai en su espalda. Se sentía incómoda, pero no quería mostrarlo. Al llegar arriba, se volvió para encararlo y se encontró con su mirada intensa.
—¿Cómo obtuve esta camisa? —preguntó Ángela, intentando romper el silencio.
Nikolai sonrió.
—Tu ropa estaba húmeda y sucia —dijo—. Tuve que cambiarte.
Ángela se sintió avergonzada.
—Me vistes desnuda —dijo, su voz baja.
Nikolai se rió.
—No te preocupes, no eres la primera mujer que veo desnuda —dijo, pasando por su lado—. Además, no te vi desnuda, estás en ropa íntima.
Ángela se sintió impactada por su comentario. Nikolai abrió la puerta de la habitación y le dijo:
—Adentro.
Ángela pasó, sintiendo su mirada en su cuerpo. Nikolai la tomó del brazo y le dijo.
—Una ropa íntima muy sexy.
Ángela se quedó sin palabras, sintiendo su rostro arder. Nikolai cerró la puerta, dejándola sola en la habitación.
Ángela se sintió confundida y avergonzada. No sabía qué hacer con la forma en que Nikolai la hacía sentir. Se alejó de la puerta, intentando procesar lo que había pasado. La habitación era elegante y acogedora, pero Ángela no podía dejar de pensar en la forma en que Nikolai la había mirado.
Ángela no pudo dormir en toda la noche. Los eventos del día anterior la habían dejado con la mente en un torbellino. El accidente, la traición de James, la aparición de Nikolai... todo se mezclaba en su cabeza, impidiéndole descansar.
Finalmente, el sueño la venció muy temprano en la mañana. Se despertó sintiéndose cansada y confundida.
Después de darse una ducha refrescante, se vistió con ropa limpia y bajó a la sala de desayuno. Nikolai ya estaba allí, vestido con un traje elegante.
—Buenos días —dijo él, sonriendo.
Ángela respondió con un
—Buenos días—igualmente cortés.
Nikolai le indicó que se sentara a desayunar y ella aceptó. El silencio entre ellos fue incómodo, pero las miradas de Nikolai hacia Ángela fueron atrevidas y llenas de picardía.
Finalmente, Ángela rompió el silencio.
—Tengo que ir a mi apartamento —dijo—. Dejé las llaves de mi floristería adentro y tengo que abrir el negocio.
Nikolai se sorprendió.
—No sabía que tenías una floristería —dijo.
Ángela sonrió.
—Sí, soy una mujer independiente —dijo.
Nikolai se rió.
—Bien, te llevo —dijo.
Salieron del casa y subieron al auto de Nikolai. El silencio entre ellos se mantuvo, pero Ángela sentía la mirada de Nikolai en sus piernas. Su vestido se había subido un poco, mostrando la mitad de sus muslos, y ella se sentía incómoda.
Intentó ajustar su vestido, pero Nikolai no apartaba la mirada. Ángela se sintió nerviosa y excitada al mismo tiempo. No sabía qué hacer con la forma en que Nikolai la hacía sentir.
—Tienes bonitas piernas—le calienta las mejillas a la chica con esos comentarios picaros.
—Gracias—no le molestaba, pero la hacían sentir rara ya que su novio nunca le decía ese tipo de cosas.
Ella era el prototipo perfecto y por eso James la había escogido a ella como novia.
El viaje en auto fue corto, pero Ángela se sintió como si estuviera en una burbuja de tensión sexual. Cuando llegaron al apartamento, Ángela se sintió aliviada de poder salir del auto y alejarse de la mirada intensa de Nikolai.
Ángela abrió la puerta del apartamento, esperando encontrar el refugio familiar que siempre había conocido. Pero lo que encontró la dejó sin aliento. El apartamento estaba vacío, despojado de todos los muebles, electrodomésticos y objetos de valor. James y Mariana se habían llevado todo.
Ángela se sintió desconsolada, su corazón partiéndose en dos. Miró a su alrededor, incapaz de creer lo que veía. El espacio que una vez había sido su hogar ahora era un vacío desolado.
Comenzó a llorar, pero pronto sus lágrimas se convirtieron en rabia. Una ira fea y descomunal emergió en ella, haciéndola temblar de furia.
—¿Qué pasó aquí? —susurro viendo en el apartamento vacío.
Nikolai se sorprendió al ver el estado en que se encontraba el apartamento. Se acercó a Ángela, intentando calmarla.
—Lo siento, Ángela —dijo—. No sabía que habían llegado tan lejos.
Ángela se volvió hacia él, sus ojos ardiendo de rabia y dolor. Empuñó sus brazos, su cuerpo temblando de emoción.
—Ya no hay nada que pensar —dijo, su voz baja y determinada—. Acepto tu propuesta.
Que empiece el juego.
—Quiero que sufran—exclamo Angela con voz temblorosa.Ángela se quedó parada en el medio del salón, mirando el espacio vacío que una vez estuvo lleno de recuerdos y objetos queridos. Nikolai se acercó a ella, sirviéndole un trago de la licorera que aún quedaba en la estantería.— Me engañaron, me mintieron, se burlaron de mí y, para colmo, me robaron vilmente — dijo Ángela, su voz llena de rabia y dolor.— No te preocupes, Ángela. Te ayudaré a recuperar lo que te han quitado. Y más que eso, te ayudaré a hacer que ellos paguen por lo que te han hecho — respondió Nikolai, mientras le entregaba el trago y le limpiaba las lágrimas con suavidad.— Quiero que ellos lloren y sufran como yo estoy sufriendo — dijo Ángela, clavando sus ojos en los de Nikolai.— Estoy contigo, Ángela. Juntos, vamos a hacer que James y Mariana paguen por su traición — aseguró Nikolai, con una sonrisa fría.— Sí, juntos vamos a hacer que ellos sufran. Y no habrá piedad — afirmó Ángela, con una sonrisa de venganza.
—Que turbio todo—dijo el mejor amigo de Nikolai.Nikolai estaba en una elegante tienda de ropa íntima y vestidos, escogiendo lencería para Ángela. Hablaba por teléfono con su amigo, Vladimir, quien estaba en su oficina.— Estás seguro, ¿verdad? — preguntó Vladimir a través del teléfono.— Sí, ella es la mujer perfecta — respondió Nikolai, sonriendo mientras elegía un conjunto de encaje.— Pero es la ex novia de James — dijo Vladimir ya que su amigo le conto lo que paso con Angela y sabe todo sobre su amigo Nikolai.— Por eso es perfecta — dijo Nikolai, su voz llena de confianza.Vladimir se rió.— Solo tú podrías pensar así, Nikolai — dijo.Nikolai se encogió de hombros, aunque Vladimir no podía verlo.— Ella merece alguien que la trate bien, y eso soy yo — dijo.El vendedor se acercó.— ¿Necesita ayuda, señor? — preguntó.Nikolai negó con la cabeza.— No, gracias. Ya tengo lo que necesito — respondió.Vladimir habló de nuevo.— Bueno, te dejo. Suerte con Ángela — dijo.— Gracias, ami
La noche era oscura y misteriosa, iluminada solo por las luces de la ciudad que brillaban como estrellas en el horizonte. Nikolai conducía con habilidad y precisión, su mirada fija en la carretera mientras Ángela se sentaba junto a él, su vestido rojo intenso resplandeciendo en la oscuridad.El vestido tenía una abertura en el lado izquierdo, que revelaba una parte de la pierna de Ángela. Nikolai no pudo resistir la tentación y extendió su mano para acariciar suavemente su piel. Ángela se tensó, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.— ¿Estás bien? — preguntó Nikolai, su voz baja y suave.— Sí, solo estoy un poco nerviosa — respondió Ángela, su voz apenas audible.Nikolai la miró, su expresión inquisitiva.— ¿Te estás arrepintiendo? — preguntó.Ángela negó con la cabeza.— No, quiero hacer esto — dijo, su voz firme —. Solo que no tengo control de la situación y no sé qué va a pasar.Nikolai sonrió.— No te preocupes, estoy aquí para ti — dijo.Ángela respiró profundamente, recor
—¿Que quieres? —exhorto Angela enojada.James se acerca a Ángela, su rostro reflejando ira y celos, sus ojos entrecerrados y su mandíbula tensa.— ¿Qué estás haciendo con mi primo, con ese desgraciado? — pregunta, su voz llena de veneno y desprecio, su tono elevado.Ángela sonríe, disfrutando de la reacción de James, su corazón latiendo con fuerza por la satisfacción de verlo enojado. Su mirada se cruza con la de James, y puede ver la rabia y la frustración en sus ojos.— Lo mismo que tú hiciste con mi mejor amiga — responde, su tono sarcástico y desafiante, su voz llena de ironía.James se tensa, su cara tiembla de rabia, su rostro rojo de ira. Su respiración se vuelve agitada, y su pecho sube y baja con fuerza.— ¿Te crees que esto es una venganza? — pregunta, su voz elevada, su tono acusatorio.Ángela se encoge de hombros, su sonrisa aún presente en su rostro. Siente una sensación de poder y control, sabiendo que está sacando a James de sus casillas.— No, James. No te creas tan im
—¿Qué esta pasando aquí?— Sí, primito, ¿qué está pasando? ¿Por qué no quieres que me case con Ángela?— No, no es nada.El abuelo se levanta y se acerca a Nikolai y Ángela, sonriendo.— Felicidades, novios. Me alegra ver que Nikolai ha encontrado a alguien especial.La familia comienza a felicitar a la pareja, y la tensión en la sala se disipa un poco.Después de media hora más de conversación, la reunión llega a su fin. Ángela se levanta y se acerca al abuelo.— Gracias por todo, señor — dice, besándolo en la mejilla.— Cuídate, Ángela. Eres una chica especial.Ángela se despide de los padres de James.— Gracias por la hospitalidad.Ignorando completamente a James, Ángela se vuelve hacia Nikolai.— Estoy lista para irme.— Vamos. Te llevo a casa.Juntos, salen de la mansión del abuelo, dejando ese incomodo momento atrás.Nikolai conduciendo el auto, el silencio entre ellos es cómodo hasta que él rompe el hielo.— ¿Cómo te sientes? — pregunta Nikolai, mirándola brevemente.— Todo sal
Ángela se levanta temprano, decidida a preparar un delicioso desayuno para Nikolai y para ella. Mientras trabaja en la cocina, no puede evitar recordar la noche anterior, la forma en que Nikolai la tocó, las caricias que la hicieron estremecer.Se apresura a terminar de preparar el desayuno, queriendo sorprenderlo con un gesto romántico. Bate unos huevos en un tazón, su mente vagando hacia los momentos compartidos con Nikolai.De repente, escucha su voz, ronca y potente.— Buenos días.Se sobresalta, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. La voz de Nikolai siempre tiene ese efecto en ella, la hace sentir viva.Se vuelve a mirarlo, y su corazón se detiene. Está trajeado, con un traje negro que resalta su figura atlética. Su cabello está peinado hacia atrás, y sus ojos azules brillan en la luz matutina.— Buenos días — responde Ángela, intentando sonar tranquila a pesar de la turbación que siente.Nikolai se acerca a ella, sonriendo. Su presencia llena la cocina, y Ángela se sient
— ¿Tu mujer? Creo que ya no es tuya. La traicionaste y la perdiste — dice, su sonrisa desafiante.La atmósfera en la oficina se vuelve pesada, la tensión entre ellos palpable.—Alejate de ella—lo señala con el dedo índice y eso no le gusta para nada a Nikolai.— ¿Qué quieres hacer al respecto, James? — pregunta Nikolai, su voz tranquila pero con un toque de desafío.James aprieta los puños.— Quiero que te alejes de ella. Quiero que la dejes en paz — exige.Nikolai se encoge de hombros.—No creo que sea posible. Ángela ha tomado su decisión. Y yo no tengo intención de dejarla ir — dice, su mirada firme.James se acerca a Nikolai, su rostro enrojecido por la ira, plantando las manos en la mesa, inclinándose hacia su primo que no le teme para nada.— ¿Por qué tiene que ser ella? — pregunta, su voz tensa.Nikolai sonríe, su mirada desafiante.— Pues no sé... posiblemente por las mismas razones que tú te fijaste en mi prima — responde.James se sorprende, su expresión cambiando a una mezc
—¿Tienes algún problema con la demanda? —inquiere Nikolai, observando a Angela pensando que se va a retractar sobre hacerlos pagar.Ángela siente un nudo en la garganta, mientras recuerdos amargos y traiciones la asedian. Su mente se llena de imágenes de la traición: las conversaciones clandestinas, las miradas furtivas, las risas que ocultaban su engaño."Y después, la humillación", recuerda Ángela. "La quema de mi florería, el robo de mis pertenencias, la destrucción de todo lo que había construido con amor y dedicación.No, es una mujer de rencores, Pero sí quiero justicia. Quiero que paguen por su traición, por su crueldad, por haberme dejado sin nada.—No tengo ningún problema—responde Angela—quiero demandarlos.— Me alegra saber que estás firme en tu decisión— dice Nikolai.Ángela siente un calor en su pecho, una mezcla de alivio y determinación. Su corazón late con fuerza, impulsándola a seguir adelante.—Gracias, Nikolai, significa mucho para mí contar con tu apoyo, responde Á