—¿Tienes algún problema con la demanda? —inquiere Nikolai, observando a Angela pensando que se va a retractar sobre hacerlos pagar.Ángela siente un nudo en la garganta, mientras recuerdos amargos y traiciones la asedian. Su mente se llena de imágenes de la traición: las conversaciones clandestinas, las miradas furtivas, las risas que ocultaban su engaño."Y después, la humillación", recuerda Ángela. "La quema de mi florería, el robo de mis pertenencias, la destrucción de todo lo que había construido con amor y dedicación.No, es una mujer de rencores, Pero sí quiero justicia. Quiero que paguen por su traición, por su crueldad, por haberme dejado sin nada.—No tengo ningún problema—responde Angela—quiero demandarlos.— Me alegra saber que estás firme en tu decisión— dice Nikolai.Ángela siente un calor en su pecho, una mezcla de alivio y determinación. Su corazón late con fuerza, impulsándola a seguir adelante.—Gracias, Nikolai, significa mucho para mí contar con tu apoyo, responde Á
— Nikolai, ¿qué pasó entre tú y James? —pregunta Ángela, curiosa.Nikolai se tensa, su expresión cambiando completamente.— No necesitas saber eso —responde Nikolai, su voz baja y brusca.— ¿Por qué no? —pregunta Ángela, sorprendida.— Simplemente no —repite Nikolai, evitando su mirada.— ¿No confías en mí? —pregunta Ángela, sintiendo una punzada de dolor.Nikolai se vuelve hacia ella, su mirada intensa.— Sí, confío en ti —dice Nikolai—. Pero esto no tiene nada que ver con la confianza.— Entonces, ¿por qué no me puedes contar? —insiste Ángela.Nikolai suspira, su expresión cerrada.— Ángela, por favor. No presiones sobre esto. No es importante —dice Nikolai.— Sí es importante —dice Ángela—. Me importa saber qué pasó entre tú y James.— No voy a hablar de esto —dice Nikolai, su voz firme.Ángela se siente frustrada y confundida.— ¿Por qué no? —pregunta Ángela, levantándose también.Nikolai se vuelve hacia ella, su mirada intensa.— Porque no quiero que te involucres en esto —dice N
Mariana se sentó en las piernas de James en el balcón de su apartamento, disfrutando del paisaje urbano. James la abrazó por la cintura, su mirada intensa.— Necesito que te acerques a Ángela —dijo James, su voz baja y seria.Mariana se tensó, su expresión desconfiada.— ¿Por qué? —preguntó Mariana, su voz llena de reticencia.— Tienes que hacerlo —insistió James—. Ella está con Nikolai, y sabes muy bien lo que eso significa.Mariana frunció el ceño, su mirada desagradable.— No quiero hacer eso —dijo Mariana, su voz firme—. Ya no tengo que fingir ser su amiga. Lo hice solo porque me gustabas tú, pero ahora que te tengo, no tengo por qué hacerlo.James la miró con intensidad.— Mariana, esto es importante —dijo James—. Ángela puede ser peligrosa. Necesito que la vigiles.Mariana se levantó de sus piernas, su expresión enfadada.— No voy a hacerlo —dijo Mariana—. No voy a actuar como su amiga hipócritamente. Ya no necesito hacerlo.James se puso de pie, su mirada dominante.— Mariana,
Ángela se miró en el espejo, evaluando su atuendo. Había elegido un vestido rojo intenso que resaltaba su figura y hacía que su piel brillara. Se maquilló con sutileza, realzando sus ojos y labios.— Estoy lista —dijo para sí misma, sintiendo una mezcla de confianza y tristeza.Pensó en Mariana, su supuesta mejor amiga. La tristeza la invadió, pero se recordó a sí misma que era hora de dejar atrás el pasado.— Gracias, Dios —dijo Ángela—, por mostrarme la clase de persona que era.Su teléfono sonó, sacándola de sus pensamientos. Era un mensaje de Nikolai.Estoy afuera, esperando por ti.El corazón de Ángela latió con fuerza. No podía negar la atracción que sentía por él, a pesar de ser el primo de su ex.Es normal. se dijo a sí misma, No puedo controlar mis sentimientos.Bajó las escaleras, y Nikolai la esperaba en la puerta. La miró de arriba a abajo, su expresión de admiración evidente.— ¿A quién piensas ir a matar? —dijo Nikolai, sonriendo—. Estás vestida para matar, mujer. Estás
—Bienvenidos al Spa Oasis— dijo la empleada, sonriendo a Nikolai. —Señor Petrov, es un placer tenerlo de vuelta.Ángela notó la familiaridad en la voz de la empleada y se sintió intrigada. Nikolai sonrió y tomó la mano de Ángela.—Gracias, Sofía— respondió Nikolai. —Vamos a utilizar el espacio VIP hoy.Sofía asintió y le entregó una llave a Nikolai.—Por supuesto, señor Petrov. Disfruten su estancia.Mientras se dirigían al ascensor, Ángela se sintió rodeada de un aroma rico y sensual que la hizo sentir rara. Miró a su alrededor y vio que el entorno era elegante y sofisticado, pero había algo más, algo sugestivo que no lograba captar.—Nikolai— dijo Ángela, mientras entraban en el ascensor. —¿Puedo hacerte una pregunta?Nikolai sonrió y dejó su mano en la espalda baja de Ángela.—Claro, ángel— respondió.—¿Has venido mucho aquí? La empleada parecía conocerte bien.Nikolai se rió y miró hacia arriba.—Sí, vengo muy a menudo— dijo. —Pero no es lo que piensas.Ángela sintió una pizca de
—Tranquilízate, Ángela —dice Nikolai, su voz suave y calmada. —Solo te voy a dar un masaje.—¿Eres maestro de los masajes? —pregunta Ángela, intentando relajarse.Nikolai se ríe.—Sé algo —dice. —Y quiero que te relajes y disfrutes.—Está bien —dice Ángela, asintiendo.—No voy a hacer nada inapropiado —insiste Nikolai. —Nada que tú no quieras, nada que tú no necesites.Se miran intensamente a los ojos, la conexión entre ellos palpable. Nikolai acaricia la espalda de Ángela con la yema de sus dedos, trazando un camino suave por su columna vertebral.—¿Cómo sabes lo que yo necesito? —pregunta Ángela, su voz baja y curiosa.—Intuición —responde Nikolai, sonriendo. —Y porque puedo sentirlo. Tu cuerpo está tensado, Ángela. Necesitas liberar esa tensión.—¿Y cómo piensas hacerlo? —pregunta Ángela, su curiosidad aumentando.—Con mis manos —dice Nikolai, su voz baja y sensual. —Voy a hacer que te sientas relajada, voy a hacer que te sientas viva.Ángela siente un escalofrío recorrer su espald
Nikolai está sentado en su oficina, rodeado de libros y papeles, con el escritor talentoso, Juan, frente a él. Están discutiendo los detalles de su próximo libro, una obra que promete ser un éxito.—Este libro es más que una historia —dice Juan—es una reflexión sobre la condición humana.Nikolai asiente con la cabeza, absorbiendo sus palabras. Su rostro refleja interés y compromiso.De repente, su mente se desvía hacia Ángela, recordando momentos compartidos con ella. Su sonrisa, su risa, su mirada profunda... Se pierde en pensamientos, recordando la pasión y determinación que siempre la caracterizaron. Un instante después, regresa a la realidad.—Disculpa —dice Nikolai—, ¿qué decías sobre el personaje principal?Juan sonríe.—Hablaba sobre su lucha interna, su búsqueda de la verdad.Nikolai repite la frase, pensando en cómo Ángela siempre buscó la verdad en todo lo que hacía. Su mente vuelve a vagar, recordando momentos en los que Ángela demostró su valentía y fortaleza.Regresa a la
—Rykhard, necesito saber qué pasó con mis padres —dice Nikolai, su voz firme y decidida—. Quiero contratar tus servicios para que investigues y me des respuestas.Rykhard asiente, su rostro serio.—Entiendo, señor Nikolai. Este caso será prioritario para mí —dice.—Quiero saber todo —insiste Nikolai—. Quién estaba involucrado, por qué lo hicieron, todo.Rykhard saca un contrato de su bolsillo.—Este es el contrato estándar para mis servicios —dice—. Incluye la investigación, el análisis de evidencias y el informe final.Nikolai lee el contrato rápidamente, asegurándose de que todos los términos estén claros.—Está bien —dice, firmando el contrato—. Quiero resultados, Rykhard. No importa el costo.Rykhard asiente, guardando el contrato en su bolsillo.—Señor Nikolai, puedo asegurarle que haré todo lo posible para descubrir la verdad —dice.—Quiero saber qué pasó con mis padres —repite Nikolai, su voz llena de emoción—. Quiero justicia.Rykhard se levanta, estrechando la mano de Nikolai