Mariana se sentó en las piernas de James en el balcón de su apartamento, disfrutando del paisaje urbano. James la abrazó por la cintura, su mirada intensa.— Necesito que te acerques a Ángela —dijo James, su voz baja y seria.Mariana se tensó, su expresión desconfiada.— ¿Por qué? —preguntó Mariana, su voz llena de reticencia.— Tienes que hacerlo —insistió James—. Ella está con Nikolai, y sabes muy bien lo que eso significa.Mariana frunció el ceño, su mirada desagradable.— No quiero hacer eso —dijo Mariana, su voz firme—. Ya no tengo que fingir ser su amiga. Lo hice solo porque me gustabas tú, pero ahora que te tengo, no tengo por qué hacerlo.James la miró con intensidad.— Mariana, esto es importante —dijo James—. Ángela puede ser peligrosa. Necesito que la vigiles.Mariana se levantó de sus piernas, su expresión enfadada.— No voy a hacerlo —dijo Mariana—. No voy a actuar como su amiga hipócritamente. Ya no necesito hacerlo.James se puso de pie, su mirada dominante.— Mariana,
Ángela se miró en el espejo, evaluando su atuendo. Había elegido un vestido rojo intenso que resaltaba su figura y hacía que su piel brillara. Se maquilló con sutileza, realzando sus ojos y labios.— Estoy lista —dijo para sí misma, sintiendo una mezcla de confianza y tristeza.Pensó en Mariana, su supuesta mejor amiga. La tristeza la invadió, pero se recordó a sí misma que era hora de dejar atrás el pasado.— Gracias, Dios —dijo Ángela—, por mostrarme la clase de persona que era.Su teléfono sonó, sacándola de sus pensamientos. Era un mensaje de Nikolai.Estoy afuera, esperando por ti.El corazón de Ángela latió con fuerza. No podía negar la atracción que sentía por él, a pesar de ser el primo de su ex.Es normal. se dijo a sí misma, No puedo controlar mis sentimientos.Bajó las escaleras, y Nikolai la esperaba en la puerta. La miró de arriba a abajo, su expresión de admiración evidente.— ¿A quién piensas ir a matar? —dijo Nikolai, sonriendo—. Estás vestida para matar, mujer. Estás
—Bienvenidos al Spa Oasis— dijo la empleada, sonriendo a Nikolai. —Señor Petrov, es un placer tenerlo de vuelta.Ángela notó la familiaridad en la voz de la empleada y se sintió intrigada. Nikolai sonrió y tomó la mano de Ángela.—Gracias, Sofía— respondió Nikolai. —Vamos a utilizar el espacio VIP hoy.Sofía asintió y le entregó una llave a Nikolai.—Por supuesto, señor Petrov. Disfruten su estancia.Mientras se dirigían al ascensor, Ángela se sintió rodeada de un aroma rico y sensual que la hizo sentir rara. Miró a su alrededor y vio que el entorno era elegante y sofisticado, pero había algo más, algo sugestivo que no lograba captar.—Nikolai— dijo Ángela, mientras entraban en el ascensor. —¿Puedo hacerte una pregunta?Nikolai sonrió y dejó su mano en la espalda baja de Ángela.—Claro, ángel— respondió.—¿Has venido mucho aquí? La empleada parecía conocerte bien.Nikolai se rió y miró hacia arriba.—Sí, vengo muy a menudo— dijo. —Pero no es lo que piensas.Ángela sintió una pizca de
—Tranquilízate, Ángela —dice Nikolai, su voz suave y calmada. —Solo te voy a dar un masaje.—¿Eres maestro de los masajes? —pregunta Ángela, intentando relajarse.Nikolai se ríe.—Sé algo —dice. —Y quiero que te relajes y disfrutes.—Está bien —dice Ángela, asintiendo.—No voy a hacer nada inapropiado —insiste Nikolai. —Nada que tú no quieras, nada que tú no necesites.Se miran intensamente a los ojos, la conexión entre ellos palpable. Nikolai acaricia la espalda de Ángela con la yema de sus dedos, trazando un camino suave por su columna vertebral.—¿Cómo sabes lo que yo necesito? —pregunta Ángela, su voz baja y curiosa.—Intuición —responde Nikolai, sonriendo. —Y porque puedo sentirlo. Tu cuerpo está tensado, Ángela. Necesitas liberar esa tensión.—¿Y cómo piensas hacerlo? —pregunta Ángela, su curiosidad aumentando.—Con mis manos —dice Nikolai, su voz baja y sensual. —Voy a hacer que te sientas relajada, voy a hacer que te sientas viva.Ángela siente un escalofrío recorrer su espald
Nikolai está sentado en su oficina, rodeado de libros y papeles, con el escritor talentoso, Juan, frente a él. Están discutiendo los detalles de su próximo libro, una obra que promete ser un éxito.—Este libro es más que una historia —dice Juan—es una reflexión sobre la condición humana.Nikolai asiente con la cabeza, absorbiendo sus palabras. Su rostro refleja interés y compromiso.De repente, su mente se desvía hacia Ángela, recordando momentos compartidos con ella. Su sonrisa, su risa, su mirada profunda... Se pierde en pensamientos, recordando la pasión y determinación que siempre la caracterizaron. Un instante después, regresa a la realidad.—Disculpa —dice Nikolai—, ¿qué decías sobre el personaje principal?Juan sonríe.—Hablaba sobre su lucha interna, su búsqueda de la verdad.Nikolai repite la frase, pensando en cómo Ángela siempre buscó la verdad en todo lo que hacía. Su mente vuelve a vagar, recordando momentos en los que Ángela demostró su valentía y fortaleza.Regresa a la
— Disculpa, ¿has visto a mi novio y mi amiga? — preguntó Ángela a la dependienta.Su mejor amiga, Mariana, y su prometido James la acompañaban en esta experiencia especial. Ángela se sintió afortunada de tener a las dos personas más importantes de su vida a su lado.Después de probarse varios vestidos, Ángela se decidió por este modelo de encaje y seda. Salió del probador en busca de su—Lamentablemente no—le respondió la chica tomando el vestido—este entonces.—Este es el vestido perfecto—exclamo Angela entregándole su vestido de matrimonio a la dependienta—no los veo.Volvió Angela a musitar preocupada porque los dos estaban perdidos.— Lo siento, no los he visto — respondió la chica —. La boutique es bastante grande, tal vez están en otra sección.Ángela comenzó a buscar a Mariana y James por toda la boutique, llamándolos suavemente. Finalmente, los encontró en la sección de probadores.Al acercarse, escuchó un ruido sospechoso proveniente de uno de los probadores. Sonaba como si a
Ángela abrió los ojos lentamente, encontrándose en una habitación desconocida. Estaba acostada en una cama grande y cómoda, rodeada de sábanas suaves. Su cuerpo le dolía por todas partes, pero su mente comenzaba a aclararse.Recuerdos fragmentados surgieron en su conciencia: la infidelidad de James, su novio prometido, con su mejor amiga Mariana. Las lágrimas brotaron de sus ojos al recordar el dolor y la traición.Pero otro recuerdo la sacudió: las luces del accidente, el sonido del choque. Se sentó de golpe en la cama, ignorando el dolor que la recorría. Su corazón latía con fuerza.Miró alrededor, intentando ubicarse. La habitación era elegante, con muebles de lujo y una ventana grande que dejaba entrar la luz del día. Pero no reconocía nada.Se levantó de la cama, sintiendo la camisa de hombre que llevaba puesta. El tejido suave y la forma en que olía... Un perfume masculino, intenso y atractivo. Se estremeció sin saber por qué.—¿Dónde estoy? —se preguntó en voz alta.Buscó su re
—Estás loco —dijo Ángela, su voz temblorosa—. ¿Quieres que sea tu prometida? ¿Después de todo lo que acaba de pasar?Se alejó de él, intentando procesar la propuesta. Sentía como si el mundo se hubiera vuelto del revés.—No puedo creer que me estés pidiendo esto —dijo, su voz llena de incredulidad—. ¿Qué hay de mi novio? ¿Qué hay de la traición que acabo de sufrir?Nikolai se levantó y se acercó a ella, su mirada intensa.Ángela siente un escalofrío al ver a Nicolái. Su corazón late con fuerza y su respiración se vuelve agitada. La mirada intensa y profunda de Nicolás la hace sentir como si estuviera siendo absorbida por sus ojos.Su altura y presencia imponente la hacen sentir pequeña y vulnerable, pero de alguna manera, eso la hace sentir segura y protegida. Su voz es suave y profunda, y cada palabra que dice parece envolverla en una sensación de calor y confort.—Eso es exactamente lo que quiero —dijo—. Quiero que olvides a James y te concentres en mí. Quiero que seas mía.Ángela s