Ángela se pone de pie y empieza a caminar de un lado a otro nerviosa, su rostro reflejando sorpresa y confusión.— Casarnos... ¿o sea, casarnos? — repite, como si intentara procesar la idea. — Casarnos con anillo, en una iglesia, unirnos en matrimonio, que un padre nos dé la bendición, tener invitados, una fiesta de matrimonio, luna de miel... y todo lo que incluye casarnos.Nikolai se ríe desde la cama, disfrutando de la reacción de Ángela.— Sí, todo lo que conlleva casarnos — confirma.Ángela sigue caminando, su mente en un torbellino.— Yo pensé... no, no entiendo — dice, intentando clarificar sus pensamientos. — Pensé que lo del matrimonio era solo para sacar de quicio a James, pero casarnos de verdad... yo no sé.Nikolai se levanta y se acerca a ella, tomándola de los brazos.— Cálmate, Ángela — dice, su voz suave.Ángela se detiene, mirándolo con ojos amplios.— Es que casarse por la iglesia es algo para toda la vida — explica. — Me parece... tonto, pero creo en eso. Y además,
Nikolai y Ángela suben las escaleras hacia la mansión del abuelo, donde los esperan los padres de James y Mariana, la amiga de Ángela que le genera repulsión.—Estás lista—, le pregunta Nikolai.—Más que lista—, responde Ángela con confianza.Al entrar, reciben una atención gélida. Las miradas de desaprobación y curiosidad llenan el ambiente. La escena se desarrolla con una atmósfera tensa y llena de resentimiento:Mariana y Ángela se miran con una intensidad que parece cortar el aire. Los ojos de Mariana brillan con un rencor contenido, mientras que Ángela sostiene su mirada con una determinación tranquila.James y Nikolai, por su parte, intercambian una mirada llena de tensión. Los ojos de James parecen arder con una mezcla de ira y resentimiento, mientras que Nikolai responde con una mirada fría y desafiante.La atención en la mesa se vuelve incómoda, como si el odio y la tensión fueran palpables. El abuelo, ajeno a la tensión, sigue hablando, pero su voz se pierde en el silencio t
—Mírate, cómo eras toda una marquita mosquita muerta y resultaste ser toda una gata manipuladora —dice Mariana, su voz llena de sarcasmo.Ángela se gira, su rostro reflejando enfado y defensa.—Yo no soy tú. Y te voy a pedir que me respetes y mantengas tu distancia conmigo —responde Ángela firme.Mariana se ríe, su sonrisa cargada de ironía.—Ah, claro, porque no pudiste con James, vas por el primo. Y Nikolai tiene mucho más dinero que James. Así que lo único que a ti te interesa es el dinero —dice Mariana, su voz llena de veneno.Ángela frunce el ceño, su voz subiendo de tono.—Eso no es cierto. No me conoces lo suficiente para juzgarme de esa manera. Mi relación con Nikolai es genuina, no se trata de dinero —replica Ángela.Mariana se acerca, su rostro cerca del de Ángela.—Vamos, no te hagas la inocente. Todos sabemos que Nikolai es el heredero de la fortuna de su familia. No puedes negar que eso es un gran atractivo para ti —dice Mariana, su voz baja y acusadora.Ángela se enfurec
Nikolai se detiene un momento, mirándola a los ojos. Luego, su mirada baja a su cuerpo, y se postra ante ella.Ángela siente un escalofrío en su espalda cuando Nikolai comienza a besar su piel, su boca descendiendo por su vientre. Su corazón late más rápido, su respiración se vuelve agitada.Nikolai llega a su destino, y Ángela siente una oleada de placer cuando su lengua la toca. Su cuerpo se arquea, su espalda se curva.—Oh, Dios... —susurra Ángela, su voz temblorosa.Nikolai continúa, su lengua explorando cada rincón de su cuerpo, no la penetra con la polla, si no con la lengua, limpiando sus partes, ocasionando que Angela aprete la sabana que tiene abajo por la intensidad del momento que la consume. Ángela siente que se está perdiendo en la sensación, su mente se vacía de pensamientos.Su cuerpo responde, su piel se estremece bajo la lengua de Nikolai. Ángela siente que está alcanzando el límite, su placer se vuelve insoportable.Ángela se siente envuelta en una ola de placer mien
Nikolai camina con paso firme y enojado hacia la parte trasera de la mansión del abuelo, su rostro tenso y sus ojos ardientes. Ángela intenta detenerlo, corriendo a su lado.— No, Nikolai, no hay necesidad —dice Ángela, agarrando su brazo—. No armes un escándalo por eso.Nikolai se detiene, su mirada intensa.— No voy a permitir que te falten al respeto —dice, su voz baja y firme—. Tú eres mi prometida y ellos deben aceptarlo, les guste o no.Ángela intenta calmarlo, su voz suave.—Pero no quiero problemas, Nikolai. No quiero que el abuelo malinterprete eso. Espera...Ángela se le atraviesa en el camino, su cuerpo cerca del de Nikolai. Lo abraza, llevándolo contra la pared, y lo besa, intentando calmarlo. Nikolai se deja llevar por un momento, su lengua entrelazada con la de Ángela, sus besos apasionados.La cercanía del cuerpo femenino lo envuelve, su calor y su aroma llenando sus sentidos. Nikolai siente su ira disminuir, reemplazada por el deseo y la pasión que siempre siente cuand
Nikolai se sienta detrás de su escritorio, observando a Ángela mientras ella entra en su oficina. La luz tenue de la lámpara del escritorio ilumina su rostro, destacando su sonrisa.—Por favor, siéntate —dice Nikolai, señalando hacia la silla frente a su escritorio.Ángela se sienta y mira alrededor de la oficina, fascinada por la cantidad de libros que la rodean. Su mirada se detiene en un estante en particular, repleto de novelas de fantasía y ficción.—Eres un amante de la lectura, ¿verdad? —pregunta Ángela, sonriendo.Nikolai asiente con la cabeza.—Sí, me encanta leer. Pero también es parte de mi trabajo como editor —responde.Ángela se levanta y se acerca al estante de libros, hojeando algunos de los títulos.—¿Publicas libros porque te gustan, o porque es tu trabajo? —pregunta, mirándolo con curiosidad.Nikolai se recosta en su silla y reflexiona por un momento.—Creo que es una combinación de ambas cosas. Me apasiona la lectura, y me encanta descubrir nuevos autores y estilos
Ángela bajó las escaleras, su belleza resplandeciendo en la luz tenue de la noche. Su cabello recogido destacaba su cuello elegante, mientras que los pendientes y el collar brillaban suavemente en su piel. El vestido ajustado a su cuerpo realzaba cada curva, haciéndola parecer una verdadera diosa.Nikolái estaba parado al pie de la escalera, su mirada fija en Ángela. Cuando ella bajó, su rostro se iluminó con una sonrisa. No necesitó decir una palabra; sus ojos lo decían todo. La admiración y el deseo que reflejaban hicieron que Ángela se sonrojara.Ángela sintió su corazón latir más rápido mientras descendía las escaleras, su mirada encontrándose con la de Nikolái. La conexión entre ellos era palpable, y Ángela podía sentir la tensión sexual en el aire.Al llegar al final de la escalera, Nikolái se acercó a ella, su mirada aún fija en su rostro.—Estás impresionante —dijo finalmente, su voz baja y sensual.Ángela sonrió, sintiendo su piel calentarse bajo la mirada de Nikolái.—Gracia
Nikolai se sienta en la cama junto a Ángela, tomándole un pie en sus manos. Comienza a aplicar crema y a hacerle un suave masaje, mientras Ángela cierra los ojos y se relaja.—Tienes muy buenas manos —dice Ángela, su voz baja y sensual.Nikolai sonríe, su mirada picara.—Creo que ya te lo demostré anteriormente —dice, su voz llena de insinuación.Ángela abre los ojos, un flashback de su encuentro en el spa cruzando su mente. Se sonroja ligeramente.—Sí... me vas a tratar así todos los días, haciéndome masajes en los pies y humectándome la piel... —dice Ángela, su voz llena de coquetería—. Pues entonces acepto casarme contigo.Nikolai se ríe, su mirada brillante.—Eso es lo que te daré siempre —dice, su voz llena de promesas—. Y mucho más.La conversación se vuelve cada vez más íntima, mientras Nikolai sigue masajeando los pies de Ángela.—Te haré sentir como una reina —continúa Nikolai, su voz baja y sensual—. Te daré todo lo que desees.Ángela se ríe, su mirada brillante.—Eso suena