Ángela bajó las escaleras, su belleza resplandeciendo en la luz tenue de la noche. Su cabello recogido destacaba su cuello elegante, mientras que los pendientes y el collar brillaban suavemente en su piel. El vestido ajustado a su cuerpo realzaba cada curva, haciéndola parecer una verdadera diosa.Nikolái estaba parado al pie de la escalera, su mirada fija en Ángela. Cuando ella bajó, su rostro se iluminó con una sonrisa. No necesitó decir una palabra; sus ojos lo decían todo. La admiración y el deseo que reflejaban hicieron que Ángela se sonrojara.Ángela sintió su corazón latir más rápido mientras descendía las escaleras, su mirada encontrándose con la de Nikolái. La conexión entre ellos era palpable, y Ángela podía sentir la tensión sexual en el aire.Al llegar al final de la escalera, Nikolái se acercó a ella, su mirada aún fija en su rostro.—Estás impresionante —dijo finalmente, su voz baja y sensual.Ángela sonrió, sintiendo su piel calentarse bajo la mirada de Nikolái.—Gracia
Nikolai se sienta en la cama junto a Ángela, tomándole un pie en sus manos. Comienza a aplicar crema y a hacerle un suave masaje, mientras Ángela cierra los ojos y se relaja.—Tienes muy buenas manos —dice Ángela, su voz baja y sensual.Nikolai sonríe, su mirada picara.—Creo que ya te lo demostré anteriormente —dice, su voz llena de insinuación.Ángela abre los ojos, un flashback de su encuentro en el spa cruzando su mente. Se sonroja ligeramente.—Sí... me vas a tratar así todos los días, haciéndome masajes en los pies y humectándome la piel... —dice Ángela, su voz llena de coquetería—. Pues entonces acepto casarme contigo.Nikolai se ríe, su mirada brillante.—Eso es lo que te daré siempre —dice, su voz llena de promesas—. Y mucho más.La conversación se vuelve cada vez más íntima, mientras Nikolai sigue masajeando los pies de Ángela.—Te haré sentir como una reina —continúa Nikolai, su voz baja y sensual—. Te daré todo lo que desees.Ángela se ríe, su mirada brillante.—Eso suena
Mariana se sienta en el borde de la piscina, metiendo sus pies en el agua fresca mientras James nada en la piscina, su cuerpo relajado.—¿Qué vas a hacer con la editorial cuando recibas la herencia? —pregunta Mariana, su voz curiosa.James se acerca al borde de la piscina, apoyando su mentón en sus manos.—Venderla —dice, su voz firme.Mariana se sorprende.—¿Cómo? No piensas mantenerla en la familia —dice—. ¿No quieres dirigirla?James sacude la cabeza.—No, nunca he pensado en eso —dice—. Siempre he querido romper con el patrón y hacer algo diferente. Además, no tengo ni idea de cómo manejar un negocio como ese.Mariana frunce el ceño.—Pero es el patrimonio de tu familia —dice—. ¿Cuántas generaciones han trabajado para construir eso?James se encoge de hombros.—Cinco, creo —dice.Mariana se sorprende.—¿Y cómo vas a distribuir el dinero? —pregunta.James se ríe.—Ese es mi problema —dice—. Tú verás si eres parte de él o no.Mariana lo mira fijamente, su expresión seria.—No puedes
Nikolai se recuesta en el sillón, con Ángela sentada sobre él, besándolo apasionadamente. Sus manos recorren su espalda, descendiendo hasta sus caderas, donde se detienen, apretando suavemente.Ella se estremece de placer, su respiración entrecortada. Se aparta un momento de sus labios para que él besé su cuello, haciéndola gemir de deleite.La noche ha caído sobre la mansión, sumiendo la habitación en una tenue oscuridad. Las luces están bajas, y la música romántica flota en el aire, creando una atmósfera sensual y íntima.Mientras se besan, ella mueve su cadera sobre él, provocando un gemido de deseo. Sus manos suben por su espalda, acariciando su piel, y ella se arquea, buscando más contacto.Él sonríe, sabiendo que tiene el control. La atrae hacia él, profundizando el beso, y ella se rinde, perdida en la pasión del momento. La música sigue sonando, envolviendo la habitación en un ambiente apasionado y sensual, mientras se dejan llevar por su deseo, olvidándose del mundo exterior.
Nikolai, director de la editorial, se despierta temprano, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Hoy es el día del lanzamiento del nuevo libro del reconocido escritor, Alejandro Torres, "La Sombra del Pasado", y todo está listo para que se convierta en un éxito en todo el país.Llega a la oficina de la editorial, donde lo esperan su equipo de marketing y publicidad. La habitación está llena de energía y entusiasmo. Su equipo ha trabajado incansablemente durante meses para asegurarse de que este lanzamiento sea un éxito. Nikolai supervisa las entrevistas con la prensa, donde Alejandro Torres comparte su visión y inspiración detrás de "La Sombra del Pasado" con periodistas de los principales diarios y revistas del país.Posteriormente, se dirige al estudio de televisión para asegurarse de que todo esté listo para la entrevista en vivo de Alejandro Torres en un programa matutino popular. Su presencia en los medios genera expectación y anticipación entre los lectores.Luego, asist
Nikolai sonríe mientras lleva a James a su nueva oficina.— Bienvenido a tu nuevo espacio, James —dice Nikolai, su tono sarcástico—. Aquí podrás hacer... absolutamente nada.James se enfurece.— Te voy a demostrar que soy mucho mejor que tú en esto —dice James, su rostro rojo de rabia.Nikolai se ríe.— No lo creo, James. Nunca has servido para nada. Eres bueno para lo único que no sirves para: el juego. Pierdes cantidades de dinero en el casino —dice Nikolai, su voz llena de desdén.— Y además —continúa Nikolai—, yo tengo una verdadera mujer a mi lado. La mujer que perdiste.James se pone aún más furioso.— ¡Eso no es cierto! —grita.— Claro que lo es —dice Nikolai—. Y segundo, no puedes igualarme en los negocios. No tienes la inteligencia ni la visión para llevar esta empresa adelante.James se enfurece aún más.— ¡Veremos quién es el mejor! —dice, su voz temblando de rabia.Nikolai sonríe.— Estoy ansioso por verlo —dice, su tono confiado—. Pero hasta ahora, eres solo un perdedor.
Nikolai se recuesta en su sillón favorito, con Ángela sentada cómodamente en sus piernas. La lámpara de la mesa lateral proyecta un cálido resplandor sobre la escena, iluminando la deliciosa lasaña que Ángela ha preparado especialmente para la ocasión.Ángela toma un bocado de lasaña y se lo ofrece a Nikolai, quien lo acepta con una sonrisa. Mientras comen, sus ojos se encuentran, llenos de afecto y conexión.— ¿Cómo está tu día? —pregunta Ángela, con una voz suave y cariñosa.Nikolai se encoge de hombros, sonriendo cuando Angela menea la pilvis contra su ereccion.Nikolai baja su mano para tocar la pierna de Ángela, sintiendo la suavidad de su piel. Sus dedos trazan un camino suave desde la rodilla hacia arriba, explorando la curva de su muslo. Ángela cierra los ojos, disfrutando del tacto de Nikolai.Nikolai sube más allá, agarrando suavemente los glúteos de Ángela, sintiendo la firmeza y la suavidad de su cuerpo. Ángela se estremece de placer, su respiración se vuelve más rápida.—
Nikolai está sentado en su oficina, con la vista fija en la ciudad a través de la ventana mientras habla por teléfono con Ángela. Su expresión es de preocupación.— ¿Qué pasa, Ángela? Tu voz suena tensa —pregunta Nikolai.— Es la señora que contratamos para organizar la boda —responde Ángela, su voz audiblemente frustrada a través del altavoz del auto—. No puedo creer lo que me hizo. Quiso sabotear todas mis ideas, absolutamente todas. No pude ponerme de acuerdo con ella.Nikolai se inclina hacia adelante en su silla, su interés aumenta.— ¿No entiendo? Para eso está ahí, para ayudarte —dice Nikolai.— Eso es lo que pensé —exclama Ángela—, pero no escuchó nada de lo que le dije. Simplemente ignoró mis sugerencias y siguió con sus propias ideas. Me enfureció tanto que le pedí que se fuera de la casa.Nikolai frunció el ceño, su rostro refleja desaprobación.— Lo siento, Ángela. ¿Quieres que hable con ella? —pregunta.— No, no es necesario —responde Ángela—. En ese caso, buscaremos otra