Mariana se sienta en el borde de la piscina, metiendo sus pies en el agua fresca mientras James nada en la piscina, su cuerpo relajado.—¿Qué vas a hacer con la editorial cuando recibas la herencia? —pregunta Mariana, su voz curiosa.James se acerca al borde de la piscina, apoyando su mentón en sus manos.—Venderla —dice, su voz firme.Mariana se sorprende.—¿Cómo? No piensas mantenerla en la familia —dice—. ¿No quieres dirigirla?James sacude la cabeza.—No, nunca he pensado en eso —dice—. Siempre he querido romper con el patrón y hacer algo diferente. Además, no tengo ni idea de cómo manejar un negocio como ese.Mariana frunce el ceño.—Pero es el patrimonio de tu familia —dice—. ¿Cuántas generaciones han trabajado para construir eso?James se encoge de hombros.—Cinco, creo —dice.Mariana se sorprende.—¿Y cómo vas a distribuir el dinero? —pregunta.James se ríe.—Ese es mi problema —dice—. Tú verás si eres parte de él o no.Mariana lo mira fijamente, su expresión seria.—No puedes
Nikolai se recuesta en el sillón, con Ángela sentada sobre él, besándolo apasionadamente. Sus manos recorren su espalda, descendiendo hasta sus caderas, donde se detienen, apretando suavemente.Ella se estremece de placer, su respiración entrecortada. Se aparta un momento de sus labios para que él besé su cuello, haciéndola gemir de deleite.La noche ha caído sobre la mansión, sumiendo la habitación en una tenue oscuridad. Las luces están bajas, y la música romántica flota en el aire, creando una atmósfera sensual y íntima.Mientras se besan, ella mueve su cadera sobre él, provocando un gemido de deseo. Sus manos suben por su espalda, acariciando su piel, y ella se arquea, buscando más contacto.Él sonríe, sabiendo que tiene el control. La atrae hacia él, profundizando el beso, y ella se rinde, perdida en la pasión del momento. La música sigue sonando, envolviendo la habitación en un ambiente apasionado y sensual, mientras se dejan llevar por su deseo, olvidándose del mundo exterior.
Nikolai, director de la editorial, se despierta temprano, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Hoy es el día del lanzamiento del nuevo libro del reconocido escritor, Alejandro Torres, "La Sombra del Pasado", y todo está listo para que se convierta en un éxito en todo el país.Llega a la oficina de la editorial, donde lo esperan su equipo de marketing y publicidad. La habitación está llena de energía y entusiasmo. Su equipo ha trabajado incansablemente durante meses para asegurarse de que este lanzamiento sea un éxito. Nikolai supervisa las entrevistas con la prensa, donde Alejandro Torres comparte su visión y inspiración detrás de "La Sombra del Pasado" con periodistas de los principales diarios y revistas del país.Posteriormente, se dirige al estudio de televisión para asegurarse de que todo esté listo para la entrevista en vivo de Alejandro Torres en un programa matutino popular. Su presencia en los medios genera expectación y anticipación entre los lectores.Luego, asist
Nikolai sonríe mientras lleva a James a su nueva oficina.— Bienvenido a tu nuevo espacio, James —dice Nikolai, su tono sarcástico—. Aquí podrás hacer... absolutamente nada.James se enfurece.— Te voy a demostrar que soy mucho mejor que tú en esto —dice James, su rostro rojo de rabia.Nikolai se ríe.— No lo creo, James. Nunca has servido para nada. Eres bueno para lo único que no sirves para: el juego. Pierdes cantidades de dinero en el casino —dice Nikolai, su voz llena de desdén.— Y además —continúa Nikolai—, yo tengo una verdadera mujer a mi lado. La mujer que perdiste.James se pone aún más furioso.— ¡Eso no es cierto! —grita.— Claro que lo es —dice Nikolai—. Y segundo, no puedes igualarme en los negocios. No tienes la inteligencia ni la visión para llevar esta empresa adelante.James se enfurece aún más.— ¡Veremos quién es el mejor! —dice, su voz temblando de rabia.Nikolai sonríe.— Estoy ansioso por verlo —dice, su tono confiado—. Pero hasta ahora, eres solo un perdedor.
Nikolai se recuesta en su sillón favorito, con Ángela sentada cómodamente en sus piernas. La lámpara de la mesa lateral proyecta un cálido resplandor sobre la escena, iluminando la deliciosa lasaña que Ángela ha preparado especialmente para la ocasión.Ángela toma un bocado de lasaña y se lo ofrece a Nikolai, quien lo acepta con una sonrisa. Mientras comen, sus ojos se encuentran, llenos de afecto y conexión.— ¿Cómo está tu día? —pregunta Ángela, con una voz suave y cariñosa.Nikolai se encoge de hombros, sonriendo cuando Angela menea la pilvis contra su ereccion.Nikolai baja su mano para tocar la pierna de Ángela, sintiendo la suavidad de su piel. Sus dedos trazan un camino suave desde la rodilla hacia arriba, explorando la curva de su muslo. Ángela cierra los ojos, disfrutando del tacto de Nikolai.Nikolai sube más allá, agarrando suavemente los glúteos de Ángela, sintiendo la firmeza y la suavidad de su cuerpo. Ángela se estremece de placer, su respiración se vuelve más rápida.—
Nikolai está sentado en su oficina, con la vista fija en la ciudad a través de la ventana mientras habla por teléfono con Ángela. Su expresión es de preocupación.— ¿Qué pasa, Ángela? Tu voz suena tensa —pregunta Nikolai.— Es la señora que contratamos para organizar la boda —responde Ángela, su voz audiblemente frustrada a través del altavoz del auto—. No puedo creer lo que me hizo. Quiso sabotear todas mis ideas, absolutamente todas. No pude ponerme de acuerdo con ella.Nikolai se inclina hacia adelante en su silla, su interés aumenta.— ¿No entiendo? Para eso está ahí, para ayudarte —dice Nikolai.— Eso es lo que pensé —exclama Ángela—, pero no escuchó nada de lo que le dije. Simplemente ignoró mis sugerencias y siguió con sus propias ideas. Me enfureció tanto que le pedí que se fuera de la casa.Nikolai frunció el ceño, su rostro refleja desaprobación.— Lo siento, Ángela. ¿Quieres que hable con ella? —pregunta.— No, no es necesario —responde Ángela—. En ese caso, buscaremos otra
Nikolai termina de preparar la cena, poniendo música y vino en la mesa. Espera ansioso la llegada de Ángela, pero la noche avanza y no hay señales de ella. Comienza a sentirse intranquilo y decide llamarla.— ¡Contesta, Ángela! —dice Nikolai, frustrado, mientras marca su número por segunda vez.El teléfono se va directamente al buzón de voz.— ¿Dónde estás, Ángela? —se pregunta Nikolai, empezando a desesperarse.Decide llamar al conductor que la llevó a la florería.— ¡Si! —contesta el conductor.— ¡Hola! ¿Sabes algo de Ángela? —pregunta Nikolai.— Disculpe, señor Nikolai —dice el conductor—. Me olvidé por completo de lo que estaba pasando. La señora Ángela tuvo un accidente.Nikolai se pone frenético.— ¿Qué?! ¿Cómo qué accidente?! ¿Dónde está?! —exclama.— Están en el hospital del pueblo, señor —responde el conductor.Nikolai no pierde un segundo.— Ya voy para allá —dice, y cuelga la llamada.Salta al coche y conduce directamente hacia el hospital, un camino de casi una hora. Su co
Nikolai invitó a Vladimir a sentarse en la sala de su casa, ofreciéndole un trago.— ¿Qué tal? —preguntó Vladimir, aceptando el vaso—. ¿Cómo está Ángela?Nikolai sonrió.— Está bien —dijo—. Pese al golpe en la cabeza, es una mujer muy fuerte.Vladimir lo miró con una sonrisa.— Te veo muy enamorado de ella —dijo.Nikolai se rió.— ¿Cómo no enamorarse? —preguntó—. Es una mujer maravillosa, fuerte, inteligente, preciosa... Es imposible no quererla.Vladimir asintió, tomando un sorbo de su trago.— Me alegra verte así —dijo—. Hacía tiempo que no te veía tan feliz.Nikolai se sentó junto a él, disfrutando del momento de amistad.— Gracias, Vladimir —dijo—. Significa mucho para mí tener amigos como tú que se preocupan por mí.Vladimir sonrió.— Eso es lo que son los amigos para —dijo—. Ahora, dime, ¿cómo va la recuperación de Ángela?Nikolai se relajó en su sillón.— Va bien —dijo—. El doctor dice que pronto estará completamente recuperada.Vladimir asintió.— Excelente —dijo—. Me alegra s