Nikolai termina de preparar la cena, poniendo música y vino en la mesa. Espera ansioso la llegada de Ángela, pero la noche avanza y no hay señales de ella. Comienza a sentirse intranquilo y decide llamarla.— ¡Contesta, Ángela! —dice Nikolai, frustrado, mientras marca su número por segunda vez.El teléfono se va directamente al buzón de voz.— ¿Dónde estás, Ángela? —se pregunta Nikolai, empezando a desesperarse.Decide llamar al conductor que la llevó a la florería.— ¡Si! —contesta el conductor.— ¡Hola! ¿Sabes algo de Ángela? —pregunta Nikolai.— Disculpe, señor Nikolai —dice el conductor—. Me olvidé por completo de lo que estaba pasando. La señora Ángela tuvo un accidente.Nikolai se pone frenético.— ¿Qué?! ¿Cómo qué accidente?! ¿Dónde está?! —exclama.— Están en el hospital del pueblo, señor —responde el conductor.Nikolai no pierde un segundo.— Ya voy para allá —dice, y cuelga la llamada.Salta al coche y conduce directamente hacia el hospital, un camino de casi una hora. Su co
Nikolai invitó a Vladimir a sentarse en la sala de su casa, ofreciéndole un trago.— ¿Qué tal? —preguntó Vladimir, aceptando el vaso—. ¿Cómo está Ángela?Nikolai sonrió.— Está bien —dijo—. Pese al golpe en la cabeza, es una mujer muy fuerte.Vladimir lo miró con una sonrisa.— Te veo muy enamorado de ella —dijo.Nikolai se rió.— ¿Cómo no enamorarse? —preguntó—. Es una mujer maravillosa, fuerte, inteligente, preciosa... Es imposible no quererla.Vladimir asintió, tomando un sorbo de su trago.— Me alegra verte así —dijo—. Hacía tiempo que no te veía tan feliz.Nikolai se sentó junto a él, disfrutando del momento de amistad.— Gracias, Vladimir —dijo—. Significa mucho para mí tener amigos como tú que se preocupan por mí.Vladimir sonrió.— Eso es lo que son los amigos para —dijo—. Ahora, dime, ¿cómo va la recuperación de Ángela?Nikolai se relajó en su sillón.— Va bien —dijo—. El doctor dice que pronto estará completamente recuperada.Vladimir asintió.— Excelente —dijo—. Me alegra s
Nikolai se sienta en la cama junto a Ángela, que desayuna tranquilamente. Él ha preparado el desayuno especialmente para ella, y ahora la mira con una expresión preocupada.— ¿Te pasa algo? —pregunta Ángela, notando la preocupación en su rostro.Nikolai suspira.— Sí, ayer quería contarte algo, pero estabas muy dormida y no quise despertarte.Ángela se acerca a él, apartando el cabello de su cara.— Confía en mí, Nikolai. ¿Qué pasa? —le pregunta, con curiosidad.Nikolai duda un momento antes de hablar.— Descubrí algo importante sobre James. Parece que está hablando con la competencia y contrató a un hombre para que le ayude a elegir libros que pueden ser un gran éxito.Ángela se sorprende.— Eso es por la herencia, ¿verdad? —pregunta, levantando una ceja.Nikolai asiente.— Sí, pero eso no tiene nada de malo porque estamos en una competencia. Lo que pasa es que el hombre que contrató... Vladimir descubrió que pertenece a la competencia. Trabaja o trabajó para ellos.Ángela se queda p
Angela yace en la cama, sumida en un mar de pensamientos y confusión. La pregunta de Nikolai sigue resonando en su mente: "¿Qué sientes por mí?".Ella se revuelve en la cama, intentando encontrar una respuesta clara, pero su mente es un torbellino de emociones y dudas."¿Qué siento por él?", se pregunta Angela. "Me gusta, sin duda. Me atrae su personalidad, su físico, su forma de ser. Me siento cómoda con él, como si pudiera ser yo misma sin temor a ser juzgada."Pero entonces, surge la duda: "¿Es amor lo que siento? ¿O es solo atracción? ¿O quizás es algo más?".Angela piensa en los momentos que han compartido, en las miradas intensas, en las conversaciones profundas, en las caricias suaves. Han pasado cosas íntimas entre ellos, pero aún no han cruzado la línea del sexo."¿Por qué no puedo responder a su pregunta?", se pregunta Angela, frustrada. "¿Por qué no puedo definir lo que siento?".Ella se levanta de la cama y comienza a caminar por la habitación, intentando despejar su mente
Nikolai se sienta en su silla de cuero negro, detrás de su escritorio de madera oscura y pulida, en su oficina elegante y bien iluminada. Mira a Arthur Morgan, el editor contratado por James, con interés y curiosidad.— Por favor, siéntese, señor Morgan — dice Nikolai, haciendo un gesto hacia la silla frente a su escritorio.Arthur se sienta, cruzando sus piernas y mirando a Nikolai con confianza.— Gracias por recibirme, señor Nikolai — responde.Nikolai sonríe ligeramente.— Por supuesto. Quiero saber más sobre su trayectoria. ¿Cuánto tiempo ha trabajado como editor? — pregunta.Arthur se ajusta su corbata.— Diez años, señor. He trabajado con varias publicaciones importantes — responde.Nikolai se inclina hacia adelante.— ¿Y qué tipo de proyectos ha trabajado? — pregunta.Arthur se entusiasma.— He trabajado en proyectos de ficción y no ficción. Me encanta descubrir nuevos talentos y ayudar a los autores a desarrollar sus ideas — dice.Nikolai asiente.— Impresionante. ¿Y qué es l
Ángela yace dormida, sumida en un sueño profundo. De repente, siente besos suaves en su cuello y caricias cálidas en sus piernas. Su corazón comienza a latir más rápido mientras abre los ojos, intentando distinguir la figura que se encuentra junto a ella.La oscuridad de la habitación no le permite ver con claridad, pero el cabello rubio y la fragancia familiar le revelan la identidad del misterioso visitante. Es Nikolai.— Nikolai — susurra Ángela.— ¿Cómo estuviste? ¿Cómo te sentiste toda la tarde? — pregunta Nikolai, su aliento cálido en la oreja de Ángela.— Estoy bien — responde ella.Nikolai sonríe y baja la tira de la pijama de Ángela, besando su cuello y hombro. Ángela siente un estremecimiento de placer.— Mejor ahora que estoy recibiendo un poco más de medicina — dice Ángela, sonriendo.Nikolai se ríe y vuelve a besarla en la boca. Ángela se abandona al contacto, disfrutando de la cercanía y el calor de Nikolai.— ¿Cómo te fue? — pregunta Ángela, separándose un momento de Ni
Nikolai y Ángela están sentados en la sala, esperando la llegada del investigador Thomson. La tensión es palpable, y Ángela puede sentir la ansiedad de Nikolai.— ¿Quieres que me vaya? — pregunta Ángela, su voz suave.Nikolai la mira, sus ojos intensos.— No, confío en ti. Puedes escuchar todo lo que tenga que decir — responde.Ángela se sienta en sus piernas, rodeando su cintura con sus brazos.— Pareces ansioso — comenta.Nikolai asiente y ella trata de calmarlo, acariciando su pecho con suavidad.— Sí, lo estoy. Después de tanto tiempo, siento que el investigador ha encontrado algo importante — dice.Ángela aprieta su abrazo.— ¿Qué crees que es? — pregunta.Nikolai se encoge de hombros. Nikolai se siente sumido en un torbellino de emociones, su corazón late con una intensidad que parece sacudir su pecho. La ansiedad lo carcome, como un fuego lento que consume su ser. Cada fibra de su cuerpo está tensa, lista para estallar en cualquier momento.Su mente es un laberinto de pensamie
Angela se sienta en la oficina del abogado Thompson, rodeada de estanterías llenas de libros de leyes y documentos.— Bueno, ¿qué pasos se seguirán ahora? — pregunta Angela.— Bueno, Angela, como usted sabe, hemos presentado una denuncia formal contra James y Mariana por el robo de su apartamento y el incendio intencional de su florería — responde Thompson.— ¿Y qué hay de la evidencia que encontré? ¿Se puede utilizar en la investigación? — pregunta Angela.— Absolutamente — responde Thompson. — La evidencia que encontró es crucial para demostrar la culpabilidad de James y Mariana. La policía la analizará y la utilizará para fortalecer el caso.—Eso es bueno—piensa ella porque por fin les hará pagar.—¿Tienes la evidencia? — pregunta Thompson.— Tengo el video de seguridad que muestra a Mariana ingresando a mi florería minutos antes de que se incendiara — responde Angela. — Es muy claro, se ve su rostro y su ropa.— Eso es excelente — dice Thompson. — El video es una prueba contundent