Nikolai se detiene un momento, mirándola a los ojos. Luego, su mirada baja a su cuerpo, y se postra ante ella.Ángela siente un escalofrío en su espalda cuando Nikolai comienza a besar su piel, su boca descendiendo por su vientre. Su corazón late más rápido, su respiración se vuelve agitada.Nikolai llega a su destino, y Ángela siente una oleada de placer cuando su lengua la toca. Su cuerpo se arquea, su espalda se curva.—Oh, Dios... —susurra Ángela, su voz temblorosa.Nikolai continúa, su lengua explorando cada rincón de su cuerpo, no la penetra con la polla, si no con la lengua, limpiando sus partes, ocasionando que Angela aprete la sabana que tiene abajo por la intensidad del momento que la consume. Ángela siente que se está perdiendo en la sensación, su mente se vacía de pensamientos.Su cuerpo responde, su piel se estremece bajo la lengua de Nikolai. Ángela siente que está alcanzando el límite, su placer se vuelve insoportable.Ángela se siente envuelta en una ola de placer mien
Nikolai camina con paso firme y enojado hacia la parte trasera de la mansión del abuelo, su rostro tenso y sus ojos ardientes. Ángela intenta detenerlo, corriendo a su lado.— No, Nikolai, no hay necesidad —dice Ángela, agarrando su brazo—. No armes un escándalo por eso.Nikolai se detiene, su mirada intensa.— No voy a permitir que te falten al respeto —dice, su voz baja y firme—. Tú eres mi prometida y ellos deben aceptarlo, les guste o no.Ángela intenta calmarlo, su voz suave.—Pero no quiero problemas, Nikolai. No quiero que el abuelo malinterprete eso. Espera...Ángela se le atraviesa en el camino, su cuerpo cerca del de Nikolai. Lo abraza, llevándolo contra la pared, y lo besa, intentando calmarlo. Nikolai se deja llevar por un momento, su lengua entrelazada con la de Ángela, sus besos apasionados.La cercanía del cuerpo femenino lo envuelve, su calor y su aroma llenando sus sentidos. Nikolai siente su ira disminuir, reemplazada por el deseo y la pasión que siempre siente cuand
Nikolai se sienta detrás de su escritorio, observando a Ángela mientras ella entra en su oficina. La luz tenue de la lámpara del escritorio ilumina su rostro, destacando su sonrisa.—Por favor, siéntate —dice Nikolai, señalando hacia la silla frente a su escritorio.Ángela se sienta y mira alrededor de la oficina, fascinada por la cantidad de libros que la rodean. Su mirada se detiene en un estante en particular, repleto de novelas de fantasía y ficción.—Eres un amante de la lectura, ¿verdad? —pregunta Ángela, sonriendo.Nikolai asiente con la cabeza.—Sí, me encanta leer. Pero también es parte de mi trabajo como editor —responde.Ángela se levanta y se acerca al estante de libros, hojeando algunos de los títulos.—¿Publicas libros porque te gustan, o porque es tu trabajo? —pregunta, mirándolo con curiosidad.Nikolai se recosta en su silla y reflexiona por un momento.—Creo que es una combinación de ambas cosas. Me apasiona la lectura, y me encanta descubrir nuevos autores y estilos
Ángela bajó las escaleras, su belleza resplandeciendo en la luz tenue de la noche. Su cabello recogido destacaba su cuello elegante, mientras que los pendientes y el collar brillaban suavemente en su piel. El vestido ajustado a su cuerpo realzaba cada curva, haciéndola parecer una verdadera diosa.Nikolái estaba parado al pie de la escalera, su mirada fija en Ángela. Cuando ella bajó, su rostro se iluminó con una sonrisa. No necesitó decir una palabra; sus ojos lo decían todo. La admiración y el deseo que reflejaban hicieron que Ángela se sonrojara.Ángela sintió su corazón latir más rápido mientras descendía las escaleras, su mirada encontrándose con la de Nikolái. La conexión entre ellos era palpable, y Ángela podía sentir la tensión sexual en el aire.Al llegar al final de la escalera, Nikolái se acercó a ella, su mirada aún fija en su rostro.—Estás impresionante —dijo finalmente, su voz baja y sensual.Ángela sonrió, sintiendo su piel calentarse bajo la mirada de Nikolái.—Gracia
Nikolai se sienta en la cama junto a Ángela, tomándole un pie en sus manos. Comienza a aplicar crema y a hacerle un suave masaje, mientras Ángela cierra los ojos y se relaja.—Tienes muy buenas manos —dice Ángela, su voz baja y sensual.Nikolai sonríe, su mirada picara.—Creo que ya te lo demostré anteriormente —dice, su voz llena de insinuación.Ángela abre los ojos, un flashback de su encuentro en el spa cruzando su mente. Se sonroja ligeramente.—Sí... me vas a tratar así todos los días, haciéndome masajes en los pies y humectándome la piel... —dice Ángela, su voz llena de coquetería—. Pues entonces acepto casarme contigo.Nikolai se ríe, su mirada brillante.—Eso es lo que te daré siempre —dice, su voz llena de promesas—. Y mucho más.La conversación se vuelve cada vez más íntima, mientras Nikolai sigue masajeando los pies de Ángela.—Te haré sentir como una reina —continúa Nikolai, su voz baja y sensual—. Te daré todo lo que desees.Ángela se ríe, su mirada brillante.—Eso suena
Mariana se sienta en el borde de la piscina, metiendo sus pies en el agua fresca mientras James nada en la piscina, su cuerpo relajado.—¿Qué vas a hacer con la editorial cuando recibas la herencia? —pregunta Mariana, su voz curiosa.James se acerca al borde de la piscina, apoyando su mentón en sus manos.—Venderla —dice, su voz firme.Mariana se sorprende.—¿Cómo? No piensas mantenerla en la familia —dice—. ¿No quieres dirigirla?James sacude la cabeza.—No, nunca he pensado en eso —dice—. Siempre he querido romper con el patrón y hacer algo diferente. Además, no tengo ni idea de cómo manejar un negocio como ese.Mariana frunce el ceño.—Pero es el patrimonio de tu familia —dice—. ¿Cuántas generaciones han trabajado para construir eso?James se encoge de hombros.—Cinco, creo —dice.Mariana se sorprende.—¿Y cómo vas a distribuir el dinero? —pregunta.James se ríe.—Ese es mi problema —dice—. Tú verás si eres parte de él o no.Mariana lo mira fijamente, su expresión seria.—No puedes
Nikolai se recuesta en el sillón, con Ángela sentada sobre él, besándolo apasionadamente. Sus manos recorren su espalda, descendiendo hasta sus caderas, donde se detienen, apretando suavemente.Ella se estremece de placer, su respiración entrecortada. Se aparta un momento de sus labios para que él besé su cuello, haciéndola gemir de deleite.La noche ha caído sobre la mansión, sumiendo la habitación en una tenue oscuridad. Las luces están bajas, y la música romántica flota en el aire, creando una atmósfera sensual y íntima.Mientras se besan, ella mueve su cadera sobre él, provocando un gemido de deseo. Sus manos suben por su espalda, acariciando su piel, y ella se arquea, buscando más contacto.Él sonríe, sabiendo que tiene el control. La atrae hacia él, profundizando el beso, y ella se rinde, perdida en la pasión del momento. La música sigue sonando, envolviendo la habitación en un ambiente apasionado y sensual, mientras se dejan llevar por su deseo, olvidándose del mundo exterior.
Nikolai, director de la editorial, se despierta temprano, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Hoy es el día del lanzamiento del nuevo libro del reconocido escritor, Alejandro Torres, "La Sombra del Pasado", y todo está listo para que se convierta en un éxito en todo el país.Llega a la oficina de la editorial, donde lo esperan su equipo de marketing y publicidad. La habitación está llena de energía y entusiasmo. Su equipo ha trabajado incansablemente durante meses para asegurarse de que este lanzamiento sea un éxito. Nikolai supervisa las entrevistas con la prensa, donde Alejandro Torres comparte su visión y inspiración detrás de "La Sombra del Pasado" con periodistas de los principales diarios y revistas del país.Posteriormente, se dirige al estudio de televisión para asegurarse de que todo esté listo para la entrevista en vivo de Alejandro Torres en un programa matutino popular. Su presencia en los medios genera expectación y anticipación entre los lectores.Luego, asist