Aurora:
Dejar ir a Dilan ha sido lo más difícil que he hecho en mi existencia hasta el momento. Sé que debería odiarlo, pero no puedo y, por algún motivo que desconozco, justifico su acción, es como si estuviera escrito que debía hacer lo que me hizo. Como si encima tuviera que estarle agradecida de no haberme matado. Tenía un propósito todo esto, hacer cumplir la profecía. ¡La m*****a profecía! En los últimos tiempos no escucho hablar de otra que no sea eso y lo fundamental que soy para la supervivencia de las especies, para todos soy muy importante, cosa que me tiene por demás aburrida.Desde mi vuelta al astillero y a mis recuerdos, Caín se empecina en que todo vuelva a ser como antes. No tengo dudas de su buena intención cuando hizo lo que hizo, pero no midió las consecuencias. Pues he cambiado y cambiado mucho. Ya no soy la chiquilla indefensa e ingenua que levantó aquella noche en la carretera. Y mucho menos la confundida vampira de un principio. Hoy me siento una mujer, sí, una mujer, porque me prometí a mí misma no caer en lo que caen todos y mantener mi lado humano, así que me siento, antes que todo, una mujer.Ya nada será lo mismo…- ¡Lu! - grité al escuchar abrir la puerta de mi oficina y verla entrar- ¡Aurora!Me paré de inmediato y corrí a su encuentro. Nos abrazamos muy pero muy fuerte. Hacía meses que no nos veíamos y la extrañaba muchísimo.- Hace mucho que no nos vemos, Lu- Mese amiga, meses - me dio un largo beso en la mejilla - te he extrañado mucho- También yo - tomándola de la mano la conduje al sillón y nos sentamos en él - pero cuéntame que has hecho- Estoy en los preparativos de la boda- Ah, sí la boda…Respondí con algo de melancolía, pues con ella, cuando su padre me propuso matrimonio, hacíamos planes soñando con una boda doble. Pero las cosas se habían torcido un poco y eso ya no era posible. Lu se dio cuenta de mi pesar y tomó mis manos en las suyas.- No te pongas triste. Sé que planeamos un montón de veces nuestra boda doble y hasta bromeábamos que llevaríamos el mismo vestido con el tul cubriendo nuestros rostros y así confundir por un instante a los novios - hizo una pausa - pero, aunque eso ya no pueda ser posible, seguro que arreglan las cosas con mi padre y terminan juntos, como debe serOír la frase "como debe ser" hizo que me parara como si tuviera un resorte en el trasero- Otra vez con eso…- ¿Otra vez con que Aurora?- Con el "como debe ser", porque siempre conmigo todo es "como debe ser"- No te estoy entendiendo- ¡Claro que no! A mí no me entiende nadie, porqué tú tendrías que ser la excepción, ¿eh?, dime, ¿por qué lo serías?Ya no estaba triste ni melancólica, sino enfadada, muy enfadada. Lourdes se puso de pie y me detuvo con sus manos en mis hombros- Solo lo dije porque se supone que pospusieron la boda pero no la cancelaron - hizo una mueca de costado con su boca - ¿o me equivoco?- Mira, una vez alguien me dijo que no olvidara que eras la hija de Tayler y que por ello había cosas que mejor no te contara… - me soltó bruscamente- No quiero ni pensar quien fue que te dijo semejante cosa, pero imagino que debe haber sido el perro sarnoso de Dilan - frunció el ceño en claro gesto de enojo- Pues…- ¡No!, no quiero que me lo digas. No quiero saber nada de ese maldito lobo. Peores cosas no te pudo hacer y cuando tuviste la posibilidad de matarlo, que es lo que se merecía, no solo no lo hiciste sino que lo dejaste marcharse como si no hubiera pasado nada- Lu, no es lo que crees…- Yo, nada tengo que creer, claramente eso es algo entre ustedes tres. Lo que nunca voy a entender es como mi padre, el gran Caín, el vampiro más antiguo y despiadado, lo permitió. ¡Eso sí que no lo entiendo!- Algún día lo comprenderás- A mí no me interesa comprender nada Aurora. He venido a verte luego de meses y me sales con Dilan- Tienes razón, Lu, lo siento. Vayamos a almorzar y me cuentas cómo van los preparativosDilan:Aurora me había perdonado la vida, pero yo estaba enamorado de ella y eso era peor, pues se sentía como estar muerto en vida. Ahora era su esclavo en el más literal sentido de la palabra, pues a pesar de ser vampira y yo lobo, ahora era mi Alfa. Esa pócima que le había dado la bruja para que bebiera y luego me mordiera, hacía que no pudiera apartarla de mi mente, pues aunque quería, no podía, mi voluntad estaba quebrantada, mi vida le pertenecía.Me pidió que me alejara, pero me fue imposible hacerlo. Tenía que verla, aunque fuera de lejos, estoy seguro de que, aunque no me lo diga, sabe que desobedecí sus órdenes y estoy cerca, cualquiera diría que acechándola, pero no, no la acecho, la observo y la cuido desde las sombras. Sabía que estaba prohibida para mí y aun así me permití el lujo de enamorarme de ella, violando todo sentido común. Estaba sufriendo la separación. Pero el recuerdo de la suavidad de su piel, fría pero adorable, así como su exquisito olor y su delicioso sabor me acompañaban día y noche. Nunca olvidaré esa bata roja deslizándose por su cuerpo dejándola completamente desnuda ante mí. No me importó si moría en ese preciso instante, solo me importaba poder disfrutarla una vez más.- ¿Porque me llamas Dilan?, te pedí que no lo hicieras - se escuchaba triste del otro lado de la línea- Lo sé y no es que quiera desobedecerte, solo necesito aunque sea oír tu voz de vez en cuando. Aurora, ésto me está enloqueciendo. ¿Porque carajos no me mataste?- Porque no puedo hacerlo, ya te lo dije- ¿Decirme que?- Que no puedo matarte ni dejar que nadie lo haga- ¿Porque?- Tú lo sabes…- No, no lo sé- Sí, lo sabes. Dilan, no me hagas decirlo, por lo que más quieras, te lo ruego- Dilo, Aurora, solo una vez más, ¿porque no puedes dejar que muera? - más que una pregunta fue una súplica. Guardó silencio - ¿sigues ahí?- Sí, aún sigo aquí- Entonces dilo, por favor- No puedo dejar que mueras porque… - hizo una pausa, supongo que para coger coraje para lo que me diría a continuación, fueron solo unos instantes, pero a mí me pareció una eternidad - no puedo dejar que mueras porque… - repitió- ¡Mier*da, Aurora, dilo de una vez!- Porque te amo Dilan - gritó llorando - te amo - repitió casi en un susurro- ¿Y por qué no estamos juntos, mi amor? - le pregunté desesperado- No podemos, es complicado- Mi vida, no puedes decirme que me amas y luego que no podemos estar juntos…- Sí, sí puedo - la oí respirar profundo - te amo y eso no lo voy a negar, pero no podemos estar juntos. Así que, como tu Alfa, te prohíbo que te acerques a mí. Mantente lo más lejos que puedas y no vuelvas a llamarmeY me colgó.Esa conversación aún retumba en mi cerebro.Caín:Aurora me volvía loco, pues decía entender las razones que tuve para hacer lo que hice, pero parecía no perdonármelo. Aunque en realidad creo que tuvo un gran cambio, hay una Aurora antes y una Aurora ahora. Lo que temía se estaba dando.- No has comido casi bocadillo y eso que es tu comida favorita- Perdona Caín, estoy poco hambrienta estos días. Creo que es el estrés del trabajoMás que estresada parecía triste. Me levanté de la silla y me arrodillé a su lado. Le tomé las manos.- La próxima semana tengo que ir a Turquía, por los temas del Cónclave- Lindo viaje - respondió casi con indiferencia- Precioso, ¿porque no vienes conmigo? Te ayudará a despejarte un poco, además tu eres la inspiración para todos, sería bueno que te dejaras ver- Lo sé y tienes razón. Pero estamos por cerrar con los australianos en tema del astillero y no puedo irme. Sabes que ahora que no está Lourdes ni Di… - y, antes de completar su nombre, calló- Dilo - rezongué mientras soltaba sus manos y me ponía de pie - dilo Aurora, ¿qué es lo que tanto te asusta?- Tu reacción Caín, no quiero molestarle- ¿Molestarme? ¿A caso crees que me enojaría porque nombraras a ese ser despreciable durante nuestra cena romántica?- A mi tu enojo no me interesa…- ¿A no? ¿y qué es lo que te interesa entonces?Se acercó a mí, su mirada desafiante había cambiado por una de melancolía- Yo no tengo miedo de que te enojes, solo no quiero molestarte, pues sé que te duele que hable de él. Y no quiero verte sufrir- ¿Sufrir por Dilan? ¿te has vuelto loca? - traté de sonreír sarcástico - ¡ya ves!, yo no tengo problemas en nombrarlo - ahora era yo quien la miraba desafiante - Dilan, Dilan, Dilan…Seguí repitiendo el nombre del Lobo, hasta que ella cogió su bolso junto con su abrigo y se marchó si siquiera despedirse.¿Qué estaba pasando conmigo? Estaba sintiendo algo que jamás había sentido. Me moría de celos, así, simple y llanamente.Narrador: La relación entre Caín y Aurora estaba por demás tirante.Ella se metía de lleno en su trabajo para tratar de olvidar lo confundida que estaba. Y él se abocaba al Cónclave con tal de no pensar en que Aurora había tenido una relación amorosa con Dilan, eso lo perturbaba, pero lo que más intranquilo lo tenía era saber que, aunque ella no lo reconociera, a menudo pensaba en él.- Escucha, anoche estuve muy grosero, ¿podrás perdonarme?- Claro que sí, Caín. Se lo difícil que todo esto es para ti. Solo quiero que recuerdes que para mí también lo es - pasó su mano por el rostro del vampiro - te quiero, te quiero mucho, eso no tienes que dudarlo jamás- Y no lo dudo, pero los celos me están matando- Ve tranquilo a tu viaje, cuando regreses estaremos más calmados y las cosas serán como antes. ¡Ya verás! Ahora ve que llaman por tu vuelo- Nos vemos al regreso, te amo Aurora - y se fueAurora, en lugar de ir a su oficina, se tomó el día libre y fue a ver a su amiga Ernestina, la bru
Narrador:Lentamente Aurora despertaba de su inconciencia. Tenía un letargo muy pesadumbroso.Estaba tumbada sobre una cama y con las manos atadas al uno de los barrotes del cabezal de la misma.Le pesaban aún sus párpados y le dolía un poco en cuerpo.Se encontraba desorientada, no tenía idea de que era lo que le había pasado. Lo último que recordaba era estar llorando en su coche en el estacionamiento del edificio donde vivía, luego de salir de la casa de su amiga Ernestina.Tenía la boca reseca, solo veía siluetas, pues llevaba una capucha negra en su cabeza. Eso le recordó cuando fue raptada por el lobo y lo que desencadenó su tragedia.Se le agitó la respiración y sintió miedo por primera vez en mucho tiempo.Cuando recobró un poco sus fuerzas trató de soltarse del amarre, pero no pudo ya que las sogas estaban encantadas por una bruja con un hechizo para que ningún vampiro pudiera soltarse. Así que dejó de luchar, pues era en vano gastar sus fuerzas en algo inútil.Concentró sus
Narrador:Tal y como lo había planeado, una vez que se vistieron, salieron por la ventana, cruzaron un pequeño bosque y se subieron a un coche que los esperaba encendido.- Señor, que bueno que pudieron escapar sanos y salvos- Muchas gracias Daniel, ahora ve y escóndete por un buen tiempo- Eso haré, mucha suerte- GraciasAurora y Dilan entraron en el coche y se alejaron a toda prisa- ¿Y ahora, Dilan?- Ahora, iremos a un lugar seguro, donde permaneceremos hasta que pueda ver la manera de que estés a salvo nuevamente- ¿Vas a contarme que pasó allí? – preguntó tímidamente- ¡Por supuesto que sí!, pero ahora deja que conduzca, ya cuando estemos a resguardo te lo cuento todo- Me parece bienDilan acarició el rostro de Aurora y esta le beso los dedos cuando se los pasó por los labios. Eso hizo que Dilan sonriera ampliamente.El viaje lo hicieron en silencio, Aurora cayó rendida y se durmió. El conduzco por horas. Al fin llegaron a una cabaña- Aurora, despierta, hemos llegadoElla ab
Aurora:La luz del sol entrando por la ventana me dio de lleno en la cara. Al abrir los ojos me encontré abrazada a Dilan, quién aún dormía. Lo observé detenidamente. Si bien la escena me era familiar ya que me recordaba a tantas mañanas que despertamos juntos, ésta era diferente, pues estaba en brazos del verdadero Dilan y sin duda sabía que le quería pero de lo que no estaba segura es que me gustara. ¡Sí ya sé!, algo confuso hasta para mí. Le había dicho que su pasado me asustaba, y era cierto, pero él no, él no me asustaba en lo absoluto. Disfrutaba de lo que veía, era un hombre por demás atractivo, de rasgos duros y definidos, había cambiado su barba candado por una completa pero a medio crecer, más bien como una sombra, sus labios no eran muy gruesos, pero sí muy sensuales, su cabello negro corto, pero no demasiado, sus ojos, si bien los mantenía cerrados, los conocía bien, y eran de un negro intenso, la verdad es que me intimidaba con la mirada. Y su físico, ¡madre mía!, no podí
Narrador:Luego de las discusiones con Aurora, Dilan había tomado el coche para marcharse. Inútiles fueron los intentos de ella, corriendo detrás para que se quedara o en su lugar la lleva con él. Entonces pasó el día sentada frente a la chimenea, sobre la alfombra y recostada al sofá- Si la Señora no necesita nada más, me retiro- Sara, te he dicho que me llames Aurora simplemente- Lo siento Señora, se me hace muy difícil, si es que no le molesta me gustaría seguir llamándola así – Aurora recordó lo que le había contado Dilan de ella y asintió con la cabeza- De acuerdo, llámame como te sientas más cómoda – y le sonrió – Tú que pareces conocer bien a Dilan, ¿tienes idea de a donde pudo ir?- Pues no lo sé, Señora, él cuándo está enfadado troza leña, ya lo vio esta mañana, pero siempre está solo en la cabaña, ahora como está usted aquí supongo que esa no es una opción, por lo tanto debe haber ido a buscar de hacer algo diferente. Por ende desconozco donde pueda estar, espero sepa di
Narrador:Ambos vampiros se despertaron luego de una noche muy pasional- Buenos días, mi amor- Buenos días Caín, muero de hambreLe respondió Aurora sin demasiado cariño y se tiró de la cama para correr a darse una ducha y desayunar.Al bajar a la cocina se encontraron que el desayuno estaba puesto para solo 2 personas- Sara, somos tres, tenemos un invitado- Si, Señora, el Amo Dilan me lo ha dicho- ¿Entonces?- Entonces puse el servicio para dos porque él salió esta mañana bien temprano. Así que el desayuno es solo para ustedes dos- ¿Y sabes a dónde fue?- Como le dije ayer, él está teniendo comportamientos extraños para mi- ¿Comportamientos extraños? – interrogó Caín- Nada de importancia, descuida, Caín, ya regresará – acotó AuroraSara se retiró y ambos desayunaron sin dialogar en demasía- Bueno, debo marcharme- ¿Tan rápido?- Cualquiera diría que no quieres que me vaya- Y no quiero, Caín, ¿por qué la duda?, ¿acaso no te quedó claro anoche en la cama?- Anoche en la cama,
Narrador:Como era de esperarse, ninguno de los dos amantes había dormido en toda la noche. Es que las ganas que tenían uno del otro eran inmensurables. La última vez que habían estado juntos fue cuando Aurora liberó a Dilan del calabozo, en la mansión de Caín.Ambos permanecían desnudos con sus cuerpos entrelazados sobre una cama revuelta y un dormitorio desordenado, pues no había quedado lugar en la habitación donde estos dos seres no se amaran- ¡Wow, Dilan, esto sí que estuvo intenso! – dijo Aurora tras un largo suspiro- No negarás que me lucí – acotó Dilan sonriendo ampliamente- ¡¿Que te luciste?!, ¡por Dios!, no sabía que se podían sentir esas cosas, no es que yo tenga demasiada experiencia, pero es lo más apasionante que he vivido – Dilan sabía a la perfección que ella se estaba refiriendo a su relación con Caín, pues que supiera, solo había tenido relaciones con ellos dos- Y las que te puedo hacer sentir si te quedas conmigo – respondió de forma capciosa- Dilan… - le dio u
Narrador:- Escucha, sé que lo menos que quieres es verme, y créeme cuando te digo que yotampoco quisiera tener que hacerlo, pero es necesario, Caín. Nos guste o no tenemosque unir fuerzas si queremos que Aurora esté a salvo- Tienes mucha razón cuando dices que lo menos que quiero es verte, la verdad es quedesearía que no hubieras vuelto a aparecer en mi vida. Muchos años estuve tranquilolejos de ti, Dilan. Pero también tienes razón cuando dices que tenemos que unirnos paraque Aurora esté a salvo y pueda cumplir su cometido- A mí su cometido me importa una mier*da. A mí lo único que me interesa en mantenerlaa con vida para que todo esto se termine de una pu*ta vez y ella pueda ser libre de elegirque camino quiere tomar- Se ve que estás muy seguro de que cuando llegue el momento ella te elegirá a ti porencima de mí- Yo no sé a quién elegirá de los dos o tal vez a ninguno. No soy un egoísta como tu Caín,que si no obtienes un beneficio no te mueves. Para que sepas, y aunque