Dilan:El recibimiento que me había dado Aurora me llenaba de regocijo, bueno en realidad generó una erección de manera instantánea. Es que verla correr hacía mí con los brazos abiertos para que la recibiera, colgarse de mi cuello con sus piernas en rodeando mi cintura y besarme… ¡Oh Dios mío! ¡Y cómo me besó! eso fue una locura, la gota que colmó el vaso. Y luego decir delante de las brujas y sobre todo de su amiga, que dormiría conmigo. ¡Uff, eso fue en verdad intenso!Por más experiencias como ésta sería capaz de hacerme matar en su nombre.Pero morí de risa de verle la expresión en su rostro al voltear y ver a Ernestina.Aunque estoy seguro de que pensó que era Caín, porque primero quedó aún más pálida de lo que es.Pero debía dejar la emoción para cuando correspondiera, ahora tenía que reunirme con mi equipo para ver cómo estaban las cosas. Así que salí de la casa y me dirigí al bosque que la rodeaba.- ¡Eh, Marcos! - le grité a mi viejo colega de andanzas, al divisarlo, con los
Aurora:Lo miré con impaciencia, mi respiración era arrítmica, debido a la ansiedad que me causaba su mirar tan intenso. Sabido era que no sería la primera vez que intimaría con él, pero me miraba diferente, el brillo en sus ojos había cambiado, parecía no querer hacerme el amor sino devorarme por completo. Tuve un poco de temor, pero debo reconocer que me excitaba sobremanera. Cuando soltó mi labio, me separé de él dando un paso hacia atrás. Y sonrió, con esa sonrisa malévola que tenía a veces, esa que le había visto la noche que me raptó, cuando me sacaron la capucha y me vio por primera vez. Recuerdo ese momento y aún tiemblo, estaba aterrada, creía que iba a matarme, pero no sin antes violarme. No se lo he dicho a nadie, y creo que tampoco se lo diré, pero esa idea me excitó en aquel momento. Pues cuando lo tuve frente a frente y se acercó a mí, tuve miedo, y, aunque tenía el trasero congelado, mi pelvis punzó. En este momento me sentía de la misma forma, no era el Dilan que conoc
Narrador:La experiencia que le había hecho vivir Dilan a Aurora, la había dejado exhausta. Así que descansaba sobre el pecho del lobo, con su cuerpo desnudo entrelazado al suyo.- Y si ya despierta, señorita abusadoraLe susurró él para despertarla mientras le besaba la frente y le frotaba el muslo que la joven le tenía encima.Pero ella no quería moverse, así que solo rezongó pero no se separó- mmm…- Oye, que tengo muchas cosas que hacer y necesito levantarme ya- No quiero, Dilan - respondió al fin - no puedo siquiera mirarteY se volteó tapándose hasta la cabeza con la sábana- ¿De qué hablas, Aurora? - preguntó sorprendido- Me muero de vergüenza - murmuró- ¿Vergüenza, pero que tonterías son esas?, ¿a qué te refieres? - cada vez se sorprendía másElla se descubrió solo los ojos y lo miró fijamente- Me refiero a lo de anoche, estoy abochornada - y volvió a cubrirse la cabezaEl soltó una sonora carcajada- ¡Ah, eso! - dijo al fin- Sí, eso - rezongó - y no te rías que no es gr
Aurora:No deseaba seguir hablando con Dilan sobre mi relación con Caín, así que me levanté de la cama y corrí hacia el baño. Literalmente; hui. No quería pensar en ello, me sentía muy bien en ese momento, viviendo mi romance con él, pero la realidad era que estaba teniendo un triángulo amoroso, donde yo era el centro. No era justo para ninguno de los dos, pero tampoco lo era para mí. Antes nunca me había enamorado, ¡y ahora me venía a enamorar de los dos! La vida, como siempre, me jugaba una mala pasada, ¿es que acaso nunca me dejaría ser plenamente feliz? No pude evitarlo y me lancé a llorar. Los golpes en la puerta me sacaron de mi congoja- Aurora, date prisa, ya escuchaste a Ernestina, tu amo ha llegadoLavé mi cara con abundante agua, tratando de que no se notara que había llorado casi desconsoladamente. Me vestí a toda prisa y salí lentamente del baño, esperando que Dilan aún siguiera en la habitación, para mi sorpresa se había ido. Me dirigí a la cocina. Al entrar vi a Caín pa
Dilan:Luego de prácticamente arrastrar a Aurora entre el bosque, por fin me detuve- ¿A caso te has vuelto loca? - le inquirí por demás irritado- ¿Por qué lo preguntas? - parecía desentenderse de lo que había hecho- Me besaste frente a todos – cada vez me enfurecía más- ¿Y? – me preguntó con esa voz de tonta que pone, cuando sabe que metió la pata- ¡¿Y?!, ¿encima me lo preguntas como si no lo supieras?- No, no lo sé - y sonrió- ¡Mier*da Aurora, todos saben que eres la prometida de Caín!- ¡Ah, era eso! - redondeó los ojos- ¡Sí, eso!, ¿te parece poca cosa acaso?- Pues fíjate que sí… - a veces era irritablemente desfachatada- ¿Solo eso vas a decirme?- No, también te diré que traten de informarse, yo dejé de ser la prometida de Caín hace ya algún tiempo, fue ni bien volví al Astillero- ¿Que? – sabía que las cosas estaban algo tirante entre ellos, pero no tanto como para romper el compromiso- Eso, que yo ya no soy la prometida de CaínPero a decir verdad, no entendía nada. El
Narrador:Como era de esperarse el ambiente se había puesto algo tenso, pues el hecho de estar Caín, Aurora, Lourdes, Gabriel, Dilan y Ernestina, todos en la misma habitación era una bomba de tiempo. Pero tenían que tratar de ser maduros y comportarse como seres civilizados, ya que algo que trascendía sus diferencias, estaba en juego.Luego de la declaración de Caín con respecto a expulsar a Lourdes del Clan si no obedecía sus órdenes sin cuestionarlas, los presentes permanecían en un incómodo silencio, si alguien hubiera querido cortar el aire con un cuchillo, no le sería posible, mínimo necesitaría una motosierra. Pero Sara era ajena a toda esa situación y lo cortó con facilidad- ¿Por qué no pasan al comedor?, he preparado té, café y unos bocadillos para comer – interrumpió la habitación, esbozando la gran sonrisa que la caracterizaba – estoy segura que con el estómago lleno podrán conversar mejorErnestina la miró con sorpresa, pues era la primera bruja con el suficiente coraje co
Narrador:La reunión había sido todo lo amena que podría llegar a ser, cuando en la misma habitación se reúne a Vampiros, Hombres Lobos y Brujos.- Tenemos que averiguar quién o quiénes están detrás del último secuestro de Aurora - dijo Caín y mirando a Dilan continuó - no pudiste averiguar nada cuando estuviste de infiltrado- En realidad muy poco. Es una manada que se dividió para eso y me dieron una de las fracciones a mí para comandarla. Pero solo conozco al Alfa original, él no sabe aún que estoy vivo, cree que morí en el incendio. Me pareció más prudente alejarme unos días, hasta instalar a Aurora aquí y asegurarme de que esté a salvo, para luego volver y tratar de averiguar más, es que estoy seguro de que él no es quien quiere la quiere muerta y mucho menos quien ideó el plan - tomó un respiro - si no fuera porque Iván y Mauricio perecieron bajo tu mano, diría que son ellos- Sí, pero eso es imposible. Como bien dijiste, murieron por mi mano - rezongó Caín – y tampoco creo que
Aurora:El ambiente que se había generado en la casa, con la reunión de vampiros, lobos y brujas, me había puesto algo ansiosa. Sé que todos esperan que dé el discurso justo, que tenga la palabra precisa, pero tienen que entender que a pesar de ser un vampiro que vivirá muchos siglos, si no me matan antes, aún soy muy joven, pues apenas tengo veinticinco años desde que nací. Soy muy importante para todos ellos, eso lo reconozco y me siento algo halagada, no lo voy a negar, pero también agobiada con tanta responsabilidad que depositan en mí, ellos llevan miles de años peleando sin llegar a un acuerdo, ilusionados con una profecía que se les hacía esquiva, hasta que aparecí y decidieron que era yo quien la llevaría a cabo. No tengo idea de por dónde comenzar, todos me miran como si tuviera todas las respuestas y no es así, yo ni siquiera sabía que existían, hasta que me convertí. La conversación con Pamela me lo había asegurado, tenía unos ciento noventa y cinco años, pero su aspecto er