Dilan:Luego de prácticamente arrastrar a Aurora entre el bosque, por fin me detuve- ¿A caso te has vuelto loca? - le inquirí por demás irritado- ¿Por qué lo preguntas? - parecía desentenderse de lo que había hecho- Me besaste frente a todos – cada vez me enfurecía más- ¿Y? – me preguntó con esa voz de tonta que pone, cuando sabe que metió la pata- ¡¿Y?!, ¿encima me lo preguntas como si no lo supieras?- No, no lo sé - y sonrió- ¡Mier*da Aurora, todos saben que eres la prometida de Caín!- ¡Ah, era eso! - redondeó los ojos- ¡Sí, eso!, ¿te parece poca cosa acaso?- Pues fíjate que sí… - a veces era irritablemente desfachatada- ¿Solo eso vas a decirme?- No, también te diré que traten de informarse, yo dejé de ser la prometida de Caín hace ya algún tiempo, fue ni bien volví al Astillero- ¿Que? – sabía que las cosas estaban algo tirante entre ellos, pero no tanto como para romper el compromiso- Eso, que yo ya no soy la prometida de CaínPero a decir verdad, no entendía nada. El
Narrador:Como era de esperarse el ambiente se había puesto algo tenso, pues el hecho de estar Caín, Aurora, Lourdes, Gabriel, Dilan y Ernestina, todos en la misma habitación era una bomba de tiempo. Pero tenían que tratar de ser maduros y comportarse como seres civilizados, ya que algo que trascendía sus diferencias, estaba en juego.Luego de la declaración de Caín con respecto a expulsar a Lourdes del Clan si no obedecía sus órdenes sin cuestionarlas, los presentes permanecían en un incómodo silencio, si alguien hubiera querido cortar el aire con un cuchillo, no le sería posible, mínimo necesitaría una motosierra. Pero Sara era ajena a toda esa situación y lo cortó con facilidad- ¿Por qué no pasan al comedor?, he preparado té, café y unos bocadillos para comer – interrumpió la habitación, esbozando la gran sonrisa que la caracterizaba – estoy segura que con el estómago lleno podrán conversar mejorErnestina la miró con sorpresa, pues era la primera bruja con el suficiente coraje co
Narrador:La reunión había sido todo lo amena que podría llegar a ser, cuando en la misma habitación se reúne a Vampiros, Hombres Lobos y Brujos.- Tenemos que averiguar quién o quiénes están detrás del último secuestro de Aurora - dijo Caín y mirando a Dilan continuó - no pudiste averiguar nada cuando estuviste de infiltrado- En realidad muy poco. Es una manada que se dividió para eso y me dieron una de las fracciones a mí para comandarla. Pero solo conozco al Alfa original, él no sabe aún que estoy vivo, cree que morí en el incendio. Me pareció más prudente alejarme unos días, hasta instalar a Aurora aquí y asegurarme de que esté a salvo, para luego volver y tratar de averiguar más, es que estoy seguro de que él no es quien quiere la quiere muerta y mucho menos quien ideó el plan - tomó un respiro - si no fuera porque Iván y Mauricio perecieron bajo tu mano, diría que son ellos- Sí, pero eso es imposible. Como bien dijiste, murieron por mi mano - rezongó Caín – y tampoco creo que
Aurora:El ambiente que se había generado en la casa, con la reunión de vampiros, lobos y brujas, me había puesto algo ansiosa. Sé que todos esperan que dé el discurso justo, que tenga la palabra precisa, pero tienen que entender que a pesar de ser un vampiro que vivirá muchos siglos, si no me matan antes, aún soy muy joven, pues apenas tengo veinticinco años desde que nací. Soy muy importante para todos ellos, eso lo reconozco y me siento algo halagada, no lo voy a negar, pero también agobiada con tanta responsabilidad que depositan en mí, ellos llevan miles de años peleando sin llegar a un acuerdo, ilusionados con una profecía que se les hacía esquiva, hasta que aparecí y decidieron que era yo quien la llevaría a cabo. No tengo idea de por dónde comenzar, todos me miran como si tuviera todas las respuestas y no es así, yo ni siquiera sabía que existían, hasta que me convertí. La conversación con Pamela me lo había asegurado, tenía unos ciento noventa y cinco años, pero su aspecto er
Dilan:Aurora podía volver loco a cualquiera. Todavía conserva ese espíritu rebelde que te da la juventud. Hacía muy poco tiempo que había dejado de ser humana y, como era de esperarse, aún no lo procesaba del todo. Para ella era libre y podía hacer lo que quisiera, cuando quisiera y, lo más importante, con quien quisiera. Pero la vida, o mejor dicho, la existencia de seres como nosotros, dependen de que nos mantengamos en manadas, Clanes o Aquelarres, eso depende de la especie a la cual pertenezcamos, pero siempre en grupo, nunca solos. Constantemente hay enemigos poderosos que quieren hacernos daño por eso necesitamos protegernos, y que mejor manera de hacerlo que en comunidad. Pero para ella eso era como una prisión y cada vez que podía se escapaba. Era tal cual una niña traviesa.- Estás muy serio, ¿en qué es lo en lo que piensas?Me preguntó Aurora, con el suave tono de su voz al que me tenía acostumbrado, mientras se sentaba a mi lado y acariciaba mi brazo, en claro gesto de car
Narrador: Ante semejante descubrimiento, ambas brujas habían quedado sumamente consternadas- Debemos decirles, Ernestina, ¿no cree? – Sara experimentaba una mezcla de euforia feliz y desconcierto, ante un acontecimiento sin precedentes – A demás el Amo Dilan quedará muy feliz al saber que tendrá un hijo de Aurora, él que tanto la ama- Sara, no me queda ninguna duda de que Dilan estará muy feliz, al igual que Aurora, no así Caín, claro está, pero ese el menor de los males – suspiró- ¿Y cuál sería el peor de los males?- Piensa por un segundo… - se volteó y se sentó en una silla frente a la mesa con la cabeza apoyada en sus manos y los codos en la tabla - ¿Quién lo criaría?- Lo mejor sería que lo criaran sus padres, o sea la señorita Aurora y el Amo Dilan- ¿Una vampira y un hombre lobo, líder de una manada? – más que preguntar, rezongó Ernestina – Piensa un poco Sara, más allá de que Dilan no le dé importancia a las antiguas tradiciones, su manada está esperando por una Luna, y Au
Narrador:Ernestina estaba viendo los primeros indicios del embarazo de Aurora, pues su casi desmayo y el apetito voraz de los últimos días, lo confirmaban. No podía decir nada, tampoco es que supiera que decir, pero sobre todo era porque no tenía idea de que era lo que tenía que hacer - ¡una vampira embarazada y encima de un hombre lobo!, eso no tenía precedente alguno.- ¡Ernestina, tanto tiempo! ¡Qué maravilla saber de ti!- Lara, también me da gusto comunicarme contigo, lamento que no hablemos más a menudo- Sí, lo sé, pero seguramente lamentas más el motivo de tu llamada- Me conoces bien- Pues síLara y Ernestina era antiguas amigas y colegas de Aquelarre, pues pertenecían al mismo. Un día se revelaron y lo abandonaron, Ernestina optó por una vida apartada y en soledad, viviendo en su cabaña en el bosque, pero Lara se había unido a un nuevo Aquelarre.Ambas brujas eran muy poderosas, pero su amiga contaba con el aval de su congregación.- Tengo que hablar contigo de forma urgen
Narrador:Ernestina y Sara llegaron a la ciudad y se reunieron de inmediato con Lara, quien las esperaba en su casa, donde además oficiaba de COVEN para su grupo.Lara era una mujer esbelta y de gran estatura, su cabello ne*gro siempre lo llevaba recogido en un moño a la altura de su nuca. El maquillaje era el necesario como para tratar de disimular los años que ya llevaba sobre los hombros y el desgaste por el hecho de ser la bruja más poderosa de los 9 Aquelarres. Si bien estaba orgullosa de su estatus, el cansancio le hacía desear con urgencia un sucesor.- ¡Ernestina, querida amiga, qué gusto me da que hayas venido! Dijo esbozando una amplia sonrisa cuando, al abrir la puerta, se encontró con las dos brujas paradas en el umbral- Lara… ¡un placer como siempre verte! - Ernestina no ocultó su alegría ante el reencuentro con su vieja amigaAmbas mujeres se fundieron en un afectuoso y sincero abrazo- Y tú debes ser Sara… - dijo Lara al separarse de su amiga y dirigirse a la otra bru