Matthew le abrió la puerta del auto para que entrara, a pesar de que no iba hacer nada malo se sentía sumamente nerviosa, y él sentía un gran hueco en su estómago.
—¿Tienes algún sitio en especial que quieras conocer? — preguntó mirándola de frente, Samantha tragó en seco al mirar sus hermosos ojos que la miraban tan intenso.
—Me gustaría conocer Space Needle o el mercado de pike place, he oído cosas fantásticas. — dijo con una gran sonrisa, una que hizo que el corazón de Matthew quisiera salirse de su pecho.
—Pues tenemos toda la tarde, así que te mostraré un poco de la ciudad.
—Perfecto.
—¿Qué conoces de Seattle? — Matthew puso el auto en marcha mientras iniciaba un tema de conversación.
—Solo dónde abrí mi restaurante.
—¿Y cómo se llama el restaurante? — ¿quería saber más acerca de esa hermosa mujer que con sólo verla le estaba robando su tranquilidad.
—Canlis, está situado en el barrio Queen Anne, tiene unas hermosas vistas al parque Gas Works y a las montañas Cascade. — Matthew la miró en un semáforo en rojo muy sorprendido.
—¿Es tuyo ese restaurante? — dijo bastante asombrado, mientras que Samantha asentí con la cabeza muy orgullosa de sí misma. — Vaya, he ido varias veces y la verdad es deliciosa la comida de ahí, te felicito. — Sam se sonrojó de inmediato.
—Gracias — Matthew sonrió como tonto al verla tan dulce.
—¿Y tú? ¿En qué trabajas? — Samantha se sentía llena de vergüenza, pero algo más poderoso quería saber sobre él.
—Mi padre había fundado una empresa hace muchos años, es de software y mercadeo, por muchos años su mejor amigo estuvo a cargo de ella, y pues cuando tuve la edad suficiente me hice cargo yo, al igual que Nathaniel.
—¿A qué edad murió tu padre? — Matthew la miró algo extrañado. — Lo siento, no debí preguntar, no quise hacerte sentir incómodo.
—No estoy incómodo, es solo que me extraña que Micah no te lo contara.
—Micah, nunca quiere hablarme de su familia, es muy poco lo que sé, como que ustedes no se llevan, que su madre es cariñosa y que su padre murió por un ataque del corazón.
—Así es, cuando él murió yo tenía 5 años, Micah 7, y Nathaniel tenía 3 años, recuerdo que mi madre lloraba por las noches, yo trataba de consolarla, de hacer que se sintiera bien, trate de llevar por el camino correcto a Nathaniel, y al menos no me arrepiento.
—Eso habla muy bien de ti, para ser solo un pequeño de 5 años. — Matthew se encogió de hombros como restándole importancia.
—¿Por qué no se llevan con Micah? —Matthew se quedó pensativo, no creía conveniente hablar de más.
—Eres algo preguntona — dijo con una sonrisa — tenemos muchas diferencias, te las contaría sino fuera tu prometido, no quiero hacer que se te caiga el santo, y no quiero ser el responsable de que termines dejándolo, pero lo que sí te voy a decir es que nunca, pero nunca te dejes, ni hagas lo que él dice, se tu misma, y no confíes 100% en él, no es lo que dice ser.
Samantha tragó grueso, no sabía el porqué, pero confiaba en las palabras de Matthew, estaba siendo muy sincero.
—La verdad, no confío en él un 100%, hay muchas actitudes que me hacen desconfiar e incluso dudar en casarme, pero cuando se comporta como el hombre que me conquistó, tierno, cariñoso y amable, es cuando pienso que hago lo correcto. — Matthew sintió esa hoguera en su estómago que apretó fuertemente el volante.
—¿Lo amas tanto para casarte? — Samantha quería decir que sí, que lo amaba demasiado, pero algo en ella no la dejó, que no lo hacía lo suficiente, por lo que Matthew sonrió.
—¿Te puedo dar un consejo?
—Claro.
—Aprovecha estos meses para que conozcas al verdadero Micah, y si al final decides y ves que quieres casarte hazlo, pero si no déjalo y se muy feliz. —Samantha vio muy atenta el perfil de Matthew, ese hombre era realmente hermoso, además tenía razón, Micah se estaba comportando como alguien que no conocía, era mejor saber quién era realmente.
—Seguiré tu consejo, voy hacer lo que dices, creo que mi padre será el primero en cancelar la boda. — eso llamó la atención de Matthew.
—¿Y eso porqué? ¿Acaso es un padre obsesivo que no quiere que su niña se vaya de casa? — dijo sonriendo, Samantha sonrió y negó con la cabeza.
—No, mi papá es el mejor del mundo y él quiere que sus hijas sean felices, pero nunca ha confiado en Micah, de hecho nadie de mi familia cree en él, no lo creen de verdad enamorado ni sincero. — dijo sumida en sus pensamientos.
—¿Eres tú la que está enamorada?
—Enamorada, enamorada, nunca lo he estado, bueno, en el sentido que nunca he sabido que es perder la razón por esa persona especial, que la piense todo el día, desde que me levanto, hasta acostarme, solo que me deslumbró, si vieras cómo actúa desde que lo conocí, respetuoso, cariñoso, atento, amable, pienso que con el tiempo, el aprecio y el cariño que le tengo iba a crecer, pero si sigue comportándose como un idiota, eso tendrá que acabarse. — desde ese instante Matthew supo que haría lo que fuera porque Samantha se diera cuenta que Micah era un imbécil.
—Te entiendo, ¿cuántas hermanas tienes? ¿Por qué no me cuentas de tus padres?
—¿Porqué te interesa tanto?
—Solo curiosidad, además para hacer tema de conversación.
—Sólo tengo una hermana, es menor, se llama Skyler, ella tiene 23 años, yo tengo 25 años, mi madre es una mujer cariñosa, amable, atenta, es una mujer única, creo que tu madre es como ella, ella es secretaria, de mi padre que es abogado y bueno Skyler está estudiando para ser diseñadora de modas. — se quedó mirando a Matthew y sonrió — Si eres dos años menor que Micah, entonces tienes 28 y Nathaniel 26.
—Exactamente — dijo con una gran sonrisa — hemos llegado al Space Needle.
Matthew sin importarle nada, agarró la mano de Samantha, y le ayudó a caminar, subieron a la torre para que Samantha pudiera ver esas vistas tan hermosas que tenía desde Space Needle.—¿Deseas comer algo? Ya que el almuerzo no te lo terminaste.—No, por ahora no tengo hambre, pero si te soy sincera prefiero ir a comer algo al mercado — dijo con una gran sonrisa de niña traviesa, haciendo que el corazón de Matthew quisiera salir de su pecho como por sexta vez desde que la vio llegar con Micah.Samantha disfrutaba de esa vista tan hermosa, mientras que él no dejaba de mirarla a ella.—Todo es hermoso desde aquí.—Ya lo creo, pero si ahora te gusta, espera cuando lo veas de noche.—¿Me traerías? — Samantha era una persona que confiaba muy rápido en las personas, cuando se comportan como lo hacía Matthew, él se había comportado más que ama
Sam miraba por dónde se había ido Matthew, algo en ella la hacía sentir estúpida, no podía estar celosa, no debía.—¿Por qué te has ido con Matthew? ¿Y dónde han ido? — El tono en que Micah le habló le molestó y mucho, hace un segundo estaba hablando de lo más tierno y ahora volvía a salir el imbécil, en ese momento se dio cuenta que Micah simplemente estaba fingiendo, lo miró entre enojada y decepcionada, ¿dónde estaba él chico alegre y cariñoso que había conocido? Y lo peor es que no tenían ni un día de haber llegado.—Me sacó de aquí porque estaba mal por tu culpa, me fui con él, porque quiso ser amable, solamente me llevó al Space Needle y el mercado de pike place porque quería conocer, ¿hay algún problema con eso?—Sam te juro que lo lamento, no se que me pasa, yo no soy así, llegar aquí me frustra. — Samantha se sintió mal por él y lo abrazó, él correspondió el abrazo, porque sabía que se había pasado c
Cuando Samantha abrió los ojos al día siguiente, se sentía más tranquila, ayer había sido un día muy cansado, además de todas las subidas de emociones que tuvo, sólo esperaba que Micah hoy fuera el mismos que venía conociendo hace un año, decidió levantarse, y darse un baño, para bajar a desayunar.Después de una hora Sam estaba renovada, se había lavado el cabello, por lo que se lo dejo suelto, se había puesto un conjunto blanco, con rayas azules, el pantalón se le moldeaba a sus piernas, su blusa de tirantes, y un escote en V, se veía hermosa y radiante, con un suspiro decidió bajar a desayunar.Cuando estaba por llegar al comedor escuchó a Jasmine hablar.—No puede ser que Micah no haya venido a dormir, ¿Cómo es que se comporta así? — la voz de Matt salió enojada—Mamá, sabes como es, de lo más seguro se quedó con alguna vieja toda la noche.—Nathaniel, no digas
—Ian. — dijo Samantha en un susurro, y notando un gruñido de parte de Matthew. Ian se acercó hasta ellos y la abrazó con fuerza.—¿Cómo estás princesa? ¿Qué haces aquí? No me avisaste que venías, hubiera mandado hacer algo especial para ti — Matthew sentía que se le subían las bilis al escucharlo.—Bien Ian, vine de visita, por un tiempo, ¿cuánto? aún no lo sé, y no te avisé porque quería darte una sorpresa cariño — le dijo Samantha con una sonrisa, mientras que Matthew se debatía en si sacarla a la fuerza y secuestrarla para que nadie la mirara o comportarse como debía, y para ser sinceros la primera opción estaba ganando.—Pues en serio, me las has dado, ¿Y en dónde está ese parási
Samantha se encontraba realmente nerviosa, se encontraba en la habitación que Jasmine le había asignado para ella, todas sus cosas ya estaban en la maleta, mañana se iría a su nuevo departamento, Matthew había sido de gran ayuda, y era super atento, se había sorprendido de la cantidad de cosas que tenían en común, él era tan diferente a Micah, estuvo ahí todo el día, la hizo reír, y cómo la miraba, la ponía sumamente nerviosa.Ya estaba lista para irse a la cena de la famosa Alice, y decir que estaba nerviosa era poco, no podía saber a qué le tenía miedo, lo cierto era que estaba muy ansiosa.Sam decidió bajar y no seguir esperando a Matthew, la verdad no podía quedarse más encerrada o le daría un ataque, cuando llegó a la sala no había nadie, por lo que se aventuró a la cocina, pero mucho antes de llegar escuchó como Matthew discutía con su madre.—Matt, cariño, yo solo quiero que ent
Matthew conducía a gran velocidad, necesitaba encontrarla, Samantha no tenía la culpa de nada de lo que le estaba pasando, solo su hermano, uno que había desaparecido hace un día y no se había dignado a llegar a la casa, sabía que con una llamada podía averiguar dónde y con quién estaba, pero no lo haría, porque por él, Micah podría pudrirse en el infierno que le daba igual, simplemente no le importaba, hacía mucho que había dejado de hacerlo.Matt volvió a maldecir cuando una gran lluvia empezó a caer, no podía creerlo, unas cuadras antes de llegar vio un pequeño cuerpo caminando debajo de la lluvia, frenó de inmediato en cuando la reconoció, no le importaba mojarse, en cuanto se detuvo, salió del auto y corrió hasta estar al frente de ella, no pudo evitar que sintiera el pecho latir fuertemente, todo su cabello lo tenía pegado a su hermoso rostro, miles de lágrimas se mezclaban con las gotas de lluvia, sus hermosos ojos cafés
En cuanto llegaron al departamento, Sam de inmediato buscó entre las toallas nuevas que habían comprado y le pasó unas a él.—Deberías ir a cambiarte — dijo Matthew algo serio, se colocó una toalla alrededor de su cuerpo, tratando de así quitar un poco el frío.—Necesitamos hablar Matthew.—Lo sé, pero ve y cambiante, no quiero que te resfríes. ——Pero.. tú no puedes quedarte mojado.—No te preocupes, yo me quitaré la ropa y me voy a tomar el atrevimiento de usar tu secadora de ropa y una bata de baño, para poder cubrirme mientras mi ropa se seca y hablamos, ¿Quieres? — Samantha asintió.—Bien, yo voy a cambiarme, tu ve al cuarto de lavado, y aquí
En cuanto Samantha y Matthew llegaron al restaurante, un camarero los llevó a la mesa donde Alice los esperaba. Samantha observaba el lugar maravillada, era muy lujoso, sus grandes ventanales en lugar de paredes lo hacían precioso y luminoso, los candelabros eran tan hermosos, parecían de otra época, pero igualmente lujosos.Samantha se dio cuenta cuando iban llegando a la que era su mesa porque una mujer rubia falsa, según el criterio de Samantha y con un cuerpo increíble se ponía de pie con una gran sonrisa al ver a Matthew, no pudo evitar sentir celos.—Matt, hola, por fin llegas. — Matt la abrazó con gran cariño, para luego darle un beso en su mejilla.—Hola, Alice, te ves hermosa — Claro que se veía hermosa, Samantha estaba que le daba un ataque de celos, esa mujer era muy atractiva, dudaba mucho que Matthew no se sintiera atraído por ella. Matt se giró hacia Sam y le tendió la mano — Mira Al, te presento a Samantha