Julie camina entre las personas que van y vienen por todo el aeropuerto abriéndose paso para llegar a su puerta de abordaje. Más adelante, su mejor amiga Eliza también va igual de apresurada. Van muy retrasadas para abordar su avión, el cual sale en treinta minutos y el último llamado hacia los pasajeros fue hace casi, diez minutos.
Al llegar a la puerta de abordaje, Eliza muestra ambos boletos de avión junto a sus pasaportes y las dejan pasar inmediatamente. Ambas corren por el pasillo que da hasta la puerta del avión compitiendo entre ellas y en el proceso ambas chocan entre sí, para ver quién llega primero.— ¡Eliza! —Julie chilla al tambalearse gracias a un fuerte empujón de su mejor amiga, el cual la tomó de sorpresa.— ¡Tonta! Sal de esa nube. —Eliza ríe y se adentra en el avión primero.Al encontrar sus asientos unos treinta segundos después, ambas se miran de manera expectante.Por primera vez, las mejores amigas salen del país en el cual nacieron y crecieron, para viajar hacia la hermosa Italia. ¡Juntas! Nunca antes habían tenido la oportunidad de hacer tal travesía debido a sus agendas laborales y también, por asuntos personales.¡Pero el momento a llegado! Por fin anotaran en su lista de anécdotas, un viaje fuera de su país natal.Las razones de ambas son muy distintas. Eliza viaja por trabajo y la hermosa Julie, lo hace para olvidar lo que su pareja por casi cuatro años le hizo.Nathan, un chico guapo y emprendedor ha sido el novio de Julie por tanto tiempo...Que cuesta creer que estuvo a punto de pegarle a la única mujer que ha sido incondicional para él en todo momento, cuesta creer que estuvo apunto de agredir físicamente a la mujer que decía amar más que a su vida, y todo al verse acorralado cuando ella le descubre su infidelidad, todo porque Julie descubre la verdad, la cual él no pudo ni puede negar y la cual intentó esconder descaradamente.Apoyando la cabeza en el respaldo del asiento, Julie ve hacia la ventana y su mirada se queda fija en las intensidades del cielo, perdiéndose así, ante pensamientos y recuerdos.Hace una semana que su vida dió un giro de trescientos sesenta grados, hace una semana descubrió la verdad, Nathan le ha sido infiel por casi cinco meses con una compañera de trabajo. Los descubrió infraganti en la fiesta de uno de sus amigos en común, ambos estaban dentro del baño pero ninguno de los dos se percataron de su presencia.Y Julie pudo escucharlo todo.Todo.El shock la noqueó de una manera tan horrible, que ella ni siquiera podía moverse del lugar a pesar de que moría por hacerlo, a pesar de que ya no quería escuchar más. Si no es por su mejor amiga, Nathan la habría visto en la puerta del baño. Él y su amante se habrían topado en la puerta de éste al nada más ellos terminar de fornicar.Esa noche, ella actuó como si nada estuviera pasando por el resto de la reunión, aunque moría por salir corriendo del lugar, Julie moría por llorar y gritarle hasta el cansancio. Pero se contuvo hasta que regresaron a casa y allí todo explotó cuando Julie aprovecha que Nathan fue a bañarse para revisar su teléfono.Nunca había hecho tal cosa, ella siempre respetó su espacio y sus cosas. Siempre le dió la privacidad que él también le daba. Pero después de ver y escuchar lo que ella había escuchado, tal respeto y derecho se habían ido al vacío, así como su alma esa noche, también se fue a dicho lugar.Y al revisar el teléfono de Nathan, terminó de confirmar lo que ya sabía desde hacía horas.Su pareja le era infiel y de la peor manera. Todos le estaban viendo la cara y ella no pudo sentirse más humillada.De la rabia, Julie le tira el teléfono a Nathan cuando éste sale del cuarto de baño y lo agarra completamente desprevenido, ya que el móvil le pega justo en el pecho.— ¡Julie! —Él grita— ¿Qué m****a pasa contigo?— ¿Qué pasa conmigo dices? —Chilla y le avienta el zapato— ¿En serio tienes el descaro de preguntarme tal estupidez? ¡Eres un hijo de puta!— Pero... —Nathan deja las palabras a medias al ser bombardeado por Julie y sus puños, los cuales el trata de esquivar.— ¡Te lo di todo! —Solloza— ¡TODO! ¡TODO POR CASI CUATRO AÑOS! Y tú me eres infiel con la estúpida de Katie. ¿Cómo pudiste? ¿Cómo?Nathan pone los ojos en blanco y luego se sonroja de inmediato al darse cuenta que Julie revisó su teléfono.— ¿Revisaste mi teléfono? —Susurra ofendido.— ¿Y tienes el descaro de molestarte? ¡Pero esto es el colmo! —Julie hace un movimiento pretendiendo distancia, pero es todo lo contrario. Solo estaba tomando fuerzas para hacer lo que haría.La palmada de su bofetada hacia Nathan, resuena en toda la habitación dejando a éste perplejo y con la mejilla roja como el tomate.— ¡Quiero que te vayas de mi casa ahora!— ¿Pero de qué estás hablando? ¡Yo no he hecho nada! Lo que sea que te hayan dicho es mentira, o lo que esté en mi teléfono, debes creerme.Julie resopla y girándose de golpe, lo encara nuevamente.— ¿Sabes una cosa?— ¿Qué? —El susurra agitado.— Te haz delatado solo. Porque nadie me ha dicho nada. ¡Yo los ví! Los escuché. ¡Te vi Nathan! Te vi. ¡Lárgate!Ella vuelve a girarse y corriendo, se va hacia el armario y a toda prisa saca del closet toda la ropa de Nathan y se la tira encima. Luego, va por dos grandes maletas y también se las tira junto con todos sus zapatos.— ¡Te vas! —Grita— ¡AHORA!— Pero Julie... —Nathan palidece— Observa la hora. Es tarde, por favor cálmate y hablemos.— ¡Sínico! —Ella vuelve a gritar— Desaparece.Nathan intenta acercarse para tratar de dialogar, pero Julie lo rebota y cuando ella alza la mano para volver a darle otra bofetada, el también alza la mano para protegerse el rostro y sin querer, la acerca demasiado al rostro de Julie, casi pegándole.Él estuvo a punto de pegarle, y aunque en ese momento no lo hizo y tampoco fue su intención. Minutos después, cuando todo se descontrola al punto de locura, Nathan sí alzó la mano con toda la intención de pegarle de verdad.Aunque, al ver el terror en el rostro de Julie, el se detuvo de inmediato y perplejo, se arrodilló rápidamente para pedirle perdón.— Nena, perdóname. ¡No era mi intención!— La única forma en la que pueda perdonarte lo que estuviste a punto de hacer, más lo que ya me hiciste, es largándote de mi casa. —Ella susurra sin más y se va de la casa antes de él hacerlo.Lo hace para no verlo partir. Lo hace para no estar en la casa cuando él se esté yendo y para no llorar en su cara cuando la realidad le golpee en el corazón. No va a darle el gusto de verla llorar después de tal humillación.Julie cierra los ojos ante el recuerdo y una lágrima recorre su mejilla derecha. Eliza nota su estado y aprieta su mano. Esa noche, ella corrió en busca de su amiga cuando Julie la llamó para pedirle ayuda. Ya que al salir tan deprisa de la casa, ella no se dió cuenta de hacia donde se dirigía.Su estado de shock era tanto, que Julie caminó hasta la taberna de John, la cual está a casi tres kilómetros de su hogar. Lo que es mucho, si se considera el territorio de su distrito.Este viaje podrá servirle para despejar su mente, alma y corazón, para poder sanar las inmensas heridas que su ahora ex novio le ha dejado. Es por eso que cuando Eliza le propuso que la acompañase en su viaje de trabajo, Julie no lo dudo ni un segundo.Pero lo que la hermosa Julie no sabe, ni mucho menos imagina, es lo que le espera al nada más aterrizar en la hermosa Italia.Su vida será, como nunca antes lo ha sido.Porque todo cambiará, justo a partir de ese momento...— Todo estará bien, amiga. ¡Ya lo verás! Nos divertiremos muchísimo y te haré olvidar todo lo vivido en casa.Julie sonríe ante las palabras de su amiga, y al mirar por la ventana, su mirada se pierde en el hermoso paisaje que la recibe.• Tres horas después…El hermoso avión por fin aterriza en el Aeropuerto internacional de Linate, en la majestuosa ciudad de Milán. Después de hacer una parada de emergencia.Mientras esperan sus maletas, Julie revisa por última vez su teléfono antes de volver apagarlo, ya que antes de abordar hace horas atrás, su madre le llamaba con insistencia y ella ya no le pudo devolver la llamada.Después de dejarle un corto mensaje a su madre indicándole que está bien y que cuando se establezca le llamará de vuelta, Julie está por apagar el teléfono cuando ve una llamada entrante de Nathan.«¡Después de una semana es que se digna en llamar! ¿Para qué? ¿Ahora que me fuí de la ciudad, sí quiere volver hablar?¡Jodete Nathan!»Ella decide ignorar la llamada inmediatamente y guarda el móvil en su nueva y hermosa mochila de Chanel. Un regalo de cumpleaños de parte de su madre.—Amiga ahí viene tú maleta. ¡Sal de esa nube! —Eliza chilla mientras toma sus dos maletas.—¡Ya voy! —Julie protesta y va p
Julie suspira mientras termina de leer su libro favorito, Orgullo y Prejuicio.Es la décima vez que lo lee, ella ama ese libro como a respirar. Para Julie, tal obra es una eminencia, una novela digna de varios premios Nobel.Al dejar su libro en la mesita de noche, escucha a su amiga susurrar desde la peinadora:—Ni tú, ni yo, podemos pasar la noche aquí, encerradas y aburridas. ¡Tenemos que salir! —Espeta eso último con emoción— Es nuestro primer viaje en otro país, debemos disfrutarlo al máximo.Julie palidece al verla maquillada y vestida para matar de un infarto a cualquier hombre.—¡Eliza! ¿Pero qué pasa contigo? ¡Quítate eso! Cualquier baboso puede mal interpretar tu vestimenta. ¡Ese vestido muestra demasiado!—Ay por favor… —Rueda los ojos— Eres modelo de revista, haz mostrado tu cuerpo más que yo. ¡Déjame ser!—Pues sí, pero nadie ve mi rostro. Además, mis fotografías son artísticas. Tampoco es que ando mostrando mis partes íntimas.Eliza palidece.—¡No me digas que se me ve
Al terminar de cantar la canción, los gritos y aplausos invaden todo el establecimiento y Marcos agradece:— ¡Grazie!Acto seguido, el baja del escenario rápidamente al dejar el micrófono en su lugar, para luego caminar hacia la dueña del collar. Pero a mitad de camino, su mejor amigo Luciano, le impide su cometido al abrazarlo por detrás y llevarlo de regreso a la mesa.— Eso estuvo de a muerte querido amigo. —Musita con entusiasmo— ¡Felicidades! Tienes que cantarnos más seguido, tenemos que explotar esa voz.Marcos ignora lo que su amigo le ha dicho, pero simulando que lo escucha, él solo asiente con la cabeza, porque toda su atención está puesta buscando con la mirada a la chica del aeropuerto.Cuando por fin la distingue en el área general, ella al principio lo observa tímidamente pero luego, segundos después, le hace un gesto con las manos, a lo que Marcos frunce el entrecejo tratando de entender a lo que ella se refiere, hasta que decide responderle haciendo lo mismo, con su man
Como puede y con ayuda del italiano, ella logra ponerse de pie y suspira.La situación la ha dejado un tanto fuera de foco. No esperaba encontrarselo así tan de la nada.Estando ya uno frente al otro, Julie desvía la mirada brevemente pues Marcos no deja de verla con el ceño fruncido, como si estuviese analizandola, cosa que la intriga.A lo lejos, ambos escuchan como Katherine se despide de la audiencia otra vez y ladeando la cabeza, ella se vuelve hacia Marcos nuevamente.— ¿Estás bien? —El pregunta.— Sí. —Ella le sonríe tímida y él le sonríe de vuelta— Gracias… No entiendo qué fue lo que me pasó.— ¿Segura? Yo sí creo que sabes lo que pasó. —Su hermosa mirada se estrecha, intimidandola más y Julie se sonroja de nuevo.— ¿Ah, sí? —Se aclara la garganta— Y según tú… ¿Qué pasó?— Verme de sorpresa, te impresionó demasiado.Ella suelta una gran carcajada, pues en el fondo sabe que lo que el a dicho es cierto, pero no se lo hará saber.Marcos le sostiene la mirada y dentro de sí, la to
Martes 20 de junio 2018…06:30 AMLa alarma en el teléfono de Eliza comienza a sonar sin parar, Julie se despierta en un abrir y cerrar de ojos y tanteando todo a su alrededor ya que el cuarto está en total oscuridad, llega hasta la pared continua y agachándose, siente la mesita de noche y enciende la lámpara.Caminando de regreso a la cama, observa la hora en su teléfono y maldice al darse cuenta que faltan pocos minutos para las siete. Por algo la alarma de Eliza sonaba con persistencia.— ¡Eliza! —Ella alza la voz mientras corre hacia la cama de su mejor amiga— Despierta loquita. ¡Debes ir a trabajar!Eliza comienza a gruñir quejándose y de un manotazo, aleja la mano de Julie de su rostro.— ¡Auch! —La castaña chilla ante el golpe— Estúpida, despierta o van a despedirte en tu primer día. ¡Malagradecida! —Espeta y le devuelve el manotazo— Eso te pasa por borracha enamorada.— ¡Cállate! —Eliza chilla al sentir el ardor en la espalda— Que mano tan pesada tienes… Mala.— ¡Jah! Ahora y
Ya en la avenida, Marcos toma de su mano y de forma cariñosa deposita un beso en la parte superior de esta. Julie desvía la mirada de las calles de la ciudad, para observar a Marcos y sonreír ante su gesto.—Por favor, dime ¿Qué deseas conocer primero? —Le sonríe— ¿La catedral? ¿O las plazas y tiendas de sus alrededores?Julie le devuelve la sonrisa y con su lindo gesto pensante, se decide qué conocer.Aunque, primero le pregunta:—¿Tú qué me sugieres?Marcos deja de mirarla para observar con detenimiento hacia el tránsito.—Todo en realidad. Desde las galerías de arte, hasta los museos. Milán tiene muchos lugares asombrosos, como los sitios más lujosos hasta los más cálidos y naturales. Como también lugares muy antiguos, no por algo Italia es el país con más patrimonios de la humanidad cuando de obras arquitectónicas se trata.Julie suspira encantada y musita:—Uy… ¡En eso tienes toda la razón! Creo que en efecto, me e sacado la lotería con este muy bien informado guía turístico.Mar
Tomando de su mano, Marcos finaliza el intenso momento y decide continuar el recorrido, ya habrá otra oportunidad para buscar el collar.O en definitiva, seguir haciendo de las suyas, alargar tal entrega.Alargar la situación.«Aún no es tiempo de volver a entregarte ese collar, Bellissima... Necesito más. Solo un poco más.» El beso de hace tan solo unos minutos atrás, tortura de manera sigilosa sin precedentes y a toda prisa, la mente y el corazón de Marcos.Algo sintió, algo que no puede explicar desde el primer instante en que ella se topó en su camino la tarde anterior en el aeropuerto. Tener el collar, rozarlo con la punta de sus dedos, sentirlo y saber su valor.Intensificó, todo.Tal vez esté loco, tal vez sea la desesperación, la presión por lo que está apunto de hacer en unas cuantas semanas que lo hacen sentir tal cosa.Pero no lo sabrá hasta que lo averigüe por sus propios medios.Y el reciente beso, es el inicio de ello.Pues Marcos, está decidido a saberlo. No importa cu
Dejando a Julie con cuidado en su asiento, Marcos se coloca rápidamente el cinturón después de ajustar el de ella y acelera su auto a todo lo que da.En ningún momento su mano suelta se la suya, no puede ni quiere hacerlo. Le gusta tocarla, sentirla. Sus dedos entre los suyos le hacen sentir vivo.Que no está solo. Que ya no está más solo.Sabe que esto no está bien, él lo sabe. Está a punto de casarse en unas pocas semanas, pero alejarse de Julie no es una opción que esté dispuesto hacer. Mucho menos ahora, que está a punto de confirmar si lo que siente por ella es real o producto de su estrés por lo que está a punto de vivir en el futuro.Estacionando frente a su hogar, Marcos deja de pensar en todo lo que le atormenta y de inmediato baja de su auto, lo rodea y en menos de un segundo le abre la puerta a Julie, quien no dura de pie ni dos instantes al Marcos cargarla y, luego subirla sobre su hombro izquierdo.—Ahhh… —Ella grita divertida por la impresión y se sostiene abrazando la