—¿Crees que algún día lleguemos a amarnos tanto, así como los amamos a ellos? —Luciano susurra pensativo y Julie asiente con firmeza.—Sí, lo creo. Incluso mucho más.—Me alegra que creas eso, porque pienso que vamos por buen camino...—Comparto ese pensamiento, por algo Eliza y Marcos querían que estuviéramos juntos.Luciano suspira y musita:—Un año juntos no ha sido suficiente, pero el resto de nuestras vidas...—Sera suficiente para aprender a amarnos mucho más cada día —Ella suspira con sentimiento—. Porque ya no me veo con otra persona que no seas tú.Luciano sonríe con ternura y, acurrucandose mucho más a su lado, la abraza. Segundos después, Julie deposita un tierno beso en sus labios y él, encantado de la vida, lo intensifica, para luego susurrar entre besos:—Tampoco me veo con otra persona que no seas tú.Julie sonríe con sinceridad y ladeando la cabeza, los recuerdos la invaden. Antes no veía una vida sin Marcos, estuvo hundida en el dolor por mucho tiempo, pero Luciano si
Julie camina entre las personas que van y vienen por todo el aeropuerto abriéndose paso para llegar a su puerta de abordaje. Más adelante, su mejor amiga Eliza también va igual de apresurada. Van muy retrasadas para abordar su avión, el cual sale en treinta minutos y el último llamado hacia los pasajeros fue hace casi, diez minutos.Al llegar a la puerta de abordaje, Eliza muestra ambos boletos de avión junto a sus pasaportes y las dejan pasar inmediatamente. Ambas corren por el pasillo que da hasta la puerta del avión compitiendo entre ellas y en el proceso ambas chocan entre sí, para ver quién llega primero.— ¡Eliza! —Julie chilla al tambalearse gracias a un fuerte empujón de su mejor amiga, el cual la tomó de sorpresa.— ¡Tonta! Sal de esa nube. —Eliza ríe y se adentra en el avión primero.Al encontrar sus asientos unos treinta segundos después, ambas se miran de manera expectante.Por primera vez, las mejores amigas salen del país en el cual nacieron y crecieron, para viajar ha
• Tres horas después…El hermoso avión por fin aterriza en el Aeropuerto internacional de Linate, en la majestuosa ciudad de Milán. Después de hacer una parada de emergencia.Mientras esperan sus maletas, Julie revisa por última vez su teléfono antes de volver apagarlo, ya que antes de abordar hace horas atrás, su madre le llamaba con insistencia y ella ya no le pudo devolver la llamada.Después de dejarle un corto mensaje a su madre indicándole que está bien y que cuando se establezca le llamará de vuelta, Julie está por apagar el teléfono cuando ve una llamada entrante de Nathan.«¡Después de una semana es que se digna en llamar! ¿Para qué? ¿Ahora que me fuí de la ciudad, sí quiere volver hablar?¡Jodete Nathan!»Ella decide ignorar la llamada inmediatamente y guarda el móvil en su nueva y hermosa mochila de Chanel. Un regalo de cumpleaños de parte de su madre.—Amiga ahí viene tú maleta. ¡Sal de esa nube! —Eliza chilla mientras toma sus dos maletas.—¡Ya voy! —Julie protesta y va p
Julie suspira mientras termina de leer su libro favorito, Orgullo y Prejuicio.Es la décima vez que lo lee, ella ama ese libro como a respirar. Para Julie, tal obra es una eminencia, una novela digna de varios premios Nobel.Al dejar su libro en la mesita de noche, escucha a su amiga susurrar desde la peinadora:—Ni tú, ni yo, podemos pasar la noche aquí, encerradas y aburridas. ¡Tenemos que salir! —Espeta eso último con emoción— Es nuestro primer viaje en otro país, debemos disfrutarlo al máximo.Julie palidece al verla maquillada y vestida para matar de un infarto a cualquier hombre.—¡Eliza! ¿Pero qué pasa contigo? ¡Quítate eso! Cualquier baboso puede mal interpretar tu vestimenta. ¡Ese vestido muestra demasiado!—Ay por favor… —Rueda los ojos— Eres modelo de revista, haz mostrado tu cuerpo más que yo. ¡Déjame ser!—Pues sí, pero nadie ve mi rostro. Además, mis fotografías son artísticas. Tampoco es que ando mostrando mis partes íntimas.Eliza palidece.—¡No me digas que se me ve
Al terminar de cantar la canción, los gritos y aplausos invaden todo el establecimiento y Marcos agradece:— ¡Grazie!Acto seguido, el baja del escenario rápidamente al dejar el micrófono en su lugar, para luego caminar hacia la dueña del collar. Pero a mitad de camino, su mejor amigo Luciano, le impide su cometido al abrazarlo por detrás y llevarlo de regreso a la mesa.— Eso estuvo de a muerte querido amigo. —Musita con entusiasmo— ¡Felicidades! Tienes que cantarnos más seguido, tenemos que explotar esa voz.Marcos ignora lo que su amigo le ha dicho, pero simulando que lo escucha, él solo asiente con la cabeza, porque toda su atención está puesta buscando con la mirada a la chica del aeropuerto.Cuando por fin la distingue en el área general, ella al principio lo observa tímidamente pero luego, segundos después, le hace un gesto con las manos, a lo que Marcos frunce el entrecejo tratando de entender a lo que ella se refiere, hasta que decide responderle haciendo lo mismo, con su man
Como puede y con ayuda del italiano, ella logra ponerse de pie y suspira.La situación la ha dejado un tanto fuera de foco. No esperaba encontrarselo así tan de la nada.Estando ya uno frente al otro, Julie desvía la mirada brevemente pues Marcos no deja de verla con el ceño fruncido, como si estuviese analizandola, cosa que la intriga.A lo lejos, ambos escuchan como Katherine se despide de la audiencia otra vez y ladeando la cabeza, ella se vuelve hacia Marcos nuevamente.— ¿Estás bien? —El pregunta.— Sí. —Ella le sonríe tímida y él le sonríe de vuelta— Gracias… No entiendo qué fue lo que me pasó.— ¿Segura? Yo sí creo que sabes lo que pasó. —Su hermosa mirada se estrecha, intimidandola más y Julie se sonroja de nuevo.— ¿Ah, sí? —Se aclara la garganta— Y según tú… ¿Qué pasó?— Verme de sorpresa, te impresionó demasiado.Ella suelta una gran carcajada, pues en el fondo sabe que lo que el a dicho es cierto, pero no se lo hará saber.Marcos le sostiene la mirada y dentro de sí, la to
Martes 20 de junio 2018…06:30 AMLa alarma en el teléfono de Eliza comienza a sonar sin parar, Julie se despierta en un abrir y cerrar de ojos y tanteando todo a su alrededor ya que el cuarto está en total oscuridad, llega hasta la pared continua y agachándose, siente la mesita de noche y enciende la lámpara.Caminando de regreso a la cama, observa la hora en su teléfono y maldice al darse cuenta que faltan pocos minutos para las siete. Por algo la alarma de Eliza sonaba con persistencia.— ¡Eliza! —Ella alza la voz mientras corre hacia la cama de su mejor amiga— Despierta loquita. ¡Debes ir a trabajar!Eliza comienza a gruñir quejándose y de un manotazo, aleja la mano de Julie de su rostro.— ¡Auch! —La castaña chilla ante el golpe— Estúpida, despierta o van a despedirte en tu primer día. ¡Malagradecida! —Espeta y le devuelve el manotazo— Eso te pasa por borracha enamorada.— ¡Cállate! —Eliza chilla al sentir el ardor en la espalda— Que mano tan pesada tienes… Mala.— ¡Jah! Ahora y
Ya en la avenida, Marcos toma de su mano y de forma cariñosa deposita un beso en la parte superior de esta. Julie desvía la mirada de las calles de la ciudad, para observar a Marcos y sonreír ante su gesto.—Por favor, dime ¿Qué deseas conocer primero? —Le sonríe— ¿La catedral? ¿O las plazas y tiendas de sus alrededores?Julie le devuelve la sonrisa y con su lindo gesto pensante, se decide qué conocer.Aunque, primero le pregunta:—¿Tú qué me sugieres?Marcos deja de mirarla para observar con detenimiento hacia el tránsito.—Todo en realidad. Desde las galerías de arte, hasta los museos. Milán tiene muchos lugares asombrosos, como los sitios más lujosos hasta los más cálidos y naturales. Como también lugares muy antiguos, no por algo Italia es el país con más patrimonios de la humanidad cuando de obras arquitectónicas se trata.Julie suspira encantada y musita:—Uy… ¡En eso tienes toda la razón! Creo que en efecto, me e sacado la lotería con este muy bien informado guía turístico.Mar