• Una hora antes de ir al aeropuerto... —Lindo apartamento, Lucious. —Julie murmura en tono burlón y Luciano la fulmina con la mirada.—¡Ni te atrevas! —Gruñe— Odio que me llamen "Lucious" Julie suelta una carcajada y alzando ambas manos en el aire, musita:—Esta bien, no más Lucious. —Vuelve a reír y Luciano sin poder evitarlo, ladea una sonrisa.—Ya vuelvo, enpacare una muda de ropa, mis cosas de aseo personal y nos vamos de inmediato al aeropuerto. Estas en tú casa...—Me parece bien, gracias, no te preocupes por mí.El asiente y se pierde en el pasillo que da hacia su habitación, Julie se gira sobre sus talones y dajando sus maletas cerca de la puerta, camina hacia la sala y detalla las obras de arte que destacan en la pared.«Vaya que Luciano es un amante de los bosquejos.»Julie sonríe cuando lee el nombre de ‘Lucey Paoli' en una de las pinturas, pues es una de sus artistas favoritas y se queda mirando el cuadro por al menos, un minuto entero.—No sabía que eras amante del art
De camino a la casa de su abuela, Marcos conduce su Jeep mientras Julie canta a todo pulmón una canción de su adorada Lana del Rey.Sí, Ride. Marcos sonríe al verla tan feliz y eso le hace olvidar todo el revuelo que dejó en Milán.Franco estuvo a punto de hacer de las suyas contra Franchesca al no poder llevar acabo su plan contra Julie.Se puso furioso cuando notaron que ella y Luciano se habían marchado sin previo aviso antes de poder perjudicarla.Marcos tuvo que guardar la compostura para no matarlo al ver personalmente su desfachatez.Franco estuvo a punto de golpear a Franchesca delante de todos si no es porque Marcos interviene, no le importó la presencia de los pocos invitados que aún quedaban en la casa, cuando él y sus hombres se dieron cuenta de la ausencia de Julie. Franco estaba fuera de sí. Y aparentó ante su esposa y familiares que todo se debía a un mal negocio que le había salido y que por ello, había estallado de esa manera.A Franchesca le pedio disculpas con evid
• Una semana más tarde... Sábado 25 Julio del 2018 Por desgracia para todos, especialmente para Marcos, el fatídico día de la boda había llegado y los increíbles días que pasaron todos juntos de vacaciones en Verone, habían terminado. Julie estaba destrozada, mentalmente trató de prepararse para esto, sabía que pasaría. Pero al ser ya tan real, su corazón aún se negaba ha aceptarlo.Así que cuando el taxista estaciona frente a la casa de los padres de Marcos, ella corre a toda prisa hasta la puerta seguida por Eliza quién trata de sujetarla en vano, pero cuando está por llegar, Marcos sale de la casa junto a Luciano y Julie se detiene en seco al verlo vestido con un hermoso traje de color blanco. Pues se veía, realmente hermoso. Hasta Eliza lo notó.—Julie... —El musita en un hilo de voz cuando la ve de pie junto a su convertible— ¿Qué haces aquí? ¡Deberías estar en la casa de hospedaje! No es seguro que estés aquí, no hoy.Ella lo ignora y corriendo hacia él lo abraza y se aferra
Nueve meses después... —Julie... El pequeño Marcos es una preciosidad. —Franchesca susurra con ternura mientras carga al bebé y se sienta en la cama de hospital junto a ella— Marcos estaría muy feliz, él se fue sabiando que su pequeño venía en camino. Se fue feliz.—Lo sé... Ojalá hubiera podido verlo. Despedirme. —Ella suspira con mucho pesar ante los recuerdos— Comencé a sospechar del embarazo en nuestra última semana en Verone, aunque no le dije nada pues podía estar equivocada y no estar embarazada. Pero creo que él lo sabía, por eso fue tan sobreprotector los últimos tres días.—¡Claro que lo sabía! Siempre lo supo, lo sintió hasta el final y no se equivocó.—Definitivamente no. —Ella sonríe con pesar y cambiando el tema rápidamente, pregunta— ¿Cómo sigue Ricciardo? ¿A dado alguna señal o avance?Franchesca se encoge de hombros y con pesar susurra:—Igual, como todos los días desde el incidente... No avanza, nada cambia, no da señales de que despertará —Su vista se nubla— Es com
—¿Crees que algún día lleguemos a amarnos tanto, así como los amamos a ellos? —Luciano susurra pensativo y Julie asiente con firmeza.—Sí, lo creo. Incluso mucho más.—Me alegra que creas eso, porque pienso que vamos por buen camino...—Comparto ese pensamiento, por algo Eliza y Marcos querían que estuviéramos juntos.Luciano suspira y musita:—Un año juntos no ha sido suficiente, pero el resto de nuestras vidas...—Sera suficiente para aprender a amarnos mucho más cada día —Ella suspira con sentimiento—. Porque ya no me veo con otra persona que no seas tú.Luciano sonríe con ternura y, acurrucandose mucho más a su lado, la abraza. Segundos después, Julie deposita un tierno beso en sus labios y él, encantado de la vida, lo intensifica, para luego susurrar entre besos:—Tampoco me veo con otra persona que no seas tú.Julie sonríe con sinceridad y ladeando la cabeza, los recuerdos la invaden. Antes no veía una vida sin Marcos, estuvo hundida en el dolor por mucho tiempo, pero Luciano si
Julie camina entre las personas que van y vienen por todo el aeropuerto abriéndose paso para llegar a su puerta de abordaje. Más adelante, su mejor amiga Eliza también va igual de apresurada. Van muy retrasadas para abordar su avión, el cual sale en treinta minutos y el último llamado hacia los pasajeros fue hace casi, diez minutos.Al llegar a la puerta de abordaje, Eliza muestra ambos boletos de avión junto a sus pasaportes y las dejan pasar inmediatamente. Ambas corren por el pasillo que da hasta la puerta del avión compitiendo entre ellas y en el proceso ambas chocan entre sí, para ver quién llega primero.— ¡Eliza! —Julie chilla al tambalearse gracias a un fuerte empujón de su mejor amiga, el cual la tomó de sorpresa.— ¡Tonta! Sal de esa nube. —Eliza ríe y se adentra en el avión primero.Al encontrar sus asientos unos treinta segundos después, ambas se miran de manera expectante.Por primera vez, las mejores amigas salen del país en el cual nacieron y crecieron, para viajar ha
• Tres horas después…El hermoso avión por fin aterriza en el Aeropuerto internacional de Linate, en la majestuosa ciudad de Milán. Después de hacer una parada de emergencia.Mientras esperan sus maletas, Julie revisa por última vez su teléfono antes de volver apagarlo, ya que antes de abordar hace horas atrás, su madre le llamaba con insistencia y ella ya no le pudo devolver la llamada.Después de dejarle un corto mensaje a su madre indicándole que está bien y que cuando se establezca le llamará de vuelta, Julie está por apagar el teléfono cuando ve una llamada entrante de Nathan.«¡Después de una semana es que se digna en llamar! ¿Para qué? ¿Ahora que me fuí de la ciudad, sí quiere volver hablar?¡Jodete Nathan!»Ella decide ignorar la llamada inmediatamente y guarda el móvil en su nueva y hermosa mochila de Chanel. Un regalo de cumpleaños de parte de su madre.—Amiga ahí viene tú maleta. ¡Sal de esa nube! —Eliza chilla mientras toma sus dos maletas.—¡Ya voy! —Julie protesta y va p
Julie suspira mientras termina de leer su libro favorito, Orgullo y Prejuicio.Es la décima vez que lo lee, ella ama ese libro como a respirar. Para Julie, tal obra es una eminencia, una novela digna de varios premios Nobel.Al dejar su libro en la mesita de noche, escucha a su amiga susurrar desde la peinadora:—Ni tú, ni yo, podemos pasar la noche aquí, encerradas y aburridas. ¡Tenemos que salir! —Espeta eso último con emoción— Es nuestro primer viaje en otro país, debemos disfrutarlo al máximo.Julie palidece al verla maquillada y vestida para matar de un infarto a cualquier hombre.—¡Eliza! ¿Pero qué pasa contigo? ¡Quítate eso! Cualquier baboso puede mal interpretar tu vestimenta. ¡Ese vestido muestra demasiado!—Ay por favor… —Rueda los ojos— Eres modelo de revista, haz mostrado tu cuerpo más que yo. ¡Déjame ser!—Pues sí, pero nadie ve mi rostro. Además, mis fotografías son artísticas. Tampoco es que ando mostrando mis partes íntimas.Eliza palidece.—¡No me digas que se me ve