Bianca llego tan pronto como pudo a la habitacion del hotel, antes habia llamado a Ricardo para que le confirmara en donde estaba, pero no recibio ninguna respuesta.La puerta de la suitte estaba abierta, ella corrió hacia adentro y cerró enseguida, inspeccionó alrededor, todo aparentaba estar en ordén, las luces estaban prendidas, las cortinas de la terraza cerradas, impidiendo el paso de la luz del sol que quemaba a fuera–Ricardo –llamó ella, pero la habitacion estaba vacía, hasta que al abrir la puerta del baño, lo vió, tras la transparente puerta de cristal que cubría la ducha, su sombra detrás de aquella puerta, a Bianca le generó tranquilidadBianca se apresuró a desvestirse para acompañarlo en la ducha, se metio lentamente bajo las calidas gotas de agua, y lo abrazó por detrás–oh, llegaste –dijo Ricardo dandose la vuelta para verla–si, te estuve llamando, me dejaste preocupada al teléfono, no se te escuchaba muy bien, que te pasa–me preocupe un poco al no verte llegar, es
Bianca se movió a apagar la música que habían dejado de fondo, mientras Ricardo intentaba calmar a su hija en el teléfono que lloraba de manera incontrolable–por favor pequeña, no le digas nada a la abuela de lo que encontraste, te prometo que te lo explicaré todo–dijo Ricardo, Bianca se había vestido, caminaba de un lado a otro nerviosa, Ricardo, aun no le había dicho nada de lo que estaba pasando con su hija pero ella ya se lo imaginaba.El millonario empresario no logró calmar la angustia de su hija por el teléfono–debemos viajar hoy mismo, debo ir a ver a mi hija, ella me necesita–dijo Ricardo a Bianca, con el teléfono aun sin colgar, Bianca movió la cabeza afirmativamente, aunque no conocía lo sucedido, pero para ella, Carmina era lo mas importanteRicardo terminó la llamada, aunque Carmina seguía de la misma manera, pero con la seguridad de que su padre regresaría con ella esa misma tarde–debemos recoger toda nuestras pertenencias, hay que volver a la mansión–avisó Ricardo s
Bianca mostraba una postura firme ante Esthela, era la primera charla que tenian a solas, desde que ella llegó a la mansión. Antes no hizo falta una charla similar, porque Bianca, era solo una empleada de Ricardo, y la chica que habia hecho maravillas con la fiesta de su nieta, pero esa vez, ya Esthela estaba enterada de la relación de Bianca con su hijo, “ como se habia enterado” fue lo primero que le llegó a la mente a Bianca en ese momento, porque Ricardo no le había dicho nada a su madre, tampoco dudó de Carmina, porque ella ya había demostrado en ocasiones anteriores, que podía mantener un secreto. Pero para Esthela, una mujer de cincuenta y ocho años que en su vida habia visto muchas cosas, supo distinguir por algunas miradas, y toqueteos entre su hijo y Bianca, que algo pasaba, que aquello no era una simpre relacion de jefe y empleada.Bianca seguía mirando y escuchando a Esthela, sin decir una sola palabra, con la rosa negra en la mano.–prometí que no permitiría que me daña
Bianca apretó los labios, y tragó su dolor, volteó la cara para secarse las lágrimas, se despidió de Esthela, dejándola en su abismal plantío de flores, y se fue hacia adentro de la casa.La respiración apurada de aquella mujer, era la muestra del dolor que cargaba con ella, llevaba demasiado peso por dentro. A mitad de camino, estalló en llantos, su cabeza le explotaba del dolor, mientras seguía escuchando las palabras de Esthela en su cabeza “ no voy a permitir que le hagan daño, cuídalo por favor” sostuvo su delgada barriga, y se agarró de una de las estatuas de cristal que Ricardo tenía afuera de la casa–señorita esta usted bien–preguntó el mayordomo que la alcanzó a ver en aquella actitud, y se acercó a ella para ayudarla–gracias Alfred, me duele mucho la cabeza, tendras algo para aliviar mi dolor–enseguida, pero venga, le pido que se relaje aca, rescuéstese, necesita que le llame al señor Ricardo–no, no por favor, yo lo esperaré aquí abajo–esta bien, ya le traigo algo para
Bianca soltó lentamente el picaporte de la puerta de su oficina, que sostenía con fuerza, se subió el bolso hasta su hombro derecho, volteó hasta Ricardo–ah, con que de eso se trataba–añadió enojada–se trataba de qué–de ir a recolectar información sobre mi, de eso se trataba esa farsa del viaje a Venecia–por favor Bianca, ya sabes que no fue una farsa, solo trato de abrite mi corazón y decirte la verdad–agregò Ricardo intentando abrazarla, pero ella se notó muy reticente–no me toques, me has engañado–no Bianca como crees, no fui a Lorena a buscar información tuya, ella me la dio sin pedirselo–ah piensas que voy a creerte, si necesitabas saber algo de mi, debiste pedirlo–ah, ja, es una broma por Dios santo–anunciò Ricardo saliendo de la mesa–es enserio, me vas a contar lo que necesito saber, se te olvidó que me dijiste que hay cosas que me contarás a su tiempo, ¡esa era una de ellas!–pues, al menos debiste preguntar–es que acaso no lo entiendes, fui a esa casa por otra co
El silencio, fue la respuesta a tal interrogante, Ricardo miró el rostro de Bianca, la incertidumbre se había apoderado de ella, estaba por huir de allí, pero no podía darle la espalda a Carmina.La pequeña jovencita, buscaba una respuesta para ver si podía entender a su madre, con quien no pudo compartir muchas cosas en vida, porque ella siempre estuvo distante, pero, necesitaba al menos saber, si ella,alguna vez quiso a esa familia, si Paulo, había sido la causa de esa desunión, pero Carmina no sabía que Bianca era la persona mas perjudicada en todo ese asunto, porque aquel famoso Paulo, había jugado con sus sentimientos, la embarazó, la engañó y se robó a su propia hija.Ricardo amenazó con irse y dejar a Bianca y Carmina solas, pero Bianca, con la mirada le pidio que se quedara, y aceptó, pero lo hizo en contra de su voluntad. porque cualquier cosa que pudiera decir Bianca acerca de Paulo, lastimaría su hombría, pues para él, este hombre era un perfecto desconocido, un fantasma de
–Mi tía, entonces si tengo una tía, cuanto deseaba escuchar esoCarmina se apegó al abrazo que Bianca le dio, fue una noticia que no se esperaba, pero la acepto con entusiasmo, ella amaba a Bianca, despues de un descubrimiento tan desastrozo como la de su madre y su amante, le hizo bien escuchar que Bianca era su tía–tienes razón al decir que tu y mi madre tenían la costumbre de enamorarse del mismo hombre, pues mirate, ahora estas con mi papáCarmina mostró lo mucho que le agradó haber escuchado aquella notícia, Ricardo agradeció con una sonrisa el gesto de Bianca al contar toda la verdad–quien nació primero, tu o mi madre–pues tu mamá–todavía no se porqué mi madre nunca mencionó nada sobre tu existencia, ni la abuela–es que los adultos tenemos una rara manera de ser–estoy de acuerdoEstaba cayendo la noche, y Bianca continuba bajo la mansión, con planes de abandonarla tan pronto como le fuera posible, pero al parecer, Carmina quería saber esa misma noche, todo acerca de la rel
Bianca hizo el intento de calmar la ansiedad que veía en su novio, desde que Carmina salió de la oficina, Ricardo no tuvo paz en su mente, habían trasncurrido pocos minutos, y demasiadas cosas pasaron por la cabeza de Ricardo, el miedo se apoderó de su corazón y no soporto mas–tengo que ir a buscar a Carmina–dijo Ricardo apresurándose hasta la puerta, pero chocó de frente con su hija que volvía por él–papá, toma, es la abuela, quiere hablarte–dijo Carmina, el rostro de la adolescente, revelaba algo “ incertidumbre, Bianca sospechó que aquella llamada, tenía que ver algo con ella, y que Lorena ya había recibido, la citación para el juicio.Sin dudarlo, Ricardo tomó el teléfono de la mano de su hija, y salió, el resentimiento y la frustración, se apoderaron de él–que es lo que quieres Lorena, que pretendes con la llamada que le has hecho a mi hija–ha sido solo una advertencia –anunció la señora del otro lado–¡advertencia de que!, a mi no me amenazas, ya tuve suficiente de ellas–