Bianca mostraba una postura firme ante Esthela, era la primera charla que tenian a solas, desde que ella llegó a la mansión. Antes no hizo falta una charla similar, porque Bianca, era solo una empleada de Ricardo, y la chica que habia hecho maravillas con la fiesta de su nieta, pero esa vez, ya Esthela estaba enterada de la relación de Bianca con su hijo, “ como se habia enterado” fue lo primero que le llegó a la mente a Bianca en ese momento, porque Ricardo no le había dicho nada a su madre, tampoco dudó de Carmina, porque ella ya había demostrado en ocasiones anteriores, que podía mantener un secreto. Pero para Esthela, una mujer de cincuenta y ocho años que en su vida habia visto muchas cosas, supo distinguir por algunas miradas, y toqueteos entre su hijo y Bianca, que algo pasaba, que aquello no era una simpre relacion de jefe y empleada.Bianca seguía mirando y escuchando a Esthela, sin decir una sola palabra, con la rosa negra en la mano.–prometí que no permitiría que me daña
Bianca apretó los labios, y tragó su dolor, volteó la cara para secarse las lágrimas, se despidió de Esthela, dejándola en su abismal plantío de flores, y se fue hacia adentro de la casa.La respiración apurada de aquella mujer, era la muestra del dolor que cargaba con ella, llevaba demasiado peso por dentro. A mitad de camino, estalló en llantos, su cabeza le explotaba del dolor, mientras seguía escuchando las palabras de Esthela en su cabeza “ no voy a permitir que le hagan daño, cuídalo por favor” sostuvo su delgada barriga, y se agarró de una de las estatuas de cristal que Ricardo tenía afuera de la casa–señorita esta usted bien–preguntó el mayordomo que la alcanzó a ver en aquella actitud, y se acercó a ella para ayudarla–gracias Alfred, me duele mucho la cabeza, tendras algo para aliviar mi dolor–enseguida, pero venga, le pido que se relaje aca, rescuéstese, necesita que le llame al señor Ricardo–no, no por favor, yo lo esperaré aquí abajo–esta bien, ya le traigo algo para
Bianca soltó lentamente el picaporte de la puerta de su oficina, que sostenía con fuerza, se subió el bolso hasta su hombro derecho, volteó hasta Ricardo–ah, con que de eso se trataba–añadió enojada–se trataba de qué–de ir a recolectar información sobre mi, de eso se trataba esa farsa del viaje a Venecia–por favor Bianca, ya sabes que no fue una farsa, solo trato de abrite mi corazón y decirte la verdad–agregò Ricardo intentando abrazarla, pero ella se notó muy reticente–no me toques, me has engañado–no Bianca como crees, no fui a Lorena a buscar información tuya, ella me la dio sin pedirselo–ah piensas que voy a creerte, si necesitabas saber algo de mi, debiste pedirlo–ah, ja, es una broma por Dios santo–anunciò Ricardo saliendo de la mesa–es enserio, me vas a contar lo que necesito saber, se te olvidó que me dijiste que hay cosas que me contarás a su tiempo, ¡esa era una de ellas!–pues, al menos debiste preguntar–es que acaso no lo entiendes, fui a esa casa por otra co
El silencio, fue la respuesta a tal interrogante, Ricardo miró el rostro de Bianca, la incertidumbre se había apoderado de ella, estaba por huir de allí, pero no podía darle la espalda a Carmina.La pequeña jovencita, buscaba una respuesta para ver si podía entender a su madre, con quien no pudo compartir muchas cosas en vida, porque ella siempre estuvo distante, pero, necesitaba al menos saber, si ella,alguna vez quiso a esa familia, si Paulo, había sido la causa de esa desunión, pero Carmina no sabía que Bianca era la persona mas perjudicada en todo ese asunto, porque aquel famoso Paulo, había jugado con sus sentimientos, la embarazó, la engañó y se robó a su propia hija.Ricardo amenazó con irse y dejar a Bianca y Carmina solas, pero Bianca, con la mirada le pidio que se quedara, y aceptó, pero lo hizo en contra de su voluntad. porque cualquier cosa que pudiera decir Bianca acerca de Paulo, lastimaría su hombría, pues para él, este hombre era un perfecto desconocido, un fantasma de
–Mi tía, entonces si tengo una tía, cuanto deseaba escuchar esoCarmina se apegó al abrazo que Bianca le dio, fue una noticia que no se esperaba, pero la acepto con entusiasmo, ella amaba a Bianca, despues de un descubrimiento tan desastrozo como la de su madre y su amante, le hizo bien escuchar que Bianca era su tía–tienes razón al decir que tu y mi madre tenían la costumbre de enamorarse del mismo hombre, pues mirate, ahora estas con mi papáCarmina mostró lo mucho que le agradó haber escuchado aquella notícia, Ricardo agradeció con una sonrisa el gesto de Bianca al contar toda la verdad–quien nació primero, tu o mi madre–pues tu mamá–todavía no se porqué mi madre nunca mencionó nada sobre tu existencia, ni la abuela–es que los adultos tenemos una rara manera de ser–estoy de acuerdoEstaba cayendo la noche, y Bianca continuba bajo la mansión, con planes de abandonarla tan pronto como le fuera posible, pero al parecer, Carmina quería saber esa misma noche, todo acerca de la rel
Bianca hizo el intento de calmar la ansiedad que veía en su novio, desde que Carmina salió de la oficina, Ricardo no tuvo paz en su mente, habían trasncurrido pocos minutos, y demasiadas cosas pasaron por la cabeza de Ricardo, el miedo se apoderó de su corazón y no soporto mas–tengo que ir a buscar a Carmina–dijo Ricardo apresurándose hasta la puerta, pero chocó de frente con su hija que volvía por él–papá, toma, es la abuela, quiere hablarte–dijo Carmina, el rostro de la adolescente, revelaba algo “ incertidumbre, Bianca sospechó que aquella llamada, tenía que ver algo con ella, y que Lorena ya había recibido, la citación para el juicio.Sin dudarlo, Ricardo tomó el teléfono de la mano de su hija, y salió, el resentimiento y la frustración, se apoderaron de él–que es lo que quieres Lorena, que pretendes con la llamada que le has hecho a mi hija–ha sido solo una advertencia –anunció la señora del otro lado–¡advertencia de que!, a mi no me amenazas, ya tuve suficiente de ellas–
Esas últimas palabras de Bianca, se quedaron resonando en los oidos de Ricardo “ lo nuestro debe terminar aca” ella permanecía de espalda hacia él, mientras Ricardo se había quedado sentado con la cabeza gacha, pensando que otra cosa decir, ante un hecho que era evidente, la mujer que él aprendió a amar, pese a las incertidumbres de su antiguo matrimonio, lo estaba dejando. Bianca estaba deshecha por dentro, aunque parecía todo lo contrario, sus palabras sonaron crueles, pero de espaldas ante él esa mañana, sus ojos se habian llenado de lágrimas, ella estaba sufriendo también, debía dejar a Ricardo atrás, para seguir adelante en la búsqueda de su hija, y todavía no podía revelarselo, aunque quería hacerlo.–Entonces, ¿me estas dejando? –anunció él desde allí–no lo veas de esa manera–y como es entonces, a ver, explícamelo tu–al mudarme a Florencia, dejé muchas cosas pendientes en Venecia, y debo ir a atenderlas, eso es todo–y por eso terminas conmigo, si sabes que para mi, la d
Ricardo notó una sola cosa al parecer, la frialdad con la que Bianca decía las cosas,le hicieron parecer que ella verdaderamente nunca lo quiso, Ricardo abordó a Bianca por detrás, ella seguía sin querer darla la cara –entonces, quiere decir que lo nuestro no significó nada para ti –Ricardo yo te amo –pero decides dejarme, eh, valla forma de amar –lo hago por una razón mas fuerte –Que puede ser más fuerte que lo que sentimos el uno por el otro–Ricardo tomó el brazo derecho de su novia y la haló hasta él, Bianca sentía que su corazón se le iba a salir por la boca, Ricardo volvió a tener cerca de el, aquel cuello delicado y con el mas rico de los olores, ella forcejeaba para salir de sus brazos, pero él la rodeó con su cuerpo sometiéndola hasta la pared y la besó. Bianca intentó poner todas sus fuerzas para salir de aquellos brazos, pero poco a poco se dejó llevar, hasta que no se resistió mas, y la mesa de su escritorio quedó chica para lo que vino después Una vez mas, Bianca y