Lorena sabia que si había una persona competente para hacerle frente, era ese muchacho. Bianca se frotaba las manos fuertemente, apoyo sus dos codos sobre la mesa y recostó casi la mitad de su cuerpo sobre la mesa. Estefy estaba bien pendiente a su colega para asistirlo, para ese punto, hubo un crudo silencio a la espera de que el experto expresara la primera palabra, los ojos de todos en aquella sala se habían fijado en cada movimiento y ademanes que hacía el joven–Señora Lorena, usted sabe quien es mi clienta aquí sentada a su frente–dijo el hombre, señalando hacia Bianca quien miraba fijamente sin palpadear, el abogado de Lorena quiso objetar la pregunta bajo el alegato de que no estaba bien formulada–Le aseguro su señoría que llegaré al punto de mi pregunta–afirmó rápidamente Lorenzo–Esta bien, continue–aceptó el magistrado, y una vez mas, Lorenzo volvío a instalar la misma pregunta–Sabe usted quien es la mujer que la acusa–cuestionó, Lorena miró fijamente a Bianca, desvió lue
A Bianca se le salian las lágrimas al recordar lo mal que la habia pasado su madre, con hambre, enferma y con falta de trabajo, mientras su hermana se habia apoderado de todo lo que le pertenecía. Entre tanto las dos partes arreglaban con el juez cada detalle de la prueba mostrada por Lorenzo, la muejr que se creia invencible, seguía sentada allí, recibiendo una paliza de un joven novato como muchos decían, Lorenzo le estaba demostrando, que sus estudios y meritos bien ganados en la univerdiad, no habían sido en vano.Con cada cuestionamiento, Ricardo se sentía cada vez mas consternado, cuantas verdades que el desconocía acerca de esa familia, estaban saliendo a la luz durante ese juicio. El importante empresario estaba un tanto desesperado porque le tocara su turno para hablar, no quería que se le saltase ningun punto, era su primera vez en un juicio, y lo hacia por amor, su corazón se habia fijado firmmente en Bianca, sin intenciones de retroceder.Se habia hecho una pequeña paus
Destellos, de luces de cámaras, murmullos, y un sinfín de cuestionamientos cayeron sobre Lorenzo y su equipo al término de aquella audiencia, Lorenzo intento escaparse de tener que dar explicaciones, no habia sido ningun héroe, solo actuó como debia hacerlo para defender a su clienta.Bianca iba de le la mano de Lorenzo y Estefy, cuidada para que no tuviese que decir nada, aun bajo la insistencia de los representantes de la prensa que no se daban por vencidos, y esperaban en la salida del tribunal, para lograr alguna palabra de la señorita.Lorenzo volteo a ver a su derecha, y observo a Lorena y sus abogados, discutiendo, ella se notaba furiosa, aquella jugada no se la esperaba, dentro de Lorenzo sonaba la musica de la victoria, aunque no le gustaban los alardes, pudo haber ido hacia ellos y estrujarles en la cara lo mal que habian quedado ese dia, tal como ellos lo hicieron en la primera audiencia, pero sin embargo, se guardo la emoción, cruzó una desafiante mirada con Lorena, quien
Aunque Lorena y su equipo ya habian despejado el lugar, algunos miembros de la prensa seguían aguardando afuera para tratar de obtener algunas palabras del notable abogado, quien había dado de que hablar aquella mañana con el gran desempeño en la audiencia. Gracias a sus revelaciones, ahora la noticia que circulaba en todos los diarios,y noticieros locales, era la vida secreta de la dama de las leyes,nadie supo hasta ese momento, que Luciano, el abogado ejemplar quien había fundado el estudio jurista mas reconocido en todo el norte de Italia, hubiera sido capaz de tener un romance fuera del matrimonio y con la propia hermana de Lorena, y como consecuencia, habia dejado una hija a la que trataron de ocultar por mucho tiempo. El escándalo ya estaba regado por todos lados,la notable abogada estaba sufriendo, tanto que habia escondido lo sucedido, pero no le sirvió de nada, la gente que seguia ese juicio de cerca, permanecían espectante para conocer los detalles de aquella historia, pe
Hubo silencio por un momento, mientras el ambiente se había puesto bastante tirante, La madre de Ricardo no decía nada, sabía que había cometido un grabe error al permitirle la entrada a Lorena, su hijo había sido claro, pero su consuegra, la había convencido con mentiras sobre una supuesta enfermedad, y Esthela se dejó atrapar teniendolo lástima.–Papá, la abuela vino a verme, me dijo que estaba enferma–alegó Carmina, al sentir la sensación de frialdad que reinaba entre ellos, mientras Ricardo miraba a Lorena sin pestañar, y con cara de perro burdó–Hija vamos, tu padre debe hablar con tu abuela–dijo Esthela, sacando a Carmina de allí, aunque la pequeña se resistía, la inocente chiquilla no deseaba separarse mas del único recuerdo que le quedaba de su madre, pero se retiró–No te vallas sin antes volver a hablar conmigo abuela–le dijo Carmina–No te preocupes pequeña, sabrás cuando me valla–sostuvo, mientras Ricardo seguía de pie con la sangre caliente, observando a su única pequeña,
El afamado magnate de la industria hotelera, estaba decidido a terminar con la incertidumbre que lo estaba matando, el secreto con el que su malavada suegra jugaba y le restregaba en la cara, que lo sacaría al aire si el no hacia lo que ella quería. Al dejarla partir, fue animado a solucionarlo ese mismo día, pero al ver a su hija, sentada en la sala, hojeando las páginas de una revista de diseño de interiores, que repentinamente le había llamado la atención, pudo darse cuenta que aun no estaba preparado, un susto le sobrevino, al recrear en su mente, como seria el panorama, cuando su pequeña se enterase de aquella verdad, entonces una vez mas, se retracto de hacerlo, con mas dudas que antes, pues si no lo hacia en ese momento, ¿ Cuando sería? Se cuestionó, pero las cosas estaban tan mal para el , que no sabia si era lo mejor en ese momento, aunque Lorena lo amenazaba, no se animo a hacerlo por miedo a perderla.Por muchos años, Carmina era lo unico a lo que se habia aferrado aquel
Ricardo estaba un tanto alterado, no sabia que hacer con su madre, Esthela seguía sentada frente a el lloriqueando, decida a dejarle el camino libre, el pobre hombre, le costaba entender lo que su madre quería, pero necesitaba tomar una dicisión, o la convencia de que no se fuera o le seguía la corriente, pero lo que Ricardo no sabia era que detrás de esos reclamoss, Esthela estaba sacando sus frustraciones pasadas–Que es lo que deseas de mi, a ver dime–por fin le dijo Ricardo después de estar minutos en silencio –Nada, no quiero nada–dijo ella secando sus lagrimas con un pequeño pañuelo que tenia en manos–Entonces me puedes decir que es lo que pasa contigo, me estas tratando peor que un enemigo, dejaste entrar a Lorena a nuestra casa, eso es algo que no puedo permitir mas–sostuvo, mostrando todavia una gran incomodidad por lo sucedidoEsthela se había calmado como para que su voz se escuchara un poco mas clara, suspiró ante su hijo, lo miro con seriedad y le dijo–Hijo, desde
–Verdaderamente, no eres el Ricardo que yo parí–dijo ella, y salió corriendo hasta la casa, en eso, ambos vieron como Carmina se acercaba hasta ellos, la pequeña corrió directamente hasta su abuela–Abuela, a donde vas, no te vallas, por favor–dijo Carmina apegandose a los brazos de su abuela–Mi vida, las cosas con tu padre no estan bien, por el momento, sera mejor que me tome unas vacaciones, pero te prometo que volveré–explicó Esthela, abrazó a su nieta y continuo su camino, Ricardo miraba todo parado, parecia inmune o no importarle nada, Carmina se apresuro hasta el, para la pequeña, el unico responsable de que su abuela los abandonara, era su padre–Que hiciste, porqué echas a la abuela, por qué, si ella es la que siempre ha estado para mi–grito Carmina colgada de los brazos de su papá, el intento tranquilizarla, y explicarle razones, pero ella no quiso escuchar, aparentemente, la chiquilla habia llegado, en el momneto en que su padre, le dijo a su abuela que se marchara, Carmin