El hombre despedazado, dio la espalda y se quedó agarrado de las barandas del segundo piso, mirando hacia abajo, observo a su alrededor, habia hecho una enorme fortuna, afirmó en su cabeza, pero en ese momento de que le servia todo eso, si estaba peleado con su familia, su madre se habia ido dejando la relación de ellos dos bastante quebrada, una hija que no deseaba verle hasta que su abuela no estuviera de regreso, y con la mujer a quien amaba lejos, a quien intentaba ayudar, pero las cosas ya estaban bastante complicadas, ahí recordó que debia decidir rápidamente qué hacer. La noche habia caido en aquella mansión, habian pasado algunas horas desde la partida de Esthela, el silencio seguia reinando, aunque la residencia solía ser silente, pero ese día resaltaba por demás por causa de la ausencia de Esthela, quien sabia hacerse sentir, dando órdenes, yendo de un lado a otro, movilizando a todos, para mantener aquella casona reluciente como a ella le gustaba. Ricardo habia ocupado t
Ricardo desesperado, asustado, pero con la esperanza de que encontraría a su hija, mientras iba en el auto, alerta a la llamada de su mayordomo o su chofer por alguna novedad de su pequeña, se cuestionaba, como habia echo su hija para salir de allí y no ser vista por nadie, en que momento lo hizo, pues habian transcurrido mas de dos horas desde la ultima vez que hablaron en la puerta de la habitación de Carmina, ¿cómo pudo haber violado la seguridad? Aunque la niña conocia cada rincón de la enorme residencia, no pudo haber ideado aquello ella sola, necesitaba un complice para hacerlo, pensó Ricardo, e imaginó muchas cosas o posibilidades de lo que pudo haber pasado, pero ninguna le daban una respuesta, ¿quien la habia dejado escapar a espaldas de él? ¿Habrá tenido algo que ver Lorena, o su madre sabia todo y no se lo dijo? una interrogante tras otra saltaban a la cabeza del agobiado empresario, quien seguia recorriendo las afuera de la exclusiva vivienda, sin ningún resultado, su men
Ricardo se dio la vuelta, la pequeña esperanza que habia en su rostro, al parecer se estaba esfumando, se volvio a sentar, estaba totalmente destruido por dentro, pero no queria demostrar debilidad ante sus empleados, aunque su rostro decía mucho del estado de ánimo en el que se encontraba.–señor podemos dar aviso a la policía–sugirió Esteban–no hay caso hombre, nos diran que debemos esperar veinticuatro horas para reportarla como desaparecida–asimilio Ricardo tirando sobre la mesa su celular. tanto Esteban como Alfred, querian hacer mas para ayudarlo, pero estaban limitados, miraron la cara de sufrimiento del hombre, y se sintieron impotente, esperaban recibir una respuesta positiva del personal que s ehabia encargado de revisar el vivero, justo en ese momento, fueron avisados que el lugar estaba vacio, sin rastros de Carmina, Ricardo estaba a punto de sacar afuera delante de todos su dolor a puros gritos, cuando sintieron los ruidos de un auto que se estacionaba fuera de la casa.
Ricardo agradeció a su madre por estar ahí, sus palabras fueron bastante buenas, pero no sirvieron para sacarlo del estado de ansiedad en el que se encontraba–Te agredezco mamá, pero entiende que no puedo estar sin hacer nada, no puedo aquietar mi cabeza, lo unico que pienso es en mi hija y lo mal que esta ahí afuera–añadio el un tanto intranquilo–lo se, yo igual pienso en ella, no digo que nos quedemos de brazos cruzados, voy a llamar a la estacion de policias, todavia tengo contactos allí, estoy segura de que Franchesco podra ayudarnos–aseguro ella. el hombre al que Esthela habia mencionadao, era un viejo amigo de la familia, un veterano oficial y detective, experto en desaparicion de personas, y ademas, un señor aprueba a todo terreno, quien por mucho tiempo, estuvo detrás de aquella mujer madura, pero ella habia jurado que su corazon perteneceria a su marido aun despues de muerto, y asi era, pero el oficial, disfrutaba escucharla, o verla, cada que ella lo necesitaba.– Estoy s
Esa noche al telefono con su novio, despues de escuchar las dificil situacion por la que estaba atravesando su hombre, no habia otra cosa mas para hacer, Bianca tendría que testificar esa mañana en el juzgado.–seguro que estarás bien–pregunto Ricardo a su novia–Ricardo, ahora lo que importa es encontrar a Carmina, yo me las arreglare con Lorenzo–le dijo ella para alentarlo, pero los nervios se habian comenzado a apoderar de la mente de Bianca, al reflejarse una vez mas frente a Lorena, aun nno estaba preparada para ello, pero no se lo queria hacer saber a Ricardo, menos en la situacion delicada en la que estaba.–Pero, seguro que no te vas a congelar frente a Lorena, ella tiene la peculiaridad dde hacerte sentir eso, pero recuerda, ella tiene miedo tambien, usa eso a tu favor–dijo Ricardo, y se despidieronAquellos dos, no sabian cuando volverian a verse, nada estaba escrito, y no tenian previsto como iban a salir las cosas, la huida de Carmina, tenia a esa familia en una sola direc
Lo primero que hizo Bianca cuando su reloj sonó a las seis de la mañana, fue tirarse de la cama, habia dormido sola en aquella espaciosa cama, con una habitacion tan comoda y lujosa, pero no era lo mismo sin Ricardo a su lado, se apresuro a llamarle, la ultima vez que hablo con el, fue al termino de la charla con Lorenzo y Estefy, eran las dos de la mañana, para cuando ellos concluyeron con todo el repertorio de posibles preguntas que podrian surgir en la audiencia de esa mañana, a esa hora, Ricardo estaba todavia despierto, con Carmina afiuera perdida, quien podia dormir, fue lo que dijo cuando Bianca lo llamó, habia logrado darle una pastilla a su madre, para que se relajara,solo asi pudo pegar un ojo.Bianca habia dormido solo cuatro horas, pero no se sentia cansada, la adrenalina por lo que estaba por vivir en solo tres horas, la ayudó a cobrar fuerzas, ademas de la alegria que recibio al escuchar a Ricardo esa mañana decir–Hermos encontrado a Carmina, el se escuchaba contento, l
Mientras Ricardo se preparaba para encontrarse con su hija luego del susto que le habia pegado a todos, Bianca ya estaba en el juzgado, lista para escuchar a su querida tia decir mentiras frente a todos, ella estaba segura que Lorena, metiria en todo su relato, pero por suerte, o por cosa de la fe, como dijo Bianca, ella estaba alli para refutar cada una de sus palabras.Una vez lejos del ojo de los medios, excepto de algunos que estaban permitidos para presenciar el juicio, Lorenzo con su equipo y su defendida, caminaron hasta la sala, antes de ingresar,Estefy se quedó unos segundos a solas con su amiga, mientras Lorenzo firmaba unos papeles, y les explicaba al juez y el jurado en privado, que el testigo de ese día, habia sido cambiado.–Respira profundo Bianca, recuerda que a quien tendras en frente es a la mujer que te dañó por mucho tiempo, no debes tener compasion con ella–aviso Estefy, preparandola para que no se acobardara, ella sabia de lo que Lorena era capaz de hacer, sus ge
La mirada de Lorenzo, pegada a la acusada, le anunciaban a Lorena que no podia obviar aquel cuestionamiento o posponerlo como lo habia hecho en otro momento, debia responder.–Lorena, ¿va a decir algo? o tomaré ese silencio como una afirmación–argumentó Lorenzo–Yo tenia el mismo derecho que mi hermana por esa casa y todo lo que habia allí dentro, todo aquello me pertenecía a mi tambien–anuncio la orgullosa mujer, sus manos estaban un poco rígida, se le podia ver en el rostro, lo mucho que odiaba tener que dar esas explicaciones, pero Lorenzo disfrutaba llevarla a esa posición de incomodidad, de esa manera, sacaba de ella, lo que realmente era, una mujer falsa.–Entonces, usted no niega que mi defendida es propietaria de esta mansión–dijo Lorenzo, pidiendo a su compañera, que mostrara en la pantalla las fotos de la casa que Lorena ya tenia en venta, al verlo, la señora no se infartó porque todavia necesitaba fingir que sabia mantener los estribos, pero su mirada, decía mucho, ella hab