Esperanza había pedido a su padre que le hiciera una corona de la Almudena, rellena de trufa de chocolate negro y decorada con corazones de crema de frutas del bosque, ya que quería que su amigo supiera lo mucho que le quería y lo importante que era para ella, a pesar de todo lo que había pasado.
Al mismo tiempo, se sentía muy unida a él y le tenía muchísimo cariño. Era alguien muy especial, ya que sabía leerla como nadie, le entendía como si se conocieran de toda la vida y siempre sabía lo que tenía que hacer para que ningún malentendido llegara a una gran crisis.
Esperanza empezó a escribir la siguiente carta, en parte teniendo en cuenta lo que le había dicho su padre.
“Mi queridísimo amigo, Deseo:
Te escribo esta carta para darte las gracias por todo lo que haces por mí y para expresarte lo que siento y me pasa contigo.
Sabes que para mí eres muy especial, mucho más que un amigo e incluso que un hermano y de ti lo único que recibo es cariño, bondad y generosidad.
A pesar de tus errores y de tus fallos, siempre los corriges y enmiendas, acercándote a mí de una forma que llena mi alma de amor y eso puede con todo y no puedo enfadarme contigo.
Escribiendo estas líneas, siento añoranza de los momentos que hemos vivido y sobre todo de las primeras veces, esas que te hacen sentir cosas y que nunca más se vuelven a repetir.
Pero contigo, tengo una sensación distinta a lo que había sentido antes, pues siento que cada vez y cada día será la primera vez de algo, incluso de lo que hayamos hecho antes, juntos o con otras persona. Es una percepción tan extraña... y creo que tú también experimentas algo parecido.
Existe entre nosotros una conexión muy fuerte y particular, desde el primer día que nos vimos, desde el momento en el que hablamos e incluso del primer mensaje.
Como echo de menos las veces que nos hemos reído juntos y emocionado... a veces te extraño mucho y me entristezco al pensar en ti.
Sabes mejor que nadie lo que pienso y siento, a veces lo averiguas sin yo decirte nada, leyéndome mejor que yo a mí misma. Cuando percibo que desfallezco siempre encuentro tus manos que no me dejan caer, cuando me falta el aliento siento que el aire me trae tu soplo de vida y cuando ni yo me quiero te empeñas en hacerme ver que soy maravillosa y merezco que me quieran de verdad.
Eres capaz de cambiar las bombillas que tengo fundidas y no dejas que se me apaguen del todo. Has aguantado mis momentos de oscuridad y en mis etapas más difíciles, siempre, encontrando tu cariño.
Este año te mereces esto más que nunca, ya que te he hallado siempre en mis peores momentos, cuando más te he necesitado y ha dado igual que estuviéramos sin apenas hablarnos, aunque han sido pocas veces, pues no nos hemos enojado.
Me has dado lo mejor de ti, sin importar nada y has sacado tiempo para escucharme dejando de hacer hasta tus cosas y de lo cual te estoy enormemente agradecida.
Espero que no cambies nunca y si alguna vez tengo la posibilidad de estar contigo, pueda, y no haya perdido la ocasión, de permanecer con una persona tan maravillosa como tú.
Eres mi mejor amigo, mi cómplice, mi compañero, mi confidente, la persona que realmente me entiende y ha demostrado quererme de verdad.
Gracias por todo.
Por siempre tu amiga: Esperanza”.
La mujer era muy detallista y sentía que debía de corresponder a su amigo por haber estado a su lado ese año tan duro para ella.
El padre le entregó la corona que le había quedado estupenda y con letras de chocolate había encantado: “De parte de tu amiga Esperanza, para que nunca te olvides de mí”.
A la mujer ese detalle le encantó y se lo agradeció enormemente.
Nada más recibirlo y leer la carta, Deseo llamó a Esperanza para agradecerle el estupendo detalle que había tenido con él, también le dijo que no hacía nada extraordinario con ella y que le gustaría hacer más.
Su amigo pensó que debía corresponder a su amiga por el presente que le había hecho.
Se le ocurrió regalarle un enorme ramo con flores de distintos tipos y colores formando un corazón y en el centro poner: “TE QUIERO, ESPERANZA”.
Sabía que le gustaban mucho las flores, así que iba a acertar seguro con el presente.
Cuando llegó el de la floristería, con aquel ramo de flores tan grande y bonito, la mujer se emocionó, pues no se lo esperaba. Antes de leer la carta, ya se imaginaba de quién podría ser, ya que solamente conocía a alguien que fuera capaz de tener esa idea y su corazón se le aceleró. No entendía lo que le pasaba, pero sabía que sentía algo muy bonito.
El escrito también era muy significativo. La chica, con mucha emoción, empezó a leerlo.
"Queridísima Esperanza:
Te escribo esta carta en agradecimiento por lo que me enviaste el otro día, me encantaron tus letras, eran tan preciosas que me llenaron de alegría.
Muchas gracias por considerarme tanto como me consideras y por ser así de agradecida.
No hago nada del otro mundo y lo realizo de corazón. Considero que es normal cuando se quiere a alguien de verdad.
Es verdad que este año no ha sido fácil, pero que clase de amigo sería si en las malas no te hubiera hecho caso.
Para mí, es un placer y un honor que estés en mi vida y que seas mucho más que una amiga.
Aunque no nos veamos, me acuerdo mucho de ti y recuerdo los buenos momentos que hemos vivido, se me saltan las lágrimas todavía.
Añoro nuestro primer abrazo, ese en que sentí tu corazón latir y ya entonces fue que vi tu alma realmente y eso lo he vivido cuando te abrazaba y con más intensidad cada vez.
También, me viene a la mente como me emocionaba cuando nos despedíamos y al soltarte tras ese abrazo ya te empezaba a extrañar.
Contigo, he tenido unos sentimientos tan fuertes y profundos, que no los puedo describir, pero llenan todo mi corazón y mi alma.
Memorizo, además, cuando nos cogíamos las manos y era como si nuestros corazones se tocaran.
Todos esos recuerdos los guardo como verdaderos tesoros en mi corazón y los recordaré por siempre. No me hace falta ver fotos para que los momentos vividos se reproduzcan en mi mente como verdaderas películas, pues han sido muy importantes para mí.
Esperanza, te echo muchísimo de menos y el peor de los días contigo es muchísimo más placentero que el mejor que pueda vivir sin ti.
Pase lo que pase con nosotros, quiero que sepas que siempre vas a poder contar conmigo y te llevaré, eternamente, en mi corazón.
No esperes que te olvide y no olvides, que te espero.
Si alguna vez tengo una relación contigo me sentiría el hombre más afortunado del mundo, pues estaría con la mujer más espléndida del planeta.
La verdad, eres todo un cielo, un tesoro y un amor de mujer.
TE QUIERO Y TE ADORO MUCHÍSIMO, MI HERMOSA ESPERANZA
Con todo el amor de mi corazón: Deseo.»
Al terminar de leer la carta, la mujer se puso a llorar como una magdalena.
Su padre la oyó y le dio ese fuerte abrazo que realmente necesitaba y su amigo le había recordado.
—¿Esperanza, qué te pasa? —preguntó el padre.
La mujer le señaló el ramo de flores y le dio la carta para que lo leyera.
—Papi, mira el ramo de flores y este escrito tan bonito, por eso te pedí la corona el otro día. Tengo miedo a perder la oportunidad de estar con una persona tan maravillosa y que me quiere de verdad —dijo Esperanza, una vez el hombre terminó de leer el escrito.
—Hija mía, debes ir a la "Travesía de la Verdad" y ver lo que realmente sientes y quieres. Sé que te va a dar temor, pero es lo mejor, aunque te digo que si te quiere de verdad, nunca le vas a perder, pero entiendo tu miedo, porque un hombre así, puede enamorar a cualquiera. Le considero muy buena persona y creo que te hará feliz —contestó el padre fundiéndose con su hija en un abrazo de esos que calman el alma.
Esperanza había decidido hacer caso a su padre, por lo que debía preparar su viaje a la "Travesía de la Verdad”.
Esperanza iba a ir a la “Travesía de la Verdad”, lógicamente tenía miedo, no sabía lo que se iba a encontrar y descubrir de sí misma, pero, una vez más, Deseo estaba a su lado de una forma u otra. Le había enviado el siguiente mensaje:"Esperanza, no tengas miedo y confía en ti misma, sé que no va a ser fácil, por lo que si tienes miedos o dudas, aquí me tienes. Siempre puedes contar conmigo para lo que necesites, cariño".Ese escrito le dio la seguridad y la fuerza necesaria para adentrarse y descubrir su verdad más oculta.Otras veces lo había sabido afrontar sola, encontrando las respuestas que necesitaba, pero esta vez tenía una sensación extraña y sentía que iba a encontrar algo nuevo y no se equivocaba.La "Travesía de la Verdad" estaba llena de espejos, donde se reflejaba tu yo más íntimo, ese que no muestras a nadie y dejas al descubierto tu verdadera esencia, tu verdad más absoluta e íntima.Los primeros espejos fueron como otras veces, mo
Esperanza se quedó en casa ese día, para ayudar a su padre y reflexionar sobre lo que le había pasado.Estaba despistada y el hombre se dio cuenta de eso y le dijo que le contara lo que pasaba.—Papi, te hice caso y fui a la "Travesía de la Verdad" y descubrí algo que no sabía, y el Sabio me dijo que tenía miedo de perder a Deseo, que era el único capaz de curar mi corazón y que sentía que no me merecía ese amor —contó la muchacha.—Esperanza, cielo, yo no sé lo que tú sentirás, pero te digo que vales muchísimo, a mí me ayudas mucho y todo el mundo te quiere. Creo que debes dejarte querer, y si alguien quiere darte ese amor que te mereces deberías dejar que te lo diera. Debes estar con alguien que te proteja como yo, que te ame y aprecie, pero que al mismo tiempo llegue hasta donde yo no puedo.La mujer le contó lo que le había pasado en el bosque de la decisión.—Es cierto que mi amigo siempre tiene las palabras justas que necesito, me quiere much
Quedaba muy poco para el comienzo del Adviento y Esperanza era la encargada de preparar el primero de los actos.La mujer fue al jardín de los deseos a ver si estaba todo listo para el domingo y así era. Estaban los rosales y también el árbol de la esperanza. Estaban ultimando los candelabros y ya habían traído todo lo necesario para la exhibición de floriescultura, así que se quedó mucho más tranquila.Había llegado una caja con adornos del mundo y tan solo quedaba el espectáculo final, que ultimaría por la mañana.La chica se puso a escribir lo que quería hacer durante todos los días, pero en un momento dado se puso a redactar una carta para el árbol de la esperanza, donde ponía lo siguiente:"Estoy perdiendo la esperanza y me siento desolada. Necesito que si me arriesgo, y sigo lo que mi corazón me dice, no me equivoque.Si me decido por Deseo, quiero que me salga bien y que me trate como me merezco, pudiendo ser feliz y vi
Esperanza fue a dar un paseo para ver de nuevo más tranquilamente el jardín de los deseos y terminar de recoger los restos de la ceremonia.De repente, apareció una niña pequeña que no llegaba a meter la carta en el buzón.La mujer se acercó y le ayudó a echarla levantándola.La pequeña se agarró a su cuello abrazándola, dándole un beso y las gracias. —¿Cómo te llamas? —preguntó Esperanza dejándola en el suelo.—Mi nombre es Amor y tengo cinco años —comentó la pequeña.—Precioso nombre y eres muy guapa, cariño mío, ¿dónde están tus padres? —replicó la mujer, mostrando la mejor de sus sonrisas.—Mi papá trabajando y mi mamá está en la pastelería comprando y me ha dicho que podía venir a echar la carta para Papá Noel. Por cierto, me gustó mucho el espectáculo de ayer y tu discurso hizo llorar a mis papás porque les recordó mucho a ellos, ¿te puedes quedar conmigo hasta que venga mi mamá? —respondió la niñaEsperanza asintió y le
Esperanza no podía dejar de mirar la bola de nieve que le había regalado su amigo, siempre conseguía sorprenderla, pero la situación no era fácil y más y sobre todo tomar la decisión adecuada, ya que quería tener todo controlado, pero las cuestiones del corazón son complicadas de controlar.Esa bola le dio una idea para completar y rematar el belén. Iba a poner un parque con un enorme árbol de Navidad en el centro y niños alrededor jugando y cantando villancicos. Se lo contó a su padre que le llevó el boceto y le encantó.Ya estaba casi todo preparado, ya que el viernes se inauguraba junto con la iluminación.Querían que fuera perfecto, muy especial y que todos recordaran. Iba a ser una apuesta arriesgada, ya que al estar hecho de mazapán, chocolate y azúcar, instalar mecanismos para movimiento, agua en las fuentes y ríos y poner iluminación, tenían que hacer verdadera magia, pero ni a Esperanza ni a su padre le importaban los retos.Se pusieron a fabrica
Por fin había llegado el día en que se inauguraba la Navidad.Era uno de diciembre, el día que se encendía la iluminación y empezaba el adviento, algo que a Esperanza le encantaba. Cada día se levantaba para sacar la sorpresa del calendario, pero sobre todo esperaba con ansia e ilusión los detalles que le tenía preparadas Deseo para esos días.A parte de la iluminación, se abría el belén que con alegría habían elaborado Esperanza y su familia.Debido al frío que hacía, la madre había preparado su famoso chocolate navideño para que la gente se calentara al entrar a verlo.El padre había elaborado sus famosos panettones de chocolate, el clásico y el especial suyo de bailys.La mujer comprobó que había platos y vasos de plástico suficientes y que las chocolateras ya estaban listas.Llegó la hora prevista y se abrieron las puertas. La gente empezó a entrar y todo funcionaba perfectamente. Las figuras se movían, el río corría
Era un día más o menos tranquilo en la Ciudad de la Ilusión a falta que mañana se inaugure la pista de hielo y ya había quedado con Amor y sus padres.Esperanza quería hacer un regalo especial para la niña, ya que la causaba mucha ternura y le había robado el corazón. Escribió a Deseo para explicarle lo que le había ocurrido y lo que quería hacer redactándola una preciosa carta: "Queridísimo amigo:He querido escribirte para explicarte lo que me ha pasado estos días.He conocido una niña que es un encanto y me ha conquistado el corazón. Le he dado la bola de nieve que me regalaste, me imaginé que no te importaría y a ella le encantaba.Sus padres son todo un amor y se parecen tanto a nosotros, que hasta me imagino viviendo una historia así como la suya. Si alguna vez, estamos juntos y tenemos una niña, me gustaría llamarle Amor y sería como un homenaje a ese amor por el que tanto habríamos luchado.Pienso mucho en ti y cada
Esperanza se despertó pronto para hacer el trineo para Amor, no sabía el motivo, pero había conectado mucho con esa familia, les tenía mucha confianza y cariño y es como si los conociera de toda la vida.Antes de acostarse, Deseo le había enviado un mensaje para animarle y decirle que podía con ello y le saldría estupendo. La verdad es que cada día le enamoraba más, pero normal, era tan atento y detallista... que siempre tenía las palabras exactas y demostraba que le quería de verdad. Estaba empezando a pensar que debía lanzarse al vacío y ver que pasaba, ya que su corazón sentía que no iba a fracasar.Cortó los bizcochos con forma de trineo y de renos y lo relleno de nata y chocolate. Ya estaba casi segura que le gustaría y los forro con fondant de colores. El Papá Noel lo hizo de chocolate y los regalos con mazapán. No le faltaba ningún detalle y hasta a Rudolf le puso una guinda roja en la nariz.Una vez estuvo terminado, le envío la foto a su amigo y