64

—Es tu última sesión, Carena —anuncia Barker al entrar en la habitación de la tortura, emanando, como siempre, aquel olor desagradable e inconfundible de su cigarrillo encendido—. ¿Cómo has estado? —agrega con cierta amabilidad en la voz, ocultando toda su perversidad bajo ella.

—Bien, supongo —respondo experimentando mi temor habitual, atada a la fría camilla y con la luz cegadora sobre mi rostro.

Sí, finalmente he aceptado a Barker como mi divino redentor y salvador. Aunque es la peor maldición viviente sobre la Tierra, solo él puede facilitarme el doloroso camino hacia la libertad. ¿Qué debo contestar hoy? No lo sé exactamente. La idea de esta última sesión, lejos de tranquilizarme, solo me ha traído nuevas dudas y aterradores escenarios que han ido envolviéndolo todo, como una enredadera en el bosque monstruoso de mi vida. No hay en mi cabeza más que lagunas, lugares vacíos desprovistos de cuerpos o cuerpos desprovistos de rostros. Los ros

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP