Kalila, eclipse de Luna.
Kalila, eclipse de Luna.
Por: Cristina López
1 Cazadora.

Kalila caminaba de la mano de su madre, Chloe, conocida como la luna única, ya que era la primer luna que tenía tres compañeros destinados, Vito un vampiro, Dante un brujo y Kek el Alpha, los tres eran primos y descendientes de la luna cambiante Aysel, por lo que eran los lideres del pueblo, uno de los tantos que existía oculto aun a los ojos de los humanos, aunque en sus tierras si había humanos, como Chloe y otros que tenían a sus compañeros destinados allí.

— Mami, ¿Por qué no tengo colmillos? — pregunto la niña al tiempo que ingresaban en su hogar, la gran casa del Alpha.

— Porque no eres un vampiro.

— Mi cabello es negro, eso quiere decir que no soy bruja. — dedujo la pequeña que sabía que todo aquel que tuviera su cabello blanco era un brujo.

— Así es. — respondió su madre comprendiendo a lo que venía las preguntas de la niña que estaba a punto de comenzar el kínder. — Ven tomemos un poco de té. — le pidió, pero solo para ganar tiempo, debía ser honesta con la pequeña, no quería que su hija viviera en una mentira.

Una vez que el té estuvo listo ambas tomaron asiento frente a la ventana de cristal, que les permitía ver el inmenso bosque que los rodeaba y servía de protección de los cazadores.

— ¿Quieres preguntar algo más? — la incito a que hablara, no la presionaría, solo se limitaría a responder cuando su pequeña Kalila preguntara.

— ¿Eso quiere decir que soy una loba? — Pregunto con ojos brillantes, ya que aun con su corta edad sabía que todo niño tenía un papá y una mamá, aunque ella llamaba papá a los tres compañeros de su madre, solo uno podría ser el verdadero.

— No Kalila, tú eres una humana, como yo. — explico con tranquilidad.

— ¿No tengo nada de mis papás? — Chloe se detuvo en los ojos de Kalila, uno celeste como los de ella y uno marrón, como Asher, su verdadero padre, un humano, un cazador, fue cuando se repitió que debía ser honesta con su hija y lo hizo.

— Tus ojos son la combinación exacta de tu padre y mía, veras Kalila… tu verdadero padre es un humano. — revelo aparentando tranquilidad y espero a que la niña procesara la información.

— ¿Y dónde está? ¿Por qué no vive aquí con nosotros? — la pequeña se preguntó cuál era la diferencia de vivir con tres compañeros a vivir con cuatro, para ella su familia no era nada raro, aunque incluso para los seres sobrenaturales si lo eran, Chloe era la luna única.

— Él… no es mi compañero, Asher…

— ¡¿Su nombre es Asher?! — la alegría en los ojos de la pequeña por saber el nombre de su padre le oprimió el corazón a Chloe y como consecuencia sus tres compañeros se hicieron presentes en la sala, no les gustaba sentir la angustia de su compañera.

— Así es Kalila, su nombre es Asher, cuando vivía con los humanos nos conocimos y nos amamos, mucho, mucho. — mentía, pero era algo que solo sus compañeros podían sentir, sabían que ese día llegaría, por lo que solo dejaron que su luna hablara con la pequeña a la que ellos habían reclamado como su hija, aunque no era de ninguno. — Pero luego, resulto que era un cazador… — la pequeña dio un brinco al tiempo que el aire salía de golpe de su pequeña boca, sabía muy bien quienes eran los cazadores, humanos que sabían de la existencia de los seres sobrenaturales y que pasaban sus días cazándolos, torturándolos y dando muerte a todos sin importar que fueran niños.

— ¿Papá es malo? — indago con los ojos cubiertos de lágrimas, y su pequeño corazón latiendo muy rápido, algo que inquieto a Vito, el vampiro vivía por la pequeña y por su compañera por supuesto.

— No, bueno, no lo seria contigo, pero cuando me entere, me dio miedo… ya no lo podía amar, luego de saber lo que hacía. — explico acariciando la larga cabellera de su hija, omitiendo la parte donde Asher casi la mato a golpes por liberar a una pareja de seres sobrenaturales que estaba torturando en la finca donde se habían casado. — Llegue a este pueblo y conocí a Vito, Dante y Kek, no sabía que tu estabas en mi vientre, pero cuando lo supe, te convertiste en mi prioridad, tú eres mi amor Kalila, y así como yo jamás te lastimare, Asher tampoco lo hará.

— Entonces, ¿no soy hija de mis papás?

— Eres nuestra habichuela, nuestra cachorra, siempre lo serás. — Vito fue el primero en llegar a su lado y tomarla en brazos, el vampiro fue el primero en aceptarla como propia, creando así otro precedente, no solo habían aceptado compartir su compañera con tal de no perderla, también habían adoptado la hija de otro, un cazador.

Esa noche Chloe soñó con el día que nació su pequeña Kalila y como la bruja suprema, Yunuen, quien compartía cuerpo con Aysel, la luna cambiante, había visto su destino.

— La niebla era un cazador... de los antiguos, su tarea era acabar con los originales, Xylon la ninfa, Soyano el lobo, conmigo la primer bruja y con Levana, la primer vampiro, pero la niebla se enamoró de Levana y ella de él, pero al fin el cazador cumplió con su deber, mato a Levana aun sabiendo que ella esperaba a su hijo, fue por eso que su alma fue condenada, miles de años después renació, como lo hicimos nosotras en el cuerpo de Aysel, él renació en el cuerpo de Kazumi, pero el resultado fue el mismo, dejo que su odio lo guiara y en lugar de ayudar a Aysel solo la lastimo, encontrando la muerte en manos de Anuk, ahora… su alma está en el cuerpo de Kalila. — el instinto de la bruja le pedía acabar con la bebé, más el amor de Aysel, la obligaba a permanecer en calma.

— Pero mi hija no es mala, es una bebé. — respondió con voz temblorosa Chloe, tratando de que sus emociones no sean sentidas por sus compañeros.

— Kalila no es mala, puedes estar segura de eso, ella es… como un eclipse, carga con la condena del alma del cazador, y la esperanza de su alma propia… escucha Chloe, pase lo que pase, Kalila no debe despertar nunca su lado cazador. — la ayudaría, no solo porque era su deber, sino porque era madre y a una madre solo le preocupa una cosa, la vida de su hijo.

— ¿Su lado cazador?

— Cada cazador nace con un poder, debes asegurarte que Kalila nunca lo despierte, quizás si el alma de la niebla duerme en ella hasta que Nuriel la reclame, nuestro fin no llegue, tu hija sufrirá Chloe, cargara con un dolor tan grande, que incluso a mí me duele saberlo, pero debes tener fe, si es tan fuerte para resistirlo, el alma de la niebla al fin encontrara paz y junto con ello el circulo al fin se cerrara, el sol y la luna estarán juntos, y el humano dejara de cazarnos, pero si ella no puede con su carga… será el fin de todos, no solo de este pueblo, pues ese era al fin y al cabo la tarea de la niebla, cazar a cada uno de nosotros, exterminarnos.

Al día siguiente Chloe, se dispuso a responder las miles de preguntas de Kalila y aunque el agotamiento de una mala noche era visible a sus compañeros, la luna Chloe no dijo nada, nadie sabía lo que Yunuen había visto del futuro de Kalila y debía permanecer así.

— ¿Cómo es mi papá Asher?

— La última vez que lo vi, fue cuando tu naciste, vino a conocerte, es alto, su piel es un poco más blanca que la mía, sus ojos son marrones y el cabello castaño. — le dijo agradeciendo que la pequeña no pudiera darse cuenta de que mentía, ya que Asher solo los había atacado aquel día, queriendo llevarse a Kalila e hiriéndola de gravedad a ella, por suerte Nuriel, el destino de Kalila, la había salvado.

— ¿Algún día lo podre ver?

— Creo que… — quería decirle que no, tenía miedo de que él la usara para despertar su lado cazador y acabar con todos, pero recordó que frente a ella había una niña de solo cuatro años. — Lo más probable, pero preferiría que sea cuando crezcas un poco más, estoy segura de que Asher no te lastimaría jamás, pero los demás cazadores… no confió en ellos. — la vio asentir, dándole la razón a su mami, los cazadores eran malos.

— ¿Soy una cazadora? — podía sentir el miedo en las palabras de la pequeña y era la primer pregunta que no quería responder.

— Lo eres cachorra. — intervino el Alpha Kek, quien se había mantenido en silencio. — Está en ti ser cazadora, pero eso no es malo, tú sabes que no debes atacarnos. — dijo el Alpha mostrándole una sonrisa tranquilizadora.

— ¡Jamás atacare a quienes amo! — grito con alegría la niña al verlo y corrió a sus brazos, adoraba a sus papás eran magníficos.

— Dante espera para llevarte al kínder. — le dijo el lobo luego de besar su mejilla, aunque lo que estaba haciendo era impregnarla con su aroma, era un lobo, era un Alpha y sus celos al escuchar a su hija preguntar por Asher lo estaba afectando, la pequeña corrió con su pequeño bolso, hasta desaparecer de su vista.

— No debes decirle que ese hombre no la lastimara, se atrevió a intentar matarte dos veces y eso que aseguraba amarte. — reprocho el lobo tomándola de la cintura al tiempo que reclamaba sus labios.

— Solo estas celoso. — respondió Chloe cuando la libero.

— Lo estoy, odio que hablen de él.

— ¿Y que pasara cuando le tenga que informar que ella ya tiene un compañero y que es nada más y nada menos que el primogénito del dios sol?  — un siseo parecido al de una serpiente se oyó a su espalda y Chloe giro justo para ver los ojos rojos de Vito.

— Aún falta mucho para eso, no le llenes la cabeza a mi habichuela. — reclamo mientras la besaba con pasión, provocando que Chloe quedara entre el cuerpo musculoso de Kek y el frio cuerpo de Vito, le encantaba esa sensación, frio y calor, y ella sintiendo todo de los dos.

— Vito, ella está comenzando a ver las diferencias con sus compañeros de colegio, es mejor dejarle en claro que ella pertenece a este lado del mundo y no al humano. — respondió suspirando con fuerza, mientras su vampiro comenzaba a desvestirla, les costaba contenerse hasta la noche y por suerte, Kalila al fin había comenzado el kínder.

— ¿Qué es lo que te preocupa mi luna? — Kek abrazo a su compañera, sintiendo su angustia, ellos vivían para complacerla en todo, por lo que también comenzó a darle pequeños besos en sus hombros.

— Tengo miedo de que Kalila quiera irse con los humanos. — Chloe conocía el mundo humano, durante 21 años había vivido y sufrido en el, encontrando la calma y el amor solo en aquel pueblo.

— Si ella sabe que tiene un compañero, no querrá irse. — comprendió con alegría Vito y era la primera vez que el nombre de Nuriel provocaba felicidad en el vampiro.

— Bien pensado mi luna. — susurro Kek lamiendo el cuello de su compañera.

— Kek. — suspiro al sentir las manos del lobo recorrer su trasero. — Por la diosa, Vito. — gimió alto cuando su vampiro comenzó a lamer sus pechos.

— Creo que regrese justo a tiempo. — dijo Dante llegando a su lado.

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