AIDENJamás en la vida he estado tan nervioso como en este momento, los invitados llenan el patio de la casa en la que crecí, incluso mis padres asistieron, la madre de Lilibeth no para de hablar sobre lo maravilloso que fue su esposo, en el fondo, creo que solo se sintió sola todo este tiempo.Esperando junto con el padre a lo alto del altar que Xander y Elsa formaron, puedo ver todo desde una perspectiva diferente. Lilibeth mira a Oliver como lo que es, su mundo, mientras él le explica a Colette que no puede casarse con su primo Xan, el hijo de Elsa y Xander, por cuestiones de edad y esas mierdas.No permití que los medios intervinieran, los abuelos de Kaira me han dicho que Rafael por fin pudo olvidarse de ella y que ahora está emprendiendo un nuevo negocio, cosa que agradezco porque estaba a nada se romperle los huesos por intentar tocar lo que es mío.Así que ahora estoy aquí, esperando a la madre de mi hijo de cuatro meses y mi futura esposa; Kaira Cavalli, si me hubieran dicho
AIDENHan pasado ocho meses desde la boda y aún no puedo creer que esté viviendo este sueño, mientras me doy una ducha rápida para llevar a Kaira a su cita mensual, porque sí, soy un maldito controlador de mierda, quiero que todo salga perfecto, tal y como vengo planeando.Kaira y yo no quisimos saber el sexo de nuestro bebé, queremos que sea una sorpresa, últimamente se ha vuelto una mandona de mierda cuando de comida se trata. Pero me hace feliz y yo a ella, así que sí, los dos… perdón, los tres estamos felices.Mi carrera como peleador profesional se posiciona al mismo nivel que el de Oliver, ahora nos vemos seguido, bebemos en la oficina o fumamos marihuana, resulta que Lilibeth y Kaira ahora son las mejores amigas, lo juro, las dos parecen putos siameses, se defienden la una a la otra a cada momento.Juro que esas mujeres nos van a sacar de nuestras casillas.—Aiden.La voz de mi esposa hace que cierre la llave del agua, recorro la puerta y miro como ella se sostiene el vientre d
Sentir los labios de Xander King sobre mi piel, hace que pequeñas chispas cargadas de tensión se disparen por todo mi cuerpo, a mis diecinueve años podría decir que estoy completamente enamorada de él, o al menos eso es lo que pienso, ya que en el fondo, había alguien más ocupando mi estúpido corazón, alguien que compartía el mismo ADN que mi novio; Aiden King, su primo, ambos apuestos, sexys y muy parecidos, ya que compartían el mismo color de cabello, negro, y los ojos azules, solo que los de Aiden, mi mejor amigo, de un azul más intenso.—Te quiero hacer mía, muy duro —me susurra agarrando mi trasero—. Me vuelves loco, Lilibeth.—Lo sé —río.
LILIBETHRespiro profundo, intento dormir un poco más pero me es imposible, ya que los ruidos y voces inconexas al fondo, hacen que me remueva inquieta debajo de las sábanas frescas. Quiero abrir los ojos, pero mi cuerpo sumergido en el cansancio me lo impide. De pronto comienzo a caer en un nuevo profundo sueño, cuando…—¡Me importa una mierda!Aquella voz… la reconozco, sin embargo, incluso antes de poder abrir los ojos y reaccionar, cae sobre mí un enorme balde de agua helada que me hace despertar de la peor manera.—¡Joder! —exclamo llena de rabia.—Por lo menos y
OLIVERLos nudillos de mis manos arden con cada golpe que le doy al saco de Boxeo, he perdido la noción del tiempo y no le importa, estoy alterado, ardido, dolido. Tomo una enorme bocanada de aire cuando el sonido chirriante de la puerta principal al abrirse, llama mi atención.—Aquí estás —dice mi entrenador—. No te recomiendo hacer esto horas antes de las peleas.Ignoro sus palabras, esta es la única manera que tengo para lidiar con la presión que me ejerce esto, camino hasta una de las bancas, abro mi maleta y saco una botella de agua.—No puedes seguir haciendo esto —suelta un suspiro cargado de cansancio.
LILIBETHAparco en mi lugar de siempre agradecida de no haberme encontrado a Aiden, tuve que salir casi corriendo de mi casa para venir a la escuela, lo cierto es que estos últimos días mi vida ha estado de cabeza, me siento como en un cuento rodeada de villanos, de personas que creía conocer pero que me han mostrado una cara distinta. Respiro hondo, tomo mis cosas alisando mi falda, acomodo mis bucaneras y bajo del auto con rapidez.Mientras camino me doy cuenta de que todos actúan extraño, algunos me miran con disimulo y reviso mi atuendo con discreción para saber si algo anda mal y no me percate, sin embargo todo está en perfecto estado, otros más evitan mirarme y se apartan de mi camino como si fuera la peste negra.
AIDENEl disparo de adrenalina que recorre todo mi sistema, hace que no piense con claridad, en nada que no sea mi rubia amiga de ojos grises, tetas de tentación y culo perfecto en forma de corazón, el que no me escuche y me ignore la mayor parte del tiempo solo hace que quiera golpear la pared.Estoy enfadado con ella, sé que la cagué, pero se está comportando como una cría al no entender las razones de sus padres al vender su casa, cualquier sitio para ella es el mejor solo porque ve las cosas desde la perspectiva del enojo, el odio y la venganza, pero sus padres y el mundo entero saben que no hay mejor lugar que mi hogar, a mi lado.Sé que vivir con ella y Xander va a ser un dolor de culo, sin embargo y
LILIBETHEstar rodeada de toda esta gente que solo me mira como si fuera un bicho raro, hace que me sienta incómoda. Xander no me quiso acompañar al interior, pese a todas las advertencias que me soltó en el carro, negué a marcharme sin ver a Aiden. Al final solo me lanzó una nueva advertencia cargada de palabras que no entendí, se marchó como el cretino que es y ahora estaba aquí, frente a un tipo apuesto pero con sonrisa lasciva que me pide mi orden.—¿Qué me recomiendas? —le pregunto con el ceño ligeramente fruncido.—Una mimosa es ideal para ti —responde con socarronería.—Pues ser&a