Thomas (Patrick)Algo me estaba pasando. Jessica fue la primera mujer con la que había amanecido. Dormimos tomados de la mano. Y quería volver a hacerlo. Cada noche.Mi papá me quería enviar a Texas, según él, mi trabajo había terminado allí. Yo no quería irme, pero sabía que tampoco podía quedarme. Para Jessica, yo era Thomas Wood, si me quedaba, tendría que contarle la verdad y seguro sí se enojaría conmigo, se pondría furiosa, no le gustaban las mentiras, me lo había dejado muy claro.Era mejor así. Me iba y desaparecía de su vida, al fin y al cabo, ninguno de los dos quería ataduras.El problema era que yo no quería, no quería separarme de ella y me daba miedo pensar que me pudiera enamorar.Sacudí la cabeza con violencia, tenía que dejar de pensar en estupideces y concentrarme en el trabajo.―Oye, Thomas, ¿te pasa algo? ―me preguntó Lana asomada por arriba del cubículo.―No ―respondí cortante.―¿Te cuento la última? La jefa está saliendo con Erick también.―¿Qué dices?―Jessica o
JessicaSolo nos quedaban un par de días, seguramente, el fin de semana Thomas se dedicaría a arreglar sus cosas para irse a vivir a Texas. Erick también se iría. Quedaría sola. Esperaba que no se le ocurriera volver a Rossy. No sabía si la podía enfrentar, le tenía demasiado miedo después de lo que me había hecho.Esa mañana, Rhonda entró a mi oficina y cerró la puerta tras de sí.―Bien, Jessica Wilson, ¿me dirás lo que pasa?―¿A qué te refieres?―No me has llamado ni nada, desde que me dejaste plantada el sábado pasado, no he recibido noticias de ti.―Nos vemos a diario aquí ―repliqué, aunque sabía a lo que se refería.―Me has dejado botada, ¿qué pasa? ¿Es por Thomas?―¿Qué?―Soy tu amiga y sé que entre tú y él hay algo.―Estamos ayudando a Erick y no ha sido fácil.―Sí, pero eso no quita que me puedas contar. Hay algo que no me estás diciendo y quiero saber qué es.―Está bien, te contaré. Siéntate.Le conté a grandes rasgos lo que estaba ocurriendo.―O sea que sí estás saliendo con
Thomas (Patrick)Me mantuve concentrado en mi trabajo toda la tarde. Quería olvidarme de la razón por la que estaba allí. No quería pensar en la posibilidad de que Jessica se enojara al enterarse de quien era yo en realidad. No debía enterarse antes de que me fuera. Por un lado, porque eso era parte del contrato, se suponía que las filiales no se enteraban de que yo había sido infiltrado y, por otro, porque quería disfrutar de esos últimos días con ella. Esa mujer se había vuelto parte importante de mi vida, de mis días y, ese último tiempo, de mis noches.Jamás había despertado con una mujer, ninguna fue lo suficientemente importante como para quedarme a dormir, en cambio, despertar a su lado, tomado de su mano…Debía dejar de pensar estupideces.―Thomas ―me habló Mark.―Perdón, ¿me decías? Estaba concentrado.―¿Concentrado en qué? Porque en el trabajo es obvio que no ―me dijo con un tono burlón, lo miré, él observaba la pantalla.¡Maldición! En el escrito que tenía decía que quería
Jessica¿Thomas Wood era Patrick Lennox? No podía creerlo. Aun así, recordé todo desde el principio. Las imágenes pasaron en cámara rápida delante de mis ojos. La llamada de Rick, el conocimiento de Thomas del funcionamiento de la empresa, la fiesta del 4 de julio y la conversación tan extraña que tuvieron Rick y Thomas. Por eso sentí que hablaban en clave, porque eso mismo estaban haciendo. La llegada de su novia. Quizá por eso Rick decidió que Thomas se fuera, vio que algo ocurría entre nosotros, seguro yo sería despedida por seducir a su hijo.¿Por qué Thomas jugaría así conmigo? ¿Qué quería? Tal vez quiso comprobar qué tan ética era yo en eso de no involucrarme con los colegas. Y fallé. Por primera vez en todos esos años tuve sexo con un compañero, y tenía que ser un Lennox.¡Maldito Thomas! O Patrick. Estaba furiosa.De pronto, alguien me detuvo del brazo, era Brandon.―Cuidado, la van a atropellar, ¿le pasa algo?―Usted lo sabía, ¿verdad? ―Sí, iba llorando.―¿Saber qué?―Que Tho
Patrick Lo primero que hice tras recibir la fotografía, fue enviarle un mensaje a papá para contarle lo que había pasado. Él me dijo que Lana se iría despedida y no volvería a trabajar en el rubro, no permitiría que ese tipo de personas trabajara para él. Yo sabía que sería así.Debo decir que a nadie le importó que Jessica y yo estuviéramos juntos, pese a que no lo confirmé ni lo negué; incluso entendieron lo de mi llegada de incógnito, lo único que les preocupaba era quedarse sin trabajo, pero eso no ocurriría, al contrario, esa área debía ampliarse, daba para mucho más bajo el mandato de Jessica y la consideraban la mejor jefa que habían tenido.Al volver del almuerzo, Rhonda me dijo que quería hablar conmigo en la oficina de Jessica, por supuesto, accedí.―Thomas… Patrick, quiero saber qué pasa con ella.―¿A qué te refieres?―Yo sé que ustedes estaban juntos y jamás la vi así con alguien.―Lo nuestro partió como una noche de sexo, pero luego, fue otra noche y otra y otra. Ambos
JessicaEra tan difícil. No entendía qué me pasaba. ¿Por qué tenía que ser todo tan complicado? En un par de semanas Thomas había puesto mi vida de cabeza. Quizás así se sentía el amor, pero, si se trataba de eso… ¡Era horrible!Nos quedaba solo una noche. Por mí, lo hubiese secuestrado todo el fin de semana, pero el lunes habría sido peor y no toleraría asistir al trabajo con mala energía.―Lo siento, Jessica ―comenzó a decir Thomas y yo lo silencié con la mano.Quería llorar, gritar, tirar todo, pero no podía hacerlo, no era mi estilo de comportamiento.Thomas se iba y me dolía. No aceptaba esa despedida. Nos merecíamos un adiós feliz, con la promesa y esperanza de volvernos a ver, no obstante, en ese momento, por más que yo no me enojara con él y por mucho que intentáramos hacer de cuenta que nada pasó, el ambiente se había vuelto raro, ya no era lo mismo.Debí tomarlo solo una noche, como era mi costumbre y no repetir. Las repeticiones son malas, ya lo había comprobado una vez y v
PatrickElla ya no quería saber nada de mí, lo dejó muy claro.Llegué a mi departamento, Erick miraba la televisión, pero, por su expresión, no veía nada.―Hola ―lo saludé bajito.―Hola, ¿y tú? Pensé que te ibas a quedar en el departamento de Jessica.―No, me echó ―le conté con frustración.―¿Cómo que te echó? ―Se incorporó un poco.―Ya no quiere volver a verme.―¿Por lo de tu identidad?―No. Me echó porque ya no quiere seguir conmigo. Yo sabía que esto era solo un pasatiempo para ella, pero no creí que me dolería tanto.―¿Se lo dijiste?―Lo intenté, sí, pero para ella no vale la pena luchar por alguien, solo es una pérdida de tiempo.―Lo siento, amigo, sé cómo te sientes.―¿Cómo estás tú?―Aquí, pensando en todo lo que me espera.―¿La extrañas?―No lo sé. Lo que pasa es que temo que si ella me descubre…―No lo hará, tenemos todo cubierto.―Lo sé. ¿Y si se topa con Jessica?―Brandon y dos de sus hombres se quedarán aquí con ella. Rossy no se le podrá acercar.―A veces creo que hubiera
JessicaDespués de una noche casi en vela, decidí salir a caminar. Debo admitir que me daba miedo encontrarme con Rossy, pero no quería quedarme encerrada rumiando mis penas. Tomé mi cartera que estaba en el sofá, supuse que tenía todo allí dentro, pues no había sacado nada desde la noche anterior que había llegado con Patrick.Nada más salir, me encontré con Brandon a la entrada.―Buenos días, ¿qué hace aquí? ―le pregunté sorprendida.―Buenos, días, Jessica, hago lo de siempre, cuidarla.―Pero…―Pero nada, ¿cómo amaneció hoy? No parece muy bien.―¿Quiere ir a tomarse un café conmigo?―Claro.Eran apenas las nueve de la mañana, así que no todas las tiendas estaban abiertas, menos por ser sábado.Llegamos a mi cafetería favorita y nos sentamos en la terraza, encendí un cigarrillo.―¿Cómo está? No se ve muy bien, ¿es por la discusión con Patrick?Lo miré con los ojos muy abiertos.―Sí, me enteré de que se fue muy enojado anoche de su departamento. ¿Fue por su identidad?―La verdad es qu