Soy de una isla caribeña mayormente conocida como Santo Domingo, y desde hace cinco años vivo en España, específicamente en Barcelona, y, ¿cómo termine aquí, se preguntarán? Fácil: después de terminar el colegio mentí a mi familia diciendo que iba a ir a la universidad para estudiar lo que todos querían que hiciera, pero en realidad no aguanté la presión, escogí un país a dónde escapar, se me ocurrió Europa, así que busqué una visa a España, saqué todos mis ahorros del banco y huí como la cobarde que soy. Desaparecí para no enfrentar mis errores y ahora vivo indocumentada en este país, ¿que si extraño mi patria? Pues sí; extraño su calor, las playas y la gente, pero lo que más extraño es a mi familia, antes de irme borré todo rastro de mi existencia, incluso nadie me conoce como "Camila", las pocas personas que me conocen me llaman "Lucía".
–Me siento en la cama y recuerdo cómo conocí a mis ángeles; así les digo a las pendejas que me gasto de amigas-.
Todo comenzó hace cuatro años mientras iniciaba el invierno y unas cuantas gotas de lluvia comenzaban a caer. El dueño del pedazo de habitación donde vivía me había preguntado del dinero, el cual se me acabó y lo poco que tenía guardado de cuando trabajaba me lo habían robado, estaba en la ruina, le rogaba que me dejara pasar la noche por lo menos en el pasillo de aquel mugriento lugar que por un año ha sido mi refugio, el dueño se burlaba mientras me decía: "Conoces las reglas; no tienes dinero no te quedas".
Desesperada y sin saber qué hacer me arrodillé frente a él suplicándole que me dejara quedar, que se apiadara de mí, y, ¿qué fue lo que recibí? Una fuerte cachetada y un empujón a la calle mientras rodé por las escaleras... Debo ser honesta y decir que sólo fueron tres escalones.
Entonces aparecieron las chicas; iban medias ebrias , y de repente vieron la escena que sucedía frente a sus ojos: una chica castaña tirada en la calle, desconsolada y moribunda. Corrieron a socorrerme sin pensarlo tomaron mis cosas y me llevaron con ellas sin preguntar quién siquiera era yo, aún recuerdo la conversación que tenían mientras pensaban que dormida.
¿Y qué se supone que haremos con esta chica? Hyo Ah, ¿pensaste eso?
Es sólo una niña. ¿Qué pretendes, dejarla sola con ese hombre, viste cómo la trataba?
Helen, Hyo tiene razón, ¡Mírala! Es una pobre chica, no creo que sea capaz de hacernos daño.
Hyo, María. ¿Se han vuelto ustedes locas? Cierto, ¿pretenden que salgamos a trabajar y la dejemos sola en nuestro apartamento, han pensado que ella puede ser una ladrona?
Helen, no seas tan dura, sé que tienes un trozo de hielo en vez corazón, todas lo sabemos, pero, viste como ese hombre golpeó a esa chica y la lanzo al frío invierno, ¿acaso eres ciega?Niego con mi cabeza y me levanto de la cama, me doy cuenta que ya amaneció y es un nuevo día, es hora de hacer el desayuno para las pendejas, ya que terminé siendo más o menos su chica de servicio.
Al principio la alemana no confiaba para nada en mí; me miraba con precaución, siempre estaba tras de mí y no me dejaba sola ni un segundo que podía, pero aquí estamos, ya cuatros años, siendo amigas y yo aquí preparando su desayuno. Vivo con tres chicas muy diferentes, siendo cuatro chicas muy distintas.
Shin Hyo Ah, sur-coreana, 26 años, hija única, sus padres viven en su país, y tengo entendido que son muy ricos. Enviaron a Hyo Ah a estudiar Negocios Internacionales a Barcelona, pero ella nunca quiso estudiar eso, así que cuando pisó territorio español buscó un empleo y estudió lo que siempre había querido, chef de comida internacional, al saberlo su familia la desheredó, así que desde entonces sólo tiene contacto con su abuela y uno de sus primos. Hyo Ah tiene un carácter serio y fuerte, pero también es muy pícara. Sus ojos negros en forma de media luna le dan un toque tierno, con unos labios gruesos , una piel blanca y suave, su largo pelo negro cae sobre sus hombros, siempre le digo que su pelo está más muerto que los del cementerio, lo sé, soy graciosa. Es la más pequeña de tamaño de las tres con un metro cincuenta y cinco (1.55m).
María, una morena española imponente de ojos verdes que impacta a cualquiera, con un metro setenta (1.70m), tiene un carácter de mil demonios, directa y fuerte, y tan sensual como ella sola. Estudio contabilidad y educación; sí, doble carrera, trabaja para un colegio prestigioso, es la mayor de nosotras (28 años), nunca habla de sus padres, es muy reservada con su vida.
Después tenemos a Helen "Iceberg", "reina de hielo", "hielo por corazón", ya captan la idea... La rubia de ojos azules que parecen más fríos que toda la Antártida, consiguió una beca a través de un concurso en Barcelona para estudiar Bienes raíces, trabaja en la compañía más importante en Bienes raíces de todo el país "Lux Hábitat", su edad es 25 años, su carácter es una m****a, sólo ríe con nosotras, mira a los demás como si los fuera a congelar, sólo con vodka se suelta esta mujer. Su vida no ha sido fácil; sus padres la abandonaron frente a una iglesia y nunca fue adoptada, todo lo que ella ha logrado y conseguido ha sido por mérito propio.
Y al final estoy yo, como dije, soy toda pendeja de nacimiento; "en agosto tenía que nacer", con la flor de la suerte en el culo; nací para nada, tengo 23 años y, según como veo, mi destino será morir virgen, sin volver a mi país y con miles de gatos a mi alrededor.
Bueno, como dirían en mi país: soy "Un palo de luz"; un metro ochenta (1.80m), ¿qué mujer mide un metro ochenta? ¡Pues la pendeja de Camila, claro! Tengo ojos grises y el pelo castaño cuando no me lo tiño, duh. Mi carácter es...bueno, depende del libro que esté leyendo, la música que esté escuchando o simplemente cómo esté el día, siempre digo que soy bipolar, pero más bien soy inestable emocionalmente , mi físico es un término medio, ni gorda ni flaca, no como las condenadas de mis amigas que tienen un cuerpo para matar, durante la primera mitad de mi vida fui muy gorda, cosa que mi mamá odiaba a muerte si me viera ahora brincos diera.
En estos cuatros años he estudiado siete idiomas, todo vía Internet y practicando con las chicas; sé coreano, francés, inglés, alemán, portugués, italiano, inglés y español ya que es mi lengua natal. Trabajo en edición de libros y traducciones, como Freelancer, todo por correo electrónico, a veces voy y ayudo a Don José en el café de abajo, cosa que hago casi todo el día cuando no trabajo o leo historias de W*****d o de libros que compro. Mi vida se limita al market que está a dos esquinas de aquí y los lugares donde no me piden documentos, por obvias razones.
Quizás desde el principio de mi historia se preguntan el por qué de mi acoso a la vecina adicta al sexo mientras estaba en el balcón, pues hace unos meses fui a comprar a la librería un libro que esperaba con ansias "Pídeme lo que quieras y te lo daré" y ella compró el último libro que quedaba en la tienda; desde entonces la empecé a observar y, ¿qué pasó? Pues me di cuenta que la envidio por el simple hecho de que ella tiene algo que yo no; libertad de hacer lo que quiera.
Después de llevar una semana acosándola desde mi balcón buscando algún material que me permitiera chantajearla para que me vendiera el libro, descubrí que en su casa pasan cosas extrañas; a veces se escuchan gritos, ella casi no duerme, pensé que era un vampiro hasta que recordé que salía de día, después pensé que era algún tipo de mujer mística o algo así. Pero todo cambió una noche que vi cómo entraban dos chicas a su apartamento, vi cómo conversaban en la sala y ella les daba de tomar, después mi vecina se dirigió a la entrada, como si hubiesen tocado el timbre, y cuando llegó, entró con dos hombres; el moreno con el que tiene tres días follando y un rubio que he visto un par de veces.
Cerraron todas las ventanas, puertas y cortinas, ya no podía observar nada hasta después de varias horas que vi a los dos hombres sacando dos maletas del misterioso apartamento, pero lo extraño es que las chicas nunca más salieron o nunca vi que lo hayan hecho. He visto entrar muchas chicas en estos tres meses a su domicilio, pero nunca las veo salir, he escuchado gritos de terror y otros de placer de parte de ella, también he visto muchos hombres salir de esa casa hasta cuatro en un mismo día. ¡Me he obsesionado tanto con la pelirroja! ¡Estoy segura de que algo pasa en ese apartamento!
...
Le doy la última mirada al apartamento de la pelirroja antes de ponerme a trabajar. Enciendo mi computadora y pongo música mientras espero, un escalofrío recorre todo mi cuerpo, me levanto de la silla al cerrar la ventana y veo a la pelirroja observando mis movimientos, evito expresar mi sorpresa, por lo que me hago la desentendida y cierro las cortinas del balcón, vuelvo y me siento, pero estoy nerviosa, como si todo fuera a cambiar, pero no estoy segura si es para bien o para mal. ¡Odio esta sensación
Escucho el celular de alguien sonar, escondo mi cabeza debajo de la almohada, pero el celular sigue sonando, miro el reloj y son las 2:30 a.m. ¡¿Quién carajos llama a esta hora?! ¡Por Dios, ten piedad de las ilegales como yo! ... Escucho una maldición de Helen.-¿Podría alguien apagar ese puto celular? ¡¡Hyo!!-No es el mío. ¡Camila, por Dios!-¡¡¡Paso!!! No me dejan dormir, ¿Quién llama a esta hora? –Las tres gritamos al mismo tiempo a María, pero la morena se para entre mi puerta y la de Hyo llorando, rápidamente doy un brinco de la cama y Hyo también-.-María, ¿qué pasa ? –Pregunta Hyo-.-María por Dios habla –Esta vez pregunto yo-.-Está muerta, está muerta. –Es lo único que dice María llorando. Helen llega y se queda mirándome a la cara, no entendemos de qué habla María, voy a abrir la boca para preguntar quién murió, pero Maria se desploma en el suelo y comienza a llorar con desesperación-.-María, por Dios, ¡¿Quién murió?! ¡Nos estás
Helen iba conduciendo, Hyo de co-piloto y María y yo en la parte de atrás del carro. Al principio no iba a ir, me asustaba ir porque tendríamos que viajar a Valencia, el pueblo Natal de la madre de María. Las chicas prepararon todo, ni siquiera dormimos mientras Helen ubicaba un hotel en el cual hospedarnos; Hyo hablaba con Mercedes, la hermana de María, para saber cómo llegar, , yo hacía las maletas y preparaba algo de sopa para tener algo caliente en el estómago que cayese bien.Se supone que iríamos en avión hasta que nos acordamos que soy una miserable indocumentada, yo me quedaría, maldije un millón de veces mi situación y no poder acompañar a María en esta tan amarga etapa en su vida, pero luego las chicas decidieron ir en carro y así podríamos viajar las cuatros sin problemas.Y aquí estamos, en el carro con un silencio sepulcral mientras la lluvia cae y el paisaje se ve muerto por el invierno. Casi cuatro horas de viaje hasta que por fin llegamos a la entrada de
Escucho un celular sonar, juro por Dios que mataré a quien sea que esté llamando...-Scheiße, wer zum Teufel ruft zu diesem Zeitpunkt. –Soltó la alemana-.-정말이 똥 시간이라고 불러야하기 때문에?-¿Podría alguien callar ese teléfono? Y ustedes dejen de hablar en sus idiomas . –Grito mientras intento ver la hora. Me froto los ojos y no lo puedo creer; son las 6:30 a.m. ¡¿Qué carajos?!-¡¡¡María!!! –Gritamos las tres al mismo tiempo-.-이봐, 우리는 어디 있고 왜 아직도 술에 취해있는거야?-¡Si vas hablar coreano intenta que no esté borracha. -Estamos en un hotel por que ayer era...¡Mierda el funeral! ¡¡María!!Una hora después estamos todas delante de la casa de la madre de María con lentes de sol y con el estómago rugiendo como una fiera. Cuando entramos todavía no había llegado nadie, escuchamos la voz de Mercedes y caminamos hasta la cocina.-¿Es en serio María? ¿Es el funeral de tu madre y tu vas a emborrachar, y divertir como si lo estuvieses celebrando?-Merc
Mientras se alejaban a buscar el carro, escuché pasos acercándose y me asusté un poco, estoy en el medio de la nada, sólo kilómetros de bosque me rodean y la casa de la difunta madre de María a lo lejos, mis ojos se dirigieron hacia el lugar de donde provenía el sonido y lo que mis ojos vieron no lo podían creer; ¿Qué carajos hace la pelirroja aquí?Seguía viendo a mi vecina, ella me dedicó una sonrisa, mientras se quitaba arrugas invisibles de su vestido negro, caminando hacia mí y encendiendo un cigarrillo.-Te he visto en algún lado, ¿no? Me pareces conocida. –Dijo ella mientras soltaba el humo por su boca-.-Soy...soy tu vecina. Vivo al lado de tu edificio.-Oh, ¿de verdad? ¡Soy tan despistada! Nunca me había dado cuenta...ya sé de dónde te identificó, estabas en el bar anoche, ¿no?<
Ya pasó una semana de la muerte de la madre de María. Nunca hemos vuelto a hablar sobre aquellos dos días en esa casa.-Camila, ¿sabes que vamos de vacaciones a Alemania? –Me preguntó María mientras ponía mermelada a su pan-.-Sí, lo sé, tienen ese viaje planeado desde hace meses.-Es una pena que no puedas venir, seguro los niños te amarían. –Dijo Helen mientras tomaba su café-.-¡Podemos ir en carro, así vas con nosotras! –Ahora hablo Hyo-.-Y, ¿cuando pasemos por la frontera que diremos ? ¿Pensaste en eso súper dotada? –Preguntó Helen molesta-.-Ahh...Lo siento Cami'. –Dijo Hyo apenada-.-No tenemos que sentirlo, ella sabía en lo que se metía cuando salió de su país y se quedó aquí. –Dijo la alemana encogiéndose de hombros-.-Alemana tenía tenías que ser. ¡Pero que gilipollez! -¿Estás en tus "días de Andrés"? ¿Necesitas un buen polvo o qué carajos? –Soltó María levantándose de la mesa para ir a buscar su cartera y marchar
-Mamá, me duele el pie, sóbemelo.Pásame el mentol.–Subo el pie hacia los muslos de mi abuela, mientras ella acaricia mi pie. Después que termina, saco mi celular y le empiezo hacer videos por Snapchat.-El día que yo te rompa ese celular no te quejes, Camila. ¡Déjame tranquila! Que sabes que no me gusta que me molesten con esas cosas .Esa misma noche vi una película de terror y no podía dormir, me acosté con mi abuela, afincando mi cabeza en su espalda, era la única que ahuyentaba mis pesadillas.-Mamá la quiero mucho. ¿Quién es mi "guelita linda", "guelita linda", "guelita linda","guelita linda"...Despierto alterada por el sueño que acabo de tener. Una de las personas que más extraño, por no decir que es la única que extraño; mi abuela, ella lo era todo para mí, sé que le he causado un gran dolor y decepción cuando al mentir, y huir.Ella me crió y me dio todo el amor de una madre. Miro la hora en mi celular, son las 2 a.m. y ya e
Escucho los gritos de las chicas, sé que hoy es es su viaje. María grita sin parar mientras Helen maldice Dios sabes qué. A la única que no escucho es a Hyo.Me levanto de mi cama y me veo al espejo, en mi cara se nota el desastre que soy; tengo orejas como panda, mi moño de pelo está más pa'llá que pa'cá, mi t-shirt está lleno de hoyos, mis bragas...mejor ni hablar; se han desgastado con el tiempo, tengo una sola media, no sé dónde está la otra...Voy caminando hacia la cocina y cuando Hyo me ve hace una mueca de asco, María finge cantar bonito y Helen solo me mira y niega con la cabeza.-¡Dios, Lucía! ¿Qué te pasó ? –Pregunta Helen-.-¿Acaso no es obvio? Se fue de rumba y no le dijo a nadie. –Soltó Hyo entrándose una cucharada de avena a la boca-.-Podrías por lo menos habernos dicho, de seguro que te ayudábamos a tomar. –Dice María poniendo su cara de indignación-.-Yo se los iba a decir...-¡¡Como no!! Seguro se fue con el vagabundo al q
Ya tengo dos semanas trabajando con Lucas y hasta hora no ha pasado nada importante; sólo acontecimientos políticos, pero eso cambió en aquella noche...La única desventaja de mi trabajo es que cuando había noticia, Lucas llamaba, sin importar la hora. Siento mi celular vibrar a las 2 a.m. y, "¡Maldito será!" Porque sé que es por trabajo.¡Me cago en to' lo malo del mundo entero te odio Helen! –Grito mientras me llevo el celular al odio para hablar-. ¿Lucas, qué pasa?Vístete, paso por ti en dos minutos. –Soltó el rubio al otro lado de la línea-.¿Te das cuenta de la hora que es?Como si fuera algo nuevo... –Dice el muy gracioso-. Lucía, no comas nada.Me levanto de la cama y me pongo unos jeans negros, una camisa azul, una botas neg