Alivio. Calma. Seguridad. Alegría.Esos son los sentimientos que me cruzan el pecho en cuanto puedo ver su rostro. Y sintiendo mis piernas temblar a causa del susto que he pasado, voy corriendo hasta él que no duda en rodear mi pequeño y delgado cuerpo en un cálido abrazo que me reconforta más de lo que se podría imaginar y rompo en llanto, aferrandome a él.No quiero si quiera pensar en lo que hubiera pasado si él no hubiera aparecido y hubiera alejado a ese hombre lejos de mí.—Tranquila —susurró, acariciando mi espalda de arriba abajo—. Ya pasó.—Y-yo...—¿Te hizo algo? —preguntó, puedo notar como los músculos de su cuerpo se tensan al pronunciar esas palabras.Niego, incapaz de pronunciar palabra alguna.Erick se apartó solo lo suficiente para tomar mi rostro con sus manos, ahí puedo ver la expresión de preocupación y horror que tiene plasmada en su rostro.—No mientas —insiste—. Si te hizo algo...—N-no... pudo —digo, sorbiendo mi nariz—. Tú llegaste antes.El alivio que cruza su
PRIMERA PARTE:No puedo dormir.Por más que intento, cada vez que cierro los ojos la imagen de ese hombre sobre mí aparece en mi cabeza, asqueandome por completo. Recuerdo todo con claridad; como sus asquerosas manos se realizaron por mi piel, como se estuvo tocando encima de mí. Y no lo soporto, entro al baño y me doy otra ducha queriendo quitar las huellas de sus dedos sobre mí piel.Hace un frío del demonio porque no ha dejado de llover, pero eso es lo que menos me importa.Paso las esponja con jabón por mi cuerpo una, y otra, y otra vez sin lograr sentirme lo suficientemente limpia. Y sin darme cuenta, unas cuantas lágrimas empiezan a deslizarse por mi rostro. No lágrimas de tristeza, no, estás son enojo.Me da tanta rabia pensar en que esto no solamente me ha ocurrido a mí, porque diariamente hay chicas que pasa por esto o por cosas mucho peores de las que pocas terminan con vida. Y es injusto. Es injusto que por culpa de unos malditos ya no podamos sentirnos seguras en ningún si
SEGUNDA PARTE.Cada vez nos vamos acercando más al departamento de policía y, a diferencia de mí, que parezco estar a punto del colapso debido a los nervios, Erick se mantiene sumamente tranquilo mientras conduce el coche con una mano en el volante y la otra sobre su pierna.—¿Esto no te pone nervioso? —le pregunto—. Porque a mí sí.Erick me mira rápidamente para volver a llevar la vista al frente.—No tendrías por qué estarlo —dice—. El único que debería estar nervioso es ese infeliz porque me aseguraré de que pasé toda su vida en la cárcel.—Estás demasiado seguro de que será así.—Porque lo será —asegura—. Ni el mejor abogado podrá sacarlo.Ya nadie más vuelve a hablar y pronto Erick detiene su coche frente a la comisaría.Frunzo los labios hasta formar una línea recta, tensa desabrochó el cinturón de seguridad, pero antes de poder abrir la puerta, siento la mano de Erick posarse sobre mi rodilla.Por inercia llevo la mirada a su mano y después lo miro a los ojos, sintiendo como ah
Lo he tomado por sorpresa, sí. A ambos. Pero tras darse cuenta de que quien ha unido sus labios con otros soy yo, Erick no duda en devolverme el beso con las mismas ganas lo cual solo hace que sonría con satisfacción sobre su boca.No quiero dar un espectáculo frente a todos sus empleados, por lo que cuando veo que él quiere profundizar el beso me separo, todavía sonriendo.De reojo puedo ver cómo su secretaria aprieta los puños a sus costados con bastante más fuerza de lo usual.—¿Seguirás hablando con tu empleada, o ya podemos irnos? —pregunto, haciendo énfasis en la palabra «empleada» solo para molestarla todavía más—. Quiero ir a casa.Erick parpadeo, todavía incrédulo y movió su cabeza en un gesto afirmativo.—Vendré más tarde —le informa a su secretaria—. Cuando regrese te espero en mi oficina para que me digas hablando de esos informes.«Te espero en mi oficina» Al escuchar esas palabras, mi sonrisa se borra de golpe, sintiendo como un revoltijo de emociones para nada agradable
«N/A: Perdónenme la vida, gente preciosa. Pero no había actualizado porque tengo mil cosas en la cabeza por hacer y muy poco tiempo. Ni si quiera sé cómo conseguí hacer un espacio para poder editarlos este capítulo.Espero pronto traerles uno nuevo. Aunque pueden ir a leer también le versión que no está editada de esta historia en Hinovel, en donde el libro posee un título distinto y es «Vendida». Esto se los digo por si no quieren esperar a que actualice por aquí, ya que en esa otra plataforma la historia está completa.Disfruten del capítulo, y díganme qué es lo que les parece en comentarios»—¿Qué está haciendo él aquí? —pregunta, serio, desviando sus ojos molestos hacia mí.—Joel, él...—Solo vine a traer a Raquel —dice Erick, levantándose del sofá, ahora serio—. Pero no te preocupes, que estaba por irme.Tras pronunciar esas palabras, volteo a verme.—Adiós.Le doy un asentimiento de cabeza en respuesta, Erick camina a la salida del departamento bajo la fulminante mirada de mí me
—Hola —digo, una vez contesto la llamada del ojiverde.—Hola —me saluda, por su tono de voz sé que sonrío.Se hace un breve silencio el cual me veo obligada a romper yo misma por lo incómodo que me resulta.—¿Sucede... sucede algo? —No, no —se apresura a decir—. Solamente quería pedirte disculpas por si te ocasione problemas con tu amigo.—No ocasionaste ningún problema, no te preocupes.Él carraspea, y casi lo imagino asintiendo.—Por... cierto —dice, de pronto—. Querías decirme algo antes de que Joel apareciera. ¿Qué... qué era?—Eso prefiero decírtelo en persona, no por acá —suelto en un murmullo lo suficiente alto como para que me pueda escuchar. De reojo, veo que mi mejor amigo se levanta del sofá y camina hasta la cocina en busca de no sé qué.—Entonces... ¿te parece si mañana nos vemos? Yo también quiero decirte algo que sé que te agradará oír.Hundo levemente mis cejas, confundida.—¿El qué?—Prefiero decírtelo en persona —usa mis propias palabras contra mí en un tono diverti
ANTES DE COMENZAR A LEER:Los capítulos que publicaré a partir de aquí NO ESTÁN EDITADOS. Decidí subirlos así porque llevo mucho tiempo que no consigo actualizar la historia porque no me da chance de editar nada así que para no haberlos esperar los publico así.Cualquier cosa, cuando ya estén editados —aclaro que lo único que se cambiara es la forma en la que los escribí, también unos cuantos párrafos o diálogos, nada más—, publicaré un anuncio aquí mismo para que ustedes sepan por si deciden esperarse y no leer los capítulos así, sino cuando estén ya todos editados.Y antes de terminar, les pido disculpas por la forma de narrar que use al escribir estos capítulos por allá en el 2019. Apenas iniciaba en este mundo de la escritura y no tenía a nadie que me dijera cuál era la forma correcta de narrar porque, definitivamente, pienso que está no la es.También disculpen si hay errores ortográficos, cuando los edite arreglaré todo.Sin mas, disfruten del capítulo y de los que siguen.*****
Cerré la carpeta y miré a Erick con dulzura.— ¿Puedo darte un abrazo? — pregunté dudosa por su respuesta.Erick: Si — asintió con una sonrisa de lado. — Por supuesto que sí. — se levantó de la silla.Le sonreí y me puse de pie, él se acercó a mí acortado la distancia que había entre nosotros y me abrazó; me enrollo entre sus brazos y el olor de su perfume invadió mis cosas nasales, e inconsciente cerré mis ojos para disfrutar de este momento — Muchas gracias Erick, esto significa mucho para mí y nunca tendré como pagarte esto que has hecho por mí — hablé todavía abrazándolo, sin ninguna intención de separarme de él Erick: Basta princesa, no me agradezcas más — me pidió, y río por lo bajo — Si hice esto es porque todavía te sigo queriendo y sabía cuándo te encantaría recuperar algo de tus padres — habló y se encogió de hombros, mientras apoyaba su barbilla de mi cabeza. — No para que me estés agradeciendo por ello cada segundo.— Si tú lo dices — Murmuré.Tan solo tenerlo cerca de e