Capítulo veinte.
Hoy el día ha sido extenuante y fastidioso, ya es casi la hora de almorzar, muero de hambre y me encuentro pegada a la silla de la caja porque Lily se encuentra de permiso. Este es el trabajo más horrendo que puede haber, recibir dinero es la cosa más espantosa, por lo menos acá en la sala de belleza. No tengo un minuto libre y dar la vuelta me enreda particularmente. Observo en el teléfono tres llamadas perdidas de un número desconocido y no puedo verificar de quien se trata porque estoy amarrada a este lugar. Admito que soy muy quejumbrosa, pero me considero un espíritu libre y no me agrada sentirme cautiva. Mientras las personas van y vienen observo una figura conocida ¡mierda, Sandra! No tengo donde esconderme, eso solo quiere decir que debo enfrentarla y si va a hacer un escándalo me la voy a tener que soportar. Se acerca y sonríe ¡Hey esperen! ¿ella está sonriendo? Esto sí que es una sorpresa. Conversa c
Levanta las cejas con asombro y aprieta los labios como si se sintiera incomodo por algo, respira profundo y niega con la cabeza al tiempo que baja la mirada, decepcionado, contrariado; es una especie de expresión malhumorada con desilusión que no entiendo. Su vista vuelve a mí, directo a mis ojos como taladrándome y sonríes. —¿Realmente no confías en nadie, eh? – su pregunta aclara mis dudas, sin embargo su expresión sigue siendo enigmática, plana e impenetrable, decido quedarme callada porque tengo la costumbre de dañar este tipo de momentos con mis tonterías —¡Jamás haría algo así! No estabas en tus cinco sentidos y aunque tu disposición era notoria… no podría haberte tocado – en ese momento vienen a mi mente flashes de lo que pasó. Sus manos sacando la ropa y encendiéndome en llamas. Cierro los ojos y entonces las cosas se ven claras: me estaba cayendo de la borrachera, inconsciente prácticamente y con el deseo a flor de
¡Se refería a trabajar en el caso!Le he contado todo lo referente a mi matrimonio y al descaro con que me quitó la custodia de mi bebé, he hablado de los testigos y la desfachatez con la que sobornó a mis ocho abogados para que no le hicieran peso en ninguno de los juicios, la chica que lleva por nombre Sheila cada vez abre más la boca ¡hay moscas Nena, no dudes que entrarán! Hay un caballero muy agradable y bien parecido que ha quedado deslumbrado conmigo – algo que no me extraña porque soy una belleza – su nombre es Malcolm y tiene unos ojos color ámbar preciosos, coquetea de manera sutil – lo cual me agrada mucho – ya que aburro metida en esta oficina. He tenido que contratar a alguien mas para que se dedique a la caja en mi Sala de belleza principal para dedicarme a l del juicio en contra del idiota “pito pequeño” de mi ex.
—¡Es todo Vaguhn, creo que ya bebiste suficiente! – coloco el dedo índice atravesando mis labios para acallar el reclamo.—Deja que yo califique eso Richard, gracias – respondo de manera insolente al encargado del bar donde tomo normalmente una o dos copas, sol que hoy necesito mas y ya no desea venderme.
—¡¿Qué hiciste qué?! – Susam quiere estrangularme por haber faltado a la cena de ayer y más aún cuando le dije que pasé gran parte de la noche en la comisaria detenido —¡¿Sabes lo que esto puede hacerle a la imagen de mi padre y a la mía?! - ¿así o un poco mas petulante? Ahora me dirá que no la amo por exponerla de ese modo y no pensar en sus intereses personales —¡Definitivamente tu no me amas, es impresionante cuando no tienes interés de cuidar mis intereses y los tuyos Rogers! ¿en que estabas pensando? – aquí es donde me dice que debo cuidar nuestro patrimonio —¿Tienes idea de lo que va a pensar mi padre? ¡¿nunca has pensado en nuestro patrimonio?! – y hasta aquí llegó mi paciencia.—¿Nuestro? Disculpa “cariño&rdquo
¡Al fin me decidí y compré un chófer! Eso de estar viajando en taxi es muy arriesgado, y mas ahora que se mi ex es un verdadero delincuente, es un pillo aunque Vaguhn diga que no es el autor intelectual de ello, para mí es peligroso, si lo sé que dije y vociferé no importarme, pero hay cosas que se dicen bajo el estrés de la ira y el furor de la rabia. Luego que Rogers se hubiere marchado, descubrí leyendo el expediente que no solo él se encuentra involucrado, al parecer – o eso fue lo que entendí – un juez es su resguardo y esa es la razón por la que n se encuentra en la cárcel, entonces eso quiere decir que ya lo han intentado aprehender y no ha sido efectivo porque se encuentra bajo el amparo de este Juez Garrett.¿No entiendo cómo se pueden vender de este modo? Los corruptos no son los pobres, ya que roban para comer, son los ricos que aunque lo tienen todo y sin embargo lo hacen por avaricia ¡que desgraciados!—¡Gracias Elmer! – si bu
—¡Ella es tu amante, te acuestas con ella! ¿verdad? – me acusa como si fuese un delincuente a punto de que me enjuicien —¡Si no te diste cuenta, me golpeó como si fuese un camionero! – habla como una mártir.—Susam, yo tengo un millón de fotos que lo corroboran, ese tipo es tu amante desde hace mucho tiempo – la miro con un cansancio desconocido, sus ojos no dejan de lagrimear —Nada me habría parecido extraño si no hubiese visto marcas de agarre en tu cadera y muslos ¡acéptalo, es tu responsabilidad! – explico con voz cansina.—¡Esto es tu culpa! Si no me hubieses abandonado como lo hiciste, no habría tenido la necesidad de buscar a alguien mas – sus gritos se escuchan en toda la sala de estar.—¿Cómo dices Susam? – Alan ha escuchado la conversación ¡genial! —¿Qué otra persona? ¿Qué sucede aquí? – la voz de mi… suegro retumba en casi toda la casa.—¡Nada, no pasa nada!
—¿Aun no llama? – pregunto a Boris bajando la escalera envuelta en mi bata de baño favorita.—¡No Miggui, ya me preocupa! – suspiro y tomo mi teléfono que se encuentra sobre la barra para llamar de nuevo, repica muchas veces, mi pecho duele por el arrepentimiento que siento al haber formado todo este lio del Centro Comercial.—¡Hay Miggui, me siento tan mal! – lloro desconsolada y cubro mi rostro para tratar de tapar mi vergüenza porque lo eche a perder con mi imprudencia. El timbre suena y Boris corre a ver quién es, escucho el jadeo de mi amigo y me dirijo a la puerta para saber también.Rogers se encuentra recostado al marco de la puerta con una botella de tequila bajo el brazo y una cara de borracho del otro mundo o por lo menos de uno paralelo ¡Ja y yo preocupada! Observo su rostro y su mirada sugerente me abruma, recuerdo que no llevo nada debajo de la bata y retrocedo, me observa insistente e incluso c
¡Maldita sea mi cabeza revienta! Juro no volver a ingerir alcohol en mi vid…¿Dónde demonios estoy? ¡mierda, en casa de Martha, ahora lo recuerdo! Me comporté como un idiota y ella… no quería, pero no le hice caso, la obligué ¡soy un idiota! Merezco que no me dirija la palabra de nuevo.Salgo de la cama y veo mi cuerpo desnudo en el espejo de cuerpo entero en la habitación y busco alrededor mi ropa interior y por supuesto la bata color rosa con encajes y aplicaciones de chica. Abro la puerta y escucho voces abajo en la cocina, camino hacia la escalera y bajo poco a poco hasta llegar a la mitad del camino donde diviso a Boris abrazándola y consolándola ¡la lastimé, lo sé, lo siento!—¡Martha, ella está llorando porque yo la lastimé! Soy un cerdo – me recrimino en voz alta, siento el cuerpo muy débil y tengo que sentarme en uno de los peldaños para no desplomarme cuesta abajo, mi estómago se siente