Cuando Zeke presionó la cabeza hinchada de su gran polla contra mi pequeño y apretado culo, mi cuerpo tembló por él.—Zeke... —Suplique. Pero como en la mayoría de los casos, no sabía por qué.—¿Confías en mí, princesa? —Pregunto de nuevo.Trague con dificultad el nudo en mi garganta y asentí.—Entonces abre ese pequeño trasero para mí, nena. Déjame mostrarte lo bien que puedo hacerte sentir. Mantendremos intacta tu virginidad esta noche, pero igual te voy a follar como te lo mereces. Todavía voy a dejar que sientas cada centímetro de mi polla deslizarse dentro de ti.Grité cuando lo sentí temblar contra mi culo, y gemí al verlo envolver una mano alrededor de su polla resbaladiza y brillante, y acariciarla lentamente contra mí.Sentí la necesidad de tenerlo dentro de mi y probar todo de este hermoso hombre. Lo quería, y lo iba a tener. —Muéstrame —jadeé, mordiéndome el labio. Su otra mano se deslizó hasta mi cadera, sosteniéndome con fuerza—. Por favor, follame —le susurré. Zeke gimi
Capítulo 13ZekePor una parte sentía esta rabia inexplicable, pero también sentía diversión por todo lo sucedido. Sabía lo inocente que era Evanna, pero, es ley que lo que se dice en medio de un orgasmo, no se toma en cuenta después de haber bajado de la nube de placer.Pero, aquí estaba yo, con mi hermosa princesa, caminando de regreso a la sala del trono donde estaba mi supuesta madre resucitada del más allá, y el molesto tío de mi prometida.—Nene —susurro Evanna, con las mejillas sonrojadas, mientras bajábamos las escaleras—. ¿Estuve bien? O sea, nunca había hecho nada parecido, así que no sé si fui buena o te…—Evanna —me detuve y la enfrente, tomando sus mejillas con mis manos—. Todo de ti, me gusta. Para mí eres la mejor, y cada cosa que hago contigo me parece perfecta.Sus ojos se cristalizaron, pero solo me sonrió, sin dejar caer ni una lagrima. Se puso de puntillas y me dio un tierno beso en los labios.—Te amo —susurro a unos centímetros de mis labios—. Ahora, resolvamos to
Capítulo 14Evanna—Eva, ¿estás lista? —Fiorella, la hija mayor de mi tío Felipe, estaba frente a mi con los brazos cruzados sobre el pecho.Hace más de treinta minutos que Zeke había ido a hablar con su madre, y no había vuelto. Estaba muy preocupada, he intente ir por ella, pero Zia, la hermana menor de Zeke, me dijo que no lo hiciera, que los dejará hablar.Le conté todo lo que había sucedido a Zia y ella estaba más tranquila de lo que había esperado. Pensé que por lo menos le afectaría y diría algo como que: «Él no puede ser mi hermano», en su lugar dijo: «Es bastante atractivo, por lo menos».No sé si yo soy muy exagerada, pero, creo que habría reaccionado peor si me enteraba que tenía un hermano mayor.Vuelvo mi atención a Fiorella que me chasquea los dedos en el rostro.—Zeke salió un momento, esperemos cinco minutos más —dije, suplicándole con la mirada.Ya era hora de presentar los compromisos, pero mis primas aún no sabían que mi tío no quería que me casará con Zeke.A lo lej
EpílogoZeke—Por el poder conferido a mí por la reina Catherin de Diera —el juez cierra el libro donde acabo de firma—, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.Observo a mi esposa, y me acerco lentamente. Había querido besarla desde que entro al jardín privado del castillo, necesitaba asegurarme que era real. Estaba más hermosa que nunca con su vestido blanco ceñido a su delicada figura.En el momento que nuestros labios estuvieron a un centímetro de distancia, le susurre: —Creo que besarte no va a ser suficiente para calmar mi ganas, princesa.—Y no creo que yo tenga suficiente de ti solo con un beso —murmuro de regreso.Lleve mi mano a su nuca y la atraje a mi completamente. La bese sin importarme el mundo. La bese como si solo estuviéramos nosotros dos solos.—Te amo —dijo cuándo nos separamos. Le sonríe, completamente enamorado de mi princesa.—Te a… —Antes de terminar la oración, alguien me tiro del brazo y me alejo de mi esposa sin previo aviso.—¡Hermano! —Magnus s
✿ Prefacio ✿Diera — Hace un añoAhí estaba ella. La mujer más hermosa que mis ojos vieron jamás.Había estado fantaseando con la princesa de Diera desde que la vi, hace cinco años. Ella estaba en el balcón de su habitación, era una niña, pero, podía apostar que cuando creciera sería la mujer más provocadora y sexy que jamás vería.Y así fue. Cinco años después, aquí estaba. Su cuerpo era distinto, su mirada también.Escondía algo, lo podía ver.Ella no supo quién era yo. Pero, yo sabía perfectamente quién era ella y quién sería para mí: una perdición.Y estaba feliz por perderme ahí.Me prometí que la tendría, sin importar lo que hiciera. Sin importar si ella estaba con alguien y yo igual.Algún día la tendría para mí y disfrutaría muchísimo ese día.La observe toda la noche.Bailo con príncipes estúpidos y sonrió tiernamente a todo el que se le acercaba.Dieciocho años e inocente. Eso era Evanna Lynne. La inocencia personificada.Cada vez que algún chico malicioso llegaba con inten
Capítulo 1Evanna¿Dónde demonios deje mi vestido?Esto era precisamente lo que me hacía falta en este momento, perder el puto vestido. Ya estaba llegando tarde a la estúpida velada a la que nunca quise ir, para ver por primera vez al hombre que no tenía interés en conocer, pero aquí me encontraba yo, recorriendo mi armario con solo unas bragas en busca de mi súper elegante vestido de princesa.La princesa en bragas, era como una especie de cuento de hadas, pero no el que le contarías a un niño.Suspiré, mientras fruncía el ceño ante el completo desorden de mi armario, si bien puedo darme el gustico de tener un armario gigantesco, no puedo negar que momentos como este me hacen querer ser una persona normal con un simple armario que es fácil de ordenar. Pasándome las manos por el cabello rubio y un poco despeinado, me giro para verme a mí misma en el gran espejo de techo a piso.Me doy cuenta que el tiempo no está a mi favor para realizar un gran peinado como los que mi madre ama. No e
Capítulo 2Evanna—Quién quiera que seas, ¡estás en un gran problema por estar aquí arriba! —Grité al hombre detrás del estante. Podía verlo por un espacio donde faltaba un libro, pero, estaba 99,999% segura que él no me veía. Tragué saliva, quité mi cabello de mi cara y alisé el vestido rosa claro sobre mi cuerpo. —Lo importante no es quien soy yo —el hombre ronroneaba con barítono, intentando ver a través de los libros—. Llegas tarde, princesa.No puedo negar que al segundo de escuchar su voz, pude sentir cómo reaccionaba mi cuerpo, mi piel se emborrachaba con el calor y mi pulso saltaba mientras su voz sexy resonaba en la habitación.—Dejare pasar estar intromisión de tu parte, si sales ahora mismo de m...—¿Estas decente?Para mi sorpresa, el hombre se había hartado de mi retahíla y estaba caminando directo a donde me encontraba. Pero mi sorpresa fue más grande, cuando me di cuenta que el vestido estaba alrededor de mis pies.¿Qué dem…?No podía explicar cómo esto había sucedido,
Capítulo 2EvannaÉl noto mi agrado por su masaje que apretó mi culo con más fuerza a través de mi vestido delgado, haciéndome gemir, más fuerte está vez. —Rezare porque al menos te folle como lo mereces.Casi me ahogo con la saliva.—Eso es muy escandaloso e inapropiado de decir —Mi voz salió tan aguda que no la reconocí como mía.—Es una pregunta valida. Tú eres la que se casa con el tipo que no conoces, creo que por lo menos esperas una buena follada. —Yo... yo... —no sabía que decir. Por una parte me debatía entre lo cierto de sus palabras y por otra, en el efecto que causaban en mí. De buena gana estaba dejando a un desconocido, no solo poner su mano sobre mi trasero, también lo deje decirme todas estas cosas sucias y altamente inapropiadas para una princesa—. No lo sé.El semental a mi lado ni se inmuto. Continuo caminando, cruzando el césped hasta la entrada del gran salón donde se llevaría a cabo la cena.—¿No lo sabes? —Pregunto después de un minuto de silencio.Nos detuvim