Capítulo 10EvannaMe dolía el cuerpo mientras caminaba junto a Zeke de regreso al salón de mi madre. Sabía que mi cara era como de recién follada o de deseando que me follen, pero no me importaba.Quería que Zeke me hiciera suya, y el deseo aumentaba con cada segundo que pasaba.Caminábamos tomados de la mano todo el camino. Él tenía una sonrisa tonta en su cara y yo solo podía observarlo embelesada.Cuándo llegamos a la puerta, él la abrió, dejándome pasar primero. Este lado de él me gustaba, pero sin dudas amaba su lado dominante y posesivo.Mi madre se encontraba de pie frente a la chimenea. Observaba las llamas con mucha atención.Zeke hizo ademán de hablar, pero lo corte tirando de su chaqueta.—Madre —hable en su lugar.Ella se giró y pude notar que tenía el rímel corrido por las mejillas.—Querida —miro nuestras manos entrelazadas—. Necesito hablar contigo en privado. Ahora.Observó a Zeke con cara de tristeza y de disculpa.—No —me negué, aunque Zeke se había preparado para
Capítulo 11ZekeEsto no podía estar pasando.Lo que había estado imaginando que sucedería, había pasado. No quería mi puto dinero. La quería a ella.¿Qué haría con ese dinero, si no tenía a la mujer de la que estaba malditamente enamorado?Sí, estaba enamorado de Evanna Lynne. Y aunque sonaba como a locura, no lo era. Tuve el tiempo para saber quién era ella y cada parte que vi me gustó y la ame.Cuando su madre dijo lo que su estúpido tío había exigido, me sentí mal, pero cuando Evanna paso de mi por un maldito trono que no valía nada, me sentí como la mierda.Me fui sin esperar nada, pero, cuando estuve solo en mi auto, su mirada llorosa, pero llena de lujuria llegó a mi. Y pensé, en todos los momentos que podríamos pasar. Pensé en ella leyendo un libro en nuestro jardín, con un bonito vestido floreado y su cabello suelto.No podía terminar así, y no lo quería.Giré y decidí seguir a mi corazón. Ya basta de estar metido en el hoyo donde siempre estaba.Fui directo a la dichosa fies
Capítulo 12EvannaPodía ver la confusión en el rostro de Zeke. Pero aún peor, podía sentir su dolor.¿Es fácil enterarse que tú madre nunca murió, y que en realidad fuiste huérfano sin sentido?No, no es fácil.—¿Está bromeando no es así? —Zeke me miró, buscando ayuda—. Evanna, ¿verdad que es una broma?Negué con la cabeza.—No, Zeke —lo mire fijamente. Lo que iba a decir a continuación iba a hacer un hoyo en su interior—. Ella es tu madre.Su rostro se descompensó y pude notar como sus barreras se abrían camino entre todos los ocupantes de la habitación. Intente tomar su mano, pero me esquivo. No veía, estaba ciego de ira y eso me dolió.—¡No seas tonta, nena! —Una risa fría y cortante escapó de su boca—. Mi madre murió al darme a luz.Los sollozos de la reina Helga de Kent, resonaron aún más fuerte en la habitación.—¡Si lo soy, soy tu madre! —Dijo, entre sollozos.—No es así —dijo Zeke negando efusivamente con su cabeza—. Mi madre está muerta.—Zeke —Helga se puso de pie, dio unos
Cuando Zeke presionó la cabeza hinchada de su gran polla contra mi pequeño y apretado culo, mi cuerpo tembló por él.—Zeke... —Suplique. Pero como en la mayoría de los casos, no sabía por qué.—¿Confías en mí, princesa? —Pregunto de nuevo.Trague con dificultad el nudo en mi garganta y asentí.—Entonces abre ese pequeño trasero para mí, nena. Déjame mostrarte lo bien que puedo hacerte sentir. Mantendremos intacta tu virginidad esta noche, pero igual te voy a follar como te lo mereces. Todavía voy a dejar que sientas cada centímetro de mi polla deslizarse dentro de ti.Grité cuando lo sentí temblar contra mi culo, y gemí al verlo envolver una mano alrededor de su polla resbaladiza y brillante, y acariciarla lentamente contra mí.Sentí la necesidad de tenerlo dentro de mi y probar todo de este hermoso hombre. Lo quería, y lo iba a tener. —Muéstrame —jadeé, mordiéndome el labio. Su otra mano se deslizó hasta mi cadera, sosteniéndome con fuerza—. Por favor, follame —le susurré. Zeke gimi
Capítulo 13ZekePor una parte sentía esta rabia inexplicable, pero también sentía diversión por todo lo sucedido. Sabía lo inocente que era Evanna, pero, es ley que lo que se dice en medio de un orgasmo, no se toma en cuenta después de haber bajado de la nube de placer.Pero, aquí estaba yo, con mi hermosa princesa, caminando de regreso a la sala del trono donde estaba mi supuesta madre resucitada del más allá, y el molesto tío de mi prometida.—Nene —susurro Evanna, con las mejillas sonrojadas, mientras bajábamos las escaleras—. ¿Estuve bien? O sea, nunca había hecho nada parecido, así que no sé si fui buena o te…—Evanna —me detuve y la enfrente, tomando sus mejillas con mis manos—. Todo de ti, me gusta. Para mí eres la mejor, y cada cosa que hago contigo me parece perfecta.Sus ojos se cristalizaron, pero solo me sonrió, sin dejar caer ni una lagrima. Se puso de puntillas y me dio un tierno beso en los labios.—Te amo —susurro a unos centímetros de mis labios—. Ahora, resolvamos to
Capítulo 14Evanna—Eva, ¿estás lista? —Fiorella, la hija mayor de mi tío Felipe, estaba frente a mi con los brazos cruzados sobre el pecho.Hace más de treinta minutos que Zeke había ido a hablar con su madre, y no había vuelto. Estaba muy preocupada, he intente ir por ella, pero Zia, la hermana menor de Zeke, me dijo que no lo hiciera, que los dejará hablar.Le conté todo lo que había sucedido a Zia y ella estaba más tranquila de lo que había esperado. Pensé que por lo menos le afectaría y diría algo como que: «Él no puede ser mi hermano», en su lugar dijo: «Es bastante atractivo, por lo menos».No sé si yo soy muy exagerada, pero, creo que habría reaccionado peor si me enteraba que tenía un hermano mayor.Vuelvo mi atención a Fiorella que me chasquea los dedos en el rostro.—Zeke salió un momento, esperemos cinco minutos más —dije, suplicándole con la mirada.Ya era hora de presentar los compromisos, pero mis primas aún no sabían que mi tío no quería que me casará con Zeke.A lo lej
EpílogoZeke—Por el poder conferido a mí por la reina Catherin de Diera —el juez cierra el libro donde acabo de firma—, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.Observo a mi esposa, y me acerco lentamente. Había querido besarla desde que entro al jardín privado del castillo, necesitaba asegurarme que era real. Estaba más hermosa que nunca con su vestido blanco ceñido a su delicada figura.En el momento que nuestros labios estuvieron a un centímetro de distancia, le susurre: —Creo que besarte no va a ser suficiente para calmar mi ganas, princesa.—Y no creo que yo tenga suficiente de ti solo con un beso —murmuro de regreso.Lleve mi mano a su nuca y la atraje a mi completamente. La bese sin importarme el mundo. La bese como si solo estuviéramos nosotros dos solos.—Te amo —dijo cuándo nos separamos. Le sonríe, completamente enamorado de mi princesa.—Te a… —Antes de terminar la oración, alguien me tiro del brazo y me alejo de mi esposa sin previo aviso.—¡Hermano! —Magnus s
✿ Prefacio ✿Diera — Hace un añoAhí estaba ella. La mujer más hermosa que mis ojos vieron jamás.Había estado fantaseando con la princesa de Diera desde que la vi, hace cinco años. Ella estaba en el balcón de su habitación, era una niña, pero, podía apostar que cuando creciera sería la mujer más provocadora y sexy que jamás vería.Y así fue. Cinco años después, aquí estaba. Su cuerpo era distinto, su mirada también.Escondía algo, lo podía ver.Ella no supo quién era yo. Pero, yo sabía perfectamente quién era ella y quién sería para mí: una perdición.Y estaba feliz por perderme ahí.Me prometí que la tendría, sin importar lo que hiciera. Sin importar si ella estaba con alguien y yo igual.Algún día la tendría para mí y disfrutaría muchísimo ese día.La observe toda la noche.Bailo con príncipes estúpidos y sonrió tiernamente a todo el que se le acercaba.Dieciocho años e inocente. Eso era Evanna Lynne. La inocencia personificada.Cada vez que algún chico malicioso llegaba con inten