8. Keira

¡¿Qué?!

Mi cuerpo está en shock. Mi mente no reacciona. No puedo dejar de mirarlo. Ese pelo aún más revuelto que nunca debido al aire, las manos dentro de los bolsillos, la impoluta camisa blanca con sus dos botones desabrochados, creo que esa es su pose favorita, pero ya la mía también.

—El mismísimo señor Aiden Stone —comentó irónica—. Se puede saber cómo sabía usted que yo estaría aquí.

Él sonríe. Es aún más guapo.

—No me subestimes —me dice—. Soy Aiden Stone yo consigo lo que quiero y eso aplica para todo.

—Claro —alargo la O—. Andrea fue ella verdad —ignoro lo que acabó de decir—. Considero que después de esto no voy a tener intimidad, es la dirección, la vida laboral, ahora el mejor lugar para desconectar del mundo. ¿Algo más?.

—Keira Buckett tienes la autoestima demasiado alto ¿no crees?.

Mi teléfono interrumpe.

—Dime Andrea.

Mientras escucho a mi mejor amiga hablando, mis ojos siguen observando al hombre que tengo en frente. El hombre que últimamente no deja de aparecer en mi vida y provocarme revoluciones en todo el cuerpo.

—Keiri el hijo de... —iba a decir una palabra, pero lo piensa bien y rectifica—. Aiden habló con Hugo para que no te diera el empleo.

Me estoy sintiendo demasiado controlada y eso me asfixia.

—Tranquila Andrea. Hablamos después.

—Adiós Keiri —cuelgo.

—¿Quién supones que eres para decidir por otras personas?. Que yo tuviera otro empleo no te afectaba para nada. Estaba fuera del horario laboral que tienes establecido e iba a cumplir mis obligaciones como era debido —me levanto de la arena. El buen ambiente que tenía aquí acabó de esfumarse.

—Ahí si te equivocas. Porque si yo decido que después de las cinco necesitas terminar un trabajo, así tiene que ser. La puntualidad es importante y tú acabarías llegando tarde. O le pones interés a tu trabajo o ahorrémonos el tiempo. ¿Es en A.S. Enterprises o en Upcide? Tú decides Buckett.

—Aiden —rectifico—. No disculpe, señor Stone, la primera prioridad va a ser siempre A.S. Enterprises porque es el trabajo que me apasiona, estudié para ello y además es un salario generoso. Conformase con eso. Lo demás en solo mi asunto. Buenas noches.

Y de esta manera me voy a mi humilde Penthouse en Mission.

Yo no sabía realmente sobre la boca a la que estaba entrado hasta que mi jefe reveló cuan dominante podía ser.

La guarida del león estaba resultado mucho para mí, pero ¿por qué yo no le tenía miedo? ¿por qué no corría? ¿por qué me quedaba ahí mirando como la frialdad de adentro me llamaba? ¿por qué no huyo?

Yo, una chica que jamás y nunca lidió con un hombre así. La que jamás estuvo en la farándula o en las redes de chicos populares.

Pues hoy parecía ver el camino de una nueva Keira.

Aún sabiendo todo lo que implicaba mi trabajo en esa empresa, mi cercanía con mi jefe; aún así me quedo aquí esperando arder en llamas.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo