Capítulo 13
Sin saberlo en ese momento Fernando había escuchado lo que Carlos me dijo…
Casi de inmediato entró Fernando… Me miró y una vez más me dijo:
_ ¡Melissa, mi vida, ¿no te conmovieron las palabras de Azul? perdóname, mi vida, ¡por favor! _…
¡Ya no pude más!... Grité con tal desesperación que los dos comenzamos a llorar, nos abrazamos… Parecía que sentíamos el dolor con la misma intensidad porque no podíamos dejar de llorar, Fernando una y otra vez me decía:
_Dime que me perdonas, ¡por favor!, dímelo_…
_Sí, te perdono_…
_ ¿Qué dijiste? _
_ ¡Sí te perdono! _
_ ¡Gracias mi vida, gracias, te juro que no te arrepentirás! _
Unos días después salí del hospital, Fernando me llevó a casa y decidimos tomar una terapia de pareja con Begoña
Capítulo 9 El remordimiento _Señorita, disculpe quiero saber el estado de la Señora Melissa Zannoni_ _ ¿Es usted familiar de la paciente? _ _Sí, soy su esposo ¡Dígame!… ¿Cómo se encuentra? _ _Está en Terapia Intensiva…Le llamaré al Doctor Harem, es el médico que la está atendiendo, él le informará cual es el estado de la paciente_ La espera se me hizo eterna, era tal el temor que sentía que me hacía temblar todo el cuerpo… Saqué un cigarrillo mientras paseaba por el pasillo, cuando estaba a punto de encenderlo se acercó una enfermera… _ ¿Es usted el esposo de la señora Melissa Zannoni? _ -Sí, si_… _Aquí le entrego sus pertenencias… Señor, no puede fumar aquí… Firme esto, por favor… Ni siquiera me di cuenta de lo que firmaba, tomé las cosas de Melissa… Las abracé contra mi pecho… Las l
IntroducciónEn mi afán por ayudarme a encontrar las respuestas que tanto buscaba, escribí este libro, una vez que encontré solución al entorno que estaba viviendo, así surgió Infielmente mío, una novela para intentar auxiliar a tantas parejas con problemas de infidelidad, y en mi propia experiencia, me di a la tarea de escribir, estudiar, escudriñar qué podía hacer para que el perdón llegara a los corazones de cada persona que ha sido engañada, ultrajada, traicionada, y que en algún momento sintió que nadie lo entendería… Infielmente mío, está hecha para ti que buscas la manera de sanar, de aliviar heridas que surgieron a través de la desconfianza, a través del engaño, a través de la desesperanza, está hecha para ti que buscas la manera de sentirte en paz contigo, de reconocer y aceptar tus errores,
Me casé completamente enamorada, llena de ilusiones con proyectos a futuro… Éramos jóvenes, con inexperiencia pero con todas las ganas de formar una familia… Juntos nos sentíamos felices, más enamorados que nunca realmente cuando sabes que ese amor es verdadero, incondicional, hermoso, ¡entregas todo!, muchas veces los padres se oponen cuando les comunicas ¡Me quiero casar! sobre todo cuando eres joven, y lo primero que te preguntan es: ¿Por qué, ya metiste las patas verdad?, a veces no entienden que es porque amas… Por qué deseas compartir tu vida con la persona que tú has escogido, porque se entienden de maravilla, porque juntos se sienten, importantes, se sienten ¡únicos! A veces nuestros padres se olvidan de que también fueron jóvenes… Y que con el mismo ímpetu que tenemos ahora nosotros, quizás ellos también empezaron así… Y bueno, ahora tengo diez años compartiéndome vida junto a Fernando, ¡lo adoro!, porque es el hombre más bueno y puro sobre la
Capítulo 2 El conflicto… Habían pasado casi siete años, y no había querido tener más hijos porque Azul llenaba todas mis esperanzas, porque la economía hasta ese momento no lo había permitido… Pero cuando festejamos nuestro séptimo aniversario todo cambió drásticamente… Pues Fernando se convirtió en Gerente general de un grandioso hotel, ¡el mejor de México!, así que tuvimos que dejar nuestra ciudad natal, y cambiarnos de residencia, fue muy difícil dejar a la familia, a los amigos, a la gente, tantas cosas… Partir fue unos de los momentos más tristes de toda mi vida, porque nunca sabes si ese nuevo inicio tendrá regreso a tu ciudad… Así que tuve que acostumbrarme a mi nueva vida… Fernando trabajaba incansablemente y parecía que nuestra relación poco a poco comenzaba a distanciarse… No me quería dar cuenta de ello y pensaba que era porque él tenía demasiado trabajo, la casa comenzó a estar distinta, podía comprarme prácticamente lo que me gus
Capítulo 3 La duda… Pero a partir de que había hablado con Rebeca, fui mucho más observadora con Fernando... Y poco a poco iba descubriendo pequeños detalles que empezarían a disipar mis dudas… Era obvio que salía con alguien. Se esmeraba demasiado en su arreglo personal, y sus actitudes al salir en familia, eran nerviosas… Ya no me hablaba con cariño como solía hacerlo, sus llamadas por teléfono ¡eran tan misteriosas!… Cuando lo buscaba en su trabajo la mayor parte de veces estaba fuera… Sus negativas a que yo fuera al hotel a buscarlo, cada vez eran más impulsivas… Y por supuesto, el estado de cuenta de la tarjeta, era más que evidente, cada mes era de diferentes lugares, de ropa, perfumes, accesorios, joyas, etc. Que ¡por supuesto no habían sido para mí!, pero había algo que me hacía dudar de mis sospechas. Muy a menudo, y aunque a veces estuviéramos disgustados, Fernando me buscaba para hacerme el amor… Hasta que hubo dos d
Capítulo 4La traiciónCuando llegamos a casa, mientras él se duchaba, tomé su celular y revisé los mensajes que tenía... ¡No podía creer lo que leía!:_Fernando, Mi vida, déjate querer, ¡me encantas! Y sé que no te soy indiferente…Chío. __Hola cariño, siempre estás en mi corazón y en mi mente_…Chío__Fernando, anoche estuviste genial…Chío_Miré nerviosamente el número de registro… Era el contador Rocha, ¡no podía creerlo!, ¡no podía!…En ese momento fue cuando salió Fernando de la ducha, le dije, poniéndole los mensajes del teléfono a la vista:_ ¡Ahora pregúntame! ¿De dónde saco esas cosa
Capítulo 5 La separación Quizás me equivoque, quizás no sea correcto lo que haré… Con un profundo dolor, mi alma destrozada y con una enorme tristeza decidí marcharme de casa… Era poco dinero el que tenía para poder hacerlo, así que no podría llevar a Azul conmigo… ¡Oh! ¡Dios mío! no podría arrastrar a mi pequeña hija a sufrir, ni siquiera sabía a dónde iría, tendría que trabajar para poder pagar mis gastos, a Fernando ¡ni un peso le aceptaría!… ¡Ni uno sólo! Así que empaqué mis cosas y le escribí una carta a Fernando diciéndole: Fernando, cuando nos casamos… Éramos muy jóvenes y estábamos llenos de ilusiones, tenías hambre de éxito, y al tenerlo, no lo supiste manejar… Deseabas que nuestro amor perdurara por siempre, me lo dijiste miles de veces… Te di mi vida entera, mi amor incondicional… Pero ahora ya todo es diferente quizás ya no me amas, o ya no te gusto, o simplemente ya no significo nada para ti, siempr
Capítulo 6 Mi autoestima… Sin pensarlo más fui de compras, cambié mi apariencia… No es que mi vestimenta fuera demasiado anticuada, yo diría más bien… Conservadora, así que una imagen jovial y atrevida me vendría bien… Me teñí el cabello… Y cambié el maquillaje… Se me había pasado la tarde rápidamente y cuando miré el reloj… Estaba 20 minutos atrasada para el encuentro con Carlos, me apresuré a llegar al lugar de la cita, y él… Aguardaba ahí… En la mesa… Tomando una copa de coñac... Al verme se levantó rápidamente para acercarme la silla, con una expresión llena de asombro... Me dijo: _ ¡Melissa! ¡woooww!! ¡Te ves extraordinaria!, realmente ¡guapísima!, créeme, ¡tú belleza ha resaltado aún más!, ¡caray!... Perdóname que ínsita en decírtelo, no quisiera verme atrevido, pero... Pero me has dejado impresionado, (no dejaba de mirarme), tu maquillaje… Tu cabello… ¡Te ves ¡muuuy bien...!