Capítulo 2
Habían pasado casi siete años, y no había querido tener más hijos porque Azul llenaba todas mis esperanzas, porque la economía hasta ese momento no lo había permitido… Pero cuando festejamos nuestro séptimo aniversario todo cambió drásticamente… Pues Fernando se convirtió en Gerente general de un grandioso hotel, ¡el mejor de México!, así que tuvimos que dejar nuestra ciudad natal, y cambiarnos de residencia, fue muy difícil dejar a la familia, a los amigos, a la gente, tantas cosas…
Partir fue unos de los momentos más tristes de toda mi vida, porque nunca sabes si ese nuevo inicio tendrá regreso a tu ciudad… Así que tuve que acostumbrarme a mi nueva vida… Fernando trabajaba incansablemente y parecía que nuestra relación poco a poco comenzaba a distanciarse… No me quería dar cuenta de ello y pensaba que era porque él tenía demasiado trabajo, la casa comenzó a estar distinta, podía comprarme prácticamente lo que me gustaba, no había más escasez económica, pero yo había cambiado… Dejé de ser jovial… Ya no era aquella jovencita coqueta y sensual con la que Fernando se había casado… Al ser madre me olvidé de todo eso… Pensé que nada nos separaría… “Pues ya estábamos casados” … Hasta que después de meses de mi nueva vida comencé a darme cuenta que Fernando no era el mismo…
Cada día que pasaba me daba cuenta de que hablábamos menos, de que ya no me decía que lucía hermosa, se enojaba con frecuencia cuando estaba en casa, o salíamos… No era tolerante con Azul.
_ ¿Por qué eres así? _ Le dije… _ ¿Te pasa algo? _
_ ¿Así cómo? Gritando y exaltado contestó_.
-Fernando, ¿qué pasa contigo?, tenemos casi un año que llegamos a esta ciudad y has cambiado-
_Tú también has cambiado contestó, al mismo tiempo que sacaba un cigarrillo_ ¿Por qué no me lo habías dicho?
-No sé, no lo sé- ¿Qué pasaba por su cabeza? tenía un terrible presentimiento, sentía un gran nudo en la garganta, y un inmenso hueco en el estómago... Esa actitud… Esa actitud jamás la había visto en Fernando… Dejé esa plática inconclusa pues debía acostar azul, finalmente, en ese momento, creo que fue lo mejor para no hacer una discusión, pues los ánimos estaban bastante subidos, creo que a veces, es mejor callar… Pensaba tantas cosas…
Llevé a Azul a su recamara y se durmió… Al entrar a nuestra habitación Fernando se estaba arreglando, entonces le pregunté:
- ¿Vamos a salir amor? -
-Contestó ¿salir? No, no... Saldré sólo yo...
- ¡Ahhh! Ok, ¿adónde irás? Con mi jefe saldremos a tomar una copa_
… No sé por qué sentí que no me decía la verdad… ¡Oh! ¡Dios!, no quería pensar mal ¿Por qué presentía algo malo?... Cuando se fue inmediatamente hice una llamada a la esposa de su jefe, con la que afortunadamente llevaba una excelente relación… Sin preguntarle nada me dijo:
- ¿Cómo ves Melissa? que ahora se fueron sin nosotras otra vez-…
-Pues si le dije-. Ya vez, quizás hablarán de algunos proyectos, - ¿crees? -
_ Pues sí, supongo… o ¿no? _ Pues eso espero, porque Pool es un ¡infeliz!
- ¿Cómo?... ¡Ay!... ¡No me digas eso!, ¡se nota que se llevan excelente!...
-No es así Melissa, las apariencias a veces engañan, pero mira ya tenemos un tiempo de conocernos y quisiera contarte algunas cosas… Yo tengo 5 años viajando con Pool, prácticamente desde que nos casamos, es por eso por lo que no tengo muchas amigas, no frecuento a nadie, pero si quisiera platicar contigo para que no te pase lo que a mí… Dime… ¿Puedes mañana? _
_ ¡Claro! _ Le contesté…
_Bueno, nos vemos para desayunar, está bien, paso por ti, si te espero, bye. _
Colgué el teléfono y me quedé aún más angustiada que antes, ¡qué referencias me daba de su marido!… ¡Era el jefe de mi esposo!... ¿Qué me querría decir?... Me quedé dormida pensando… Cuando desperté eran la 3:00 de la mañana… Y Fernando no había llegado… Se había ido a las 9:00 de la noche… Le hablé al celular y no contestaba… ¡Oh Dios!, espero que no le pase nada, casi después de que colgué el teléfono llegó… ¡Mi amor!, qué bueno que llegaste, estaba preocupada, ¿cómo te fue?
-Bien, amor bien… Se nos fue el tiempo rapidísimo, pero ya mañana platicaremos-… Por supuesto, yo no le dije nada de lo que Rebeca me había dicho acerca de Pool, me tomó de la mano y me dijo ven… Acércate… Me besó tan apasionadamente como hacía años que no me besaba… Y me hizo el amor con tal desesperación, que me estremecí disipando todas mis dudas, pensé: -No pueden estar las cosas mal… ¡Estoy equivocada! _
Al día siguiente se fue muy temprano, y me dijo:
_No me esperes a comer, me iré a comer con Pool, _
_Con ¿Pool? _ pregunté…
_Sí, si… ¿Por qué te extrañas?, _ Pues es que siempre le dices “jefe” … Y bueno se me hizo raro que le llamaras por su nombre_…
_Sí lo que pasa es que ayer hablamos mucho, tú sabes, hemos salido muchas veces ya, y bueno rompimos el hielo… (Una risa nerviosa mientras se ponía la corbata), sólo me quedé viendo… Y no dije más…
Más tarde Rebeca pasó por mí, mientras desayunábamos me decía cuan infeliz había sido a partir de que llegaron a esta ciudad, pues las constantes salidas de Pool con Iván habían hecho que Pool cambiara y comenzara deteriorarse su relación
-Te digo todo esto Melissa porque no quiero que pases por lo mismo, pues te aprecio, te estoy alertando para que no te suceda lo mismo que a nosotros, pues en tu caso está Azul de por medio...
-Me decía con lágrimas en los ojos- Yo he soportado esa situación porque me siento sola, y no tengo a nadie en este país… ¡Pero pronto dejaré a Pool!
- ¿No te entiendo Rebeca, que es lo que te ha hecho, porque te expresas así de él? -
_ ¿Aún no lo entiendes? _ Me preguntó…
_Pues, no, sólo me dices que es un infeliz, pero no me dices la razón_…
Fue ahí cuando comenzó a llorar…
_Es que él está con otra mujer, ¿sabes cuánto tiempo ha pasado sin que hagamos el amor?, ¡tres meses!, ¡tres!, ¡y no me toca! ¿Tú crees que eso es normal?, ¿Lo crees?
Me quedé sin habla…
_Y… ¡Ese Iván! ¡Lo odio! Porque él fue quien lo motivo a esto, ¡él!...
No sabía que decirle... La veía tan desesperada… Hasta que se calmó le dije:
_Bueno, pero yo creo que Pool está bastante grandecito como para tomar sus propias decisiones_…
_ ¡Ay Melissa! - Cómo se ve que no conoces a los hombres, ellos por no quedar mal, se dejan envolver en una situación de la que luego no pueden salir... Como le pasa a Pool, lo he visto con ella y se hace el desentendido… Se vuelven cínicos, y no les importa el tiempo que pasamos junto a ellos, lo que les damos… Lo que dejamos por estar a su lado_
No sabía que decir… Me sentía apenada y confundida porque Fernando salía constantemente con Pool y con Iván… Y cada vez mis sospechas crecían… Después de tres meses más… ¡lo confirmé! Pues las salidas de Fernando ya no eran sólo por las noches entre semana, se prolongaban también sábados y domingos… Ya no había tiempo para mí y para nuestra hija… Qué triste era ver el cambio tan drástico que había dado mi vida… Me sentía más sola que nunca…
Capítulo 3 La duda… Pero a partir de que había hablado con Rebeca, fui mucho más observadora con Fernando... Y poco a poco iba descubriendo pequeños detalles que empezarían a disipar mis dudas… Era obvio que salía con alguien. Se esmeraba demasiado en su arreglo personal, y sus actitudes al salir en familia, eran nerviosas… Ya no me hablaba con cariño como solía hacerlo, sus llamadas por teléfono ¡eran tan misteriosas!… Cuando lo buscaba en su trabajo la mayor parte de veces estaba fuera… Sus negativas a que yo fuera al hotel a buscarlo, cada vez eran más impulsivas… Y por supuesto, el estado de cuenta de la tarjeta, era más que evidente, cada mes era de diferentes lugares, de ropa, perfumes, accesorios, joyas, etc. Que ¡por supuesto no habían sido para mí!, pero había algo que me hacía dudar de mis sospechas. Muy a menudo, y aunque a veces estuviéramos disgustados, Fernando me buscaba para hacerme el amor… Hasta que hubo dos d
Capítulo 4La traiciónCuando llegamos a casa, mientras él se duchaba, tomé su celular y revisé los mensajes que tenía... ¡No podía creer lo que leía!:_Fernando, Mi vida, déjate querer, ¡me encantas! Y sé que no te soy indiferente…Chío. __Hola cariño, siempre estás en mi corazón y en mi mente_…Chío__Fernando, anoche estuviste genial…Chío_Miré nerviosamente el número de registro… Era el contador Rocha, ¡no podía creerlo!, ¡no podía!…En ese momento fue cuando salió Fernando de la ducha, le dije, poniéndole los mensajes del teléfono a la vista:_ ¡Ahora pregúntame! ¿De dónde saco esas cosa
Capítulo 5 La separación Quizás me equivoque, quizás no sea correcto lo que haré… Con un profundo dolor, mi alma destrozada y con una enorme tristeza decidí marcharme de casa… Era poco dinero el que tenía para poder hacerlo, así que no podría llevar a Azul conmigo… ¡Oh! ¡Dios mío! no podría arrastrar a mi pequeña hija a sufrir, ni siquiera sabía a dónde iría, tendría que trabajar para poder pagar mis gastos, a Fernando ¡ni un peso le aceptaría!… ¡Ni uno sólo! Así que empaqué mis cosas y le escribí una carta a Fernando diciéndole: Fernando, cuando nos casamos… Éramos muy jóvenes y estábamos llenos de ilusiones, tenías hambre de éxito, y al tenerlo, no lo supiste manejar… Deseabas que nuestro amor perdurara por siempre, me lo dijiste miles de veces… Te di mi vida entera, mi amor incondicional… Pero ahora ya todo es diferente quizás ya no me amas, o ya no te gusto, o simplemente ya no significo nada para ti, siempr
Capítulo 6 Mi autoestima… Sin pensarlo más fui de compras, cambié mi apariencia… No es que mi vestimenta fuera demasiado anticuada, yo diría más bien… Conservadora, así que una imagen jovial y atrevida me vendría bien… Me teñí el cabello… Y cambié el maquillaje… Se me había pasado la tarde rápidamente y cuando miré el reloj… Estaba 20 minutos atrasada para el encuentro con Carlos, me apresuré a llegar al lugar de la cita, y él… Aguardaba ahí… En la mesa… Tomando una copa de coñac... Al verme se levantó rápidamente para acercarme la silla, con una expresión llena de asombro... Me dijo: _ ¡Melissa! ¡woooww!! ¡Te ves extraordinaria!, realmente ¡guapísima!, créeme, ¡tú belleza ha resaltado aún más!, ¡caray!... Perdóname que ínsita en decírtelo, no quisiera verme atrevido, pero... Pero me has dejado impresionado, (no dejaba de mirarme), tu maquillaje… Tu cabello… ¡Te ves ¡muuuy bien...!
Capítulo 7 La sorpresa… El lugar que esta vez había escogido era un bar muy acogedor… Esa noche estaba muy nerviosa… Porque faltaba poco para reencontrarme con mi hija… Y quizás enfrentar a Fernando. Cuando llegué al bar… Carlos me esperaba… Me dijo: _Que bueno que llegaste… Quiero platicar contigo… Hablar de algo… _Pero dime Melissa, ¿qué pasa? _ Te noto extraña_… Siento una gran angustia, le dije: _El dolor que pensé que estaba empezando a ceder se me remueve constantemente… Sólo faltan dos días para ver a mi hija… Y no sé si Fernando estará en casa_… _Melissa, entiendo cómo te sientes… Pero no puedes evitar lo inevitable, tarde que temprano tendrás que enfrentarte a tus sentimientos… Todo en la vida se puede superar, ¡basta con querer hacerlo!... Te confesaré algo… Hace tres años que estoy divorciado… Me enamoré como un loco de mi ex esposa…
Capítulo 8 La reflexión… Cuando llegué a mi cita… Rompí en llanto, y le conté lo sucedido a Begoña, mi psicóloga, me aterraba contestar a todas sus preguntas, sentía como latigazos en mi corazón cada vez que ella me cuestionaba, no podía contestar a ninguna porque no estaba segura de nada… _ ¿Te estás dando cuenta de que te has dejado llevar por la ira, el dolor, la decepción? No puedes interpretar lo que sucedió ayer con Carlos como amor, o pasión… Lo que quieres es lastimarte más tratando de saber que tan culpable se sintió Fernando… al serte infiel_… No te engañes Melissa, enfrenta todo esto que sientes… Debes hablar con Fernando y decirle todo eso que hasta ahora has callado… Tú sabes que lo sigues amando y que tu orgullo herido, tus sentimientos, tu dignidad ha sido lastimada… Pero no dejes de darte esa oportunidad que tanto anhelas, búscalo, dile que lo amas, date la oportunidad de ser feliz
Capítulo 10 El engaño… No supe que decir, mi propio jefe me había abierto una posibilidad en la cual no quería pensar... Me sentía aturdido... No sabía si era correcto siquiera el tomar en cuenta esas palabras... Me percaté de que mi autoestima era mucho más sólida, era como una herramienta que utilizaba para no sentirme menospreciado y me ayudaba a reafirmarme como persona capaz de alcanzar metas ambiciosas... Comparaba la seguridad que en ese momento tenía a la que mostré cuando había conocido a Melissa, ¡mi seguridad era otra!, y por un lado quería demostrarme mi ego... ¡Sería mi triunfo el tener una aventura con Rocío! Así que comenzamos a salir frecuentemente solos, Pool y yo preparábamos una coartada, fingíamos salir juntos, y cada quien se iba por donde quería... Comencé a gastar en regalos excesivamente caros para Rocío, salíamos a bailar, cenar, al cine, etc. Pero s
Capítulo 11 Los celos… Estaba a punto de sentarme cuando un hombre se acercó a pedir información del estado de Melissa, me acerqué a ver quién era, y le dije: _ ¿Quién es usted? _ _Soy amigo de Melissa_ Reconocí la voz del sujeto, era Carlos Marín. _Perdón, pero… Yo conozco a todos los amigos de Melissa y ¡no sé quién eres tú! _ _Ya se lo dije… En realidad, tengo poco tiempo de conocerla, pero lo suficiente como para preocuparme por ella, Melissa es una mujer ¡maravillosa! _ Mi tono de voz, de inmediato cambió y casi gritando le dije: _Bueno, ¿por qué tanto interés en ella?, ¿por qué la buscas?, ¿tú eres el que la llamaste por teléfono?... ¡Yo soy su esposo! _ _Ah, ¡su esposo!… ¡Ella me ha contado lo que sucedió entre ustedes!, ¿ahora si te preocupas por ella? _