Esta vez sí lo miro, mis ojos se topan de frente con los suyos y el mundo tiembla bajo mis pies. Su mirada, la manera en que él me mira, es como si no existiera nada más en el mundo que no fuéramos nosotros y este momento me hace sentir especial.Lentamente, como si fuera atraído por un imán, mi rostro se va acercando al suyo,y mis manos me liberan del cinturón de seguridad. En un parpadeo ya puedo sentir su aliento cálido rozando mis labios. Sus manos se colocan con ternura en mis mejillas y sin tiempo de reaccionar nuestras bocas se encuentran en un beso lento. De esos que se encargan de encontrar y memorizar cada parte de los labios del otro. De esos que quieres que duren para siempre. Una de las manos de Derek baja hasta mi cintura y con destreza me levanta hasta encontrarme con mis piernas a cada lado de las suyas. Mis manos se enredan en su cabello y la intensidad del beso se hace cada vez mayor. De un momento a otro comienzo a tener mucho calor. Todo mi cuerpo se siente acalora
—Dulzura, pero si solo dije lo obvio, solo basta con verte —dice, haciendo un ademán con la mano para señalarme.La rabia está en punto de ebullición del cual no hay retorno, puedo sentir como en cualquier momento voy salir disparada y lanzarme sobre él para arrancarle la cabeza. Mei dijo que lo investigaría, pero hasta ahora no ha encontrado nada, solo un tío viviendo en Chicago y otra poca familia más en Orlando. Sin embargo, el chico parece bastante interesado en joderme la vida y yo no me encuentro en mi estado más razonable justo ahora.—Deja de hacerte el estúpido —siseo en su dirección—. Sabes muy bien que no me refiero a eso.Las cejas de Malcom se alzan y su rostro se inclina hacia la derecha invitándome a que continúe hablando. Todo esto parece ser no más que un chiste para él. Por mi parte, no pensaba callarme. Con furia meto la mano en el bolsillo de mi chaqueta y saco el papel rojo de la carta lanzándola en su dirección.»¿Qué demonios ganas con todo esto? ¡Yo no te he he
La inquietud está haciendo estragos en mi interior, no puedo dejar de pensar en las palabras de Malcom. Me siento estúpida por no haberlo deducido por mí misma, a fin de cuentas nadie mejor que yo sabe de lo que él es capaz. Ahora solo puedo rezar porque todos estén bien.Vuelvo a marcar el número de Derek esperando que esta vez me conteste. Un pitido… Dos pitidos… Tres… Correo de voz. Un gruñido de frustración sale de mi garganta y puedo ver cómo Malcom me mira de reojo.—Ya estamos aquí —anuncia, disminuyendo la velocidad del vehículo.Mis ojos se separan del teléfono y se clavan en el frente para ver como la imponente edificación se alza ante nosotros. Desde donde estoy puedo visualizar el carro de Luke parqueado en la entrada del lugar y mi estómago da un vuelco violento en mi interior. Mis manos viajan al seguro de la puerta y sin esperar que Malcom termine de parquear salto del vehículo ganándome una maldición de parte de Malcom quien se apresura a apagar el motor.Cuando estoy
Lentamente Derek va volteando su rostro hacia donde me encuentro. Apenas su mirada se topa con la mía me siento empequeñecer, él se ve confundido y desconfiado. De repente no sé qué hacer con mis manos y tengo el presentimiento que mi respuesta no va a gustarle nada al chico de hermosos ojos azules.—¿Gabe? —La voz de Derek es cautelosa, aunque noto es desconcierto en ella.—Bueno, verás… en realidad es un poco loco todo. —Derek me da una mirada apremiante para que vaya al punto, así que simplifico todo en cinco palabras—. Malcom fue quien me trajo.Derek se queda en silencio por un momento, luego pasa su mirada hacia donde Malcom se encuentra para luego mirarme de vuelta. Se ceño cada vez va haciéndose más profundo y sé que está pensando cómo llegué a encontrarme con Malcom, si hace menos de nada estaba en mi caca.—¿Qué hacías con él?Estoy a punto de contestar a eso para aclarar todo y que Derek deje de ver a Malcom como si quisiera matarlo, pero Malcom vuelve a interponerse.—¿Les
La cabeza de Luke se gira con violencia hacia donde Malcom se encuentra y sus ojos se amplían en confusión antes de posar su mirada nuevamente en mí. En estos momentos solo quiero volverme miniatura y huir.—¿Malcom, qué estás haciendo aquí? —Él me llevó a la universidad cuando la alarma se activó. —Me apresuro a decir, antes que a Malcom se le ocurra decir alguna locura. -- Y me ha ayudado a sacarte de la escuela y traerte aquí, así que tal vez podrías ser un poco cordial.Si mi intención era aclarar las cosas y llevarlas en paz, no lo hice. El rostro de Luke se ve incluso más confundido que antes y sus ojos no se separan de Malcom que continúa con la sonrisa en el rostro.—¿Y qué estabas haciendo con Malcom, Gabriel?Toda esta situación está comenzando a molestarme, entiendo que Derek se disguste al verme con Malcom de la nada, teniendo en cuenta que le he dicho en más de una ocasión que desconfío del chico, pero es que tampoco me ha dejado explicarme y ahora Luke me está mirando c
Dos semanas han pasado desde el incidente en la escuela y aún no he sabido nada del escritor. El periódico no ha vuelto a aparecer y eso ha sido como un respiro de aire fresco para mí. Al día siguiente del altercado luego que Derek se fuera de casa —se quedó conmigo toda la noche y se fue antes que papá lo viera— mi padre me dio una noticia que puso mi mundo de cabeza: Mi madre ha salido del hospital.Desde la muerte de Davis ella no ha vuelto a ser la misma, por lo que un mes después luego que ella intentara asfixiarme mientras dormía, mi padre la internó en un centro de rehabilitación, ella por su parte se había negado a recibir visitas nuestras; hace poco más de un año que no sé nada de ella, por eso la noticia me ha resultado… impactante. Cuando le hablé a Derek sobre ella, él me dijo que era mejor no tener personas que me lastimaran cerca, que mi padre cumplía las dos caras perfectamente, y no puedo estar más de acuerdo con él mi padre es papá y mamá para mi; pero aún así no deja
Nunca en mi vida pensé que un partido de basquetbol pudiera ser tan emocionante. No recuerdo ya cuantas veces he estrujado sin piedad el brazo de Derek o he aventado el cartel al suelo cuando uno de esos mastodontes ha tirado al suelo a Luke o Nate. Incluso Derek se encuentra ahora de pie y gritando con emoción todas las palabras desagradables aceptadas por la RAE y dirigiéndolas al árbitro. No puedo creer que nunca antes haya disfrutado de algo como esto. Mis ojos se encuentran en la cancha siguiendo los movimientos de los jugadores, cuando de pronto me topo con la figura del entrenador. Se encuentra llevando la sudadera roja del equipo que le queda como un guante y una gorra del mismo color que lo hacen ver mucho más joven de lo que por sí ya es. Podría pasar fácilmente por uno de los estudiantes.El hombre tiene la mirada clavada en el teléfono en sus manos en lugar de estar pendiente de los chicos, sus dedos se mueven con una rapidez impresionante por las teclas y yo estoy a punto
El hombre frente a mí me da una última mirada antes de retirarse a donde el entrenador se encuentra discutiendo con el del equipo rival, puedo ver también que el padre de Mei a bajado hasta la cancha y se acerca al entrenador. Mis ojos viajan a mi alrededor solo para ver cómo los jugadores están golpeados y sudorosos; aunque las cosas se han calmado continúan gritando y amenazándome de lejos entre ellos.Mi ritmo cardiaco se ha acelerado precipitadamente y toda la bulla está haciendo que empiece a sentirme mareada. Mis ojos viajan por todo el lugar en busca de Luke, pero en su lugar conectan con los de un chico del equipo contrario. Su mirada oscura y penetrante parece querer taladrarme y antes de darme cuenta ya se encuentra avanzando a zancadas hacia mí.Mis pies se mueven torpes en reversa y cuando creo que lo tendré encima, el rostro de Luke aparece a mi lado.—Gaby ¿estás bien? Te ves pálida. ¿Dónde está Derek? —Luke deja salir todas las palabras de manera atropellada de sus labi