— Imagino que será algo insoportable de ver, pero estaré mirando el tiempo que pueda, no será la primera vez que presencio un interrogatorio de esa clase— Dijo Criss con los ojos lleno de odio y sed de venganza.
— Los primeros vampiros que existieron en el mundo son peligrosos, sus planes e intereses son un misterio, en mis veinte mil años que llevo viviendo nunca supe que planean o que quieren, hace no mucho uno de mis subordinados logro infiltrase con ellos, averiguo poco pero una de esas cosas fue que ayudan a naciones unidas a eliminar a seres sobrenaturales.—¿Por qué Arián algo así?— No lo sé, los hijos de los primeros vampiros somos conocidos como vampiros de la segunda generación, ningún vampiro de mi clase ayudaría a nuestros padres nunca pero hace algunos milenios se empezó a nombrar el clan “Infernos” es el nombre del cLuego de la caída de la metrópolis en el año 2027 el clan Inframundo continúo unido por algunos años más hasta que uno a uno cada miembro se volvió a marchar por su cuenta, solo quedo una pequeña parte del clan trabajando y representándolo como siempre hacían. Alex Rayzen un vampiro que no parece tener más de diecinueve años o tal vez veinte, tiene el pelo castaño claro y un poco largo tapándole las orejas y toda la frente, tiene sus ojos celestes y pequeñas cicatrices en forma de arañazos en el ojo izquierdo, su altura es de 1,78, su tez es blanca y su cuerpo delgado pero fornido. Alex cansado de estar sin hacer nada se alejó del clan Inframundo en una misión en busca de un lugar oculto, junto a él fueron dos de sus generales más jóvenes, Dominik (un chico punk que aparentaba unos dieciséis años, con cabello negro y ojos marrones, su altura es de 165 cm su contextura delgada, se unió a
Anís se despidió de Ben y se marchó a su casa eso de la una de la madrugada, cuando llego se acostó a dormir de inmediato. Poco después de haberse acostado alguien toco el timbre de la casa. Ella se levantó un poco molesta ya que recién se había acostado, cuando abrió la puerta se encontró con su hermano Alan quien sonreía al verla abrir la puerta. —¡Alan eres tú! Como me alegra vert… ¿Estas herido? —Dijo después de oler sangre.—Hola hermanita, a mí también me alegra verte—Dijo Alan en vos baja y con gran cansancio en sus ojos mientras se sostenía del marco de la puerta— vine a saludarte y pensaba si podría quedarme aquí esta noche—Luego de terminar esa frase sus ojos se voltearon y se desplomo en el suelo inconsciente. Al otro día Alan despertó en una cama sin su ropa y en lugar de ella muchas vendas cubrían sus profundas heridas. Él se levantó cuidadosamente de la cama y bajo las escaleras, cuando llego a la cocina encontró a su hermana haciendo un desayuno.
Apenas abrieron la puerta se pudo ver muchas inscripciones en el piso y las paredes, diversos símbolos y huesos de humanos aun en descomposición en el suelo, este sitio era una gran caverna gigante con celdas en los extremos del lugar, pero lo más aterrador sin duda eran tres figuras de pie frente a unas gigantes puertas de piedra.—¿Qué demonios es este lugar? — Pregunto Alan agachándose y mirando los símbolos del piso.—Acércate y mira esas tres siluetas.Las dos de los costados eran claras y fácil de reconocer la que estaba en medio era imposible de saber que era o quien era. Cuando Alan miro dichas estatuas realmente se aterro, Anís camino a su lado y le pregunto.—¿qué dices de esto?—Yo diría que el pueblo entero no tiene ni idea lo que hay bajo sus pies.—¿Tú crees que sea él?—No hay
Al otro día Anís estaba preocupada ya que Alan no mejoraba y sus heridas se estaban infectando, por momentos apenas podía mantenerse de pie y en buen estado por lo que ella fue a la ciudad en busca de ayuda, allí se encontraría con un médico que tenía conocimientos en lo sobrenatural, tal vez él podía ayudarlo. Alan se quedó en la casa de su hermana, tanta era la fiebre que tenía que estaba tirado en la cama con el aire acondicionado prendido y solo con ropa interior para poder dormir un poco aunque no podía hacerlo sin despertar a cada rato con escalofríos.Por la noche Ben se apareció en la casa de Anís, entro a dentro cargando dos bolsos y luego de cerrar la puerta pego el grito “ANIIIIIS” al no tener una respuesta supuso que no había nadie en la casa así que subió las escaleras y entro en la habitación, sin prestar mucha aten
A Alan parecía no molestarle la presencia de Ben en la casa, pero de igual manera esperaba que su hermana regrese pronto se había marchado hace ya un día y todavía no tenía noticias suyas.Alan se veía cada vez peor y no tenía aspecto de mejoría, sus heridas no cerraban y se sentía cada vez más débil con grandes ojeras y derrames en los ojos, el pelo pajoso y sus venas tan hinchadas que se veían a través de su piel. Por la tarde el celular de Alan comenzó a sonar, cuando el chico atendió se dio cuenta que su hermana era quien llamaba.—Anís, ¿cómo estás? —Pregunto sin levantarse del sofá.—Mal Alan, estuve buscando al médico y no está en la ciudad.—No te preocupes encontraremos otra solución deberías venir ya, tu novio se mudó aquí y te es
—Hable con Anís, me conto que está buscando ayuda para ti, tardara un poco más de lo que pensaba en volver.—Si me lo dijo.— ¿Tan grave estas?—No lo parece ¿no? No tengo interés en generar lastima, pero tal vez cuando mi hermana regrese ya sea tarde, es una lástima, me hubiera gustado regresar a américa a visitar a una amiga.—Si hay algo que pueda hacer para ayudar solo dime, mi madre trabaja en el hospital, vendas u otros elementos como esos no será difícil conseguir o algún tipo de remedio, no sé qué te pueda ayudar, no se mucho sobre el cuerpo de los vampiros.—No te preocupes un remedio humano no me ayudara, pero si tus intenciones son sinceras puedes conseguir algo que necesito con urgencia.— ¿Qué? —Las reservas de alimento que mi hermana tenia se acabaron, y no estoy en condiciones de
Ben no tenía la seguridad, pero si el presentimiento de que Alan le ocultaba la verdad. Una vez su madre le entrego la sangre que él le había encargado fue en busca de Alan.Ni bien llego entro rápido por la puerta y le mostro una de las bolsas a Alan.—¿Tenias alguna duda sobre si la conseguiría? — Le pregunto Ben con una sonrisa un poco malvada.—Sinceramente, si lo dudaba bastante. — sosteniéndose de las paredes Alan se acercó a la sangre que sostenía Ben, pero al estirar la mano para agarrarla Ben la aparto de su alcance. — ¿Qué haces? ¿no me la darás?—Sucede que no confió en ti y realmente lamento no hacerlo tomando en cuenta mi relación con Anís.—¿Por qué desconfías ahora? Si quisiera hacerte daño a ti o a alguien lo pude haber hecho, pero no es mi intenció
Los dos bajaron las escaleras y entraron en la cocina Ben entro primero y tomo un vaso, cuando Alan iba cruzando la puerta sus ojos se fueron hacia atrás y cayó hacia el frente, brutalmente golpeo su cabeza contra una barra de ladrillos y golpeo todo su cuerpo en el piso. Ben se acercó a él y lo vio temblando en piso mientras una espuma blanca le salía de la boca. Ben intento despertarlo, pero no lo logro así que sin perder tiempo lo subió al auto y se lo llevo de ahí. Llamo al padre de Liam y le dijo que iba en camino a la morgue, cuando llego allí Horacio el padre de su beta lo esperaba, Ben le conto lo que Alan le había dicho mientras el médico le hacia una revisión, se sorprendió mucho por la profundidad y la infección en las heridas luego de mirarlo por algunos minutos dijo.—Es una suerte que no se haya alimentado más, no estoy seguro pero si tengo razón