—Hable con Anís, me conto que está buscando ayuda para ti, tardara un poco más de lo que pensaba en volver.

—Si me lo dijo.

— ¿Tan grave estas?

—No lo parece ¿no? No tengo interés en generar lastima, pero tal vez cuando mi hermana regrese ya sea tarde, es una lástima, me hubiera gustado regresar a américa a visitar a una amiga.

—Si hay algo que pueda hacer para ayudar solo dime, mi madre trabaja en el hospital, vendas u otros elementos como esos no será difícil conseguir o algún tipo de remedio, no sé qué te pueda ayudar, no se mucho sobre el cuerpo de los vampiros.

—No te preocupes un remedio humano no me ayudara, pero si tus intenciones son sinceras puedes conseguir algo que necesito con urgencia.

— ¿Qué?

—Las reservas de alimento que mi hermana tenia se acabaron, y no estoy en condiciones de conseguir más.

— ¿Te refieres a sangre?

—Exacto, si tu madre trabaja en el hospital no será difícil conseguir algunas bolsas, siempre hay donantes voluntarios en los hospitales y las reservas siempre están llenas.

—Está bien la conseguiré, espérame aquí y por la tarde te traeré.

—Gracias.

Ben se marchó hacia el hospital y al llegar no le costó trabajo encontrar a su madre.

La madre de Ben se llamaba Melissa, era una vampiresa común y corriente que fue convertida hace mucho, mucho tiempo, esta mujer de altura normal para su género con ojos café y piel morena y un largo cabello con rulos, trabajaba de ayudante del cirujano.

—¡MAMAAAA! — Le grito Ben para llamar su atención.

—Hijo ¿cómo estás?, hace solo un día te fuiste ¿ya me extrañas?

—Un poco, pero no vine por eso.

—¿Paso algo?

—Nada grave, solo necesito si me podrías dar algunas bolsas de sangre.

—Pero ya le entregué a Isaac y a Anís hace unos días, deberían tener ¿o no es para ellos?

—Anís está de viaje y hace poco llego un hermano de ella, él no se encuentra bien, está herido y no tiene nada para beber.

—No savia que ella tenía un hermano.

—Tampoco yo, recién me entero.

[i]—¿Le paso algo grave? ¿por qué no se cura? Si es su hermano se supone que es como ella.

—No lo sé, me conto una historia, pero hay algo que no tiene sentido y creo que está mintiendo, pero no estoy seguro.

—Está bien en tres horas termino mi turno, la llevare a casa así que te veré allí.

—Gracias mama.

—Volveré a trabajar, y Ben, ten cuidado.

—Está bien.

Ben recibió una llamada de Liam el beta con el que más confianza tenía en la manada ya que era al único que le mordió, acordaron verse en la morgue porque tenía algo que mostrarle.

Liam es un joven de dieciséis años con cabello rubio baja estatura y ojos verdes, el chico había sido mordido por Ben luego de que el chico se lo pidiera, eso lo convirtió en un licántropo, pero Ben vive siempre con la duda de si además de lobo algún día también será un hibrido como el, solo hay una manera de saberlo y es esperar a que muera aunque espera a que eso nunca pase.

Cuando Ben entro en la morgue del padre de Liam se encontró con un cuerpo sobre la mesa, era un hombre de unos treinta o cuarenta años con graves heridas en todo su cuerpo.

—Es un hombre lobo. — Dijo Liam saliendo del baño. Luego de ver a Ben observando el cuerpo.

— ¿Esta muerto?

—No, su corazón sigue latiendo, muy lentamente, mi padre lo reviso y cree que está en coma— El padre de Liam era médico forense y sabía que su hijo era un licántropo, así como también toda la historia sobre cómo se convirtió en uno.

—¿Dónde estaba? — Pregunto Ben.

—Lo encontré en el bosque cuando salí a correr, tiene muchas cortadas y apuñaladas también una mordida en el cuello, si no fuese del consejo habría muerto hace mucho.

— ¿Del consejo?

—Si, sus ojos son dorados.

—¿Qué probabilidad hay de que sea al licántropo que esperábamos?

—Seguro que lo es, por eso lo traje de inmediato. Respondió Liam.

—Hay que salvarlo cueste lo que cueste, esto es muy grave, si muere el consejo creerá que fuimos nosotros y vendrán al pueblo.

—Deberíamos encontrar al que lo ataco, por si acaso el muere por lo menos tendremos al culpable. —Dijo Liam mientras se cruzaba de brazos.

—Yo me encargare de eso. — Imaginándose un sospechoso recién llegado.