TOMO 3. CAPÍTULO 125. Una opción peligrosamente tentadora.LilianaDespierto en una cama de hospital, con el aire oliendo a desinfectante y un pitido insistente que viene de alguna máquina junto a mí. Me toma un segundo recordar dónde estoy, pero lo primero que noto es que la cabeza me late como si alguien estuviera taladrándola desde dentro.Gimo, llevando una mano a mi frente, pero antes de que pueda hacer algo más, una voz familiar rompe el silencio.—Ya era hora de que despertaras, señorita “soy un problema con patas”.Abro los ojos con dificultad y ahí está Arthur, sentado en una silla junto a mi cama con su típica expresión de burla controlada. Lleva una revista en la mano, como si estuviera disfrutando de una tarde tranquila en lugar de preocuparse por mí.—Piernas, lindas piernas, por cierto —lo corrijo—. Por favor dime que no me falta ningún pedazo —le digo y mi voz sale más ronca de lo que esperaba.Arthur cierra la revista con un golpe seco y arquea una ceja.—No, pero lame
TOMO 3. CAPÍTULO 126. La verdadera agonía.LoganLa calma en los ojos de Liliana me estremece. Esa calma, esa maldit@ calma suya, es la misma que tenía cuando firmamos los papeles de divorcio, la misma que me destrozó entonces y lo hace ahora. Sus ojos están vacíos, resignados cansados, a pesar de que ahora todo el poder está en sus manos.Es extraño, como si todo esto fuera lo estrictamente necesario y lo hace con una precisión quirúrgica. Desearía que al menos estallara y me gritara un poco, pero supongo que no tengo tanta suerte.Solo esa quietud que me da la certeza de que, pase lo que pase, toda esta historia terminará en desastre.—Es tentador dejarte aquí —dice con esa voz suave, casi burlona, con que me habla desde que regresó, como si me tuviera lástima en lugar de odio—. Muchas heridas se cerrarían, eso no puedo discutirlo…—¿Entonces por qué no lo haces? —le pregunto mirándola a los ojos y la indiferencia que me devuelve es todavía peor.—Porque si volví, es para poner las
TOMO 3. CAPÍTULO 127. Mis enemigos favoritos.LilianaLlegamos a casa y todo mi cuerpo se relaja en cuanto veo a mis hijos. Ellos se tambalean y gatean hacia mí, y por primera vez en días todo parece en calma. Me encanta que estén aprendido a caminar; me siento en el suelo para abrazarlos y los estrecho a los dos al mismo tiempo. Sus risas, esas risitas que solo los bebés pueden hacer, me llenan el pecho y me dicen que todo este sufrimiento vale la pena por ellos.—Ma ma ma ma… —balbucea Brianna, y siento que se me derrite el corazón. Brennan la imita y se queda atorado en la “m”, arrastrando la letra como si estuviera probando cómo suena.—Sí, mis amores, mamá está aquí —me río y el tiempo parece volar mientras juego con ellos, los mimo y disfruto de este momento hermoso que es ser su madre.Paso todo el tiempo que puedo con ellos. Les leo cuentos —o intento, porque Brennan siempre quiere pasar las páginas antes y Brianna siempre quiere romperlas—, les doy de comer, les cambio los pa
TOMO 3. CAPÍTULO 128. VendettaLoganSe me hace un nudo en la garganta al ver a Liliana. Ha pasado solo una semana desde que me dejó en aquella comisaría en San Diego, pero parece que han sido años. Años pesados, oscuros, en los que cada día he sentido que me hundía un poco más. Me pesan incluso más que todos esos meses en que no la vi.Y ahí está ella, como si nada. Segura, confiada, con esa sonrisa serena que últimamente jamás es para mí.La veo reír por lo bajo cuando Carolina entra al palco como si estuviera yendo a un baile. No puedo evitar chasquear la lengua. Carolina nunca sabe medir sus entradas y si cree que se ha vestido para impresionar, la verdad es que solo desentona con tanto lujo entre gente que solo se va a montar a caballo y a sudar.La sujeto del brazo firmemente, y me inclino hacia ella.—Ni se te ocurra hacer un escándalo aquí —le digo entre dientes—. Si haces el más mínimo teatro, Braxton será quien te saque a patadas, porque hay que temerle más al gobernador que
TOMO 3. CAPÍTULO 129. Un recuerdo perdido en la memoriaLilianaEl trote suave de Kalaz —Vendetta, me corrijo mentalmente— resuena en el circuito. Cada paso suyo es medido, elegante, como si supiera que todo el mundo lo está mirando. Porque lo están haciendo. No solo a él, también a mí.Desde aquí puedo ver a Logan y a Vincent. Están helados, con la expresión desencajada uno al lado del otro, como si estuvieran viendo el fantasma del jinete sin cabeza que viene por ellos o algo así.Apenas puedo contener la sonrisa, porque siento que por esas caras que tienen, todo el trabajo que me costó encontrarlo, comprarlo y traerlo aquí valió la pena, todo por este momento. Este instante exacto, en el que puedo ver cómo los dos entienden lo que esto significa.Kalaz, o Vendetta, no tiene comparación. Es un caballo imponente, tan grande como Berserker, el favorito de Logan, pero completamente diferente en estilo. Mientras Berserker es tosco, puro músculo y potencia bruta, Kalaz es pura gracia. Su
TOMO 3. CAPÍTULO 130. Escalando la verdadLoganNo puedo pensar. Todo en mi cabeza es un caos. La exhibición, Liliana, Kalaz. ¡Maldición! ¡Sé que es él! ¡Lo reconocería en cualquier parte! Y el hecho de que esté vivo significa que Derrick también me mintió en eso, que realmente lo vendieron y armaron la mentira, que…—¡Es Kalaz, Vincent! —le grito mientras me aleja del circuito del hipódromo. Su mano está firme en mi brazo, pero no puede evitar que mi rabia burbujee hacia la superficie—. ¡No puedes decirme que estoy equivocado!Vincent me suelta bruscamente, girándose hacia mí con una expresión de pura frustración.—¡¿Y qué esperas que haga, Logan?! ¡Me aseguraron que estaba muerto! ¡Derrick lo confirmó, el maldito veterinario lo confirmó, los papeles de la prueba de ADN lo confirmaron! ¡¿Qué más querías que hiciera?! ¡¿Te piensas que soy un oráculo o algo así?!—¡Maldit@ sea! —grito llevándome las manos a la cabeza—. ¡¿Entiendes lo que eso significa?! ¡Derrick me dijo que Liliana hab
TOMO 3. CAPÍTULO 131. Debiste saberloLilianaEstoy a punto de quedarme dormida.El día ha sido largo y agotador, y el calorcito bajo las sábanas es más que suficiente para llevarme al descanso. Los niños están dormidos, finalmente, y eso siempre es una pequeña victoria, porque con la energía que tienen cuando no está despierto uno, está despierto el otro, o si no uno despierta al otro y… ¡Solo las madres de gemelos entenderán!Pero, por supuesto, no puedo tener un momento de paz ni siquiera para dormir.Unos golpes ligeros en la puerta me sacan de mi casi—sueño y me siento en la cama asustada cuando veo a Arthur aparecer.—Liliana —dice asomándose a la puerta, y su voz es calmada, pero con ese tono que indica que algo está ocurriendo.—¿Qué pasa? –pregunto preocupada y lo veo poner los ojos en blanco con fastidio.—El cucaracho está aquí. Está tratando de trepar la cerca.Mis ojos se abren de golpe, y en cuestión de segundos estoy de pie.—¡No me jodas…!Salgo de mi habitación hacia
TOMO 3. CAPÍTULO 132. “Tu palabra”LoganEl sonido del llanto de los gemelos retumba en el silencio de las caballerizas, atravesando todo lo que me queda de sensatez. Mi corazón se acelera, casi como si el mismo sonido estuviera conectado a mí.Pero lo que realmente me golpea es verla a ella, a Liliana. Sonríe apenas, con un gesto inconsciente, pero está ahí: Es la sonrisa de alguien que ama y que encuentra la mayor felicidad del mundo en sus hijos.Y la insistencia de mi hermano, esa certeza de que se parecen a mí, casi de destroza de nuevo sabiendo lo que ahora sé.Ella da un paso hacia atrás, me da la espalda y comienza a caminar hacia la salida.—La reja está electrificada —espeta con una voz fría y cortante—. No desconectaré la corriente otra vez, Logan, así que será mejor que no vuelvas a entrar.Me quedo inmóvil un segundo, asimilando sus palabras, pero no puedo dejarla ir así. No después de lo que acaba de pasar, no después de todo lo que necesito entender.Corro detrás de ell