CAPÍTULO 34. Miedos.Logan.El rostro de Liliana se descompone en un segundo cuando tomo su teléfono para leer aquel mensaje, pero cuanto más me pide que no lo lea peor me pongo.Mis ojos siguen las líneas una a una y aprieto los dientes porque no puedo creer lo que el doctor Esteban acaba de escribirle.“Liliana, por favor tienes que venir a tus chequeos, has faltado a todas tus citas de seguimiento y ya casi deben haberse terminado tus pastillas. Acabas de ser donante en un trasplante mayor, muchacha, no seas necia. Logan no se enojará porque vengas”.No puedo explicar por qué, pero tan pronto como lo leo, la sangre me hierve. ¿Citas de seguimiento? ¿Chequeos? Esta es la primera vez que oigo algo al respecto.Giro el teléfono hacia ella con un gruñido y la veo apretar los labios, desviando la mirada.—¿Qué demonios es esto, Liliana? —digo, agitando el celular frente a ella y su rostro se pone pálido. —Logan, yo… —¡¿Por qué no me dijiste que tenías citas en el hospital!? ¿Qué clas
CAPÍTULO 35. AdrenalinaLiliana.Si nadie me hubiera dicho antes que Berserker era especial para Logan, lo habría adivinado ahora en un segundo viendo la forma en que su rostro se descompone cuando le dicen que hay un problema con el caballo.Sin perder tiempo, mueve la silla hacia los establos con una rapidez que me sorprende. Sé que algo está mal, así que lo sigo mientras mi corazón late con ansiedad.—¿Qué pasa? —le pregunto, intentando mantener el paso detrás de él. —Berserker está fuera de control —gruñe sin mirarme. Llegamos al establo y el caos es evidente. Berserker en un enorme caballo negro, como si hiciera perfecta proporción con el tamaño de su dueño. Está enloquecido dentro de su cuartón, pateando las paredes y bufando con fuerza. Los peones están alrededor, pero ninguno se atreve a entrar. Logan se detiene al borde del corral, frunciendo el ceño mientras observa al caballo como si estuviera tratando de leerlo.—¡Maldición, si sigue así se va a lastimar! —gruñe, más pa
CAPÍTULO 1. ¡Sálvela!Liliana. —Ya no podemos seguir esperando, tu madre necesita un trasplante de riñón de emergencia. ¡Tienes que firmar para que podamos prepararla! —me apremia mientras mis ojos van al nombre bordado en su bata: Dr. Ryker.Frente a mí un doctor que no conozco me mira con impaciencia. Mi madre lleva esperando un milagro por años, pero en los últimos días su enfermedad se agravó de golpe.Tengo la mente un poco en blanco y otro poco en shock mientras reviso estos papeles que apenas entiendo. Son decenas y de todos ellos depende la vida de mi madre, y todos tengo que entregarlos con urgencia.—Entonces… si firmo esto, ¿mi mamá subirá en la lista para recibir un trasplante urgente, verdad? —pregunto y la voz se me quiebra porque estoy desesperada.A pocos metros de mí aquellos monitores a los que está conectada lanzan alarmas cada pocos minutos. —Sí, señorita Duque, así es —responde él, con un tono que me hace sentir como si fuera una niña tonta y asustada... quizás
CAPÍTULO 2. Una promesaLiliana“¡Llamen al doctor Benson!”“¡Traigan al equipo de trauma!”“¡Preparen el quirófano!”“¡Desocupen el piso!”Todos aquellos gritos resuenan a mi alrededor hasta que detengo a un médico por la bata.—¡Espere, oiga, escúcheme! —demando casi con violencia—. ¿Cómo que van a desocupar el piso? ¡Mi madre está grave!—El dueño del hospital acaba de llegar. Tuvo un accidente y está en estado crítico. ¡Es una emergencia, señorita!Siento que el corazón se me rompe un poco más. ¿Cómo puede ser? Todo el hospital parece estar pendiente solo de este hombre, mientras mi madre… mientras mi madre se queda sola, muriéndose y sin que nadie la ayude.—¡Necesito que un médico vea a mi madre, ahora! ¡Le hicieron un trasplante y se ve mal! —reclamo y el médico me mira con impaciencia, pero finalmente me hace un gesto para que lo guíe y corre a la habitación de mi madre detrás de mí.Estoy temblando y siento que las piernas apenas me responden. Cada vez que miro a mamá, el dol
CAPÍTULO 3. Cayendo en una trampaLilianaMi cuerpo no responde. Todo es oscuro y frío, pero siento un par de voces que retumban en mi cabeza, distantes y profundas. Mi conciencia va y viene por momentos, hasta que escucho un tono que reconozco y un escalofrío recorre mi espalda.“Prepárenla para el procedimiento”. Es la voz del doctor Ryker… estoy segura de que es él.¿Procedimiento? ¿Qué procedimiento? Lucho por abrir los ojos, por mover mis manos, hacer cualquier cosa, pero mi cuerpo sigue inmóvil. Luego solo hay silencio, oscuridad y miedo.Cuando abro los ojos otra vez, lo primero que siento es una sensación de mareo. La luz blanca y cegadora del cuarto me molesta, y los sonidos de los monitores y el típico olor a desinfectante me dicen que sigo en el hospital. Giro la cabeza y veo una vía conectada a mi muñeca, y todo el pánico sale de golpe.—¡¿Qué me hicieron?! —Mi voz sale como un susurro al principio, pero luego se vuelve más fuerte y desesperada—. ¡¿Qué me hicieron?!Una en
CAPÍTULO 4. Sin salidaLas palabras del doctor Ryker me golpean como una bofetada en pleno rostro. No puedo comprender lo que acaba de decir, siento que el mundo a mi alrededor se desvanece, que estoy atrapada en una de esas pesadillas horribles que parecen interminables.—¡¿De qué demonios está hablando?! —le espeto azorada, mirándolo como si fuera un completo loco.Miro al hombre en la cama, con el rostro pálido y rodeado de máquinas que pitan y zumban con insistencia.—Deja que te lo explique —responde él con esa voz fría que parece inhumana—. Este hombre es Logan St Jhon, magnate, hacendado, multimillonario…—Es el dueño de este hospital… —recuerdo porque en la entrada está su apellido.—Exacto, y este pobre hombre tuvo hace unos días un accidente con un caballo. Está muriendo, Liliana, y lamentablemente no hay nada que podamos hacer por él.Siento una mezcla de confusión y horror. Mi estómago se revuelve con cada palabra suya, porque presiento que eso no es cierto.—¿¡Y eso qué t
CAPÍTULO 5. Señor GreñitasLilianaMiro al hombre tendido en la cama, envuelto en cables y monitores, su respiración leve apenas hace que su pecho suba y baje. Es doloroso verlo así, porque no puedo evitar que me recuerde a mi madre. Camino hacia él tratando de limpiarme las lágrimas y miro su rostro, una venda le cubre parte de la frente, y el cabello claro, largo y desordenado le cae sobre las sienes. Parece un hombre fuerte… o al menos debía serlo, antes de que alguien decidiera que no merecía vivir.—Lo siento, Señor Greñitas, no creo que te merezcas esto pero… no sé cómo ayudarte —murmuró con el corazón destrozado.Obviamente no responde, pero el silencio me pesa menos mientras recuerdo las palabras de mi madre: “Prométeme que siempre vas a ser buena y generosa, que ayudarás a los demás, porque esa es la única forma en que tu corazón no se llenará de resentimiento, hija…”Y la verdad no sé si soy buena, o si no guardo rencor, pero no puedo soportar la idea de ver morir a alguien
CAPÍTULO 6. Una chispa de esperanzaLilianaEl corazón se me detiene cuando el doctor Ryker se gira hacia mí, señalándome.—No hay razón para que no se les haya avisado, yo ordené claramente que lo hicieran, es evidente que mis médicos estaban más concentrados en atender al señor St. Jhon que en hacer las llamadas pertinentes y por supuesto que no hay justificación, me disculpo por eso —trata de defenderse y a mí se me revuelve el estómago porque es un perro mentiroso el infeliz. Ninguno de sus malditos médicos ha venido a atender al señor Greñitas, y estoy segura de que no dejó que nadie más lo hiciera—. Y en cuanto a la señora, es la esposa de su hermano, ha estado con él desde que lo trajeron.Siento que esa mentira abre un abismo a mis pies, y cuando Vincent St. Jhon me lanza una mirada fulminante, juraría que mi corazón se para por completo. Nunca he conocido a alguien con una presencia tan intimidante. A pesar de que debe ser más joven que Logan, tiene esa expresión de hombre fe