— Emma ¿me acompañas? No quiero ir sola.
—Tu marido no quiere que yo sepa— Dijo como excusa.— Por fa Emma, somos amigas.— Le dio un beso en las mejillas.— Alessandro, los niños están durmiendo, te quedas con las niñas de Emma.— Nena, tengo sueño.— Aless…— Alessandro besó a su esposa y le dio una nalgada.— Te amo.— Bye.Las dos llegaron al consultorio y se sentaron, Emma rodó los ojos con indignación, sabía que si Verónica no estaba embarazada se deprimiría y si no era una niña, como ella creía que debía ser, montaría una de sus escenas, con suerte, se aguantaría para juzgar y culpar al donador de esperma con el cual se había casado.— ¿Te haces uno?Hola, esta novela es continuación de ¡cásate conmigo!, no se hagan spoiler y eviten leer si no han leído ¡cásate conmigo! por favor. Dos semanas más tarde Después de celebrar en interminables, largas y distintas posiciones, James y yo debíamos comenzar a afrontar el paso que habíamos dado ante nuestra familia y amigos, al final de cuentas ellos siempre han sido parte de nuestros mejores momentos, sin duda, este es uno de los momentos cumbre de la vida.Miré a James lo más relajado alistándose para dormir, secó su cuerpo con la toalla, mientras se movía de manera grácil alrededor de la habitación, cepilló su cabello, se puso un poco de colonia y finalmente los pantalones para dormir.Realmente me pone nerviosa la idea de casarme por lo que pensé que sería bueno establecer unas cosas antes que mi madre y mi suegra hagan l
Escuché la voz de mi madre y de mis hermanos a lo lejos, mientras recobraba el conocimiento.—Tranquilízate mamá. Emma solo necesita espacio, aire y en su estado es natural...—Me senté con ayuda de Alejandro y Verónica me pasó un poco de agua la cual agradecida tomé.Jack y James me veían desde una esquina y pude escuchar cuando Jack le dijo: "se ha despertado el tigre, corre".—¡No estoy de ningún maldito estado! ¡¡¡Estaré gorda y ahora malhumorada, pero no voy a tener un bebé!!!—Grité y la risa de James resonó en la habitación acompañada de la de Jack.Busqué mi equilibrio, no sé si es por la pesada broma pero estaba mareada. Me puse en pie y tomé una copa con agua. Se la arrojé y fallé.— ¿Qué clase de novela estás viviendo James? ¿Te volviste loco? ¡No tienes derecho a bromear con mi cuerpo sin siquiera avisarme!— Espeté.—¡Vamos! Tenías que…—Soltó otra carcajada.—Tenías... Tu cara. —Siguió riendo.— Cuando dije trillizos; moriste, ¿cierto?—Le di
—¡Cásate conmigo! —Dijo James y de inmediato negué con la cabeza. —Hasta donde entiendo esa es la razón por la cual hoy fui a comprar un vestido. —Emma, todos preguntan si estoy seguro, ¡Y lo estoy! Me quedé en silencio mientras analizaba la situación que se presentaba, parecía un adolescente obsesionado o más bien encaprichado. —James, has insistido demasiado y puede que veas el casarte conmigo como un reto, una prueba…—interrumpió lo que estaba diciendo. —Nena, —acarició mis mejillas y posó mi mirada en la suya. —Emma, tienes miedo a que te deje en el alatar y yo temo lo mismo. ¡Casémonos! Sin nada, sin nadie, firmemos. Tú, yo, nuestras firmas en un juzgado. —James, no… no podemos. —Nena, de esa manera si apareces o no en la boda, al día siguiente serás mi esposa igual. —La boda será un formalismo... — Dije más para mí que para él. —Sí —le miré y en su rostro solo había seriedad. Le di varias vue
Emma solía decir que a sus pacientes: “el amor es una enfermedad y el enamoramiento una de sus etapas”. Tenía cierta logística empleada en aquella teoría,“Mientras más luches contra él, más te hundes y cuanto más lo aceptes más te pierdes. El amor es la cosa más bizarra que hay en el mundo, no estamos seguros de qué es, como actúa, ni en que parte del cuerpo lo sentimos;—Aunque digan que en el hígado, la mente, la piel, las manos , el pecho, todo se llena y contagia por culpa del mismo. —pero de lo que estamos muy seguros es que aunque sea una única vez en la vida, todos lo vivimos.” Fue una mañana extraña para los novios, ambos se despertaron con un poco de resaca, en las camas que solían usar de adolescentes. James recibió su desayuno favorito en la cama, rodeado de besos por parte de sus hermanas y su madre, su padre los observó desde el umbral de la puerta y cuando le dieron un poco de espacio llamó a su prometida. —Esposa.
¡ ………………….Luna de miel Después de un aburrido y callado vuelo llegaron a Brasil, James, había conseguido una cabaña para que pasaran juntos, solos y cómodos. — ¿Cuántos días? —Pasaremos cinco días acá y cinco por el resto de Sur américa. — ¿Cataremos vinos? —Preguntó Emma con emoción. —También veremos tierra Inca, Azteca y Maya y la antigua Guatemala. —¿Sabes que eso no está en sur américa? — Preguntó y esbozó una pequeña sonrisa.—¿Iremos a México y Guatemala? —asintió—Gracias. —ella dejó un beso en su mejilla y luego salió en dirección a la habitación. Esa luna de miel era una de las cosas que habían logrado soñar juntas, ellos dos habían hablado de viajar a lo largo de América y descubrir lo que los españoles habían logrado saquear y regocijarse con lo que no lograron destruir. Emma en ese momento se dedicó a darle una inspección al lugar en el que se hospedaban, era igu
Entró al hospital por el lado de emergencia, vio cómo se llevan a su esposa de emergencia y la culpabilidad invadió su cuerpo. Dehaber ido desde el principio a su habitación ella tal vez no estuviese tan mal ahora. Eso serepetíaJames en la cabeza una y otra vez. Tal vez lleva mucho tiempo enferma y ni siquiera lo había notado. Pasaron 30 minutos hasta que su suegro fue a hablar con él, quien explicó que estaban esperándolos resultados e intentando disminuir la calentura pero por ahora solo quedaba espera. —James, ¿cómo está Emma?—Preguntó una angustiada Verónica. Su prima la abrazó y le dio un beso en la mejilla para luego soltarla y decir: —Están esperando resultados. —Verónica le dio un fuerte abrazo y luego lo dirigió hacia la sala de esperas del 3 piso. —¿Sabe algo doña Emilia?—la preocupación se apoderaba de todo el cuerpo. —Adrián y u
En dos semanas se inauguraba mi hospital psiquiátrico, probablemente sea la primer paciente porque James insiste en volverme loca. James y yo estábamos demasiado separados, es tanto que a pesar de tener una enorme y hermosa casa dormimos en habitaciones separadas; desde hace dos meses no cruzamos más que un <<Perdona o gracias>> cuando corresponde. Decidí que era tiempo de afrontar mi realidad; él no quiere nada conmigo y no es justo vivir en las sombras, vivir a sí de mal, juntos pero por nuestro lado, vivirasí no tiene sentido, no sé qué es bueno o malo, me siento desubicada. —Emma, no me estás ayudando. —Dijo mi molesto amigo. —Claro que sí. —Mentí. —Le debes dar un juego de té, recuerdo a mí me gustaba jugar con mi madre. —Mi hija no tiene una madre, no tiene amigas. —Tal vez… Verónica y yo. —Sonreí. —No. Quiero algo bonito. —Es de esperarse, es su pequeña de quien hablamos. <
James....................... Vimos a Emma partir y me volteé para salir del aeropuerto, no estaba de humor para nada, la había perdido y fue totalmente mi culpa. Quise gritarle mil veces que no se fuera, esta mañana incluso, fui a su habitación mientras dormía e intenté detenerla, pero no tuve el valor. —James. —Si doña Emilia. —¿A dónde va Emma? —preguntó la mujer. —No me lo quiso decir, creo que se va de vacaciones. —Compartí unas palabras con todos ellos y luego me despedí. Quedé con Jack en un bar, solíamos ir mucho ahí y después nos aburrimos, es al aire libre y sirven muy buena comida, cuando llegué estaba en la mesa de siempre leyendo de su teléfono. —Ey…. —Ey. —me senté al frente de él y nos observamos uno al otro. —Yo primero. —Asentí— Quiere llevarlo a otro nivel. —Quiere el divorcio. Mi amigo me vio sorprendido y después de que acabará el contenid