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………………….Luna de miel
Después de un aburrido y callado vuelo llegaron a Brasil, James, había conseguido una cabaña para que pasaran juntos, solos y cómodos.
— ¿Cuántos días?
—Pasaremos cinco días acá y cinco por el resto de Sur américa.
— ¿Cataremos vinos? —Preguntó Emma con emoción.
—También veremos tierra Inca, Azteca y Maya y la antigua Guatemala.
—¿Sabes que eso no está en sur américa? — Preguntó y esbozó una pequeña sonrisa.—¿Iremos a México y Guatemala? —asintió—Gracias. —ella dejó un beso en su mejilla y luego salió en dirección a la habitación.
Esa luna de miel era una de las cosas que habían logrado soñar juntas, ellos dos habían hablado de viajar a lo largo de América y descubrir lo que los españoles habían logrado saquear y regocijarse con lo que no lograron destruir.
Emma en ese momento se dedicó a darle una inspección al lugar en el que se hospedaban, era igu
Entró al hospital por el lado de emergencia, vio cómo se llevan a su esposa de emergencia y la culpabilidad invadió su cuerpo. Dehaber ido desde el principio a su habitación ella tal vez no estuviese tan mal ahora. Eso serepetíaJames en la cabeza una y otra vez. Tal vez lleva mucho tiempo enferma y ni siquiera lo había notado. Pasaron 30 minutos hasta que su suegro fue a hablar con él, quien explicó que estaban esperándolos resultados e intentando disminuir la calentura pero por ahora solo quedaba espera. —James, ¿cómo está Emma?—Preguntó una angustiada Verónica. Su prima la abrazó y le dio un beso en la mejilla para luego soltarla y decir: —Están esperando resultados. —Verónica le dio un fuerte abrazo y luego lo dirigió hacia la sala de esperas del 3 piso. —¿Sabe algo doña Emilia?—la preocupación se apoderaba de todo el cuerpo. —Adrián y u
En dos semanas se inauguraba mi hospital psiquiátrico, probablemente sea la primer paciente porque James insiste en volverme loca. James y yo estábamos demasiado separados, es tanto que a pesar de tener una enorme y hermosa casa dormimos en habitaciones separadas; desde hace dos meses no cruzamos más que un <<Perdona o gracias>> cuando corresponde. Decidí que era tiempo de afrontar mi realidad; él no quiere nada conmigo y no es justo vivir en las sombras, vivir a sí de mal, juntos pero por nuestro lado, vivirasí no tiene sentido, no sé qué es bueno o malo, me siento desubicada. —Emma, no me estás ayudando. —Dijo mi molesto amigo. —Claro que sí. —Mentí. —Le debes dar un juego de té, recuerdo a mí me gustaba jugar con mi madre. —Mi hija no tiene una madre, no tiene amigas. —Tal vez… Verónica y yo. —Sonreí. —No. Quiero algo bonito. —Es de esperarse, es su pequeña de quien hablamos. <
James....................... Vimos a Emma partir y me volteé para salir del aeropuerto, no estaba de humor para nada, la había perdido y fue totalmente mi culpa. Quise gritarle mil veces que no se fuera, esta mañana incluso, fui a su habitación mientras dormía e intenté detenerla, pero no tuve el valor. —James. —Si doña Emilia. —¿A dónde va Emma? —preguntó la mujer. —No me lo quiso decir, creo que se va de vacaciones. —Compartí unas palabras con todos ellos y luego me despedí. Quedé con Jack en un bar, solíamos ir mucho ahí y después nos aburrimos, es al aire libre y sirven muy buena comida, cuando llegué estaba en la mesa de siempre leyendo de su teléfono. —Ey…. —Ey. —me senté al frente de él y nos observamos uno al otro. —Yo primero. —Asentí— Quiere llevarlo a otro nivel. —Quiere el divorcio. Mi amigo me vio sorprendido y después de que acabará el contenid
Decidí no conducir a casa, Emma y yo necesitábamos estar en un terreno neutral y relajante, fui al muelle y sacamos nuestro velero. Cuando estuvimos mar adentro dijo: —Terapia. —Lo que quieras. —Asintió. Toqué sus labios y ella volvió sonreí y le besé. A pesar de estar ambos en la misma casa y en la misma habitación Emma decidió que no tendríamos untimidad puesto que muchos terapeutas matrimoniales lo solicitan, por lo tanto, durmieron como habían estado haciendo; cada quien en su habitación. La mañana siguiente fueron visitados por la familia de Emma, desayunaron con ellos en el jardín y Emma comentó un poco con respecto a su viaje, ellos con respecto a sus trabajos y luego los hombres se fueron a jugar un poco de póquer contra Emilia quien creía podía ganarles. Solo quedaron Sofía, Verónica y Emma. —Verónica dinos lo que te pasa. —Me duelen los ovarios. —Tengo algo buenísimo pero hay que metérs
James.... Desde que Emma me dejó caliente en el carro, estoy vuelto loco, pensé en enviarle un mensaje pero cuando llegué dispusieron de mi tiempo como nunca habían hecho. —James, tu almuerzo. —Miré a Jack quien estaba sentado en esperando junto a la comida—Por favor, son días difíciles y te necesito, no tengo a nadie más. —Eso es real, solo hemos sido uno para y por el otro. Diría que tengo un mejor matrimonio con Jack que con Emma. Me acerqué y abrí el plato de comida, muchas costillas y salsa. —Habla. —dije mientras llevaba una costilla a mi boca. —Le dije a Verónica que no le quería para nada ni por nada, la quiero lejos, no quiero nada con ella, amo a Ad, cuando la vi mirarme de manera tan fría, cuando lloró, cuando me insultó, me sentí podrido. —Emma y yo vamos a terapia. —Dije eso y mi celular vibró. Tenía un nuevo mensaje. Lo abrí y procedía de: tucalienteydesatendidaesposa.
Emma...Llevamos un mes súper tranquilo, hemos estado unidos y eso me hace sentir totalmente, feliz, tranquila. Teníaque llenar archivos en el hospital y eso hacía, no había parado de mover documentos, hacer llamadas y de leer casos demasiado frustrantes, al menos, tengo de vuelta a mi secretaria, le he dicho que jamás tendrá vacaciones y menos si me toca una mujer comoTaby; despistada, sencilla y dormida.Trabajé y como a las cuatro tomé un descanso, James llamó y le contesté.—¿Muy ocupada? —preguntó.—Algo.—Abre la puerta.Me levanté de mi silla y rodeé rápidamente el escritorio y caminé hacia la puerta, esperaba ver un enorme ramo de flores o algo gigantesco, pero, solo vi a mi gigantescamente guapo y candente esposo.Colgué la llamada y le ayud&eacu
Después del desmayo de Emma, se encargaron de atenderla, la policía encontró la última ubicación del jet en el que viajaba. Emilia se encargó de cuidar de su hija quién tenía la presión algo alta, para ella era fundamental tomar las medicinas del corazón y probablemente con el estrés se olvidó de ellas. Se mantuvo cuidando de ella y acompañándole hasta que despertó.—¿Es el cuerpo de James?—El forense del hospital está haciendo unas pruebas con el ADN con Julián—Dijo Emilia—No voy a volver a comer en esa mesa, viste que asqueroso.—Sí, veo eso todos los días, —Emilia apretó la mano de su madre. —debes medicarte a tus horas.—Tenía la cabeza en otro lado. — Emma se sentó en la cama— ¿Y Cecilia?—Tranquila
Caroline caminaba detrás de mí, haciendo preguntas a las cuales creía merecer una respuesta, sin olvidarse que era mi vida, mi reputación, mi carrera y no estaba de humor para dejar algo de mí al aire después de ello. De mil maneras he intentado evitarla o callarla y no lo he logrado, después de su llamado de atención número un trillón decidí responderle.—¿Qué quieres entender, Carolina?— Emma, ¿por qué llorar te resulta tan malo?— No me gusta exteriorizar. Soy tu jefa te guste o no. Cuida como me hablas. — Me está cansado.— Tus pacientes te esperan.— Te pago por hacer eso.—Emma, necesitas terapia.— Lo tomaré en cuenta.Salí del hospital en dirección a la terapia que mi esposo había sugerido para mí. Mi madre se encargó de