Me vendó los ojos y me dirigió por algún tipo de caminito, sentí como nos detuvimos en un lugar que se sentía distinto. James quitó la venda cinco minutos después —sorpresa—Dijo sonriente. Estábamos en un velero con algunas velas las estrellas la luna y rosas por doquier.
—Blanco y rojo. —Dije.—Te amaré por siempre, lo leí por ahí y pensé en que era muy preciso. Las azules son las inalcanzables el color significa fe, las rosadas amor pasional, amarillas admiración y simpatía.—Se las regalan a las abuelas enfermas. —James me miró descolocado. —Lo vi en una película.—Las orquídeas moradas significan drama, son como para cementerio pero tú y yo encajamos en lo del drama. —Asentí, a mí no tenía que explicármelo. —QuieroJames estaba de mal humor, levantarse temprano no era lo suyo, pero para este viaje era lo conveniente.—¿Quedémonos en la cama—rogó.—James, es importante para mí, solo vístete y vamos. —Le di varios besos en los labios hasta sacarle una pequeña sonrisa. —¿Podríamos economizar el agua.—El ambiente sí que me alegra el día. —Ambos reímos y nos fuimos directo a la ducha.Como sabía que esto de las travesuras se iba a dar en la madrugada para poder despertar a James lo desperté un poco antes, le sería el desayuno al igual que el mío, fruta con tostadas y queso fresco, comimos un poco y nos dirigimos al aeropuerto, estando ahí el piloto no estaba listo, por lo que un café y un té nos sirvieron como acompañantes temporales, envié un mensaje a Verónica y dijo que iba saliend
Mi marido apareció y le dio varios besos a su mamá me pareció tierna la imagen.—Me encanta que estén llevando la fiesta en paz.— No vaya a ser que los gemelos me odien por tratar mal a su mamá, Emma necesita tranquilidad espero se la des James y yodo lo que necesite. Voy a descansar querida, gracias por el té. — Cecilia dio el último trago y dijo la taza en manos de su hijo.— ¿Le pasa algo?—¿Me besas?— Emma... — Lo besé para distraerlo. — Creo que deberíamos subir. — Me cargó entre sus temibles brazos y me llevó a la cama, me beso acarició y siguió en eso durante varios minutos, me deshice de su ropa y él de la mía y de besos y caricias abrazos no quería pasar.— James.— Emma yo. —se tiró al lado de
Llevaba dos semanas encerrada, mi barriga creció un poco por consecuencia el resto de mi cuerpo también lo ha hecho, no tengo teléfono y cada noche a mitad de mis sueños una pesadilla que arrasa con mi paz.— ¿Señora, se le ofrece algo más?— ¿James, no ha llamado?— No señora. — Asentí. — Envió los libros que usted pidió.— Déjelos en la mesa Lorena. — La mujer con una sonrisa apenada dejó los libros sobre la mesita de noche. — Él también necesita de usted, necesita saber que está a salvo.........Dossemanas antes......Estaba en casa el domingo acostada al lado de mi esposo.Lorena anunció que teníamos visitas.No invitamos a nadie a visitarnos sin embargo cada vez es más común
—Emma, serán niños hermosos, tu presión arterial es peligrosa para los bebés.— ¿Puede decirnos el sexo?— Tu acosadora madre me ha preguntado infinidad de veces. — hizo una seña para que me acomodara en la camilla.Pasó el gel frío y comenzó la búsqueda.— Creo que no se va a poder— dijo.— Sus bebés están abrazados y dormidos.— La primera vez que les vi estaban así.— Es su posición favorita — Aseguré.La doctora me dio una cita entre semana para ir a ver el sexo de los bebés. James iba en silencio algo decepcionado a mi lado, tenemos un chófer y varios guardas de seguridad eso no determina con exactitud que esté realmente a salvo estando esa mujer suelta.— Tengo que ir a la oficina — dijo mi esposo. — ¿
El sábado en la noche Emma se mostró muy nerviosa, conocería a su madre, al menos a su madre biológica pero se sentía tan culpable e irresponsable que decidió llamar a su madre adoptiva para que desayunaran, quien diría que se harían tan unidas o reconocerían el amor que se tiene.— Mi amor.— James.— No estás viendo la película. ¿Pasa algo?— Iré a comer con mi madre y pensé debes hacer lo mismo, Cecilia está algo débil y deprimida. — James besó la cabeza de su esposa.A la mañana siguiente amables se alistaron temprano y partieron con dirección a la casa de sus respectivas madre, James abrió la puerta e ingresó silenciosamente, el desayuno no restaba en la mesa y su madre no estaba en el jardín ni en la cocina, James le preparó un batido de fresa
Emma se acercó a la sala en la que estaba su familia, su padre y sus hermanos permanecía en silencio reunidos, la mujer se acercó con cautela y llevó una mano a la parte baja de su abdomen. Alex se acercó a su hija y le ayudó a sentarse.—¿Estás bien? —Preguntó Alex, Emma solo asintió, Alejandro se acercó con un vaso con agua y hielo, su hermana lo bebió lentamente y luego soltó un fuerte suspiro.—¿Cómo está mamá?—Ella está bien, fue un pequeño infarto.—¿No sufrió ningún derrame, ni nada?—No.—Dijo Alejandro, con una sonrisa tras la trágica actitud de su hermanita.—¿Puedo verla?—Está descansando, lo mejor es que hagas lo mismo.—¡¡Alessandro, no
La primera vez que abrí mis ojos y me encontré en el departamento de James, me di cuenta de cuán guapo era en realidad.—Así que Emma...—Dijo antes de llevar un cigarrillo a su boca.—Así que James... —Asintió, le quité el cigarro y lo llevé a mi boca.—¿Te vas?—Es tardísimo, no debí quedarme a dormir. —Respondí con una sonrisa.—Podrías ir a cenar conmigo.—No te encariñes, fue solo sexo.—No es cortés solo acostarte con una dama.—No me vas a conquistar.—No quiero un conquistador, soy simplemente una mujer. —Le guiñé el ojo.—Te has acostado conmigo 3 veces y sé que te gusto.—James, no va
— Emma ¿me acompañas? No quiero ir sola.—Tu marido no quiere que yo sepa— Dijo como excusa.— Por fa Emma, somos amigas.— Le dio un beso en las mejillas.—Alessandro, los niños están durmiendo, te quedas con las niñas de Emma.— Nena, tengo sueño.—Aless…—Alessandrobesó a su esposa y le dio una nalgada.— Te amo.—Bye.Las dos llegaron al consultorio y se sentaron, Emma rodó los ojos con indignación, sabía que si Verónica no estaba embarazada se deprimiría y si no era una niña, como ella creía que debía ser, montaría una de sus escenas, con suerte, se aguantaría para juzgar y culpar al donador de esperma con elcualse había casado.— ¿Te haces uno?