Patrick observó cómo los demás salían corriendo en diferentes direcciones, apartándose de él y del escurridizo coreano que presionaba su arma contra la parte trasera de su chaleco, el pelinegro no tuvo otra opción más que subir sus manos mientras dejaba escapar un suspiro, es decir... ¿En serio? ¿De verdad se había dejado atrapar por Jung a sólo cinco segundos de haber comenzado la maldita cosa?
—Vaya... ¿Realmente planeas ganar así? —Jung se burló, bajando su pistola luego de soltar una risita y comenzar a caminar— Te doy quince minutos cuando mucho. —Patrick miró el contador en su chaleco y alzó una de sus cejas al ver que seguía en cero, el coreano no le había disparado.
—Muy audaz, viniendo del señor "ugh, esto es una estupidez, ¿cuál es el punto?" —El de ojos verdes alcanzó al más bajo y comenzó a imitar su voz de una manera burlona, haciendo que el mayor torciera sus ojos antes de asomarse en un pasillo y levantar su arma, bajándola sólo luego de asegurarse que no había nadie alrededor.
—Aún creo que es una estupidez —bufó, frunciendo su ceño antes de asomar su cabeza por otra esquina y seguir caminando, Patrick sólo lo seguían mientras chasqueaba su lengua. ¿El sujeto se estaba escuchando? No lo estaba entendiendo.
—Bien. —El pelinegro asintió— Sé que quizás sea difícil para ti entender esto, pero lo que dices no tiene sentido. —Señaló, como tratando de descifrar si el coreano tenía algún impedimento, haciendo que éste se volviera con una expresión de cansancio y lo fulminara con la mirada.
—No lo hago por mí, no quiero la maldita semana libre —bufó, Patrick levantó sus manos en son de paz y él suspiró.
Jung abrió mucho sus ojos al ver cómo el más alto llevaba su mano directamente a su arma, haciendo que él mismo subiera su guardia y lo apuntara directamente al pecho, llevándose una sorpresa luego de que el pelinegro disparara sobre su hombro y una voz desanimada profiriera una queja.
—¡Oh, vamos! —Chris, de anti narcóticos, se quejó luego de que su marcador brillara en rojo y marcara "1".
Jung se dio la vuelta para ver a su antiguo compañero de entrenamientos sacar su chaleco y ondear su mano en su dirección en forma de despedida para luego irse algo decepcionado. Pocos segundos después se escuchó la voz de Taylor por las bocinas, anunciando que Chris había sido descalificado. El coreano se volvió a ver al sonriente americano y éste se encogió de hombros antes de pasarlo de largo.
—La próxima vez serás tú seguro. —Aseguró mientras se alejaba lentamente y Jung suspiró. Debió descalificarlo cuando pudo.
La vista del coreano se clavó en la espalda de Patrick, sintió ganas de apuñalarlo por la espalda y dispararle mientras se alejaba, pero... Vaya, lo odiaba, pero no se rebajaría a ese nivel. Bien, de todas formas, él sólo estaba allí por...
—¡Jason! —gritó al ver cómo su mejor amigo lo tomaba de los hombros y le daba la vuelta.
—Van a descubrirnos si gritas así —dijo con una sonrisa y Jung frunció su ceño—. Deberíamos buscar a Lewis de una vez por todas...
—Eso no resuelve el problema. —El coreano negó— Debemos deshacernos de todos los participantes, ¿recuerdas? Sólo obtendrás esa semana libre si eres el último de pie.
—Lo sé —suspiró—. Creo que mejor nos rendimos, está bien si no...
—Vuelve a decir eso y te haré tragar esta cosa. —Le enseñó su pistola y Jason tragó fuerte, sabía que era capaz de hacerlo— Ahora vamos, te conseguiremos esa semana libre así deba de matarlos con mis propias manos... —Tomó el brazo del mayor y éste titubeó.
—No es necesario matar a nadie, es un juego... lo sabes, ¿no? ¿No?... ¿Junnie?
—Sísí... —Le restó importancia y Jason tragó fuerte una vez más.
The A Gang caminó por aquel desolado edificio, dispuestos a dispararle al primero que apareciera en su rango de visión, no iban a arriesgarse a que los atacaran primero. Jason comenzaba a preocuparse por lo comprometido que Jung se encontraba con lograr su cometido y agradeció a todos los dioses porque aquellas armas no tuvieran proyectiles reales. El chico realmente podría asesinar a alguien.
—¡Actualización de la misión! —La voz de Taylor volvió a retumbar en cada esquina de aquel lugar y ambos se detuvieron— Quien tenga un mayor número de "asesinatos" también podrá competir por la semana libre.
—¡¿EHHHHHH?! —Un gran grito colectivo sumergió aquel lugar en caos, silenciando al sorprendido Taylor que se tomó algunos segundos antes de volver a hablar.
—... Yo no hago las reglas, sólo sigo el guion —bufó—. Prosigan.
—¡¿El guion?! —Jung bufó— ¿Qué guion? —Miró a Jason y éste se encogió de hombros— ¿Qué clase de...? Oh... No. —Retrocedió un paso, chocando con la espalda del chino, volviéndose en su dirección y notando que estaban rodeados de varios oficiales en entrenamiento. Podía reconocer a esa chica Natasha con la que Patrick salía de vez en cuando.
—Oye... —Jason bufó— ¿Por qué tienen mejor equipo que nosotros? —Señaló a las personas delante de él, haciendo una mueca de preocupación al ver que todos alzaban sus armas y los apuntaban— Podemos hablarlo, somos todos ami... ¡Ok, no somos amigos! —gritó luego de que uno de los sujetos apretara el gatillo y casi lo descalificara.
—Fuck —Jung tiró del uniforme del castaño y lo atrajo hasta él con tanta fuerza que lo hizo trastabillar hacia atrás y caer al piso de espaldas mientras él se agachaba.
El coreano sacó su arma lo más rápido posible y recordó cómo se había visto cuando Patrick le había disparado a Chris minutos atrás, aquella cosa se asemejaba más a un puntero láser que a un arma disparando, así que sólo dejó el gatillo presionado y blandió su pistola como si de un sable de luz se tratara, girando sobre sus pies mientras apoyaba su otra mano en el piso, logrando marcar un punto en los chalecos de todos los que lo estaban rodeando. No sabía si aquello había sido trampa, pero, hey... él no hacía las reglas.
—¡Por allá! —Se escuchó un grito al fondo del pasillo y Jung suspiró, volviéndose a ver al impactado Jason que seguía acostado en el piso.
Todo pasó tan rápido que Jung no tuvo tiempo de reaccionar con propiedad, de un momento a otro pudo ver a Patrick y Mark corriendo en su dirección, el más alto de aquel dúo fue directamente hasta el coreano y lo tomó desprevenido, rodeando su cuello con uno de sus brazos y utilizándolo deliberadamente como escudo mientras el rubio saltaba el cuerpo de Jason como si de un obstáculo de carrera de relevo se tratara, dándose la vuelta y apuntando a la horda de gente que se les venía encima.
—¡¿Qué demonios haces?! —Jung le gritó al pelinegro mientras intentaba sacarse su brazo de encima.
—Lo siento, mejor tú que yo —rio bajo y Jung rechinó sus dientes.
El peliblanco entró en pánico al ver cómo, al menos, quince personas más se disponían a descalificarlo nuevamente a solo veinte segundos de haberse salvado de una situación similar y todo por culpa del estúpido Patrick que no había podido deshacerse de ellos lo suficientemente rápido.
—Ah, ¡qué te jodan! —El coreano mordió el brazo del más alto y éste lo soltó rápidamente luego de proferir un quejido.
Mark seguía disparando a los integrantes de la academia de policía que, gracias a todo lo que es bueno, tenían una puntería más decadente que la de un ciego con problemas de equilibrio y una ligera muestra del mal de Parkinson, mientras Jason daba vueltas en el piso, tratando de evitar ser golpeado por el láser que salía del arma del Mark, de los que salían de las armas de los cadetes y por los pies de Jung y Patrick que parecían más preocupados en seguir bailando su propia versión de un “Tap” muy violento que por la pelea que se formaba a cada extremo del pasillo, o al menos eso le parecía al chino desde su perspectiva en el piso.
Jung bufó luego de que él y Patrick se empujaran mutuamente, disculpándose con su amigo luego de haber pisado su mano, ¿qué demonios estaba haciendo ese tonto dando vueltas en el piso? ¿No veía que tenían un gran problema allí? Su vista volvió rápidamente al Baker, quien había chocado con la chica de antes, pues no había abandonado el lugar y se había quedado a ver el show que todos estaban dando.
—Oh, hey... —Patrick sonrió— Tomaré eso, gracias. —Palmeó su cabeza con extrema delicadeza antes de guiñarle un ojo y tomar la pistola que aún sostenía en sus manos. La chica sólo asintió sonriente y salió de aquel pasillo demasiado estrecho para tantas personas, casi como si sólo hubiese estado esperando a que Patrick apareciera para poder abandonar la escena—. Abajo... —dijo al coreano y él titubeó, aun siguiendo a la chica con su mirada— ¡Abajo! —gritó y Jung sólo reaccionó por instinto, tirándose al piso en cuestión de segundos y viendo cómo el pelinegro alzaba sus dos pistolas y disparaba a todos los que aún quedaban de pie.
—¡Hombre caído! —Jason gritó de repente y ambos se volvieron a ver a Mark cayendo sobre sus rodillas— ¡Bro! ¡BROOOOO! —El chino comenzó a negar desesperadamente, logrando que, por primera vez, el peliblanco y el pelinegro se vieran el uno al otro sin juzgarse entre ellos.
—Yo... yo... —Mark jadeó— Iré por un café. —Se encogió de hombros y se levantó— Diviértanse. —Se despidió de ellos, golpeando suavemente el brazo de su compañero— Gana esta cosa —dijo bajo y Patrick asintió.
Jung frunció su ceño mientras tomaba la mano de su amigo y lo ayudaba a levantarse, ¿por qué aquel idiota estaba tan desesperado por ganar?
—¿Siguiéndonos? —Jason cuestionó y Patrick asintió.—Mark y yo estábamos tratando de llegar al tercer piso, pero comenzaron a atacarnos luego de que Taylor habló por los parlantes... —suspiró— ¿Notaron que los nuevos tienen mejor equipamiento? —Soltó de repente mientras veía la pistola que le había robado a Natasha y Jason lo señaló mientras asentía frenéticamente y miraba a su mejor amigo.—Te lo dije, les dieron mejores cosas —dijo al coreano y éste suspiró.—¿Cuál es el punto? —Jung soltó con pesadez mientras sobaba su cuello, seguro no pasaría mucho tiempo hasta que otra oleada de cadetes fuera en busca de ellos— Además... —Se volvió a ver al más alto del grupo— Le robaste el arma a esa niña, ¿no es tra
—¡Dejen de gritar todos! ¡Se sostuvo! —Patrick quitó a Jason de su caminó y reprochó con su mirada a los traumatizados cadetes que ahora miraban hacia abajo— Oye, sexy, ¿crees poder sostenerte?—... No realmente —Jung gruñó mientras apretaba sus labios y trataba de mantenerse aferrado al alféizar de una de las ventanas del piso siete.—Voy por ti —aclaró rápidamen
Dando brinquitos por toda la estación, Jung volvió a su escritorio con una gran sonrisa en su rostro y acomodó algunas cosas del lado de Jason, quién aún seguía en Hong-Kong visitando a sus padres. Vaya que sería un buen día.La voz de Taylor lo distrajo por algunos segundos y se volvió a ver al mayor, quien ahora le entregaba varios documentos de casos que habían llegado a la estación aquella mañana, los tomó con alegría y comenzó a hurgar entre todas esas fotos de homicidios y escenas del crimen con una sonrisa tan amplia que el Sargento Miller sólo pudo retroceder lentamente, preocupado de que aquel chico realmente fuera un psicópata.—... Lo lamento. —La mirada del peliblanco fue hasta la entrada de la estación y se posó sobre el Capitán Allen y el tonto Patrick, quien se veía bastante desarreglado... m&aacut
Martes, 10:34 pm:El coreano bajó sus binoculares y suspiró, no creía que aquello fuera a funcionar, la verdad no creía que nada en aquella operación fuera a funcionar... Bueno, en realidad ese no era el problema, el problema era que estaba atascado en un auto con Patrick Baker y eso, definitivamente, no funcionaba.—¿Finalmente moriste? —preguntó luego de mirarlo de reojo, el pelinegro llevaba al menos quince minutos con su cabeza apoyada en el volante.—Espero que no —respondió bajo—. Si tú estás aquí significa que fui al infierno... —Levantó su cabeza y se volvió a ver al mayor con una expresión desganada, sorbiendo su nariz y quitando los binoculares de las manos de éste—. Estaremos aquí toda la noche. —suspiró, mirando al río frente a él y devolviéndole lo
—Tenemos todo el suceso grabado en una cámara de seguridad, detective, no hay ningún error aquí. —Soltó con un poco de molestia y Jonathan se abrió paso hacia el frente mientras Jung titubeaba— Si eso es suficiente, debemos irnos rápido.—Gracias por venir hasta aquí, oficial. —El capitán de aquel precinto habló apresuradamente—. Sé que esto puede meterlo en problemas, pero le aseguro que en caso de que eso suceda yo hablaré en su lugar, por favor sólo denos un par de minutos con mi detective —pidió amablemente mientras
—¿Cómo que no puedo tomar el caso? —Jung frunció su ceño, mirando confundido al Capitán Allen y al callado Mark.—No ocurrió bajo nuestra jurisdicción, Kim —dijo Jonathan en un suspiro— ¿Crees que me alegra decirte esto? Estaba dispuesto a pelear para que te dieran este caso, ¡a cualquiera de ustedes! ¡Incluso yo me ofrecí! —Sobó su entrecejo— Pero no podemos hacer nada al respecto, el asesinato tomó lugar en áreas del precinto setenta y nueve, así que no podemos meter nuestras narices en sus asuntos.—¡Pero es nuestro compañero...! —Jason quiso interferir, pero Mark lo interrumpió.—¡Por eso no podemos interferir, Zhang! —El mayor bufó y el chino guardó silencio— Sólo apártense del caso, pensarán que están parcializados y
Un mes atrás.Miércoles, 09:45 pm:—Esto tiene que ser una broma. —Patrick aparcó su auto afuera de aquel gran almacén que conocía a la perfección, vaya que aquel lugar le traía malos recuerdos.Sin pensarlo dos veces, el pelinegro bajó del auto, cerrando la puerta tras de sí y volviéndose a ver adentro de éste por algunos segundos, había dejado su arma adentro, no sabía qué tan buena idea era ir a encontrarse con aquel sujeto totalmente desarmado, pero... ¿qué iba a hacer? No podía simplemente dispararle si las cosas se ponían feas. No podía.Caminó por el oscuro lugar y pudo ver una silueta, un poco más baja que él, de brazos cruzados y posición firme a unos cuantos metros de distancia. Definitivamente era él. Apresuró el paso hasta acortar la distancia
—¿Cómo que no puedo verlo? —Jung frunció su ceño y el nervioso hombre volvió a revisar la pantalla de su computador— Debes tener una buena explicación para esto.—A-Aquí dice que Baker se encuentra en aislamiento —dijo con fingida firmeza y Jung lo miró con una expresión más dura.—¿Y la causa es...? —Se inclinó más sobre aquel mostrador y el hombre tragó fuerte.—Uh... Uh... —Revisó de nuevo el monitor— Intento de escape y... y... —Su voz temblaba con fuerzas cada vez que el coreano se acercaba más a él— Agravio a las instalaciones y lastimar a otros reclusos... Dice aquí...—¡¿Qué clase de basura es esa?! —bufó con molestia, haciendo que el hombre cerrara sus ojos en espera de un golpe que nunca llegó— Vas a