—¿Cómo que no puedo tomar el caso? —Jung frunció su ceño, mirando confundido al Capitán Allen y al callado Mark.
—No ocurrió bajo nuestra jurisdicción, Kim —dijo Jonathan en un suspiro— ¿Crees que me alegra decirte esto? Estaba dispuesto a pelear para que te dieran este caso, ¡a cualquiera de ustedes! ¡Incluso yo me ofrecí! —Sobó su entrecejo— Pero no podemos hacer nada al respecto, el asesinato tomó lugar en áreas del precinto setenta y nueve, así que no podemos meter nuestras narices en sus asuntos.
—¡Pero es nuestro compañero...! —Jason quiso interferir, pero Mark lo interrumpió.
—¡Por eso no podemos interferir, Zhang! —El mayor bufó y el chino guardó silencio— Sólo apártense del caso, pensarán que están parcializados y
Un mes atrás.Miércoles, 09:45 pm:—Esto tiene que ser una broma. —Patrick aparcó su auto afuera de aquel gran almacén que conocía a la perfección, vaya que aquel lugar le traía malos recuerdos.Sin pensarlo dos veces, el pelinegro bajó del auto, cerrando la puerta tras de sí y volviéndose a ver adentro de éste por algunos segundos, había dejado su arma adentro, no sabía qué tan buena idea era ir a encontrarse con aquel sujeto totalmente desarmado, pero... ¿qué iba a hacer? No podía simplemente dispararle si las cosas se ponían feas. No podía.Caminó por el oscuro lugar y pudo ver una silueta, un poco más baja que él, de brazos cruzados y posición firme a unos cuantos metros de distancia. Definitivamente era él. Apresuró el paso hasta acortar la distancia
—¿Cómo que no puedo verlo? —Jung frunció su ceño y el nervioso hombre volvió a revisar la pantalla de su computador— Debes tener una buena explicación para esto.—A-Aquí dice que Baker se encuentra en aislamiento —dijo con fingida firmeza y Jung lo miró con una expresión más dura.—¿Y la causa es...? —Se inclinó más sobre aquel mostrador y el hombre tragó fuerte.—Uh... Uh... —Revisó de nuevo el monitor— Intento de escape y... y... —Su voz temblaba con fuerzas cada vez que el coreano se acercaba más a él— Agravio a las instalaciones y lastimar a otros reclusos... Dice aquí...—¡¿Qué clase de basura es esa?! —bufó con molestia, haciendo que el hombre cerrara sus ojos en espera de un golpe que nunca llegó— Vas a
—Estoy aquí. —Jung entró al laboratorio y pudo ver a Lewis y a Charles parados frente a una mesa con muchas fotos sobre ella— Lamento la tardanza y... ¿Qué es todo esto? —preguntó, desviando su atención del reloj en su muñeca a la monumental cantidad de fotos.—Este es el tipo que estabas buscando... —Lewis señaló— Tenías razón, Patrick es inocente.—Pero... —El coreano tomó una de las fotos y tragó fuerte— Oh, no, no, no. Debemos sacarlo de allí ahora —dijo rápido, sentía como si la temperatura de su cuerpo hubiese bajado y se volvió a ver a los otros dos.—¿Qué no es este el sujeto que lo llevó a la estación? —Lewis frunció su ceño— Hay algo podrido aquí, amigo.—Sus huellas estaban en la puerta del
Era una hermosa mañana, día soleado, oficina tranquila, sin mucho trabajo que hacer, todos parecían de un muy buen humor y... Y Patrick seguía escondiéndose detrás de la máquina dispensadora, esperando pacientemente a que Jung se alejara de la sala de descanso. El pelinegro se recostó de la pared, dejando que el gran aparato ocultara su cuerpo por completo y cerró sus ojos, dejando escapar un pequeño suspiro por sus labios mientras escuchaba algunos pasos entrar y salir del lugar. Jung recostó su espalda de la fría pared mientras se volvía y observaba al coreano, quien echaba un vistazo por la ventana con sus binoculares; era el tercer día que llevaban en aquel abandonado y sucio departamento y él sentía que estaba a sólo segundos de perder la cabeza.—Nada —Patrick suspiró y él hizo lo mismo—. Estos tipos no van a hacer nada, tendremos que forzarlos.—¿Est&aacutOpen Case N° 15: An important night
—Debemos ser convincentes. —Patrick susurró en el oído del mayor y éste miró a otro lado.—No soy yo quien se ha estado atragantando toda la noche —refutó, aun mirando hacia otro lado.Jung apretó sus puños y tomó un gran respiro, sus nervios realmente estaban de punta aquella noche y todo era culpa del imbécil de Baker. Bien, podían atrapar a aquellos sujetos esa misma noche, pero por el amor de Cristo, ¡iba a darle un infarto! Llevaban al menos una hora en aquella fiesta y sentía que todas las miradas estaban sobre ellos, las personas seguían mirándolos de manera extraña ya que no se comportaban como una pareja normal que acababa de comprometerse y, sí, él entendía que la expectativa general era que quisieran meterse las lenguas en las gargantas y otras cosas en otros lugares que no quería pensar... ¡Pero &e
—Maldito Patrick —Jung susurró entre dientes mientras se agachaba junto aquel saco de la cocina.—Siempre digo que los escondites más evidentes son los mejores. —Sonrió aquel alto hombre que ya tenía los nervios del coreano de punta— ¿Quién buscaría en sacos de harina de la cocina? ¿Cierto?—Sí, ¿quién? —dijo, no pudiendo evitar rechinar sus dientes en el proces
—Ough...El raro sujeto de barba mal afeitada golpeó a Patrick, propinando un codazo a su pecho, haciéndolo perder el aire y caer sobre sus rodillas, aún no se había recuperado por completo de aquella bala que atravesó su chaleco.—¡Ja! —El hombre salió corriendo y él tosió.—¡¿Estás bien?! —Jung pasó por su lado corriendo y él le hizo una seña para que siguiera de largo.La vista de Patrick se posó en la espalda de Jung, que se alejaba rápidamente mientras corría detrás de aquel carterista que se había topado con ellos en un golpe de mala suerte. ¿Qué tan mal tenía que ir tu día para que la primera persona que intentaras robar en la mañana fuera un detective? Ese hombre realmente no tenía nada de suerte.En lo que pudo recuperar su aliento,