"Tarde o temprano, cambiarás. El pasado, el presente y el futuro te harán ser alguien completamente diferente"Paige Gilmore.Luego de que Connor me dejara en las manos del lobo, le dije a mis padres que la profesora Clarise quería hablar con ellos.Papá me dio una mirada juzgadora en cuanto le explique la situación. Los tres estamos sentados en la sala, mamá y papá me miran de una forma distinta, por mi parte, retuerzo mis manos con fuerza.—¿Por qué estás haciéndote esto, Paige?—preguntó mamá.—No lo hice a propósito —murmuré.—¿No lo hiciste a propósito? —repitió, papá enojado. Se levantó de su asiento sin poder contenerse —, ¿Qué crees que haces, Paige?, ¿ahora serás esta persona?Mi padre cerró ambos puños. Nunca lo había visto tan enojado.—Papá —empecé, con voz suave.—No, Paige —dijo rotundo —. Escucha bien lo que voy a decir.—Robert —interrumpió mamá, tocando su brazo. Papá no le prestó atención y siguió. Baje la cabeza.—No, Elise. Hemos aguantado sus faltas de respeto por
"No puedes ser la mujer que necesita a un hombre, sé la mujer que un hombre necesita"Paige Gilmore.Es difícil aceptar lo diminutos y frágiles que somos, partículas tan densas que apenas nos vemos, pero capaces de causarnos tanto daño. Nos arrastramos por la vida, obsesionados con preocupaciones que nos desbordan. ¿Para qué? ¿Al final, no terminamos todos en un ataúd, olvidados? Nos aferramos a lo que no podemos controlar, y así nos va, débiles y desgarrados, como si la vida fuera una guerra sin sentido.Ese día, llegué a casa tan ligera como una pluma. Durante el trayecto en taxi, dejé que el peso del dolor se deshiciera de mí, como si cada gota de tristeza se evaporara por la ventana. ¿Era eso lo que quería Kaiden? ¿Había logrado lo que esperaba de mí? ¿La paz que había anhelado finalmente se había alcanzado?Al entrar, el silencio en la casa me rodeó como una niebla espesa, pero todo se rompió en un instante. El sonido de los sollozos de mi madre bajando las escaleras me golpeó co
"En tus ojos veo mi felicidad y mi condena, porque amarte me consume, pero odiarte me duele."—¿Qué es difícil? ¿Un amigo? ¿O algo más?Oh, iba a matarla viva.—Es el hermano de mi novio fallecido.Las palabras salieron de mis labios con una dureza que ni yo misma esperaba. Zoe sonrió, satisfecha, como si hubiera ganado algo en esta conversación. Pero mi declaración dejó un peso en el aire que ni ella pudo ignorar.Una sombra cruzó el rostro de Kaiden. Duró un segundo, pero fue suficiente para que notara el dolor reflejado en sus ojos antes de que lo escondiera detrás de una sonrisa forzada.El silencio cayó entre nosotros como una losa. Pesado. Insoportable. Miré a Kaiden y vi cómo su expresión se tornaba tensa. Sus labios apretados, la mandíbula rígida, sus ojos evitando los míos como si quisieran huir de la verdad que acababa de soltar.Me sentí mal.—¿Sabes? —murmuró al fin, su voz apenas un susurro—. No es fácil escuchar eso.Su confesión me golpeó como una bofetada. Era evidente
"El amor puede nacer en el momento que menos esperes"Paige Gilmore.Mi vida parece una maldita serie turca.Desgracia por desgracia.—¡Estás loca, Gilmore! ¡Un cerdo es más inteligente que tu terquedad!—¡Deja de gritarme! ¡Estoy lo suficientemente molesta, no necesito más leña, tengo suficiente para despertar el fuego!—¿Qué haremos ahora?—presionó.Saque mi teléfono y apenas lo encendí, se apagó. Mierda, ¿por qué siempre pasa eso cuando más lo necesitas?—Mi teléfono está muerto.Kaiden alzó los brazos al aire, —¡Bravo, Paige! ¡Bravo!—Cállate, Kaiden.Escuche que dejaba escapar un suspiro.—¿Puedes decirme que demonios sucede contigo?Miré a Kaiden y su expresión de enojo era inconfundible. Su mandíbula estaba apretada y sus ojos centelleaban con frustración. No había sido mi intención quedarnos atrapados, pero la verdad era que me enojé mucho.—¿En serio, Paige? ¿Puedes creer que esto esté sucediendo?— Kaiden rompió el silencio, su voz tensa y cargada de irritación.—No fue a pro
"Un simple roce o una simple mirada dirá más que mil palabras al aire"Paige Gilmore.Había hecho las paces con Warren.La tensión acumulada durante años finalmente había quedado atrás. No éramos mejores amigos, ni mucho menos, pero al menos podíamos compartir un espacio sin que las palabras se transformaran en cuchillos. Para mí, eso ya era un gran logro.Sin embargo, después de nuestra última conversación, no podía dejar de preguntarme si había hecho algo mal. La duda se había instalado como un huésped incómodo, recordándome cada palabra, cada gesto.Saber que Chris había pensado en mí hasta el último latido de su corazón me destrozaba. El amor es tan fuerte, tan denso, que a veces te hace perder el rumbo, como un faro cegador en medio de una tormenta. El corazón no piensa; simplemente actúa.Por otro lado, Adrián seguía intentando juntar los pedazos de sí mismo. Mamá lo llevaba a terapia, y, aunque trataba de ser fuerte, a menudo la escuchaba llorar en las noches, ahogando sus soll
"Cuando una persona muere, mueren millones de corazones"Paige Gilmore.La brisa nocturna soplaba suavemente, arrastrando el crujido de hojas secas que caían de los árboles cercanos. El fuego chisporroteaba, enviando destellos dorados y anaranjados hacia el cielo estrellado, como si intentara establecer un diálogo silencioso con el infinito. Me acomodé en la silla plegable, disfrutando del calor que emanaba de las llamas, un abrazo invisible que me hacía sentir cálida y en paz.A mi lado estaba Kyle, con su risa contagiosa y esos ojos vivos que parecían reflejar cada chispa de luz. Hablaba con una energía desbordante, gesticulando como si cada historia fuera una obra de teatro improvisada.—Y entonces el oso... ¡El oso simplemente se detuvo y nos miró!— exclamó, con una expresión exageradamente dramática que hizo que no pudiera evitar sonreír.Kyle tenía ese don especial para convertir incluso los momentos más mundanos en relatos épicos, y en ese instante, su voz era todo entusiasmo y
"El amor nunca muere, vive en nuestros recuerdos"Paige Gilmore.El sol se filtraba a través de las cortinas, llenando la habitación con una luz suave. Hoy era un día especial, el cumpleaños de Kaiden, el gemelo de mi novio, que ya no estaba.Aunque el clima era festivo, en mi pecho se agitaba una tormenta de emociones. Me miré en el espejo, con la mano en el corazón, intentando calmar el cúmulo de sentimientos que amenazaba con desbordarse.Era 1 de junio.Para la mayoría de las personas es una fecha común y corriente, para mí, era un día donde no tenía a mi novio conmigo para celebrar su cumpleaños.Qué giros da la vida en unos segundos.Y luego estaba Kaiden, como un recordatorio constante de que él ya no estaba.Era injusta, con Chris, con Kaiden, pero sobre todo conmigo misma.Los padres de Kaiden habían decidido celebrar su cumpleaños número 21. Trataban de seguir adelante, de que la partida de Chris no significara detener su vida, o eso era lo que creían en el fondo. Yo no esta
"Si sonreímos una vez más, quizás el día nos abrace"Me quedé en la cama de Chris, abrazando el anillo con ambas manos, como si fuera lo único que me mantenía conectada a él. Lo giré lentamente entre mis dedos, sintiendo la fría suavidad del metal. La promesa que representaba brillaba tenue contra la luz que se filtraba por la ventana. Ya no dolía como antes, aunque el vacío seguía ahí, en el lugar donde él solía estar.Lo prometo, me dije en silencio, cerrando los ojos con fuerza mientras un nudo se formaba en mi garganta. No lloraré más por ti. Te dejaré descansar.El sonido de la puerta al abrirse rompió el silencio, y levanté la cabeza de inmediato. Era Kaiden. Se detuvo en el marco de la puerta por un momento, como si evaluara si debía entrar o no. Finalmente, avanzó con pasos lentos y firmes, su expresión serena, casi solemne. No parecía sorprendido al encontrarme allí. Tal vez no era la primera vez que alguien buscaba consuelo en esta habitación, ahora silenciosa y cargada de m