22

"Si sonreímos una vez más, quizás el día nos abrace"

Me quedé en la cama de Chris, abrazando el anillo con ambas manos, como si fuera lo único que me mantenía conectada a él. Lo giré lentamente entre mis dedos, sintiendo la fría suavidad del metal. La promesa que representaba brillaba tenue contra la luz que se filtraba por la ventana. Ya no dolía como antes, aunque el vacío seguía ahí, en el lugar donde él solía estar.

Lo prometo, me dije en silencio, cerrando los ojos con fuerza mientras un nudo se formaba en mi garganta. No lloraré más por ti. Te dejaré descansar.

El sonido de la puerta al abrirse rompió el silencio, y levanté la cabeza de inmediato. Era Kaiden. Se detuvo en el marco de la puerta por un momento, como si evaluara si debía entrar o no. Finalmente, avanzó con pasos lentos y firmes, su expresión serena, casi solemne. No parecía sorprendido al encontrarme allí. Tal vez no era la primera vez que alguien buscaba consuelo en esta habitación, ahora silenciosa y cargada de m
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP