Aarón pestañeó repetidamente, contemplándolo desconcertado. —¿Es así como lo ves? ¿Crees que es una especie de juego para mí? —cuestionó. —No puedo verlo de otra manera, ya que tú no has sido del todo honesto conmigo, así que solo me toca sacar mis propias conclusiones —replicó—. Al parecer te div
—Sucede que ya no se trata de lo que yo quiera o no —esclareció Yarden—. Zaida ha decidido vivir una vida en soledad. No quiere formar una familia, desea dedicarse por completo a mantener la seguridad del Clan. —¿Cómo es eso de que "no quiere"? Estoy seguro de que sí quiere, pero cree que lo mejor
***** Al siguiente día, la mayor parte del Clan Mordou se hallaba en el santuario debido a que la ceremonia espiritual de Zaida había comenzado. La albina debió realizar una danza que aprendió leyendo los libros del templo, con la cual entregaba su vida al sacerdocio; además, debió rezar unas orac
Yarden asumió que Zaida podría estar hablando de Aarón, por lo que se echó para atrás y decidió no revelar sus sentimientos. Pensó que sería muy desconsiderado de su parte, pues la albina acababa de confesarle que estaba enamorada de alguien, por lo que no quiso abrumarla con sus emociones. De esa
En ese instante, Yarden frunció el ceño. No le agradó para nada lo que acababa de ver. Por una cuestión de impulso, agarró la muñeca del hombre e hizo que soltara la mano de Zaida. —Te agradecería que no fueras tan confianzudo —resaltó con firmeza. —Lo siento, no quería importunarla… —No lo has
—Solo aléjate, Zaida —impuso—. Le daré trabajo extra para que tenga algo que hacer en lugar de estar perdiendo el tiempo aquí. —Él me ayuda con las cosas del santuario, eso no es ninguna pérdida de tiempo —declaró—. Además, no por ser el futuro Beta de la manada tienes derecho a darme órdenes. No tengo porqué escucharte, así que, si me disculpas, tengo mucho que hacer. Zaida le dio la espalda y se dispuso a entrar al templo, cuando Yarden la tomó de la mano para detenerla. Esto la sorprendió bastante, pues el híbrido no era alguien que establecía contacto físico por su propia cuenta. —Lo siento, no quise hacerte enojar —expresó. La albina giró hacia su dirección, sin intentar liberarse de su agarre. —Eres tan extraño —articuló—. Dejas de hablarme por años y hoy solo vienes hasta aquí para exigirme que me aleje de Mateo. —Como dije, no es confiable. Podría tener segundas intenciones… —Solo está agradecido conmigo, ¿qué segundas intenciones podría tener? ¿O es que te refieres a que
—Encontré a mi mate —expuso Dannon con el semblante impasible. No había manera de saber si estaba feliz por haber hallado a su alma gemela, pues su rostro no demostraba emoción alguna. Kallen, quien lo escuchaba atentamente mientras se sentaba en el borde de la cama, no pudo hacer nada más que mira
Dannon se dirigió a su estudio, en donde lo esperaba su mate, una loba que, en ese momento, tenía la apariencia de una mujer atractiva. Su cabello ligeramente rubio se desbordaba a lo largo de su espalda y sus ojos amelados se incrustaron en el Alfa en cuanto éste se hizo presente. Su nombre era Déb