—No soy un miembro cualquiera. El Alfa Apollo es mi padre. El albino la miró completamente desconcertado. Permaneció contemplándola con escepticismo y, segundos después, desató una risa colmada de ironía. —Tiene que ser una mal-dita broma —protestó. —Dannon, si la Diosa Luna decidió que los hijo
—¡Con nadie! —contestó él a la defensiva. —Vi que algo se movió entre los arbustos… —¡Pues era un venado y lo acabas de espantar! —regañó. —Ah, lo siento —expresó el lobo oscuro—. Lo perdí de vista por un momento y por esa razón le hablé en tono alto sin tener en cuenta la caza… —¿Y qué si me pi
Dannon la miró enfadado y tomó su apariencia humana para agarrarla del brazo con firmeza. —¿Qué estás haciendo aquí? Te he dicho que no volvieras a este sitio —regañó. —Es la primera vez que te veo en tu forma humana —no pudo evitar realizar dicho comentario. —Deja de jugar y regresa a Dion —impu
—No te preocupes. Soy consciente de que el próximo Alfa debe estar muy ocupado preparándose, así que no le quitaré tantas horas de sus días —declaró—. ¿Y bien? ¿Aceptas mi propuesta? El albino exhaló ruidosamente y pasó la mano por su cabeza. —Espero que tengas algo con lo que entretenerme cada dí
Débora lo rodeó con sus brazos y correspondió al beso sin dudarlo, pues se había sentido atraída por él desde el primer día en que lo vio. Dannon era su mate y no deseaba que la enemistad entre Clanes arruinara la oportunidad de estar con su pareja destinada. Además, anhelaba que aquella rivalidad s
Se dibujó una dulce sonrisa en los labios de Débora y sus ojos verdosos se cristalizaron. —Eres tan diferente a lo que dicen de ti —colocó su mano en la mejilla de Dannon—. He oído que eras un ser frío y despiadado igual que tu padre, pero me has demostrado que se equivocan. Eres bueno y noble, com
El albino sintió una punzada en el pecho, odiaba ver a Débora tan agobiada y no con la expresión alegre a la que se había acostumbrado. En ese instante, la rodeó con los brazos y se aferró a ella. —No puedes volver a Dion —declaró—. Te quedarás conmigo. —¿Cómo? —preguntó, aturdida—. ¿Me llevarás
—¡Esta puede ser la solución, el fin de la guerra y de nuestra rivalidad! —expresó Débora—. ¡Casándome con Dannon, los Mordou y los Ginebra pueden formar parte de un solo Clan! Apollo corrió hacia su dirección y saltó sobre ella, derrumbándola en el suelo. —¡Cállate! —gruñó—. ¡Jamás permitiría que