—Sí, Alfa —contestó. —Y, en cuanto a Emilse —hizo una pausa—. Ya decidiré qué hacer con ella. Magnus agachó la cabeza, para después salir del estudio. Tras unos segundos, ingresó el Beta junto con Kallen, quien arrastraba los pies debido a los pesados grilletes. —Déjanos solos, Izan —impuso, a lo
Kallen se estremeció ante las palabras del albino. Éste se hallaba tan cerca que su aliento le rozaba el rostro. Los ojos del Alfa estaban clavados en los suyos y le penetraban el alma. Dannon tenía poder sobre Kallen, y la híbrida tenía una gran influencia en él. Sin embargo, ninguno se percataba d
—Como ordene, Alfa. Dannon siguió su camino y salió de la mansión, dirigiéndose al jardín. Segundos después, fue alcanzado por Izan. —¡Alfa! —exclamó—. ¿Qué ocurrió con Kallen? ¿No me dirá porqué la hizo su prisionera? —No sé si te lo he dicho alguna vez, pero eres tan entrometido —resopló. —Ese
—Pero... ¿cómo es posible? —cuestionó Kallen con asombro. —Ha estado bastante absorto en sus propios pensamientos desde que usted se marchó. Lo único a lo que le prestaba toda su atención era a su búsqueda, ignorando la presencia de su mate. He tratado de conversar con él tantas veces y hacerlo cam
La mujer subió el pantalón tanto como pudo, dejándolo por encima de la herida. Lo observó con detenimiento y su expresión denotó perturbación.—Alfa, su herida se ve muy mal —comentó, inquieta—. Luce como si fuese nueva, no hubo ninguna reconstrucción del tejido. Usted está teniendo problemas para c
El albino vaciló por un instante, hasta que optó por acceder, así que dio un asentimiento para expresar su aprobación.*****Durante horas de la tarde, Dannon fue al bosque a cazar junto con Izan. En ese lapso de tiempo, Kallen tuvo la intención de visitar a los humanos en el calabozo, pero no se lo
La híbrida lo miró perpleja, tratando de encontrar el trasfondo en su demanda. —Pero, Alfa…—Empieza ya —exigió él.Sin más remedio, Kallen se dispuso a ejecutar su lira. La música acarició el alma de Dannon y envolvió a su corazón con una serenidad que hacía tiempo no experimentaba. Como estaba s
—¿Solo?—Así es —mintió, pero no por tener la necesidad de ocultárselo, sino porque no tenía ganas de dar explicaciones.Sin embargo, el hecho de haber mentido complicó la situación.—No es verdad. Han visto a la híbrida salir de su estudio al amanecer —expuso—. ¿Acaso… pasó la noche con ella?Danno